Sobre las Líneas de Nazca, Perú.

¿Signos para los dioses?

¿Autopistas para extraterrestres?

Desde hace mucho tiempo que se viene especulando acerca del significado de las

enigmáticas líneas de Nazca, y se pensaba, erróneamente, que sólo podían ser vistas desde el cielo.

Se ha demostrado ya que dichas líneas se pueden ver desde la tierra, y al parecer servían también como lugares de culto.

Para la investigación sistemática de los geoglifos, científicos del Instituto de Geodesia y Fotogrametría del EDH de Zurich han elaborado un modelo en 3D de la región, tras un largo y complicado procedimiento.

Esto ha posibilitado una mejor panorámica del territorio en cuestión y facilita enormemente el trabajo de medición, ya que este modelo, tratado informáticamente, puede girar y trasladarse a voluntad.

Como corona de este trabajo han elaborado tres impresionantes vuelos virtuales que permiten observar los geoglifos como si se volara en un avión.

 Geoglifos a vista de avión

Este trabajo demuestra que la aplicación concienzuda de la moderna fotogrametría aérea es una poderosa herramienta para la documentación a gran escala de los geoglifos y de otros legados culturales.

Por primera vez, los geoglifos de una región han sido totalmente trazados en un mapa con elevada exactitud y en 3D.

Toda la documentación que se tiene acerca de los geoglifos de Nazca ha sido utilizada para perfeccionar e intensificar los métodos aplicados, con el fin de mejorar la automatización de las diferentes etapas:

Desde el emparejamiento de imágenes, la aerotriangulación y la generación, edición, visualización y exportación de modelos digitales del terreno (DTM).

El posterior análisis arqueológico de los datos obtenidos permitirá nuevos descubrimientos en cuanto a la cronología, pertenencia cultural, distribución espacial y significado de dichos geoglifos.

Hasta ahora, el descubrimiento de cerámica sobre los geoglifos, las relaciones estratigráficas entre los geoglifos y otras características culturales, así como semejanzas iconográficas han permitido constatar que ya en el periodo de la Cultura de Paracas, 400 a. de C., existían geoglifos grabados en rocas (petroglifos).

Cerámica nazca

Dichos geoglifos fueron traspasados a la superficie pétrea del desierto, en las laderas de colinas que rodean el valle de Nazca.

Estas figuras no eran muy grandes, mostraban figuras humanas y estaban también destinadas a ser vistas desde lejos.

Posteriormente, se trazaron los primeros geoglifos geométricos, líneas rectas largas, y pequeños trapezoides, también junto a las colinas.

Ritual Pista de Nazca
 

En el periodo inicial Nazca (200 al 1 a. de C.) se usó por primera vez  la meseta por encima del valle para trazar geoglifos ya no visibles desde la llanura.

Se desarrollaron una gran variedad de geoglifos incluyendo distintos tipos de líneas, figuras biomórficas, espirales, trapecios.

Todas las plataformas que rodean los valles fueron ocupados por enormes aglomeraciones de geoglifos.

Con el correr del tiempo (hacia el 250 al 400 d. de C.) esta práctica decayó, y las formas se redujeron a líneas y trapecios.

Nuevos geoglifos fueron trazados, algunos de los más grandes del área de Palpa, cesando toda actividad al final del periodo Nazca cuando el imperio Wari, procedente de los altiplanos del este, extendió su área de influencia hasta la costa.

Cerámica representaciónNo obstante, continuó la práctica de depositar objetos de cerámica junto a estas líneas, incluso con un nuevo estilo, hasta que fueron definitivamente abandonados alrededor del 800 d. de C.

Se supone que estos complejos de geoglifos estaban relacionados a grupos humanos afines que compartían el territorio y que se reunían en determinadas ocasiones para:

- construir dichas formas

- remodelar las ya existentes

- recorrerlas en determinadas ceremonias, dejando junto a ellas distintos depósitos consistentes en objetos de cerámica, objetos textiles, conchas y otros.

Posiblemente tendrían un significado religioso y simbólico relacionado con el concepto del agua y de la fertilidad.

