El anillo de la Taifa de Valencia y el Cid...

Sólo un guerrero y estratega como El Cid, podía triunfar donde otros habían fracasado:

¡la conquista de Valencia!

 

La conquista de Valencia
"Madre e hijas las manos le besaban;
con tan gran honra, ellas en Valencia entraban.

Se dirigió mío Cid con ellas al alcázar:
Allá las subía, al más alto lugar;
ojos bellidos catan a todas partes;
miran a Valencia, cómo yace la ciudad;
y, de la otra parte, a la vista tienen el mar;
miran la huerta, espesa es y grande...".

-(Cantar, 1608)-

La conquista de Valencia supuso un hito único en su tiempo y encumbró a Rodrigo como guerrero y estratega.

El Reino de Valencia, a finales del siglo XI, estaba tejido con los hilos de frágiles tratados que aseguraban su existencia en una época de fronteras inestables.

En "El Cantar", el Cid entra en un territorio hostil y desconocido, en el que sólo la movilidad de su mesnada y el imperio de la fuerza pueden asegurar su supervivencia.

En esta parte, el poema narra cómo durante varios años el Cid se desplaza por las costas y las sierras valencianas en perpetua lucha, debilitando el corazón del reino, hasta que, finalmente, tras un duro asedio que se prolonga durante diez meses, Valencia «la clara», así cantada por poetas y descrita por geógrafos árabes, se rinde al Campeador, hecho histórico e insólito en la España medieval.

Historia y leyenda se funden en esta parte del "Cantar", que nos lleva a través de sus versos a parajes quebrados -como el de Benicadell-, cálidas playas -como las de Cullera o Gandía-, y ciudades de remoto pasado, como Sagunt -cruce de culturas-, Xàtiva -foco del arte y del saber de su tiempo-, y por supuesto, ¡Valencia!

La ciudad guarda, entre la Avenida del Cid y la Plaza de España, un último recuerdo al Cid: la estatua ecuestre del Campeador, obra de Anna Hyatt Huntington, unida por lazos invisibles a su homónima en Burgos.Estatua del Cid

Una copia de la misma puede contemplarse en la plaza Audubon Terrace, de Nueva York.

El Anillo de la Taifa de Valencia constituye una ambiciosa propuesta de carácter senderista que sigue los pasos del Cid histórico y literario por poblaciones y parajes de alto valor histórico y medioambiental.

La ruta, idónea para el cicloturismo, combina los paisajes costeros, como es el caso del Parque Natural de la Albufera, y los quebrados paisajes serranos.

Valencia y Beniatjar, dos de los grandes hitos cidianos de toda la ruta, son los vértices de este trazado.

La ruta
Longitud aproximada de 220km.

Este anillo, de naturaleza senderista y cicloturista, parte de Valencia y, por la costa, hacia el sur, se adentra en La Albufera.La Albufera

La riqueza de este Parque Nacional lo convierte en uno de los grandes hitos medioambientales del Camino.

La belleza y magnitud de la Albufera valenciana fue descrita desde la Antigüedad por autores como Plinio o Estrabón.

Ya fuese como lugar de recreo o bien como fuente de riqueza, su posesión era muy codiciada.

La tradición nos dice que el Cid entregó la Albufera a la Taifa de Zaragoza por su ayuda en la conquista de Valencia.

Siempre por la costa, la ruta sigue hasta Cullera, población que el Cid del "Cantar" saqueó en su campaña de desgaste para debilitar Valencia.

Bañada por el Mediterráneo, Cullera vivió una de sus épocas más florecientes durante el periodo musulmán.

Su castillo, del siglo XIII, fue construido como era usual sobre las ruinas de otro anterior, de origen árabe. Desde Cullera, el Camino entra en el interior hasta Corbera.

El castillo de Corbera, de origen romano, fue reconstruido por los árabes. Históricamente, el Cid no fue sólo un líder militar, sino también un diestro político.

Su estrategia de pactos para asegurar la conquista de Valencia le llevó en 1093 a aliarse con los alcaides musulmanes de Corbera y Xàtiva.

Este tipo de acuerdos era muy usual en aquella época.

