¡Sé todo lo que puedes ser!

Una manada de búfalos sólo se puede mover tan rápido como se mueve el búfalo más lento, y cuando la manada es atrapada, son los búfalos más...

lentos y débiles, que están al final de la manada, los que mueren primero.

Esta es una selección natural buena para la manada como un todo, dado que la velocidad general y la salud del conjunto mejora por la muerte regular de sus miembros más débiles.

Del mismo modo, el cerebro humano puede operar tan rápido como su neurona más lenta.

El consumo excesivo de alcohol, como todos conocemos, destruye las neuronas, pero naturalmente ataca a las neuronas más lentas y débiles en primer lugar.

En este sentido, el consumo regular de cerveza elimina las neuronas más débiles, haciendo constantemente del cerebro una máquina más rápida y eficiente.

El resultado de este profundo estudio epidemiológico verifica y valida la relación causal entre las juergas de fin de semana y el rendimiento de los informáticos, matemáticos, ingenieros, economistas, abogados, etc.

Asimismo, explica por qué pocos años después de acabada la universidad y contraído matrimonio, la mayoría de los profesionales no pueden mantener los niveles de rendimiento de los recién salidos de las universidades.

Sólo aquellos pocos que persisten en el estricto régimen de voraz consumo alcohólico pueden mantener los niveles intelectuales que obtuvieron durante sus años de estudiantes universitarios.

"¡Tu empresa y tu país necesitan que estés al máximo, y tú no deberías negarte a la carrera que podrías desarrollar!".

¡Sé todo lo que puedes ser!

¡Vayamos a los bares!

¡Bebámonos litros y litros...!

Nota: Es falso que la selección actúe eliminando los individuos más débiles y lentos.

Esta afirmación es útil para una primera aproximación al proceso de la evolución; podría decirse que es "más o menos" cierta, pero no es exacta.

La selección, ya sea en la Naturaleza o en los programas de computación evolutiva, permite vivir también a algunos de los débiles y lentos.

Si la selección sólo permitiera sobrevivir a los más fuertes, la población se estancaría en una gran homogeneidad, atrapada en un "máximo local" o incapaz de sobrevivir ante un gran cambio del entorno (o problema a resolver).

De hecho, todos tenemos grietas:
"Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo, y que llevaba encima de los hombros.

Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua.

Durante dos años completos esto fue así diariamente.

Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada.

Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habla al aguador diciéndole:

"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo, porque debido a mis grietas únicamente puedes entregar la mitad de mi carga y solamente obtienes la mitad del valor que deberías recibir".

El aguador, apesadumbrado, le dijo compasivamente:

"¡Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino!".

¡Así lo hizo la tinaja!

Y, en efecto, vio muchas flores hermosas a lo largo de él, pero de todos modos, se sintió apenada porque, al final, solo quedaba dentro de ella la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces:

"¿Te diste cuenta de que las flores únicamente crecen en tu lado del camino?

Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello".

Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas, y todos los días las has regado, y durante dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi maestro.

"Si no fueras exactamente como eres, con todo y con tus defectos inclusive, no hubiera sido posible crear esta belleza".

"Arena sensible" (Reseña del libro de Manuel de la Herrán Gascón).

Esta divertida e ingeniosa obra propone una solución al problema del Test de Turing y al problema de la máquina replicante, mediante una sorprendente interpretación del concepto de realidad.

El libro relaciona ciencia-ficción, inteligencia artificial y filosofía, exponiendo muy diversos puntos de vista a la hora de analizar la consciencia, la libertad y la evolución, utilizando para ello grandes dosis de ironía y buen humor.

Evolución, estabilidad, inercia y recurrencia:

La evolución es un equilibrio entre dos tendencias deseables y contradictorias y podemos interpretarla como un caso particular de un concepto aún más simple y poderoso, que se podría llamar el "principio de estabilidad, inercia o recurrencia".

Introducción
Las leyes de la evolución, esencia de la computación evolutiva, se pueden explicar con un chiste malo.

Una enfermedad que produzca esterilidad difícilmente podrá ser hereditaria. De forma similar, una menor adaptación al medio suele ir acompañada de una menor reproducción, lo que supone una menor propagación genética de esa falta de adaptación (si es que esta se puede almacenar genéticamente).