Es llamativa la relativa uniformidad de los geoglifos a través del tiempo y que hicieron compartir a los habitantes de la región elementos cruciales en cuanto a cosmovisión.

Basta considerar el gran esfuerzo conjunto que supondría marcar a través de un gran espacio del desierto signos a gran escala.

Así, el desierto se convirtió en un espacio cultural dinámico y vibrante, integrador de los pobladores de la región.

Los estudios de visibilidad del paisaje han mostrado que la intervisibilidad (el grado de visibilidad recíproca entre los distintos puntos de un paisaje) era un aspecto importante en la planificación de los geoglifos.

Geoglifo arañaAunque éstos no podían ser vistos fácilmente desde lugares cercanos, la colocación de postes, o de personas recorriéndolo, seguramente sí que los hacía visibles.

Al mismo tiempo la actividad relacionada con los geoglifos fue independiente de los cambios sociales que se sucedieron en la región.

La distribución de los patrones de dibujo se conservó mucho más estable que los propios asentamientos, cementerios y otros rasgos culturales.

Ello hace pensar que los geoglifos constituyeron la casa común de todos los miembros de la sociedad Nazca, aunque su función sigue permaneciendo en el misterio.

Algo sobre la cultura Nazca
A partir del siglo I aproximadamente, en la costa sur, probablemente sobre el mismo territorio que viera florecer la Cultura de Paracas, como continuación de ella y aun como reminiscencia de Chavín, la Cultura de Nazca nos ofrece sus símbolos.

Afloran los restos de la que fuera su capital, Cahuachi, con un templo piramidal, un gran palacio, muchas viviendas y calles bien diseñadas.

Asombran sus acueductos subterráneos con «ojos» de salida a tierra para poder limpiarlos periódicamente.

Los hombres de la Cultura de Nazca fueron grandes guerreros, excelentes mercaderes y agricultores y eximios artistas.

Pero todas estas actitudes estaban imbuidas de su espíritu religioso que se expresó en toda su forma de vida, en sus construcciones y en su arte.

Las líneas geométricas y zoomorfas que en varios kilómetros jalonan la pampa de Nazca es probable que sean enormes zodiacos, representaciones mágico-estelares; tal vez incluso calendarios, agotadas ya otras hipótesis de investigación.

Estas marcas señalarían el paso de las estrellas en general, y los grandes animales dibujados en la arena serían la reproducción de los genios de las constelaciones.

Lo que sí es asombroso es el conocimiento astronómico y de la perspectiva de estos pueblos que realizaron tan extraordinaria obra para ser «vista desde arriba».

Los nazcas tenían ceremoniales hasta para vestirse; sus engalanados atuendos marcaban procesos del ritual.

Practicaron con motivos mágico religiosos el ritual de dar forma a sus cráneos, cubrieron sus rostros con pinturas de color y los guerreros solían adornar con cabezas-trofeo perfectamente disecadas, codos, rodillas y aun sus báculos ceremoniales.

Estos últimos, eran símbolos que correspondían a las fuerzas del mal que habían sido vencidas en la persona de sus enemigos.

La cerámica de los nazcas, pictórica hasta eliminar casi por completo el espacio vacío, nos ha dejado ideas acerca de su vida, su filosofía y su religión.

Los variadísimos y suaves colores, que no han tocado el azul y el verde (¿por ser éstos los colores del mar sagrado?), nos muestran desde su flora y fauna, las danzas rituales de los bailarines provistos de instrumentos mágicos y propiciatorios, y sus deidades de influencia paraquense.

Aparecen los geniecillos de largas lenguas, a veces bifurcadas y terminadas en subsiguientes cabecitas.

Así como los rasgos felinos y las cabezas-trofeo hunden el pasado de estos hombres hacia el remoto desconocido.

Fuentes:
"Simbología Teológica" Jorge Ángel Livraga
http://www.wissenschaft.de
http://www.photogrammetry.ethz.ch
* * * * *
"Entre la estética y la ética hay una unión indisoluble".
(Delia Steinberg Guzmán)

Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra página web. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies.