"Las coherencias tontas son la obsesión de las mentes ruines" (Ralph Waldo Emerson).

"La mujer actual tiene una obsesión por ser igual que el hombre, y no sé por qué, si el hombre es un pobre diablo desorientado." (Antonio López) 

TOC: El trastorno obsesivo compulsivo
Un TOC se caracteriza por la aparición en la misma persona de pensamientos repetitivos e insanos junto con una ritualización de actos encaminados a reducir/evitar dichos pensamientos.

Las características generales del TOC son:
– Causan una elevada ansiedad en las personas que los padecen.

– El sujeto intenta ignorar o suprimir esos pensamientos o impulsos con otros actos concretos.

– La persona reconoce que los pensamientos e impulsos son absurdos y no conducen a nada.

– Aparece una sensación de descontrol de los pensamientos o acciones.


Tipos de pensamientos
Una obsesión es una idea, pensamiento o imagen persistente que es inconsciente o repulsiva, que interfiere en la conciencia de la persona.

Las más habituales implican pensamientos del siguiente tipo:
– Hacer daño a los demás.

– Violar normas sociales.

– Exhibir un comportamiento sexual inaceptable.

– Tener infección o suciedad en uno mismo.

– Dudar de haber realizado alguna acción.

Las compulsiones son acciones repetidas de forma continua que se practican a modo de ritual.

Estas acciones se realizan con la intención de provocar o evitar algún acontecimiento o situación futura, aunque dicha acción no afecte realmente (solo en la cabeza del que lo hace) el suceso.

Las compulsiones son seguidas por la persona estrictamente y esta cree que así disminuirán las obsesiones.

Por ejemplo, una persona que teme la contaminación (obsesión) podría lavarse las manos treinta veces en una hora.

Las compulsiones más habituales son:

– lavarse las manos

– rezar

– contar

– verificar

– tocar

Según algunas investigaciones, el TOC puede ser el resultado de algunos desajustes biológicos.

Se cree que el cerebro se puede quedar atascado mientras ejecuta una actividad normal de verificación u ordenamiento.

Los ganglios basales del cerebro, que son los responsables de las pautas de acción prefijadas, podrían estar dañados y, por tanto, no controlar algunos actos.

Las obsesiones y compulsiones leves son normales en todas las personas, siempre y cuando no supongan:

– Un obstáculo para las actividades habituales del individuo, como el trabajo, las relaciones personales, etc.

– No provoquen angustia emocional.

– La persona tenga control sobre ellas y pueda abandonarlas cuando lo desee.

– No le quiten al individuo un elevado tiempo del día a día.TOC-TOC-C

Si crees que puedes estar experimentando un TOC o que lo está teniendo una persona a la que quieres, no dudes en ponerte en manos de profesionales de la salud, como pueden ser tu médico de cabecera u otro profesional de la salud.

El TOC se puede tratar y el resultado puede ser terminar con este desajuste psicológico que tanto daño hace al que lo sufre y a su entorno.

¿Eres una persona obsesiva?
Lavarse las manos veinte veces al día, ordenar constantemente, caminar sin pisar las rayas, comer siempre a la misma hora, darle vueltas a un mismo pensamiento durante horas...

Mucha gente sufre obsesiones o se tortura con conductas repetitivas.
 
Para uno mismo supone una limitación y una fuente de ansiedad; para los otros, convivir con alguien obsesivo puede llegar a ser realmente difícil.

La obsesión compulsiva pertenece, en términos psicológicos, a las patologías relacionadas con la ansiedad.

Las personas que la sufren se enfrentan a pensamientos preocupantes que les rondan constantemente.

Se sienten obligados, para frenarlos, a realizar una serie de rituales particulares (compulsiones).

Obsesiones más comunes
En este tipo de trastornos normalmente se unen dos factores: una obsesión y una compulsión.

Pero ¿qué ocultan estos términos?
Todos tenemos pequeñas manías y nos obsesionamos alguna vez con algo.

Pero ¿cómo saber si estamos ante un verdadero comportamiento obsesivo o compulsivo?

A continuación te presentamos una lista de situaciones que pueden plantearte problemas en la vida cotidiana.

Si sufres más de tres, tal vez deberías plantearte que tienes un problema compulsivo..

Miedo permanente a las bacterias, los gérmenes y la suciedad.

Ello entraña comportamientos rituales, como lavarse las manos constantemente, evitar estrechar la mano de la gente, limpiar constantemente el lugar trabajo, evitar los baños o cabinas telefónicas públicas...

