Solemos asociar la civilización del Antiguo Egipto al territorio del actual Egipto y en todo caso al recorrido del Nilo. Pero una parte, más desconocida y remota se desarrolló más al sur incluso del “Alto Egipto&rdquo

Sudán (la antigua Nubia) y aun Etiopía. De Axum, la capital del legendario Reino de Saba, procede uno de los obeliscos más grandes del mundo: 160 toneladas de peso, 24 metros de altura, y tallado en granito). Fue llevado a Roma por las tropas italianas en el año 1.937, siendo situado en una plaza enfrente de lo que era el Ministerio Italiano de Asuntos Africanos, actualmente un edificio de la FAO. Ahora ha llegado el momento de su retorno y colocación en su lugar original junto con otros obeliscos.

El Reino de Axum fue uno de los primeros en adoptar el cristianismo, en el siglo IV. Considerado por algunos como la cuna de la civilización egipcia, fue también nudo de comunicaciones entre África y Asia. Barcos cargados procedentes de Egipto, India y otros países de Oriente intercambiaron aquí sus mercancías de oro, marfil, incienso, especias y animales vivos, tales como elefantes y monos. Con respecto al obelisco, está todo grabado de puertas y ventanas y, a semejanza posiblemente de Stonehenge, pudo tener alguna función astronómica relacionada con el ciclo solar.

En 1.947 Italia prometió devolver el obelisco a Axum y superados innumerables problemas “técnicos” al final ha llegado a su patria. El obelisco no podía ser transportado en una pieza. Las discusiones se centraron respecto a cómo cortarlo para dañarlo lo menos posible, llegando finalmente a una solución que no perjudicara los grabados. Debido a su condición de Tesoro del Patrimonio Mundial, tuvieron que investigarse cuidadosamente todos los aspectos para su desmantelamiento y transporte, que finalmente se han solventado.

El retorno de la tercera y última de las piezas del obelisco, levantó una ola de júbilo en Etiopía. Centenares de personas, cada una llevando una rosa roja en la mano, una banda militar y el Primer Ministro Meles Zenawi recibieron el avión de transporte "Antonov". Según manifestaciones de Meles Zenawi no se trata solamente de un trozo de piedra: es un símbolo de nuestra identidad. “Se trata de nuestra identidad y mucha gente le tiene mucho respeto. Es asimismo, el final de un triste episodio de nuestra historia. "Estoy muy contento de que el obelisco haya vuelto a casa y aprecio el coraje del Primer Ministro Berlusconi por tomar las decisiones finales para ello”.

Abebe Alenayu, un veterano soldado de 82 años que presenció la retirada del obelisco por las tropas de Mussolini en 1.937 afirmó: “Este es el fin de mi guerra personal contra Italia. No creí que pudiera volver a ver el obelisco. Esto es como un renacimiento para mi y para toda Etiopía”.

Fuente:

http://www.ethioembassy.org.uk/ y http://story.news.yahoo.com

* * * * * “Castiga a los que te tienen envidia haciéndoles el bien”. -Proverbio árabe-

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