Tras abandonar Corbera, el Camino vuelve a la costa.

A lo largo del litoral valenciano existen numerosas localidades, como Tavernes de Valldigna o Xeraco, dotadas con excelentes playas e infraestructuras para el descanso y la práctica de actividades náuticas.

La situación geográfica de Gandía, capital de la comarca de La Safor, la sitúa entre las montañas del interior y el Mar Mediterráneo, lo que posibilita combinar numerosas actividades de ocio que hacen de esta ciudad un conocido centro turístico.

Mapa IDesde allí el Camino se dirige al interior por Rótova, hacia el quebrado Benicadell.

En Beniatjar se asienta la Peña Cadiella; este inexpugnable farallón, por su trascendental ubicación geográfica, fue elegido por el Cid para establecer su más importante fortaleza en Valencia:

Peña Cadiella, clave en la defensa de su señorío frente a la amenaza almorávide.

Desde Beniatjar el Camino retorna a Valencia por una interesante ruta cicloturista que discurre paralela al Ramal de la Defensa por el Sur, cuyos hitos principales, entre los que destaca la imprescindible Xàtiva, aparecen remarcados en dicho ramal.

 

 

 

Localidades/Provincia de Valencia:

- ValenciaMapa II del Camino del Cid
- Silla
- Almussafes
- Benifaió
- Algemesí
- Alzira
- Carcaixent
- La Pobla Llarga
- Manuel
- Xátiva
- Bellús
- Guadasequies
- Benisuera
- Alfarrasí
- Montaverner
- Otos; Beniatjar
- La Pobla del Duc
- Llutxent
- Llocnou de Sant Jeroni
- Castellonet de la Conquesta
- Rótova
- Palma de Gandía
- Beniarjó
- Rafelcofer
- Oliva
- Gandía
- Xeraco
- Tavernes de Valldigna
- Favara
- Llaurí
- Corbera
- Cullera
- Valencia

Placa I en honor al CidEl Campeador llevando
consigo siempre la Victoria
fue por su nunca fallida
clarividencia
por la prudente firmeza
de su carácter y por su
heroica bravura
un milagro de los grandes
milagros del Creador

 

 

 

 

AÑO 1099: EN ESPAÑAPlaca II en honor al Cid
DENTRO EN VALENCIA MURIÓ
EL CONDE RODRIGO DÍAZ.

SU MUERTE CAUSÓ EL MÁS
GRAVE DUELO
EN LA CRISTIANDAD
Y GOZO GRANDE ENTRE
SUS ENEMIGOS.

 

 

En lo que se refiere al Antiguo Reino de Valencia, en la actualidad, Comunidad Valenciana, el “Camino del Cid” abarca un eje principal que enlaza el norte de Castellón (Morella) con el sur de Alicante (Elx-Orihuela), pasando por Valencia y otras poblaciones, como Sagunto, El Puig, Cullera, Alzira, Xàtiva, Ontinyent, Bocairent, Banyeres de Mariola, Biar, Villena, etc.Xàtiva (Játiva)

Además, se incluyen en el “Camino del Cid” otros anillos temáticos, complementarios del eje principal, y que abarcan una serie de poblaciones que, aunque no fueran mencionadas en la obra literaria del “Cantar”, sí que están ligadas por la realidad histórica a la figura de Rodrigo Díaz de Vivar, como Alpuente o Requena, en la provincia de Valencia.

Municipios de la RutaEl presidente de la Diputación de Valencia, Fernando Giner, y el diputado de Turismo, Antonio García Serra, indicaban que “nuestra corporación provincial se ha comprometido a promocionar estos municipios del interior, junto a otros de las comarcas de l’Horta, el Camp de Túria, la Hoya de Buñol, la Serranía del Turia y Requena-Utiel, agrupándolos en el denominado:

“Anillo de la Taifa de Alpuente y el Camino de Castilla”.

El “Anillo de la Taifa de Alpuente y del Camino de Castilla” comprende, además de Benisanó y de Llíria, otras localidades situadas junto al eje básico del río Túria, como Casinos, Villar del Arzobispo, Calles, Chelva, Tuéjar y Titaguas, hasta llegar a Alpuente.

