¡Esa es la cuestión!

No sabemos si Shakespeare se equivocó o no al colocar la famosa frase "ser o no ser, esa es la cuestión"...

en boca de Hamlet cuando este se encontraba en el momento más álgido y desesperado de su vida;

lo que sí podemos asegurar es que si se hubiese tomado los acontecimientos que rodearon su existencia, sin duda bastante graves, con un poco más de humor, tal vez el desenlace no hubiese sido tan trágico.

Claro que entonces, el Hamlet de Shakespeare puede que no hubiese tenido tanto éxito…

Lo que queremos decir con todo esto es que la cuestión del "ser o no ser" está muy bien, pero ¿qué tipo de "ser" puede ser el ser que es incapaz de reír?

En todo caso, un pobre ser. Así pues, concluimos que reír o no reír, esa es la cuestión para ser un "ser decente".

Mantente erguido
"En la dicha o en la angustia,

en miseria o en riqueza,
en salud o enfermedad,
mantente erguido y sonríe.

Ante quienes se abalanzan,
o se echan al vacío,
o se hieren mutuamente,
mantente erguido y sonríe.

Y si avanzan a codazos,
y ávidos tienden la mano
o se ocultan al acecho,
mantente erguido y sonríe.

Ante aquellos que disputan,
ante aquellos que se injurian,
y los que cierran los puños,
y los que apuntan sus armas,
mantente erguido y sonríe.

En el día de la ira
y de la desbandada,
cuando todo cae y arde,
solo en medio del pavor,
mantente erguido y sonríe.

Ante justos cuellitiestos,
ante jueces implacables
y afanosos personajes,
mantente erguido y sonríe.

Cuando oigas tu alabanza,
o te escupan en la cara,
mantente erguido y sonríe.

Y si estás entre los tuyos,
mantente erguido y sonríe.
Y delante de tu amada,
mantente erguido y sonríe.

En los juegos y en las danzas,
mantente erguido y sonríe.

En vigilias y en ayunos,
mantente erguido y sonríe.

Solo, en el alto silencio,
mantente erguido y sonríe.
Y ya al borde del gran viaje,
aun cuando lloren tus ojos,
mantente erguido y sonríe".

Lanza del Vasto, seguidor de Gandhi, poeta, filósofo, teólogo y fundador del movimiento de "El Arca", resume en este bonito poema esa "dignidad existencial" que significa el saber sonreír.

Según un estudio, ¡reír hace bien al corazón!
Varios estudios ya habían demostrado las bondades de la risa: que ayuda a mantenerse joven, elimina el estrés, las tensiones, ansiedad, depresión, insomnio... Ahora también descubrieron que la risa es buena para el corazón.


Así lo afirmaron científicos del Colegio de Cardiología de EE.UU. y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland. "Treinta minutos de ejercicio, tres veces a la semana, y quince minutos de risa todos los días son muy buenos para el sistema vascular", sostuvo Michael Miller, de la Universidad de Maryland.

Aclaró, sin embargo, que ambos “ejercicios” se complementaban y que ninguno suplantaba al otro. En el estudio participaron veinte voluntarios, a quienes les exhibieron dos películas, una comedia y un drama, al mismo tiempo que observaban su sistema vascular.

Lo que se pudo constatar es que en 14 de los 20 voluntarios que miraban la película triste, el endotelio –que es la capa interior de los vasos capilares– se contraía, disminuyendo así el paso de la sangre por el corazón.

Por el contrario, en las escenas divertidas del otro filme el paso de la sangre se hacía mucho más libre en 19 de los 20 espectadores que reían con efusividad.

"Dados los resultados de nuestro estudio, se puede concebir la idea de que reír puede ser importante para mantener la buena salud del endotelio y, por lo tanto, disminuir los riesgos de un problema cardiovascular", explicó Miller.

Según los profesionales de la medicina, el endurecimiento de las arterias –causante de problemas vasculares– en la mayoría de los casos, se inicia en el endotelio.

"La magnitud de los cambios que hemos visto en el endotelio es similar al beneficio de la actividad aeróbica, pero sin los dolores, molestias y tensiones musculares vinculados al ejercicio", agregó. Ahora solo es cuestión de buscar razones –y excusas– para reír.

Como este es un verdadero servicio a la comunidad, vaya desde aquí un humilde aporte ofreciendo una lista –aunque no están todas– de las diferentes formas de humor...

