Acusación del tribunal de los Quinientos.

"Meleto, hijo de Meleto, del demo de Mithhos, contra Sócrates, hijo de Sofronisco, del demo alopecense.

Se acusa a Sócrates por no honrar a los dioses

que honran la ciudad y por introducir dioses extraños; y también por corromper a la juventud.

¡Pena de muerte!".

Los verdaderos motivos
Es probable que las acusaciones del tribunal no fueran el verdadero motivo del juicio.

Los acusadores, esperaban que Sócrates se exiliara voluntariamente antes del proceso, pero esto no fue así, y tampoco pidió conmutación de la pena.

Condenado a beber cicuta rehusó la huida que amigos y discípulos le habían preparado y pasó sus últimas horas discutiendo con ellos acerca de la inmortalidad del alma y las ventajas de morir si con ello es consecuente con las ideas que ha defendido toda su vida.

¡La causa de la condena se relacionaba con asuntos políticos!

Acababa de restaurarse la democracia en Atenas y la ciudad todavía sufría las secuelas de la guerra del Peloponeso (431-404), las luchas de la oligarquía por conseguir el poder y el gobierno de los Treinta Tiranos (404-403).

Sócrates no simpatizaba excesivamente con la democracia y había sido maestro de Alcibíades y Critias, el más violento de los oligarcas.

Sócrates
Casi todo lo que se refiere a Sócrates está rodeado de cierto misterio y sometido a discusión.

En efecto, no produjo textos escritos y los testimonios sobre él son a menudo contradictorios.

Aristófanes, por un lado, se burla de él; por el otro, Platón exalta su figura en los Diálogos, mientras que Aristóteles realiza comentarios más discretos.

La doctrina de Sócrates
Es difícil determinar cuál fue la doctrina de Sócrates y cuál la propia de Platón, atribuida a su maestro.

Contradictoriamente, Jenofonte no le atribuye doctrina alguna y Aristófanes le atribuye doctrinas de sofistas y de algún presocrático.

Conócete a ti mismo
Sócrates hizo propia la máxima escrita en el templo de Delfos: "Conócete a ti mismo".

Es posible que Sócrates escuchara a Arquelao (discípulo de Anaxágoras), en relación con la doctrina del "espíritu".

Sin embargo, decepcionado de algunos planteos filosóficos, optó por dedicarse a reflexionar sobre sí mismo y sobre la vida del hombre en la ciudad.

Los problemas éticos, por entonces, parecían los más urgentes.

Sólo sé que no sé nada
Sócrates entiende la filosofía como una búsqueda colectiva basada en el diálogo.

Ni pretende ser el dueño de la verdad ni poder encontrarla por sí solo.

Las dos partes del método socrático:

- La ironía:
Es el arte de hacer preguntas tales que hagan descubrir al otro su propia ignorancia. En otras palabras, comprender que no sabe nada.

- La mayéutica:
Consiste en hacer preguntas de modo tal que el otro llegue a descubrir la verdad por sí mismo.

En esta línea, podría afirmarse que Sócrates no tiene doctrina alguna, sino que ayuda a los demás y busca junto a ellos.

Esta actitud de humildad frente al conocimiento contrasta notablemente con la actitud de los sofistas.

Razonamiento inductivo y definición de lo universal

Según Aristóteles, dos cosas se pueden atribuir a Sócrates: los razonamientos inductivos y la definición de lo universal.

Ambos logros se refieren, naturalmente al principio de la ciencia.

Efectivamente, la pregunta esencial que hace Sócrates es:

"¿Qué es?", y espera que el otro conteste con una definición.

El método socrático se encamina a la construcción de definiciones, las cuales deben encerrar la esencia inmutable de la realidad investigada.

De este modo, Sócrates se opone al convencionalismo de los sofistas e inaugura el camino de la búsqueda de esencias.

El procedimiento para llegar a la definición verdadera (finalidad de la mayeútica) es inductivo: examen de casos particulares y ensayde una generalización que nos dé ya la definición buscada.

La búsqueda de Sócrates se centró en los conceptos morales y, curiosamente, esa búsqueda, tal como aparece en los primeros diálogos de Platón, terminó sin resultado: los diálogos Eutifrón sobre la piedad, Cármides sobre la templanza y Lisis sobre la amistad, concluyen en un aparente fracaso.

Ética
El interés de Sócrates se ha centrado especialmente en la problemática ética: la esencia de la virtud y la posibilidad de enseñarla (tema que los sofistas debatían con mucha frecuencia en ese momento).

El saber y el virtud coinciden, de acuerdo con la doctrina socrática, porque el que conoce lo recto actuará con rectitud y sólo por ignorancia se hace el mal.

Sócrates con la cicutaEsta doctrina, que será criticada por Aristóteles sólo puede ser comprendida si se tiene en cuenta que Sócrates defendía también el utilitarismo moral: lo bueno (moralmente) es lo útil.