Resaltamos la importancia del patrimonio monumental de Lliria, que ya había sido una población muy poderosa en tiempos de los íberos (Edeta) y de los romanos, reafirmándose su relevancia durante la dominación árabe.

En Llíria merece la pena dedicarle tiempo a visitar su Museo Arqueológico y su centro histórico (iglesias de la Sang y de la Asunción), “Forn de la Vila”, Palacio Municipal, Monasterio de Sant Miquel, etc.

Llíria, además, es punto de conexión con el ramal del “Camino del Cid” que enlaza El Puig con Náquera, Serra y Olocau, a través de la Sierra Calderona.

En Calles y Chelva nos encontraremos con el acueducto romano de Peña Cortada. No nos olvidemos, además, de visitar en Chelva sus barrios (árabe y judío) del Arrabal y de Benacacira y, en los alrededores, el Pico del Remedio y la Ruta del Agua, que nos acerca hasta el río Túria.

Y llegamos a Alpuente, que fue capital de un reino taifa durante la dominación árabe. Según la “Historia Roderici”, en el año 1089 el Cid “entró en la montaña de Alpuente y luchó con coraje y la humilló.

Alpuente

Y estuvo allí no pocos días. Y así, saliendo de aquel lugar, entró en su campamento de Requena, donde estuvo muchos días…”.

Aconsejamos a nuestros lectores que disfruten de la belleza de los paisajes de la Serranía del Turia, dedicando especial atención a Alpuente, cuya villa conserva un interesantísimo patrimonio arquitectónico, con sorprendente sabor medieval:

La “Aljama” árabe, los restos del que fue inexpugnable castillo, el horno medieval, la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, el acueducto de los Arcos, el taller de restauración de fósiles de dinosaurios, etc.

Desde Alpuente, el “Camino del Cid” nos lleva hasta Requena por Sinarcas y Utiel (aunque el amante del senderismo puede optar por el GR-7, que discurre en sentido Norte-Sur, entre Chelva, Benagéber, Chera y Requena).

Requena era también una importante plaza fuerte árabe, y en su céntrico barrio de la Villa subsiste la Torre del Homenaje de su gran fortaleza, así como parte del recinto amurallado, el laberinto de cuevas subterráneas, el llamado Palacio del Cid, etc.

Según las crónicas (“Historia Ruderici”, por ejemplo), Rodrigo Díaz de Vivar permaneció “muchos días” en Requena, de donde partió en dirección a Xàtiva.

Desde Requena en dirección a Valencia, el “Camino del Cid” pasa, entre otras poblaciones, por Siete Aguas, Buñol, Macastre, Godelleta, Torrent, Picanya, etc.

En Quart de Poblet tuvo lugar una gran batalla, en donde el Cid venció por vez primera a los almorávides, consolidando su dominio sobre Valencia, ciudad en la que murió Rodrigo Díaz de Vivar en el mes de julio del año 1099.

El regreso a la capital del Turia por parte de quienes recorren este itinerario del “Camino del Cid” se efectúa, precisamente, por la avenida del Cid, aunque, curiosamente, para encontrar la estatua ecuestre del famoso guerrero castellano haya que llegar hasta la confluencia de la plaza de España con la avenida de Ramón y Cajal.

El Cid, a caballo de Babieca, empuñando la Tizona y acompañado de doña Jimena, es uno de los más famosos personajes de la historia de España, envuelto en leyendas, que han dado pie a numerosas obras literarias, teatrales, cinematográficas y televisivas.

Ahora, el Cid inspira, nueve siglos después de su muerte, una ruta turístico-cultural que enlaza toda la Comunidad Valenciana con Aragón y las dos Castillas.

Descubierto el recorrido del Cid entre Albaida y Bayrén
Un grupo de arqueólogos de la Diputación de Valencia liderado por José Aparicio Pérez, después de una ardua investigación, ha determinado el auténtico camino que siguió el Cid Campeador desde la Vall d’Albaida hasta la Vall de Bayrén.

El Cid partió de la Vía Augusta de Xàtiva, y por la zona de Bixquert, se dirigió por el Estret de les Aigües pasando por Bellús hasta Guadaseques, y de este lugar hasta Montaverner.

