Estas son algunas máximas en las que, como podemos comprobar, aparte de ser de diferentes formas religiosas, todas tienen un nexo común: el amor, la comprensión y generosidad...

“TANTO MONTA, MONTA TANTO” - Confucionismo: "Seguro que es la máxima del generoso amor: No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti". (Analecta 15, 23). - Cristianismo: "Así, todas las cosas que quisiérais que los hombres hicieran con vosotros, así también hacedlas vosotros con ellos, porque ésta es la ley y los profetas" (Mateo 7, 12). - Judaísmo: "Lo que sea odioso para vosotros, no se lo hagáis a vuestros semejantes. Ésta es la ley: el resto es comentario". (Talmud, Shabbat 31a). - Islamismo: "Nadie es creyente hasta que desea para su hermano todo aquello que desea para sí". (Sunnah). - Brahmanismo: "Este es el resumen de todo tu deber: no hagas a los demás lo que te causaría dolor si te lo hicieran a ti". (Mahabharata 5, 1517). - Budismo: "No hieras a otros de modos que tú mismo los encontrarías hirientes". (Udana-Varga 5, 18). - Taoísmo: "Considera la ganancia de tu vecino como tu propia ganancia, y la pérdida de tu vecino como tu propia pérdida". (Ta'i Shang Kan Ymg P'ien).

Las demás religiones, incluso agnosticos y ateos, dirían con toda seguridad algo parecido. -------

“La Oruga” Una pequeña oruga caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un saltamontes. - ¿Hacia dónde te diriges? -le preguntó-. Sin dejar de caminar, la oruga contestó: -Tuve un sueño anoche: soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo. Sorprendido, el saltamontes dijo mientras su amiga se alejaba: - ¡Debes estar loca! ¿Cómo podrás llegar hasta aquel lugar? ¿Tú? ¿Una simple oruga...? Una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar, y cualquier tronco una barrera infranqueable... Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó, su diminuto cuerpo no dejó de moverse. De pronto se oyó la voz de un escarabajo: - ¿Hacia dónde te diriges con tanto empeño? Sudando ya el gusanito, le dijo jadeante: - Tuve un sueño y deseo realizarlo, subir a esa montaña y desde ahí contemplar todo nuestro mundo. El escarabajo no pudo contener la risa, soltó la carcajada y luego dijo: - Ni yo, con patas tan grandes, intentaría realizar algo tan ambicioso. Y se quedó en el suelo tumbado de la risa, mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros. Del mismo modo la araña, el topo y la rana le aconsejaron a nuestra amiga desistir. - ¡No lo lograrás jamás! -le dijeron, pero en su interior había un impulso que la obligaba a seguir. Ya agotada, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar. -Estaré mejor. Fue lo último que dijo y murió. Todos los animales del valle fueron a mirar sus restos, ahí estaba el animal más loco del campo, había construido como su tumba un monumento a la insensatez, ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar un sueño irrealizable. Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos.

De pronto quedaron atónitos, aquella concha dura comenzó a quebrarse, y con asombro vieron unos ojos y unas antenas que no podían ser las de la oruga que creían muerta, poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas de una mariposa de aquel impresionante ser que tenían en frente, el que realizaría su sueño, el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir. Todos se habían equivocado... Dios nos ha creado para conseguir un ideal, vivamos por él, intentemos alcanzarlo, pongamos la vida en ello; y si nos damos cuenta que no podemos, quizá necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas; y entonces, con nuevos bríos y con la gracia de Dios, lo lograremos. "El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino".

------- Cierta personalidad de relieve continental un día subió a un transporte público y quedó extrañado de la exquisita cortesía que demostró tener el conductor del vehículo al venderle el billete. Y su asombro fue todavía mayor cuando vio que todos los pasajeros se comportaban de la misma manera. Por fin, queriendo conocer el motivo que lo impulsaba a ser tan atento, se dirigió al hombre y le dijo: "Dispense mi curiosidad, pero me gustaría saber la causa por la cual Ud. Emplea maneras tan gentiles con el público". Y el conductor le contestó: "Pues, verá Ud. Hace unos cinco años leí en un periódico que alguien había legado una fortuna a un extraño por el único hecho de ser cortés. Desde entonces comencé a tratar a los pasajeros de la mejor forma posible. Y lo curioso es que ello me produce tanta satisfacción que ya no me importa heredar o no una fortuna".

La gracia de la cortesía es tan rara en nuestros días, que pocos son los que están experimentando en carne propia la gran satisfacción que produce cuando se la cultiva desinteresadamente. Muchos olvidan cuánto distingue a una persona la posesión de esta virtud. Aun entre los que hablan de amor y de bondad, esta fina cualidad del espíritu está escaseando más y más. La cortesía no es simplemente cultivar buenos modales o respetar las reglas de urbanidad. En este terreno alguien podría pasar por un verdadero caballero, pero interiormente seguir careciendo de la sincera consideración hacia los demás. Porque eso es cortesía: tener una consideración tan auténtica hacia todos que fluya espontáneamente, no importa dónde y con quién estemos. Es cortesía ayudar a un ciego a cruzar una calle, o llevarle un bolso a una débil anciana. Será cortesía ser amable con la dama primorosa que nos presente un amigo, pero será una cortesía aún más valiosa la que tengamos con nuestra esposa (esposo), con nuestra madre (padre) o nuestros hermanos dentro del hogar. Con el compañero(a) de trabajo.

Con los vecinos... La cortesía ayuda a vivir. Es añadirle un poco de poesía a la vida. Es revelar que todavía conservamos la disposición de agradecer y hacer felices a los demás. Es un fruto delicioso de aquel que lleva la esencia bondadosa en su corazón. -

------ “La Choza en Llamas” En el caso de que usted esté teniendo uno de esos días, semanas, meses, o años malos, he aquí una historia que puede darle una mejor perspectiva en su situación… Algunos dicen que: “No hay mal que por bien no venga”. Esperamos que lo siguiente ayude en algún momento: El único superviviente de un naufragio tras mucho luchar contra el mar embravecido llegó a una pequeña isla deshabitada. Oró a Dios incansablemente pidiéndole ser rescatado, y todos los días oteaba el horizonte para ver si venía ayuda, pero nunca veía venir a ningún barco en su busca. Cansado, decidió construir una choza de madera para refugiarse en el futuro y para poder guardar sus escasas pertenencias. Pero un día, después de darse una vuelta por la isla para recoger comida, al volver a casa, encontró su choza ardiendo. Todo estaba perdido. Él lloró y con pesar y enojo, oró así: - Dios, ¡cómo has podido hacerme esto a mí! Sin embargo, al poco tiempo vio que un barco estaba acercándose a la isla. Por fin venían a rescatarlo. - ¿Cómo supieron ustedes que yo estaba aquí? -les preguntó. - Nosotros vimos a lo lejos señales de humo -contestaron.

------ “Grietas” Un cargador de agua de la India tenia dos grandes vasijas que colgaba en los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenia varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua durante el largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón; pero cuando llegaba, la otra vasija, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación. Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguatero diciéndole: "Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir". El aguatero, apesadumbrado, le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino". Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo del camino, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar. El aguatero le dijo entonces "¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino?

Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza". Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.

Fuentes:http://ataxia.enfermedadesraras.org http://www.geocities.com

* * * * * "El ser humano camina sobre dos pies: el sueño y la acción". -Anónimo- “A los seres humanos se les puede dividir en dos categorías: los que hablan para decir algo, y los que dicen algo por hablar”. -María Bestard-

Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra página web. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies.