Los árabes fueron quienes después de la decadencia de los estudios griegos y la entrada de Occidente en una fase de obscurantismo...

durante los siglos X a XV, continuaron con las investigaciones en astronomía dejando un importante legado y catalogaron muchas estrellas con los nombres que se utilizan aún en la actualidad, como Aldebarán, Rigel y Deneb.

La astronomía tuvo un papel muy importante en los países islámicos durante los siglos IX-XIII, al igual que otras ciencias, especialmente las matemáticas.

Este florecimiento de la ciencia árabe fue posible gracias al contacto de varias culturas en los territorios conquistados por el Islam, principalmente la herencia grecolatina del Imperio Bizantino, el saber científico persa y la astronomía hindú.

Este conjunto de conocimientos, sumados a la relativa calma y prosperidad de esta zona durante este intervalo de tiempo, hicieron posible un renacimiento científico y filosófico, al cual también contribuyó el interés hacia la astronomía de muchos clérigos y líderes musulmanes, deseosos de precisar el calendario lunar o las orientaciones de mezquitas y otros edificios con la Meca.

También fue decisivo el interés personal de determinados líderes políticos, entre los que destaca el califa al-Ma'mun (809-833).

Este monarca abasí fundó en Bagdad la famosa Casa de la Sabiduría (Bayt al-Hikma), verdadero centro del conocimiento de la época donde trabajaron figuras de la talla de Al-Khwarizmi, el matemático "inventor" del álgebra.

Posteriormente en el siglo XI, el califa fatimí al-Hakim fundaría en El Cairo la Casa de la Ciencia (Dar al-'Ilm), otro centro que contribuyó, entre otras cosas, a la difusión de la astronomía ptolomaica.

Gracias a esta labor, hoy en día casi todas las estrellas brillantes tienen nombres árabes, derivados de los nombres griegos que aparecían en el "Almagesto" de Ptolomeo.

Además, debemos a los astrónomos árabes gran multitud de términos astronómicos, como cénit o nadir, y la difusión en Europa del astrolabio, invento que, aunque conocido desde el siglo VI, fue perfeccionado por los árabes, destacando los diseños alcanzados por maestros como Ibn Al-Shatir (siglo XIV).

AL-BATTANI
Al-Battani y la astronomía árabe de la Edad Media.

ASTONOMiAalbattani

Abu Abdullah Al-Battani, conocido también como Albategnius, fue un astrónomo y matemático reconocido durante la edad media.

Nació en 858 cerca a Battan, estado de Harran (Siria).

Fue educado dentro de las creencias sabinas propias de esta región.

Los Sabinos daban especial importancia al estudio de los astros, como reliquia de los tiempos pre-islámicos.

Fue educado por su padre, también un reconocido científico llamado Jabir Ibn Sin'an al-Battani.

Posteriormente viajó a Raqqa para recibir educación superior. A finales del siglo IX se trasladó a Samarra, en donde vivió y trabajó el resto de su vida.

Realizó muchos y muy importantes trabajos en astronomía: corrigió cálculos orbitales realizados por Ptolomeo usando la trigonometría, calculó con gran precisión la duración del año solar, con solo una diferencia de 2 minutos y 26 segundos con respecto a la medición actual y describió la inclinación de la eclíptica y su relación con las estaciones.

Al-Battani realizó numerosas observaciones astronómicas desde Siria, especialmente desde Antioquía y ar-Raqqah, como resultado de las cuales pudo publicar su obra más famosa, el Kitab al-Zij (Libro de las Tablas, también conocido como al-Zij al-Sabi, Tablas Sabinas), en el que catalogó 489 estrellas con gran precisión usando por primera vez métodos trigonométricos.

Al-Battani también realizó excelentes observaciones de los eclipses lunares y solares, descubrió la existencia de los eclipses solares anulares y comprobó que el apogeo solar, distancia máxima entre la tierra y el Sol, no es constante.

En el campo de la Matemática y Trigonometría aportó soluciones muy ingeniosas para algunos problemas trigonométricos usando los métodos de proyección ortográfica.

Ganó gran fama con el uso de relaciones trigonométricas que todavía hoy se encuentran en uso y fue el primero en reemplazar las cuerdas griegas por los senos.

También desarrolló el concepto de Cotangente.

Escribió muchos libros de Astronomía y Trigonometría.