¡Aquí el trayecto se bifurcaba!pueblos del recorrido

Un ramal iba por el Camí Vell de Xàtiva hacia Bocairent; y el otro, por el Camí Reial hasta Gandia.

El jefe de Arqueología de la Diputación, José Aparicio, manifestó además que el lugar en donde el Cid instaló sus fuerzas de ocupación en la Vall d’Albaida fue en el Castell de Carbonera de Otos; mientras que el grueso de sus ejércitos se implantó en el Castellar, entre Ontinyent y Bocairent.

El caballero Rodrigo Díaz siguió los caminos existentes en época prehistórica. En la Safor transcurrió por el Camino de la Calzada, en dirección a Denia.

Cuando el Campeador marchaba hacia Valencia, pasaba por el Castell de Bayrén, por donde actualmente discurre la carretera N-332.

El Cid, pese a ello, no ocupó el Castell de Bayrén porque se estableció en Otos.

Según el "Cantar de Mío Cid", desde este municipio “controlaba las entradas i les eixides”.

Lo que sí se libró junto a la fortaleza de Gandia fue la Batalla de Bayrén en el siglo XI.

“Al Cid lo atacaron a los pies del Bayrén con barcas porque el agua llegaba entonces hasta la actual N-332, que antes era una vía romana”.

De hecho, ‘bayrén’ significa ‘la ciudad junto al agua’, según comentó Aparicio, quien agregó que ‘bayrén’ es un nombre ibérico y que debajo del castillo había una ciudad ibérica que llevaba este mismo nombre.

ContiendaEn la contienda se le impuso al Campeador una resistencia del ejército almoraví que este rompió con sus “fuerzas acorazadas”, es decir, la caballería pesada.

Los expertos hablaron sobre el Camino valenciano del Cid, en el XXVIII Curso de Historia y Cultura Valencianas que se desarrolló del 23 al 27 de julio en Fomento de Agricultura, Industria y Comercio de Gandia.

Aparte de Aparicio, impartieron charlas sobre el caballero de Vivar: Becerra de Becerra, Blázquez Martínez, Gómez Bayarri, Antonio Marrero Cabrera y Francisco Gusi Jener.

José Aparicio reivindica la protección y conservación de este trazado así como su señalización.

Actualmente, según señaló, en algunos sitios este trayecto se ha perdido porque se ha topado con pueblos, y en otros está en peligro de perderse, fundamentalmente, porque ha quedado invadido por campos de naranjos.

La Diputación de Valencia ha establecido un itinerario y está en proyecto su señalización. Aparicio manifestó que es conveniente que los Ayuntamientos se impliquen en la elaboración de esta ruta.

Remarcó que con la salvaguarda del Camino del Cid también se protegen vías romanas y prehistóricas.

El Consorcio del Camino del Cid, con sede en Burgos, y los coordinadores en Valencia de la ruta, pretenden diseñar “un nuevo Camino de Santiago”, que integra ya a varias diputaciones, entre ellas las tres de la Comunidad Valenciana.

En 2007 se cumplen 800 años del manuscrito del "Cantar", fechado en 1207, y la creación de un recorrido es un buen homenaje.

El Camino del Cid está dividido en ocho rutas que forman un eje vertebrador que une el interior de Castilla con el Mediterráneo.

En total son 2.000 kilómetros en los que el Campeador visitó 300 pueblos -en unos fue bien recibido y en otros tuvo que librar cruentas batallas-, distribuidos en ocho provincias y cuatro comunidades autónomas.

Camino a Valencia
El Camino en Valencia desciende por Torres Torres y Estivella, hasta Sagunt, la antigua Murviedro.

De la importancia estratégica de su emplazamiento dan cuenta los complejos amurallados que rodean la ciudad, que parecen guardar aún los vestigios de las numerosas culturas que allí se ubicaron, como el teatro romano o el barrio judío.

Aunque en "El Cantar" la toma de Murviedro (Sagunt) es anterior a la conquista de Valencia, en realidad el Cid apenas llegó a ocupar Sagunt años después, en 1098, poco antes de su muerte.