Todo el mundo busca la felicidad y la utilidad, y la virtud consiste en discernir qué es lo más útil en cada caso.

Así pues, el saber del que habla Sócrates no es un saber teórico sino un saber práctico acerca de lo mejor y más útil en cada caso.

Este saber virtuoso puede ser enseñado y aprendido porque no bastan las aptitudes naturales para alcanzar la bondad y la virtud.

Las escuelas socráticas
En el 399, a la muerte de Sócrates, sus discípulos se dispersaron y algunos de ellos fundaron escuelas filosóficas.

Ninguna de ellas representa el genuino pensamiento de Sócrates, sino que desarrollan con autonomía algunos de los temas cuyo tratamiento iniciara el maestro, a lo que agregarían numerosos elementos tomados de los sofistas e, incluso, de los filósofos presocráticos.

La Academia de Platón
Se desarrollan en la Academia los aspectos científicos y psicológicos de la doctrina socrática.

Platón elabora su propia doctrina de las Ideas a partir de la búsqueda socrática de la definición y el concepto. E inspirándose también en Pitágoras profundizará el tema del alma.

La escuela de Megara - Euclides de Megara
Continúa las doctrinas de Parménides y Zenón de Elea, con algunas modificaciones que fueron sugeridas a Euclides tras el contacto con Sócrates.

Euclides identifica el Ser con el Bien y con Dios (es posible que Sócrates haya defendido alguna suerte de monoteísmo) y considera que todas las virtudes se reducen a una sola, pero designada con distintos nombres (doctrina que también se remonta a Sócrates).

Estilpon, uno de los continuadores de Sócrates, atacó la doctrina platónica de las Ideas, afirmando que solo existe lo singular actual y negando la existencia de los géneros y las especies universales.

Su ética influirá en la aparición del estoicismo, puesto que, aparentemente, Zenón de Citio fue discípulo suyo.

La escuela cínica - Antístenes
Antístenes (discípulo de Gorgias y luego de Sócrates) enseñó en Atenas en un gimnasio llamado Kynosarges (sepulcro de perro) de donde deriva el nombre de "cínicos" (perros) que recibirían más tarde.

Rechazó la teoría platónica de las Ideas y defendió una petica práctica de la autosuficiencia e independencia.

Propagó también el ideal de la vida natural y el cosmopolitismo, rechazando la existencia del Estado y la familia, y afirmó que para el sabio no hay patria, ni leyes, ni familia, ni diferencias de clases.

Diógenes de Sínope fue el más claro exponente de la actitud de los cínicos: atacó los convencionalismos sociales, buscó lo natural en la vida de los animales, los pueblos bárbaros y fue absolutamente independiente.

La escuela cínica, con diversas idas y venidas que la llevaron en algún momento a confundirse con el estoicismo, perduró hasta la caída del Imperio romano.

La escuela Cirene - Aristipo de Cirene
Aristipo, discípulo de Protágoras y luego de Sócrates, es el más claro representante de la moral del hedonismo.

No hay más fuente de conocimiento que la sensación y esta sólo posee un valor subjetivo (relativismo de Protágoras).

La sensación es, pues, la única guía del hombre. El fin de toda moral es el de buscar sensaciones agradables, actuales y principalmente corporales.

La razón, sin embargo (y aquí se observa el sello de Sócrates), debe dirigir al hombre en la elección de tales placeres.

Por su rechazo a todo tipo de convencionalismo social, la escuela de Cirene está bastante cerca de la escuela cínica.

Sócrates y los sofistas

La ley (nómoi) y la naturaleza (physis):
Con la democracia, el esplendor económico y cultural y el predominio político en Grecia (Esparta es la única rival), la situación en Atenas genera nuevos problemas: la democracia, la libertad y la ley.

La ley, único soberano permanente, puesto que las magistraturas son dispersas y efímeras, será el centro de la mayoría de las discusiones.

En épocas anteriores, las leyes no escritas (thesmoi) se consideraban de origen divino, en contraposición con las nómoi, o leyes humanas, escritas.

Ahora el valor de la ley, como fundamento de la democracia y única barrera frente al individualismo y la ambición de poder, será discutido y examinado en profundidad.

Los sofistas considerarán que las nómoi son meramente convencionales y que, dado que cada pueblo tiene las propias, carecen de valor absoluto, lo cual contraponen al carácter universal y permanente de la naturaleza.

Esta contraposición entre ley y naturaleza se convierte en el gran tema.

De sabios a tramposos
La palabra "sofista" (sophistés) fue, al principio, un sinónimo de "sabio" (sophós).

Heródoto por ejemplo, la usaría para referirse a Solón y a Pitágoras.

Sólo más tarde adquiriría a través de los diálogos platónicos el sentido peyorativo de hábil engañador.

Los sofistas no formaron escuela, ni tampoco defendieron una doctrina de rasgos comunes.

