El encuentro fue convocado por la Pontificia Academia de las Ciencias y patrocinado por la Specola Vaticano, el observatorio de la Sede Apostólica,....

...con motivo del Año Internacional de la Astronomía, que se celebra este 2009.

Lajolo, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, transmitió a los participantes un saludo del papa Benedicto XVI.

"En la investigación, ninguna verdad puede hacernos temer porque las ciencias, justamente mientras abren al hombre nuevos conocimientos, contribuyen a realizar al hombre como tal", subrayó.

Según el material preparado por los organizadores, la astrobiología es una ciencia multidisciplinar que estudia la relación de la vida con el resto del cosmos e incluye, entre sus temas, el origen de la misma.

"Esto tiene como premisa que esas civilizaciones sean desarrolladas, tengan una tecnología similar a la nuestra y estén en grado de emitir señales. Hasta ahora no existen resultados que puedan inducir a creer que exista vida inteligente fuera de la Tierra", añadió.

Treinta científicos de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Suiza, Italia y Chile asistieron a la conferencia, convocada para explorar "si hay formas de vida en otros mundos''.

La relación de la Iglesia católica con la ciencia ha cambiado mucho desde que Galileo fue juzgado como hereje en 1633 y forzado a retractarse de su descubrimiento de que la Tierra giraba alrededor del Sol.

En la entrevista del año pasado, el padre José Gabriel Funes, astrónomo y director del Observatorio del Vaticano, declaró al diario del Vaticano, L'Osservatore Romano, que creer que el universo pueda albergar otras vidas, incluso formas inteligentes, no contradice la fe en Dios.
"¿Cómo podemos descartar que la vida pueda haberse desarrollado en otras partes?", dijo Funes en la entrevista.
"De la misma forma que hay una amplia variedad de criaturas en la Tierra, pudiera haber otros seres, incluso inteligentes, creados por Dios. Eso no contradice nuestra fe porque no podemos limitar la libertad creativa de Dios''.


Las opiniones de la Iglesia católica han cambiado radicalmente a través de los siglos desde que el filósofo italiano Giordano Bruno fue quemado en la hoguera como hereje en 1600 por especular que otros mundos pudieran estar habitados.

Pero ¿qué llevó a semejante fin a Giordano Bruno?

Una revisión de sus ideas tal vez nos retrotraiga a esta magnífica figura de un visionario y apasionado científico y pensador que abrió el camino a muchos otros que nos trajeron de su mano el conocimiento actual. Giordano, continuando las discusiones escolásticas sobre la pluralidad de los mundos y la infinidad del espacio, se dio cuenta de que Copérnico, al hacer plausible el tomar cualquier punto como el centro del universo, había abolido las direcciones absolutas. Había popularizado la idea de que el espacio era, efectivamente, infinito y, por tanto, sin direcciones naturales favorecidas. Como otros científicos y pensadores vieron en el sistema de Copérnico la contrapartida para rebatir a Aristóteles, luego, Tycho Brahe, Guillermo Gilbert (1540-1603), Kepler y Galileo vieron toda la significación del "De Revolutionibus" e intentaron unificar las observaciones, las descripciones geométricas y la teoría física.

Es ante estas extraordinarias ideas para su tiempo, cuando el papa Clemente VIII y sus cardenales ven en Giordano un peligro inminente con sus ideas, que contradecían un modelo que les caía como anillo al dedo. Hablar de la pluralidad de los mundos y de criaturas como nosotros era más que peligroso para esta época de oscurantismo. Así, cuando la persecución y la tortura no dieron resultado para doblegar a este pensador, cometieron uno de los crímenes más horrendos que se recuerdan de la Inquisición, logrando el repudio de todos los librepensadores de la época.

Es famosa la frase que dirigió a sus jueces: "Tembláis más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al recibirla".

En el año 2000, cuatro siglos después de la muerte en la hoguera del filósofo, alquimista, teólogo y escritor, el Vaticano deplora el veredicto en su contra pronunciado por la Inquisición y lo califica de “triste episodio de la historia cristiana moderna”.

El encargado de rehabilitar a Giordano Bruno en nombre del Papa es su número dos, el secretario de Estado de la Santa Sede, Angelo Sodano.
El Vaticano rehabilita al teólogo pero no su doctrina.

La visión de Bruno reemplazó un cosmos finito por un universo infinito. No aceptó los límites que le imponía la cosmología clásica. Además sostuvo que este universo continuo no tenía principio y no tendría fin ni en el espacio ni en el tiempo; incluso, que la vida existía con seres inteligentes en incontables mundos.

Con respecto a esta teoría atinó a decir: “…miríadas de mundos e innumerables estrellas están diseminadas en la infinita extensión; habitantes inteligentes pueblan todos los mundos; la Tierra es un átomo lanzado al espacio sin especial importancia y sin preeminencia sobre otras innumerables tierras que, como ella, se mueven en el infinito espacio etéreo; todo es perfecto en el orden de la metafísica y de la Naturaleza y todo será producido y determinado por leyes iguales y constantes. Como consecuencia necesaria de todo esto, debe juzgarse contraria a la ciencia cualquier doctrina que, como la cristiana, confiera a la Tierra prerrogativas especiales sobre otros mundos, haciéndola escenario de la redención de la especia humana y considerándola el fundamento de un orden sobrenatural, que tiene en Adán sus principios y en Cristo su completura”.

La lectura de los diálogos de Giordano Bruno puede aportar al hombre contemporáneo el encontrarse con referentes poco comunes llenos de encanto, sorpresa y magia.


Para Kepler, Paracelso, Nicolás de Cusa, así como para el mismo Giordano, el universo es un ser viviente, dotado de alma; una entidad esencial reúne a todos los seres particulares, que no son más que emanaciones del Todo. Una relación de universal simpatía rige todas las manifestaciones de vida y explica la creencia de todos los pensadores del Renacimiento en la magia; ningún gesto, ningún acto aparece aislado, sus eficaces repercusiones se escuchan en la creación entera, y la operación mágica llega naturalmente hasta las cosas y los seres más lejanos.

FUENTES:
http://www.mdzol.com
http://www.elnuevoherald.com
http://www.cielosur.com

 

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