Desde Sagunto el Camino se bifurca por el Norte hacia Castellón, y por el Sur hacia la ciudad de Valencia.

Esta segunda opción dirige sus pasos hacia El Puig -en "El Cantar, Çebolla"-.

Los musulmanes edificaron en esta población el castillo de Yubala, que daba protección al acceso Norte de la ciudad de Valencia.

El ramal de Olocau
Desde Puig nace un pequeño ramal hacia Olocau -en "El Cantar", Alucad, aunque se disputa con Olocau del Rey esta toponimia-.

Según la Historia Roderici, Rodrigo rindió su castillo en 1094.

Desde Olocau, la Diputación de Valencia ha trazado un ambicioso anillo de naturaleza senderista y cicloturista, que sigue los pasos históricos de Rodrigo por poblaciones como Alpuente o Requena.

La conquista de Valencia
Desde el Puig y por Alboraya, se entra a Valencia, que sería denominada Valencia del Cid -«Balansiya Ibn Saíd» en árabe-.

La ciudad aún conserva abundantes restos de la antigua muralla musulmana.

Torres de SerranosLa posterior ocupación cristiana transformó la ciudad, pero la documentación histórica y los hallazgos arqueológicos sitúan con facilidad algunos de los hitos cidianos, como el puente de Alcántara, donde hoy se encuentran las Torres de los Serranos o la Mezquita mayor, consagrada por el Cid en 1096, donde hoy se levanta la Catedral.

La torre-campanario del Micalet (Miguelete), uno de los símbolos de la ciudad, muestra, con sus estilos románico, gótico, renacentista y barroco, la continua transformación de esta ciudad, que combina de modo armonioso su pasado y su futuro.

El Anillo de la Taifa de Valencia
Este anillo, de naturaleza senderista y cicloturista, se adentra en La Albufera; la riqueza de este Parque Nacional lo convierte en uno de los grandes hitos medioambientales del Camino.

Siempre por la costa, la ruta sigue hasta Cullera, población que el Cid del Cantar saqueó en su campaña de desgaste por la conquista de Valencia, y Gandia.

Desde allí el Camino se dirige al interior por Rótova, hacia el quebrado Benicadell.

En Beniatjar/Otos se asienta la Peña Cadiella, nido de águilas del Cid.

Desde Peña Cadiella el Camino retorna a Valencia por una ruta cicloturista paralela al Ramal de la Defensa por el Sur.

El Ramal de la Defensa, por el Sur
Desde Valencia nace el Ramal de la Defensa por el Sur, que se prolonga hasta Orihuela -Alicante-.

La localidad de Almussafes, «la que está a medio camino», fue plaza estratégica entre Alzira y Valencia.

Tras dejar Algemesí, el Camino se dirige a Alzira, plaza de importancia pues controlaba el paso del Júcar.

Al sur de Alzira, brilla con luz propia Xàtiva.

De sus huertos y arrozales, de sus fuentes y jardines, y de sus mezquitas y mercados, nos queda su gran huerta citrícola, el impresionante Castillo, la estructura urbana medieval y el Museo de l´Almodí, donde puede contemplarse la Pila de Xàtiva, obra escultórica del siglo XI de incalculable valor artístico.

De mano de la Historia Roderici seguimos hasta Ontinyent; población en la que el Cid permaneció un breve periodo en 1089.

Bocairent, con su interesante barrio medieval, despide el Camino en Valencia, que entra por El Salse (Beneixama) a la provincia de Alicante.

Bocairent: La ciudad ganada a la roca

Su plaza de toros está parcialmente tallada en la piedra, aunque sin duda destacan por su singularidad las Covetes dels Moros, una pared caliza de 50 m de altura con 53 bocas con argollas que presumiblemente fijaban las escaleras de esparto por las que se subía.

La utilidad primitiva de estas cuevas (tal vez nichos funerarios o graneros) sigue siendo un misterio.

El Collar de la Paloma
Los avances técnicos en Al-Ándalus, desconocidos en el mundo cristiano, posibilitaron en Xàtiva el florecimiento de la agricultura y de la industria, destacando a nivel mundial en la fabricación de papel, que se extraía del lino, del cáñamo, y de residuos de arroz -en el siglo XI se instaló en Xàtiva el primer molino papelero de Europa-.