Al-Battani estuvo en contacto no sólo con las obras clásicas griegas y las Tablas Pahlavi persas, sino también con los más recientes avances matemáticos árabes, en especial con la obra de su compatriota y gran matemático sirio Ibn Qurra (826-901), quien además había traducido el "Almagesto" al árabe.

Aunque Al-Battani se basó en el "Almagesto", fue más allá y mejoró muchos de las observaciones.

El "Kitab al-Zij" fue publicado en Europa en el siglo XII con el nombre "De Motu Stellarum", siendo primero editado en la Península Ibérica.

El más famoso de sus libros sobre astronomía fue "De Scienta Stellarum - De Numeris Stellarum et motibus", que fue utilizado durante toda la Edad Media como libro de referencia y estudio.

Su nombre fue dado a una región de la Luna: Albategnius.

Murió el año 929.

ASTRONOMiA ARABEALMAGES

El "Almagesto" (Almajisti en árabe) de Ptolomeo fue la obra cumbre de la astronomía clásica.

"Los Fenómenos de Arato" y el "Almagesto" fueron traducidos del griego al árabe en numerosas ocasiones durante los siglos IX-XV.

El propio "Almagesto" sería conocido en la Europa medieval precisamente gracias a estas traducciones árabes, una de las más famosas sería realizada en el siglo IX por Hajjaj Ibn Mater (827-28).

En el siglo XII Gerardo de Cremona realizó la primera versión europea moderna del "Almagesto" basándose en un manuscrito árabe.

Habría que esperar hasta el siglo XV para que se publicase en Europa la primera traducción (incompleta) al latín basada directamente en el original griego y al siglo XVI para la primera versión completa.

Desgraciadamente, todavía hoy persiste la imagen de la astronomía árabe y musulmana de estos siglos como una ciencia de "transición": según esta visión, los árabes se limitaron a traducir y conservar los originales griegos, pero sin aportar gran cosa.

Este punto de vista es erróneo, y se basa sin duda, en la visión eurocéntrica según la cual, puesto que la Edad Media fue una época "oscura" en lo relativo al conocimiento en Europa, también lo fue en todo el mundo.

A esto debemos sumar la indiferencia, cuando no desprecio, con la que los científicos del Renacimiento contemplaban las obras de origen islámico.

Dicho esto, es cierto que tampoco se debe pensar que los árabes y persas desarrollaron ampliamente la astronomía en todas sus facetas, ya que, por ejemplo, no se puede decir que la astronomía observacional fuese uno de sus fuertes, pese al esfuerzo de figuras como Al-Sufi o Al-Tusi, pues no existe ningún registro de la supernova de 1054, que sí fue estudiada por los chinos, más preocupados por las repercusiones astrológicas de cualquier cambio repentino en los cielos.

Sin embargo, a los astrónomos musulmanes debemos las primeras correcciones del "Almagesto", pues se dieron cuenta de que no se trataba de una obra perfecta, sino que era, como cualquier otra creación científica, susceptible de ser mejorada.

Para demostrarlo, ahí están los trabajos de Ibn Qurra, Al-Tusi y Al-Sufi, o la obra de Jabir ibn Aflah (s. XIII), con un título tan explícito como era "Corrección del Almagesto" (Ishlah al-Majisti), sin olvidar el trabajo de Ibn Haytham con sus "Dudas sobre Ptolomeo" (Al-shkuk'ala Batlamyus).

Donde destacaron especialmente los astrónomos árabes fue en el refinamiento de los métodos matemáticos para el cálculo de efemérides, aplicando por primera vez la trigonometría y otras técnicas matemáticas desarrolladas por ellos, como es el caso de Abu al Wafa (s. X) con su "Compendio", donde introdujo cálculos mejorados de efemérides usando trigonometría esférica.

ASTRO ARABEalsufiII

Este renacimiento científico declinaría a partir del siglo XIII debido a la destrucción del califato abasí por los mongoles, y posteriormente, por la llegada de los pueblos turcos a Oriente Medio.

Además, hay que tener en cuenta la mayor intransigencia hacia las fuentes clásicas por parte de muchos líderes políticos y religiosos musulmanes, quienes veían en la astronomía y otras ciencias la huella de culturas ajenas al Islam.

En Occidente, en la Península Ibérica, la Reconquista y las luchas internas entre los diferentes reinos musulmanes tras la desaparición del califato Omeya, frenarían las investigaciones de los sabios de Al-Ándalus, aunque la Península sería durante toda la Edad Media la principal ruta de transmisión de los conocimientos astronómicos árabes hacia el resto de Europa.

