Avalanchas de visitantes amenazan a este conjunto arquitectónico en Escocia. El tremendo éxito del “El Código da Vinci”, tiene consecuencias imprevistas. Una de ellas es la visita masiva a lugares reales mencionados en

La intriga de la novela parte de un asesinato que tiene lugar en el seno de una sociedad secreta, llegando la trama hasta una curiosa capilla escocesa, la Capilla Rosslyn (Rosslyn Chapel), cuyo verdadero nombre es Capilla Colegiata de San Mateo (Collegiate Chapel of St. Matthew). Esta fue fundada en 1.446 por Sir William St. Clair, Príncipe de Orkney. De hecho, lo que se conserva es sólo una parte del coro de lo que tenía que ser un edificio más grande en forma de cruz, con una torre en su centro.

Se trata de una de las 35 capillas colegiatas que fueron construidas en Escocia entre 1.406 y 1.513, siendo fundaciones seculares construidas con la intención de difundir el conocimiento intelectual y espiritual. En palabras de Britton (“Architectural Antiquities of Britain, 1.812”) se trata de una construcción única, curiosa, elaborada y singularmente interesante, cuya variedad y excentricidad es imposible describir con palabras comunes. La principal autoridad sobre la historia de la Capilla y de la familia St. Clair es el Padre Richard Augustine Hay, canónigo de St. Genevieve en Paris y Prior de St. Piermont, quien cuenta que el Príncipe William, decidió construir esta capilla para mayor gloria de Dios y para ello contrató los servicios de un gran número de artesanos y constructores venidos de los más lejanos países.

Al parecer encargó a carpinteros que labraran el modelo, siguiendo los planos dibujados sobre maderas traídas de regiones bálticas. Estos patrones fueron utilizados por los constructores (masones) para la construcción en piedra. “…y como los constructores no tenían un lugar adecuado para alojarse, construyó para ellos una ciudad, Rolsine, y dio a todos casa y tierras…”

El citado éxito del mencionado libro ha provocado que se haya convertido este lugar en una gran atracción turística, y los visitantes acuden en tropel a visitarla. Desde que se publicó “El Código da Vinci” en julio del 2.003, el número de visitantes se ha disparado llegando hasta los 70.000. Sólo en julio pasado hubo 9.000 visitantes. La contraparte negativa de ello, es que el enorme número de visitantes está poniendo en peligro la integridad de las frágiles esculturas de arenisca, debido a los roces, y a la humedad provocada por la respiración y el aliento. Incluso han aparecido grietas debido a movimientos estructurales del edificio.

Esta gran afluencia está, por otra parte, ayudando a financiar un proyecto de restauración de 3 millones de libras de presupuesto. Según Stuart Beattle, director del Rosslyn Chapel Trust: “Se aminoraría el problema si se pudieran distribuir las visitas a lo largo de los doce meses del año; pero el problema es la enorme afluencia en verano”. Para controlar el número de visitas, se permitirán sólo visitas guiadas y de una hora de duración. Actualmente se muestra en este lugar una interesante exposición de objetos procedentes de la Brydon Collection, y relativos a la tradición de los Gremios de Artesanos, los Masones, Templarios, Rosacruces, gitanos y celtas. Las aportaciones de estas diversas tradiciones coinciden, en buena parte, con el interesante simbolismo de la propia Capilla Rosslyn, un arcano, un libro de piedra, etc.

Fuentes:http://www.dailyrecord.co.uk/news http://www.rosslynchapel.org.uk

* * * * * “No podemos enseñar valores, debemos VIVIR valores. No podemos dar un sentido a la vida de los demás; lo que podemos brindarles en su camino por la vida es, más bien y únicamente, un ejemplo: el ejemplo de lo que somos. Pues la respuesta al problema del sentido final del sufrimiento humano, de la vida humana, no puede ser intelectual, sino sólo existencial: no contestemos con palabras, sino que toda nuestra existencia sea nuestra respuesta”. Viktor Frankl, (“La Voluntad de Sentido”)