En el último tercio del siglo XV en el tablero de ajedrez aconteció la mayor revolución de toda su historia, tan grande que sus consecuencias, que han perdurado íntegramente hasta nuestros...

...días y conllevan repercusiones culturales, sociológicas y creativas que inmortalizarán a la tierra que la auspició.

El ajedrez árabe -introducido en Europa a través de España-, durante siete siglos apenas sufrió modificaciones normativas, por increíble que hoy nos parezca. El ajedrez, en el atardecer del medievo y después en el Siglo de Oro Valenciano, estaba muy lejos de ser considerado como un juego. Su dimensión poética, alegórica de la misma vida, educativa incluso, era la que ponderaban sus fieles; en realidad, a cualquier persona que aspirase a ser un caballero. En esos días de poesía y creatividad es cuando se imprime en Valencia (1.495), por el segorbino Francesch Vicent, el primer tratado de ajedrez publicado en el mundo. La Historia del ajedrez de una manera sorprendente y espuria a su ontología científica, pasó de puntillas por su episodio más imperecedero y decisivo: la introducción de la poderosa dama, que sustituyó al viejo alferza medieval (“firzán” en árabe, pieza masculina y de movimiento misérrimo).

Hoy sabemos la razón. El único país del mundo que podía atribuirse esta gran revolución era España. La única ciudad Valencia. En cualquier caso, el camino de la reivindicación no ha sido fácil, hasta alcanzar el día de hoy donde las pruebas son concluyentes, irrefutables. Desde hace dos décadas el ruso Yuri Averbach, el holandés Govert Westerveld y el español Ricardo Calvo, tristemente desaparecido el año pasado, célebres historiadores del ajedrez en nuestros días, indagaban en esa idea exponiendo sus teorías en artículos y libros y oponiéndose a las fuentes corrientes históricas dominantes.

Un punto de inflexión en esta lucha lo constituye la publicación del libro “En pos del incunable perdido” (Biblioteca Valenciana, 2.001). Se trata de una ardua investigación, de una década, en la que el autor, José A. Garzón, acredita, por fin, con pruebas concluyentes, obtenidas de los primeros impresos y manuscritos de ajedrez, demostrando que el de Vicent era un libro con problemas de ajedrez moderno; luego a su condición de primer libro impreso en el mundo, unía la de ser la obra donde se recogía la gran revolución del ajedrez acaecida en el siglo XV. Era su carta de naturaleza impresa. Este trascendental hecho es importantísimo para nuestro país, y sitúa a Valencia como cuna del ajedrez moderno en el último tercio del siglo XV.

La aparición de la nueva pieza, la Dama (reina), produjo una verdadera revolución en el tablero de ajedrez que ha llegado hasta nuestros días. El ajedrez tal y como hoy los conocemos, hunde sus raíces en la gran reforma valenciana del siglo XV; la nueva pieza, la Reina, renovó completamente la partida, la literatura y poesía del tablero, superando el viejo ajedrez árabe y medieval. En Valencia tenemos el primer texto con ajedrez moderno, y con la nueva dama moviéndose a sus anchas por el tablero: el manuscrito “Scachs d´amor”, preciosa composición poética de Fenollar, Vinyoles y Castellví, cuya elaboración debe de estar próxima a la introducción de la imprenta en Valencia (1.474), donde además se menciona en términos inequívocos que precisamente se está cociendo el nuevo ajedrez.

Ello, por sí mismo, focaliza en Valencia esta génesis. El tardío hallazgo del manuscrito (1.905) impidió que se reconociera su verdadera dimensión que no se logró en parte hasta la publicación, en 1.999, de “El Poema Scachs d´amor” (siglo XV), primer texto conservado sobre ajedrez moderno, obra cimera de Ricardo Calvo. En esta misma ciudad de Valencia se publicaron los tres primeros tratados, en el mundo, sobre el juego de las Damas (Torquemada, 1.547; Ruiz Montero, 1.591 y Lorenzo Valls, 1.597), hecho sorprendente, obras todas del siglo XVI y ligadas también a la atribución de un nuevo poder a la pieza que surge como resultado de la promoción, la poderosa dama. De hecho, el siguiente e inquietante libro, aunque editado en Tolosa (Francia) en 1.635, es también valenciano, pues su autor fue el librero-poeta-editor Timoneda.

Como ha demostrado el historiador holandés Govert Westerveld en realidad se trata de un mismo proceso revolucionario: con la creación de la Reina surgió el ajedrez moderno y de él derivó el nuevo juego de damas. Una obra monumental, ahora en imprenta, de este gran historiador holandés aporta nuevos documentos y más pruebas decisivas del origen valenciano de la nueva dama poderosa, y su inspiración en la Reina Isabel la Católica. Por si fuera poco hoy se sabe que el libro de Vicent no está tan perdido como se pensaba, pues ha quedado demostrado que los tratados posteriores: Lucena (Salamanca, 1.497) y Damiano (Roma, 1.512) están basados, en lo que se refiere al nuevo ajedrez (es decir, en lo único verdaderamente importante) en el incunable valenciano.