Podemos destacar además de la antes mencionada, la labor de varias figuras clave en el desarrollo de la astronomía árabe, aunque no todas gozarían de la misma popularidad en Occidente:

AL-FARGHANI
Proveniente de Asia Central, Ahmad Al-Farghani (siglo IX) se dirigió a Bagdad bajo los auspicios de la corte ilustrada del califa abasí al-Ma'mun, donde publicó diversas obras, entre las que destaca "Al-Mudkhil-ila-ilm-hayat-al-aflak", o "Compendio de Astronomía", también conocido como "Jawami" o "Elementos".

Esta obra fue traducida al latín en Toledo por Juan de Sevilla (Johannes Hispalensis) en el siglo XII y, posteriormente pero en la misma ciudad, por Gerardo de Cremona.

Esta versión latina inspiraría a Dante en su famosa obra, la "Divina Comedia".

IBN QURRA
Thabit ibn Qurra abu' l'Hasan ibn Marwan al-Sabi al'Harrani (826-901) realizó importantísimas aportaciones a la astronomía, entre las que destacan sus traducciones de obras griegas que se habrían perdido sin su esfuerzo.

Consumado observador, midió la duración del año sidéreo en 365 días, 6 horas, 9 minutos y 12 segundos (con un error de sólo dos segundos), por lo que pudo calcular con exactitud el valor de la precesión de los equinoccios, alcanzando un valor muchísimo más exacto que el obtenido por Ptolomeo.

Sin embargo, no se atrevió a pensar que el maestro podía estar equivocado, así que propuso la Teoría de la Trepidación, por la cual sugería un valor no constante para la precesión.

Esta teoría gozaría de gran popularidad hasta el Renacimiento, cuando las precisas observaciones de astrónomos como Tycho Brahe confirmarían la constancia de este fenómeno.

AL-SUFI
La siguiente gran figura de la astronomía islámica fue el gran Abd al-Rahman Al-Sufi, o simplemente Al-Sufi (903-986).

De origen persa (nació en Teherán), realizó la mayor parte de su trabajo en Bagdad, la ciudad más prestigiosa y erudita de la época.

Fruto de este esfuerzo fue su obra principal, "El Libro de las Estrellas Fijas" (Kitab Suwar al-Kawakib ath-Thabita), en el que amplió el "Almagesto" de Ptolomeo catalogando 1018 estrellas (las mismas del "Almagesto").

Describió también en detalle las 48 constelaciones ptolomeicas y sus nombres, con representaciones gráficas incluidas, gracias a lo cual, las constelaciones clásicas serían ampliamente conocidas en Europa durante la Edad Media.

"El Libro de las Estrellas Fijas" no es sólo un catálogo de posiciones estrellas: Al-Sufí también discute sobre la magnitud y el color de cada astro, así como de sus posibles variaciones.

También delimita las constelaciones y, dato muy importante, no tiene pudor en corregir a Ptolomeo cuando comprueba que sus observaciones son más precisas que las del sabio griego, algo impensable en la Europa Medieval de la época.

ASTRON ARABE OSA

Aunque Al-Sufi no corrigió ninguna posición estelar ptolomaica, sí lo hizo con respecto a las magnitudes y el color.

Es ésta además la primera obra donde se menciona la Galaxia de Andrómeda (M31), visible a simple vista, pero que no había sido nunca descrita anteriormente.

Además, Al-Sufi introduce en esta obra la costumbre de denominar a cada estrella brillante mediante una letra (árabe), costumbre que sería imitada en Europa a partir de los siglos XV-XVI con la obra de Bayer.

AL-ZARQALI
Al-Zarqali, también conocido como Arzachel o Azarquiel (1029-1087) fue un destacado astrónomo de Toledo, en Al-Ándalus.

Fue un distinguido fabricante de astrolabios, creando una versión simplificada para la navegación denominada "azafea" que fue muy popular hasta el siglo XVI.

Además, gracias a sus observaciones se pudo determinar la precesión del apogeo solar (el punto más cercano de la Tierra al Sol) respecto a las estrellas.

Fue el autor de las "Tablas Toledanas", traducidas por Gerardo de Cremona y que fueron muy populares en la Europa medieval, ya que incluían datos astronómicos de Al-Battani, Ptolomeo y del matemático Al-Khwarizmi.