No obstante, es posible puntualizar algunas coincidencias entre ellos:

a. Representan un notable giro filosófico como consecuencia de las nuevas necesidades intelectuales planteadas por la democracia.

Se centraron así en problemas de índole práctica como la política, la moral, la religión, la educación, el lenguaje, etc.

b. Adoptan una actitud relativista y escéptica. Esto se refleja en el abandono de la physis... ¿para qué seguir discutiendo sobre aquello que nunca se llegará a conocer en términos de verdad?

Pero además, se muestran relativistas en relación con los problemas humanos, ya que observan que distintos pueblos poseen leyes y costumbres diferentes.

c. No representan un conjunto sistemático de pensadores ni tampoco buscan principios universales para operar de modo deductivo al estilo de Parménides.

d. Han tenido enorme influencia en la vida ateniense.

Pusieron en tela de juicio la polis en su sentido tradicional, realizando una labor crítica de las instituciones e impulsando nuevas ideas.

Estas ideas (y los instrumentos enseñados por los sofistas, la oratoria y el arte de la discusión) se prestaban a todo tipo de manipulaciones por los ambiciosos de la época.

La figura del sofista aparece, en consecuencia, con notable ambigüedad.

Protágoras (481-401 aprox.)
"El hombre es la medida de todas las cosas".

Aunque suele discutirse la interpretación a este memorable fragmento, parece indicar que Protágoras defendía un relativismo de las cualidades sensibles y de los valores.

Lo más probable es que, en su contexto, Protágoras entendiese "hombre" en sentido colectivo, lo cual sugiere un relativismo de tipo cultural: cada pueblo posee costumbres y leyes diversas y considera que las propias son las mejores.

La ley, no es algo dado por la naturaleza sino pensado por los legisladores.

En el famoso "mito de Prometeo" que aparece en el diálogo de Platón dedicado a este sofista, defiende Protágoras el valor de la cultura como aquello que diferencia al hombre del animal: sólo gracias a ella puede el hombre subsistir, siendo como es un animal desvalido.

Pero además, necesita el sentido de la justicia y la virtud política, sin las cuales la estabilidad de la ciudad sería imposible.

Gorgias (483-375 aprox.)
Aparentemente, Gorgias había sido discípulo de Empédocles y quizá para defender a su maestro de los ataques de Zenón escribió un tratado "Acerca de la naturaleza o del no-ente", en que se afirma que:

1. Nada existe

2. Si existiera algo, no podría ser conocido.

3. Si pudiera ser conocido, no podría ser explicado ni comunicado a los demás.

Esto bien podría ser tenido por nihilismo absoluto, pero más presumiblemente por la intención de llevar al absurdo la filosofía de Zenón.

En efecto, con gran habilidad, Gorgias intenta demostrar la coincidencia entre el ser, el pensar y la palabra, destruyendo el principio fundamental de dicha escuela: identidad entre el ser y el pensar.

Como fuere, Gorgias renunció al conocimiento objetivo y se despidió de la filosofía para dedicarse a la oratoria.

Prodico de Ceos
Se hizo famoso por su actitud pesimista ante la vida. Decía que una muerte temprana era un regalo de los dioses.

Como otros sofistas, defendió el relativismo ético y desarrolló una teoría psicológica acerca del origen de la religión:

Los hombres primitivos veneraron aquello de lo que dependían sus vidas: el sol, el agua, el fuego...

Pero cuando comenzaron a desarrollar las técnicas, pasaron a adorar a los inventores de las mismas, por ejemplo, adorar a Dioniso como el inventor del vino.

Hipias de Elis
Este sofista se destacó por lo enciclopédico de sus conocimientos.

Consideró la ley no sólo como convencional sino que, incluso, llegó más lejos: afirmó que era contraria a la naturaleza, por lo que reclamaba la autarquía del individuo y la rebelión contra las leyes que siempre oprimen a los más débiles.

Hipias se opone a Protágoras en el sentido en que para este la ley es una consecuencia de la naturaleza, mientras que para Hipias, la ley va en contra de ella, porque se hace necesario volver a la naturaleza.

Calicles
A la muerte de Pericles las discusiones acerca de la ley y el derecho se intensificaron notablemente.

Algunos defendieron la doctrina del derecho natural del más fuerte.

Calicles afirmaba que la ley había sido dada para proteger a los débiles; pero la naturaleza (tanto en los animales como en los humanos) hace que los fuertes dominen a los débiles, lo cual es lo justo.

Licofron
Defendió el derecho natural del débil, declarando la igualdad natural de todos los hombres considerando la aristocracia de nacimiento como algo injustificable.

Afirmó que "la naturaleza no ha hecho a nadie esclavo" y se cree que habría iniciado un movimiento de emancipación cultural y política de la mujer (algo de esto se menciona en las comedias de Aristófanes).

Fuente:
http://www.wikilearning.com
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"La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos"

(Antonio Machado).

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