Una mayor adaptación al medio se asociará, en muchos casos, a una mayor reproducción, y se propagará si existe una vía genética para ello.
Otro ejemplo: muchos animales acostumbran a realizar un "mordisco amoroso" como parte del ceremonial de la cópula.

Pero, por ejemplo, las serpientes venenosas no lo hacen.

Si lo hicieran, los machos pronto habrían acabado con todas las hembras, envenenándolas.

La evolución sólo permite "sobrevivir" a aquellos esquemas (modos de vida, genes, especies, costumbres) que son "autoconsistentes", "no autodestructivos", que tienen una tendencia a mantenerse vivos.

Por otra parte, la evolución es un equilibrio entre dos tendencias:

–fuerza conservadora, egoísmo, explotación, convergencia más rápida hacia una solución, muerte, "derecha conservadora".

–fuerza innovadora, altruismo, exploración, exploración más a fondo del espacio de búsqueda, nacimiento...

Ambas tendencias son deseables y contradictorias, por lo que se ha de llegar a un compromiso.

A este compromiso se le podría llamar fuerza equilibradora, cooperación, optimización, óptimo en la relación calidad/coste o grado de penetración óptimo, control de natalidad, "centro".

Existe una fuerza conservadora (explotación-egoísmo), que beneficia a los mejores agentes, es decir, a los que mejor resuelven problemas.

¡Esto es evidente, pero no es lo único!

También existe una fuerza innovadora (exploración-altruismo), que permite la existencia de agentes muy distintos, aun cuando su éxito sea menor.

Mediante la fuerza innovadora es posible obtener la variedad suficiente para evitar una población demasiado especializada (estancada en un máximo local), y permitir la resolución de problemas cambiantes o con varios máximos.

Los fuertes son necesarios para resolver el problema ahora.

Los débiles son necesarios para resolver el problema de mañana, o para resolver el mismo problema de hoy, pero con un planteamiento distinto, tal vez mucho mejor.

¡Los adaptados son conservadores!

Los inadaptados, en cambio, necesitan innovar para sobrevivir.

Las mutaciones pueden considerarse buenas o malas, pero también podrían pasar de uno a otro estado, ser más sutiles. Toda innovación con éxito termina convirtiéndose en conservación.

Una mutación muy pequeña y buena es una fuerza conservadora de la dirección que ya existía. Una mutación grande y buena, es una fuerza innovadora, pero no tarda en hacerse conservadora.

Una mutación muy mala desaparece con el individuo que la sufre.

Una mutación simplemente mala convierte al individuo en inadaptado.

El individuo debe cambiar de nicho para sobrevivir, y ese cambio de nicho puede provocar la redefinición de la mutación como algo bueno.

Los peces bien adaptados no necesitaban ser anfibios ni mucho menos, reptiles.

Si un animal tuvo que obtener ventajas fuera del agua es porque tenía problemas dentro de ella.

La evolución es la línea del camino marcado por los inadaptados.

La fuerza conservadora parece evidente, y no se suelen gastar esfuerzos en tratar de demostrarla.

En cambio, la fuerza innovadora, por lo general, va en contra de lo evidente. Pero los argumentos para demostrar ambas son los mismos.
Demostradas estas dos, se llega a la conclusión de la existencia de la tercera fuerza, equilibrio entre ambas.

Intento de demostración de la fuerza conservadora-egoísmo:

Por observación: el egoísmo existe. Por tanto, es evolutivamente seleccionado.

Por autoconsistencia: el egoísmo beneficia al individuo que adquiere dicho comportamiento.

Si el individuo sobrevive gracias al egoísmo, su comportamiento también sobrevive.

Si el individuo no fuera egoísta, podría morir.

Intento de demostración de la fuerza innovadora-altruismo:

Por observación: el altruismo existe. Por tanto, es evolutivamente seleccionado.

Por autoconsistencia: el altruismo beneficia al grupo de individuos que adquieren dicho comportamiento, y estadísticamente beneficia a los individuos, aunque puede que no a todos.

Si el grupo de individuos sobrevive gracias al altruismo, su comportamiento también sobrevive.

Si el grupo de individuos no fuera altruista, podría morir, y con él, los individuos.

Intento de demostración de la fuerza equilibradora-cooperación:

Por observación: el egoísmo y el altruismo existen. Por tanto, ambos son evolutivamente seleccionados.

