Simios gigantes y humanos pudieron haber coexistido. Un simio gigantesco, que medía unos 3 metros de alto y pesaba hasta 550 kilos, coexistió con los humanos, tal como ha descubierto un geocronologista de la Universidad Mc Master.

Usando un método de alta precisión de datación absoluta (técnicas que incluyen resonancia de spin electrónico y series de uranio), Jack Rink, profesor asociado de geografía y ciencias de la tierra en Mc Master, ha determinado que el Gigantopithecus Blackii, el primate más grande que ha existido jamás, vagó por el sudeste de Asia durante casi un millón de años antes de que la especie desapareciera hace unos 100.000 años.

Este fue conocido como el periodo Pleistoceno, en el cual los humanos ya existían hacía un millón de años. “Una pieza perdida del puzzle se ha fijado siempre en indicar cuándo existió el Gigantopithecus”, explica Rink.

“Es un primate que coexistió con los humanos en un tiempo en el que los humanos estaban experimentando un importante cambio evolutivo. La provincia de Guangxi al sur de China, en la que los fósiles de Gigantopithecus fueron encontrados, es la misma región en la que algunos creen que la moderna raza humana se originó”.

La investigación sobre el Gigantopithecus blackii comenzó en 1.935, cuando el paleontólogo holandés G. H. von Koenigswald descubrió un molar amarillento entre los “huesos de dragón”, a la venta en una farmacia de Hong Kong.

La medicina tradicional china mantiene que los huesos de dragón, básicamente huesos y dientes fósiles, poseen poderes curativos cuando los fósiles se muelen en un polvo fino y se ingieren.

Durante casi 80 años, el Gigantopithecus blackii ha intrigado a los científicos, que han reunido una descripción usando nada más que un puñado de mandíbulas. El tamaño de estos especímenes (la corona del molar, por ejemplo, mide cerca de una pulgada de ancho) nos ayudó a comprender el extraordinario tamaño del primate, dice Rink.

Foto de una muela de Gigantopothecus con un diámetro de 3 cm.

Estudios posteriores de la muestra revelaron que el Gigantopithecus era un herbívoro, que devoraba principalmente bambú.

Algunos creen que el voraz apetito del primate por el bambú le situó finalmente al final de la escala evolutiva contra su más ágil competidor humano.

La investigación de Rink fue financiada por el Consejo de Ciencias Naturales e Investigación de Ingeniería de Canadá. El descubrimiento de Rink coincide con una invitación a unirse al renombrado Club de Exploradores de Nueva York.

Fundado en 1.904, los siete miembros fundadores del Club incluían a dos exploradores polares, el conservador de aves y mamíferos del Museo Americano de Historia Natural, un arqueólogo, y corresponsal de guerra y autor, un profesor de física y un etnólogo.

Sir Edmund Hillary es presidente honorario del club. Sus miembros incluyen un ecléctico rango de científicos de campo y exploradores de más de 60 países. Rink se une a sus colegas de McMaster, Hendrik Poinar (profesor asociado en Antropología) y Ed Reinhardt (profesor asociado en Geografía y Ciencias de la Tierra) que también son miembros.

Rink está actualmente en Tailandia explorando un área donde se cree que también habitó el Gigantopithecus. Rink regresará al campus el 19 de noviembre.

Fuente: http://www.todoleyendas.com

http://news.nationalgeographic.com

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