El libro de Vicent adquiere hoy, sin necesidad de su hallazgo, probablemente no muy lejano tras cinco siglos de una espera que no parece acabar nunca, su verdadera dimensión. Es difícil encontrar para Valencia un hecho tan valioso y connotativo en otro campo cultural o científico. Y además, el privilegio que le pertenece a Valencia, por legítimo derecho de cuna, en la Cultura y la Historia del Ajedrez, es para siempre. El proyecto, que desarrollará la Fundació Jaume II el Just, otorgándole la importancia que se merece, viene apadrinado por el gran campeón Anatoli Karpov, que señaló la importancia de la investigación por la que “hemos trabajado durante muchos años”.

El pasado lunes 7 de noviembre (Valencia, Palau Cervelló, 20 horas) se presentó el libro de José A. Garzón (Chelva, 1.963) ‘El regreso de Francesch Vicent. La Historia del nacimiento y la expansión del ajedrez moderno’, que cierra un ciclo de 15 años, con varias obras publicadas, consagrado al estudio del origen del ajedrez moderno, es decir, al nacimiento de la nueva Dama o Reina del ajedrez. La creación de la figura de la reina en la ciudad de Valencia en torno a 1.475 fue una auténtica revolución en este juego. Garzón explicó que en aquel momento "Valencia se erigió, definitivamente, como el lugar de nacimiento y posterior centro de irradiación, por todo el mundo, del ajedrez moderno". En el trabajo de investigación se acredita con nuevas pruebas que la revolución que supuso la aparición de la reina fue exportada a Europa.

Este tesoro, que pertenece para siempre al pueblo valenciano por legítimo derecho de cuna, para orgullo de España, trasciende el mundo del ajedrez y deviene en un acontecimiento cultural y sociológico de primer orden. No en vano anticipa, en el escenario creativo del ajedrez, la gran revolución femenina que terminará por gestarse en la sociedad moderna. El trabajo de Garzón "es la obra que necesitaba la Historia del ajedrez" en palabras de Anatoli Karpov, firme defensor del origen valenciano del ajedrez moderno. En el monumental trabajo se acredita, y además con nuevas e inesperadas pruebas (es connotativo el título del libro) que la Reina del ajedrez fue creada en Valencia, cerca de 1.475, y sólo dos décadas después, una vez consolidada por la práctica la nueva forma de jugar, que ilumina al ajedrez de nuestros días, esa revolución se extendió por toda Europa.

Decisivo fenómeno igualmente alentado desde Valencia, con la señera figura del segorbino Francesch Vicent, y su pionero tratado de ajedrez moderno. En apenas 30 años, nos recuerda Garzón, tal es la aceptación, grandeza y vistosidad de la reforma, se dice un adiós definitivo a 700 años de práctica de ajedrez árabe en Europa. El rudimentario y débil alferza medieval (“firzán” para los árabes) es reemplazado por la poderosa Dama, la pieza más fuerte del tablero. El autor, junto al estudio de todos los documentos que atestiguan el origen valenciano del ajedrez moderno, ha realizado un análisis exhaustivo de los manuscritos y libros del periodo clave (1.450-1.530), dispersos por todo el mundo, particularmente por Italia, consultando siempre los documentos originales. En realidad la obra anticipa estudios venideros. Es la única forma de aquietar definitivamente la crucial cuestión del origen del ajedrez moderno. No hay ninguna duda.

“Todo ocurre en Valencia”, nos dice Garzón. Como resultado de tan ímproba labor “se pone fin a cinco siglos de espera y conjeturas con hallazgos cuya verdad es cegadora”; en palabras de Anatoli Karpov, legendario campeón mundial de ajedrez, que acudió a la presentación del libro. Se trata de una edición muy cuidada, de más de 500 páginas, 280 diagramas técnicos, casi un centenar de reproducciones de manuscritos y documentos, numerosas tablas y anexos. El gerente de la Fundació Jaime II el Just, Vicente Burgos, verdadero impulsor del proyecto, nos informó, asimismo, de que en estos momentos se prepara la edición inglesa, atendiendo la demanda que ha suscitado la investigación, y también para “dar el decisivo paso, ante los expertos en Historia del ajedrez, de ofrecerles una obra que reescribe la materia para ellos tan dilecta”. Una obra que ensambla armoniosamente el significante y el significado, el fondo y la forma. En ella han colaborado los Ayuntamientos de Valencia y Segorbe, hermanados en el siglo XV, y hoy, en la génesis (y expansión) de la Reina del ajedrez.

Fuentes: http://www.jaque.tv/ajedrezmoderno Fuente: Las Provincias Fuente: Mini Diario/Valencia * * * * *