Al ser incompatibles simultáneamente, son evolutivamente seleccionadas las estrategias que combinan ambos, en diversos grados, ante diversas circunstancias, según los criterios más beneficiosos para el individuo y el grupo.

Si el egoísmo beneficia al individuo y el altruismo al grupo, ambos comportamientos (egoísta y altruista) se ven seleccionados en el individuo.

Mientras existan circunstancias o desequilibrios que favorezcan coyunturalmente un tipo de comportamiento más que otro, la tendencia será a la creación de criterios (inteligencia) que sirvan para decidir cuándo la entidad debe comportarse de una u otra forma.

Por autoconsistencia: Si el equilibrio entre egoísmo y el altruismo, decidiéndose uno u otro según ciertos criterios, beneficia al individuo y al grupo, entonces dichos criterios de equilibrio se ven seleccionados.

Estabilidad, inercia y recurrencia
La evolución de los seres vivos o de los seres vivos artificiales podemos interpretarla como un caso particular de un concepto aún más simple y poderoso, que se podría llamar el "principio de estabilidad, inercia o recurrencia".

Una forma de explicar este principio es la siguiente: cualquier cosa existente es probablemente estable, ya que si no fuera estable, probablemente desaparecería como tal cosa, ya que cambiaría hasta llegar a un estado estable, y ya no sería esa "cosa" sino otra (estabilidad).

Cualquier cosa existente probablemente siga existiendo como ya lo está haciendo (inercia).

Si tenemos una "cosa" que varía continuamente, entonces es estable en su variación continua, y la esencia de la cosa es la forma –constante– en que se producen los cambios (recurrencia).

Si en los cambios no se pudieran encontrar regularidades, es decir, si la cosa no varía según una norma, por muy compleja que sea, estaríamos ante un azar puro, y transgrediendo el axioma de que para ser "cosa" es necesario una cierta estabilidad, inercia o recurrencia, y esta "cosa" no sería un objeto de nuestro universo, o casi.

Esa cosa, al menos, estaría en la frontera de nuestro universo, ya que su estado no poseería causa alguna (en nuestro universo), que es equivalente a decir que tiene una causa, pero esta está fuera de nuestro universo.

Estas reflexiones coinciden con las conclusiones obtenidas a partir del estudio del azar en simulaciones de autómatas.

El principio de estabilidad, inercia o recurrencia tiene su origen en nuestra forma de percibir y razonar: todas las cosas son estables, recurrentes, o poseen inercia (al menos en cierto grado) porque todas las cosas que somos capaces de percibir o imaginar son estables, recurrentes o con inercia.

No somos capaces de manejar un concepto que no posea estabilidad, inercia o recurrencia porque el hecho de "manejar un concepto" obliga a identificar dicho concepto mediante el contraste (la oposición) con el resto del universo real o imaginario, y este contraste debe ser definido mediante algún criterio.

Otra forma de explicar el principio es esta: hablar de estabilidad, inercia y recurrencia es equivalente a hablar de funciones matemáticas simples.

Al decir que en el universo se dan con frecuencia la estabilidad, la inercia y la recurrencia, estamos diciendo que en el universo se dan con frecuencia sucesos que se pueden representar mediante funciones matemáticas simples.

No creo que sea casualidad que existan tantos fenómenos del universo que puedan representarse mediante las más simples funciones en matemáticas.

Podemos aventurar tres hipótesis:

Hipótesis del universo informacional: si suponemos que todo el universo puede ser considerado como información, es decir, si suponemos que todo el universo es un gran sistema formal, discreto, entonces, por analogía, su comportamiento más probable se corresponderá con los comportamientos más probables en otros sistemas formales: matemáticas, lenguajes de programación, ordenadores, máquinas de Turing.

Hipótesis del efecto de la distancia: la existencia de dimensiones espaciales (la existencia de la cercanía) en oposición a una interconexión masiva de toda la materia del universo (toda la materia igualmente próxima a toda la materia) atenúa la interacción en la distancia y produce con mayor probabilidad funciones más simples.

Ejemplos de excepciones a esto podrían ser sistemas que, aunque están constituidos de materia física, su comportamiento lógico ignora las distancias entre sus elementos componentes, o establece espacios con otro tipo de distancias, como las redes neuronales artificiales o naturales, que poseen interconexión masiva, y los sistemas de reglas (sistemas expertos...).