Pero Xàtiva fue también sede de la cultura y conocimiento: entre los numerosos intelectuales y poetas que residieron allí destacan:

Ibn Hazm (siglo XI), autor del "Collar de la Paloma" -una de las obras poéticas amorosas más importantes de nuestra literatura-, o Ibn Yubair (siglo XII), el «Marco Polo» español, cuyo libro de viajes o Rhila describe sus estancias en Alejandría, la Meca, El Cairo, y Bagdad.

Aliados del Cid
El castillo de Corbera, de origen romano, fue reconstruido por los árabes. Históricamente, el Cid no fue sólo un líder militar, sino también un diestro político.

Su estrategia de pactos para asegurar la conquista de Valencia, le llevó en 1093 a aliarse con los alcaides musulmanes de Corbera y Xàtiva.

Este tipo de acuerdos era muy usual en aquella época.

La Taifa de Alpuente, a través de la Historia
Desde Olocau, la Diputación de Valencia ha creado un ambicioso anillo, de naturaleza senderista y cicloturista, que sigue los pasos del Cid y su hueste en su afán por someter a los señores locales y asegurar su posición en Valencia.

La ruta, jalonada por restos de fortalezas de la época, se dirige a través de magníficos paisajes hacia la rica y próspera Alpuente A, conjunto histórico artístico, que fue taifa independiente desde 1031, y que en 1089 se rindió ante la mesnada de Rodrigo.

Desde Alpuente se desciende hacia Valencia no sin antes atravesar parajes y localidades cidianas, como Requena B o Buñol C.

El asedio de Valencia
Históricamente, tras varios intentos frustrados de conquistar Valencia al asalto, la ciudad cayó después de un duro asedio de seis meses.

Según las crónicas, las condiciones debieron de ser extremas para la población y los combatientes.

El asedio era uno de los medios más usuales de conquista, ya que los grandes recintos amurallados, como Valencia, eran prácticamente inexpugnables aun cuando el número de atacantes fuera mayor.

Sólo la sorpresa, o la traición desde el interior, podía garantizar el éxito de un asalto.

La muerte del Cid
Rodrigo Díaz de Vivar entró en Valencia el 16 de junio de 1094 y gobernó a musulmanes y cristianos hasta su muerte, presumiblemente el 10 de julio de 1099.Muerte del Cid

En 1102, ante el empuje almorávide, su esposa Jimena, Ximena abandonaría la ciudad para regresar a Castilla, y lo haría con el cadáver del Cid, que sería enterrado en Cardeña.

La Batalla de Cuarte
En los alrededores de Valencia se halla Quart de Poblet, donde tuvo lugar, en 1094, la batalla de Cuarte, en la que el Cid venció a los almorávides que asediaban la ciudad de Valencia.

En este hecho histórico parece inspirarse "El Cantar" para narrar la batalla contra el rey de Sevilla.

Benicadell
En el anillo de la Taifa de Valencia se encuentra el inexpugnable farallón de Benicadell, lugar elegido por el Cid para establecer su más importante fortaleza, Peña Cadiella, clave en la defensa de su señorío frente a la amenaza almorávide.

Las Cruzadas
Precisamente el año en que murió el Cid, los cruzados entraron en Jerusalén.Un cruzado

La coincidencia cronológica no significa que la motivación religiosa que animaba a los cruzados fuera compartida enteramente por el Cid.

De hecho, la radicalización religiosa, tanto cristiana como musulmana, no se produjo en España hasta entrado el siglo XII.

Así, si bien en tiempos de Rodrigo el hecho religioso era motivo de graves tensiones, el Cid combatió por igual a musulmanes y a cristianos, estuvo al servicio de la Taifa de Zaragoza, y entre sus tropas había musulmanes.

El precio de una conquista
La belleza y magnitud de La Albufera valenciana, fue descrita desde la Antigüedad por autores como Plinio o Estrabón.

Ya fuese como lugar de recreo o bien como fuente de riqueza, su posesión era muy codiciada.

Fuentes:
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http://www.caminodelcid.org
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-Hipólito Taine-