Humor político y social

El chiste político y el social constituye una especialidad dentro del humor gráfico que se inspira en la actualidad.

No todos los días se producen hechos políticos importantes; generalmente, lo que ocurre es que se dan situaciones políticas estables que duran años, dentro de las cuales van ocurriendo cosas: un cambio de presidente o de Gobierno, un recrudecimiento o suavización de las tensiones entre dos bloques o países, la aparición de una nueva destructora, conversaciones de desarme, de paz, etc.

Luego, existe un buen vivero de hechos, "íntimo" y más de andar por casa, que es el de la política nacional de cada país: cambios ministeriales, puesta en vigor de una determinada ley, rumores sobre caídas de Gobiernos o personajes importantes de él, coalición de partidos políticos, actividad sindical, actividad subversiva…

En la vertiente social los chistes suelen tocar temas más genéricos: situación general de la tensión obrero-patrono, contrastes entre ricos y pobres, entre cultos y analfabetos, situación del campo, chistes sobre terratenientes y caciques.

En líneas generales, el humor social suele girar más que en torno a hechos concretos, alrededor de estratos, capas o clases sociales que, por regla general, se presentan enfrentados: la burguesía, la aristocracia, el obrero y el campesino, el clero, las nuevas clases tecnócratas, los grandes industriales o financieros.

En los últimos años un tema recurrente por su importancia y universalidad es el de la globalización.

La denuncia de sus causas –cínicas e hipócritas en bastantes ocasiones– y la crítica de muchas de sus nefastas consecuencias son una fuente inagotable de material para el humorismo gráfico, en la gran mayoría de los casos solidario con las víctimas de este proceso.

Humor poético y filosófico

En el humor poético, la posible "poesía" –término no muy adecuado, pero que utilizamos para entendernos– reside, no en el tema, sino en el enfoque elegido por el dibujante.

Este género enfoca los temas sin mala intención. El humor poético recurre casi siempre a la ternura y a los buenos sentimientos. Claro que del chiste poético –que no hace reír, sino sonreír– al chiste blandengue, sentimentaloide o cursi sólo hay un paso. Pero el dar o no dicho paso dependerá de cada uno.

Los chistes de este tipo nos han presentado con frecuencia flores saliendo de una bomba, nidos de pájaros en bocas de cañones, tanques que se desvían para no aplastar una flor… Son, en resumen, variaciones sobre cierto concepto de la bondad humana, que también tiene derecho a estar representada en el humor gráfico.

Si el paso del chiste poético al chiste sensiblero podemos considerarlo "negativo", el paso del chiste poético al "filosófico" es, en general, muy fértil. La frontera entre ambos es muy tenue.

El chiste que llamamos –también para entendernos– filosófico, es con frecuencia algo que ni siquiera tiene por qué ser llamado chiste: se trata de reflexiones gráfico-literarias cuya función primordial es dar que pensar.

¿Filosofía barata?

¡Depende! Barata, si acaso, en cuanto que una revista de humor o un periódico cuestan menos dinero que un grueso tratado de metafísica. Pero una buena reflexión gráfica sobre cualquier aspecto del mundo y de la vida no tiene nada que envidiar a un sesudo volumen sobre el mismo tema.

El humor filosófico tiene una dificultad y una ventaja. La dificultad es que, para que sea bueno, hay que "pensar", y en ello intervienen de modo decisivo nuestra inteligencia y nuestro bagaje cultural, que deben ser lo más amplios y vastos posible.

La ventaja es que, como no es imprescindible que haya "chiste", nos liberamos de la esclavitud de buscar "una gracia": podemos limitarnos a trasladar al papel, mediante el dibujo y (cuando sea necesario, el texto) nuestras reflexiones, nuestros pensamientos sobre cualquier problema que de algún modo nos interese o afecte.

Humor absurdo

Si por absurdo entendemos algo contrario o contrapuesto a la razón, que no tiene sentido, el humor absurdo trataría de lo irracional y de lo humorístico que en ello hay. En cierto modo, es como un humor filosófico pero sin "enganche" en ningún tipo de elucubración racional ni experiencia existencial. Es un humor totalmente "desenganchado" de la realidad, pero que a la vez nos puede sumergir en lo esencial de ella.