AL-TUSI
Nasir al-Din al-Tusi (1201-1274) estudió la obra de Ptolomeo y la refinó matemáticamente, de tal forma que pudo eliminar el deferente de las órbitas ptolomaicas, haciendo posible la introducción de un movimiento uniforme respecto al centro (el llamado par de Al-Tusi), algo preferido desde el punto de vista filosófico por los sabios de la época.

Aunque su trabajo no tuvo mucha aceptación posterior, indicaba que la obra de Ptolomeo no sólo podía ser corregida en su vertiente observacional, sino que también la parte teórica era susceptible de ser mejorada con tratamientos matemáticos más refinados.

Envuelto en las turbulencias políticas de la época a raíz de las invasiones mongolas, Al-Tusi jugó un papel clave en la fundación del observatorio de Maraga (en el actual Azerbaiyán), capital del nuevo reino del mongol Hulegu.

Para esta fundación parece ser que los persas recibieron la ayuda de astrónomos chinos.

En este observatorio y usando un cuadrante de cuatro metros, Al-Tusi resumió las observaciones de 12 años seguidos en las "Zij-i ilkhani", o "Tablas Ilkhanicas".

Además de sus observaciones, Al-Tusi abordó el problema de mejorar los modelos matemáticos de Ptolomeo, en lo que se ha considerado el análisis más brillante hasta la aparición de la obra de Copérnico.

Sus conclusiones fueron publicadas en "al-Tadhkira fi'ilm al-hay'a" ("Memoria de Astronomía"), en la que introduce el ya mencionado par que lleva su nombre.

En 1247 aparecería "Tahrir al-Majisti" (Comentario del Almagesto) en el que hace uso extensivo de la trigonometría para el análisis de las órbitas.

AL SHATIR
Ibn Al-Shatir (1305-1375) sería famoso por alcanzar la cumbre en el diseño de astrolabios, diseños que gozarían de enorme popularidad en Europa.

Mejoró los modelos matemáticos de Al-Tusi para las órbitas Ptolomaicas, influyendo en la obra de Copérnico, pues este último incluyó varios de sus resultados en sus obras.

ULUGBEK
La última figura clave de la astronomía musulmana hay que encontrarla en Asia Central.

Muhammed Targay Ulugh Bek, o Ulugbek (1393-1449) vivió en Samarcanda, capital del kanato fundado por el gran conquistador mongol Tamerlán (o Timur Lank), del cual era nieto.

El príncipe Ulugbek ordenó la construcción de un gran observatorio que sólo sería superado por el "Uraniborg" de Tycho Brahe.

Como resultado de estas observaciones publicó "Zij-i Djadid Sultani", catálogo que contiene la posición de 992 estrellas (con un error de 2-5 segundos de arco) y que se convertiría en el primer catálogo estelar que superó al "Almagesto", además de calcular con mayor precisión la duración del año y la inclinación de la eclíptica, entre otros datos.

Aunque mejoró las observaciones de Ptolomeo, desgraciadamente su influencia estuvo limitada por la lejanía con respecto a los sabios europeos que continuarían su labor, por lo que no fue ampliamente conocido en Europa hasta después de que Tycho Brahe publicase sus observaciones, convirtiendo por tanto el catálogo de Ulugbek en una obra obsoleta.

Tras el asesinato del príncipe Ulugbek en 1449, la actividad de este observatorio desapareció, y con él, se puede decir que finaliza la etapa investigación astronómica avanzada en los países islámicos.

A partir de entonces, el relevo lo tomaría la Europa renacentista.

Es importante destacar también las figuras de Nur-ud-Din Abu Ishaq al-Bitruji (Alpetragius), astrónomo de Al-Ándalus que se caracterizó por su crítica al sistema ptolemaico de esferas, o el ya mencionado Jabir Ibn Aflah, quien creó en el siglo XII el primer observatorio astronómico moderno en la Giralda de Sevilla, y fue autor de "Islah Almajisti" (Crítica del Almagesto).

Posteriormente, en el siglo XIII, el rey de Castilla Alfonso X el Sabio mandó recopilar en las "Tablas Alfonsinas" gran parte de todo este conocimiento astronómico árabe.

Estas tablas gozarían de gran difusión por toda la Europa cristiana.

Fuentes:
http://www.astromia.com/biografias/albattani.htm
http://www.astrosurf.com
http://www.astromia.com/historia/astroarabe.htm
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"No sabré hacerlo, no ha producido jamás buen resultado. Probaré a hacerlo, ha obrado casi siempre maravillas. ¡Lo haré!, ha conseguido milagros".
-Anónimo-

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