Dudas sobre lo que acabamos de hacer: ¿hemos cerrado la llave del gas, cerrado la puerta, apagado la luz?

La persona obsesiva verifica constantemente las cosas que hace.

Pensamientos violentos o de índole sexual a los que no queremos ceder, para lo cual realizamos una serie de rituales que nos ayuden a contenernos.

Obsesión por el orden, la simetría, lo que nos hace ordenar constantemente las cosas y agobiarnos si algo cambia de lugar o no está colocado como querríamos (una toalla, un adorno, los papeles de la mesa...).

Estos rituales no procuran ningún placer especial al enfermo, pero se siente obligado a hacerlos para evitar otros males.

Quien padece obsesiones suele darse cuenta de que sus comportamientos no son normales, pero no puede evitarlo.

Muchas personas padecen de vez en cuando estos síntomas (como ciertas supersticiones, el miedo a que se cruce un gato negro...), pero hablamos de obsesiones cuando estas conductas pueden robar a quien las padece una hora o más diaria de su tiempo e influyen negativamente en su vida (llegar tarde al trabajo por asearse, no poder hacer ciertas cosas, evitar viajar...).

TOC- TOC-DEste tipo de conductas suelen acompañarse frecuentemente de depresión, problemas de alimentación (anorexia, bulimia) y manifestaciones de ansiedad.

Para huir de la presión de este tipo de conductas, la persona puede refugiarse en el alcohol, las drogas y perjudicar seriamente su vida social, personal y laboral.

Normalmente, estos problemas empiezan en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta, y existe una tendencia familiar a padecerlas.

La evolución de esta conducta es variable.

En algunos casos, los síntomas no son muy importantes, disminuyen con el tiempo o se hacen soportables y pasan casi desapercibidos en la vida cotidiana.

En otros casos, se van agravando y necesitan de tratamiento.

Por definición, los adultos con Trastornos Obsesivos Compulsivos han reconocido en algún momento que las obsesiones o compulsiones son excesivas e irracionales.

Este requisito no se aplica a los niños, ya que ellos pueden carecer del conocimiento suficiente para emitir este juicio.

Sin embargo, incluso los adultos tienen un gran margen de perspicacia hacia la irracionalidad de las obsesiones o compulsiones.

Algunos individuos están dudosos acerca de la racionalidad de sus obsesiones o compulsiones, y esa intuición del individuo puede variar según las situaciones y el tiempo.

Por ejemplo, el sujeto puede reconocer como irracional una compulsión de contaminación cuando es discutida en una situación a salvo (como en la consulta del psicólogo), pero no cuando debe manipular dinero.

En aquellas situaciones en las que el individuo reconoce que las obsesiones y compulsiones son irracionales, él o ella puede desear o intentar resistirse a ellas.

Cuando intenta resistirse a una compulsión, el sujeto puede experimentar una sensación de creciente ansiedad o tensión, que es, a menudo, aliviada rindiéndose a la compulsión.

Durante el trastorno, tras repetidos intentos de resistir las obsesiones o compulsiones, el individuo puede ceder a ellas, no mucho después de experimentar el deseo de resistirlas, y puede incorporarlas a sus rutinas cotidianas.

¿Cuáles son los tratamientos?
Generalmente, se emplean dos clases de tratamiento para los problemas obsesivos: la terapia psicológica y los medicamentos.

Muchas veces ambos métodos se combinan.

Las técnicas psicológicas que pueden emplearse son diversas.

La terapia que incide en la modificación de los comportamientos y cognitivas suele ser eficaz.

Será el especialista quien decida el mejor tratamiento en función de la personalidad de cada individuo.

El objetivo es modificar el comportamiento que está afectando a la vida de la persona.

Los medicamentos ansiolíticos reducen la ansiedad.

Por su parte, los antidepresivos también suelen tener un efecto positivo en este tipo de trastornos.

El entorno juega un papel muy importante en el tratamiento de este tipo de problemas.

Sin embargo, muchas veces los amigos o familiares no saben bien cómo ayudar a quienes sufren el problema, por lo que deben ser asesorados por el especialista.

Fuentes:
http://www.portalcantabria.es/Psicologia/03.php
http://www.cop.es/colegiados/A-00512/obsesion.dsm4.html
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"Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el mérito engaña a los hombres" (Victor Hugo).

 

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