Sin embargo, a pesar de lo necesario y complicado de una acertada definición, lo más curioso de este tipo de humor es saber por qué es causa de chiste algo desconectado de los mecanismos y leyes que gobiernan la razón.

Tal vez todos estemos un poco locos, o tal vez accedamos a la gracia del absurdo desde el corazón (ya se sabe lo que decía Pascal al respecto, "el corazón tiene razones que la razón no entiende");

sea como fuere, lo cierto es que eso que en principio no surge de nuestro entorno conocido, conecta con algún resorte interno de nuestro ser, el cual es capaz de descifrarlo en clave humorística para hacérnoslo reconocible. El arte abstracto y el humor absurdo, en este punto tienen cierto parecido.

Bueno, pero como de lo que se trata es de disfrutarlos, baste por ahora con lo dicho hasta aquí.

Humor negro

Según el Diccionario de la Real Academia Española, el humor negro es un "humorismo que se ejerce a propósito de cosas que suscitarían, contempladas desde otra perspectiva, piedad, terror, lástima o emociones parecidas".REIR O NO REIR DENT

Si tomáramos al pie de la letra esta definición, nos parece que el "noventa y nueve por ciento" de los chistes entrarían en esta sección, ya que el humor gráfico nace y se desarrolla con base en situaciones que, desprovistas de su carga humorística, resultan verdaderamente penosas:

injusticias, desengaños, hambre, ilusiones, egoísmos, mentiras, desigualdades, limitaciones, muerte…

Digamos mejor, pues, que el humor negro es, a la hora de interpretar humorísticamente esa realidad luctuosa, el ejemplo extremo del humor gráfico; el que se enfrenta con las situaciones límite de la vida, que por sí mismas nos dejan anonadados y sin respuesta, que nos llevarían a la desesperación si no fuésemos capaces de arrostrarlas con sentido del humor e ironizar sobre ellas.

En cierto modo, sentimos que sobre lo que somos capaces de reírnos no puede nada contra nosotros. Claro, en este punto, el tema estrella es la muerte y todos los tabúes que en torno a ella se han ido tejiendo.

Humor ecológico

El humor sobre aspectos específicamente ecológicos se ha desarrollado como categoría propia muy recientemente. Si tenemos en cuenta que el humor gráfico es, en la inmensa mayoría de las ocasiones, una respuesta ante los problemas o retos que surgen a nuestro alrededor, y que los grandes problemas medioambientales –o al menos la conciencia que se tiene de ellos–, se ha mostrado con toda su fuerza en los últimos años, esto lo explica todo.

Por otra parte, el proceso de globalización al que estamos sometidos hace que este tipo de problemática ecológica esté estrechamente relacionada con aspectos económicos, políticos y sociales; de ahí que muchos de los chistes que abordan estas cuestiones muestren dichas conexiones, resultando en bastantes ocasiones difícil su clasificación.

Creemos que, por desgracia, va a ser un humor cada vez más en auge, debido a la importancia y a la gravedad que están adquiriendo estos problemas: efecto invernadero, deforestación, contaminantes químicos persistentes, agujeros en la capa de ozono, agroquímicas insostenibles...

Ojalá que nuestros chistes no solo sirvan para criticar, sino también para descubrir las causas profundas –bastantes veces relacionadas con nuestro modelo de consumo irresponsable– y aportar vías de solución. En esas estamos...

Los sioux resumen perfectamente en una frase el espíritu con que se debería enfrentar la situación:

"La Tierra es un préstamo de nuestros hijos, no una herencia de nuestros padres".

Tiras de humor

La historia humorista se plantea secuencialmente, con un inicio, un desarrollo y un desenlace. El objetivo es preparar el terreno, crear la expectación y desembocar en un resultado inesperado, que es lo que realmente provoca el chiste, "la gracia"; esta será mayor cuanto más inesperado sea el resultado final.

Hay que evitar datos superfluos en todas las etapas del proceso; los barroquismos gráficos y literarios pueden entorpecer más que ayudar en la provocación de la risa –que no tiene por qué ser carcajada–. La tira se debe parecer a un látigo que descarga como un trallazo toda su energía humorística en el final del trayecto.

Fuentes:
http://www.redcientifica.com
http://weblogs.clarin.com
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"El hombre razonable se adapta constantemente al mundo. El hombre no razonable persiste en querer adaptar el mundo a sí; por consiguiente, todo progreso depende del hombre no razonable"
(George Bernard Shaw).

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