Hipótesis subjetiva: la mayoría de los fenómenos del universo se puede representar mediante funciones matemáticas simples, porque para nosotros lo más fácil es entender funciones matemáticas simples.

Creo que la comprensión de la evolución se encuentra en el límite de nuestro entendimiento de esta forma.

Identificamos los genes, los individuos o los grupos como los objetos susceptibles de evolución, ya que nos identificamos con ellos, pero intuyo que la evolución es un asunto que corresponde con la naturaleza de conceptos que no es posible manejar desde el sistema de referencia egotista al que estamos acostumbrados.

Los argumentos sobre la evolución son recursivos, por lo que más que argumentos, se trata de axiomas o actos de fe. La selección natural es "la supervivencia de lo que sobrevive" y la estabilidad se aplica a las "cosas" y las "cosas" deben ser estables para ser tales "cosas".

Homeostasis, autopoiesis y sistemas auto-organizados:

En Medicina se maneja el concepto de homeostasis, que consiste en la capacidad para mantener el equilibrio del medio interno.

Desde un punto de vista físico, se habla de la capacidad de un sistema para sortear perturbaciones.

También se habla en distintos contextos de sistemas auto-organizados, auto-productores, auto-referenciales o con autopoiesis (o autopoiéticos).

Ahora bien, ¿por qué se produce la homeostasis?

¿Por qué hay tantos sistemas físicos capaces de sortear perturbaciones?

En mi opinión los sistemas son homeostáticos porque nuestra forma de percibir la realidad hace que fijemos la atención en los sistemas homeostáticos.

Por ejemplo, yo veo una silla o una mesa.

Las sillas y las mesas, o el ratón (mouse) de un ordenador y el dedo humano que lo pulsa, son entidades diferentes porque nosotros observamos la realidad así, pero estas son conceptuaciones arbitrarias desde un punto de vista objetivo.

El comportamiento más probable de cualquier cosa corresponderá más probablemente a una función matemática simple.

En el extremo opuesto se encuentran las funciones matemáticas más complejas, hasta llegar al máximo de complejidad, que se produce en el azar puro.

Nosotros observamos que existe una evolución y una selección porque nuestra propia forma de observar hace que prestemos atención a lo que es estable, a aquello que posee inercia o que actúa de forma recurrente.

Por eso vemos muerte y nacimiento; parecidos y diferencias en genotipos y fenotipos.

Para un único individuo, subjetivamente, no hay vida ni muerte; ni parecidos ni diferencias. Para un individuo solipsista el universo existió siempre y solo existe el momento "ahora", no hay tiempo, ni pasado ni futuro, solo presente.

El fuerte contraste que existe entre la interpretación subjetiva-solipsista de la realidad y la interpretación objetiva-consensuada es indicador de la dificultad que tenemos para integrar estas dos visiones.

Pero necesitamos de esta integración para conocernos a nosotros mismos.

A otro nivel, este problema puede servir de analogía de la dificultad con la que nos encontramos para entender el fenómeno de la evolución.

¿Hacia dónde se dirige la evolución?
La evolución parece cumplir únicamente la norma de "ser estable en su variación continua".

El motor de la evolución es el desequilibrio que supone una mayor (pero no absoluta) tendencia a la supervivencia (como individuo y como progenitor) del más fuerte frente al más débil.

Aparentemente, el resultado puede identificarse a corto plazo como una mejora continua.

Pero ¿qué es ser mejor?

Parece que la aparición de seres "cada vez mejores" es una apreciación subjetiva humana, y lo que realmente ocurre es que reina la diversidad, la aparición de seres "cada vez más distintos".

La explosión de diversidad, el ocupar todos los nichos posibles podría llegar a convertir toda la materia del universo en materia viva.

Ese momento marcaría aparentemente el límite de la explosión de vida, pero esta podría ser aún mayor si la vida pudiera encontrarse simultáneamente en diversos niveles, como, de hecho, ocurre.

Las mismas partículas de materia podrían ser simultáneamente elementos constituyentes de más de una entidad viva, cuando estas entidades vivas forman una estructura multinivel ¿jerárquica?, como ocurre con las células de la piel de un humano, un humano y una comunidad de humanos.

Expresado mediante aproximaciones sucesivas, se selecciona (para la reproducción y/o para la supervivencia):

Lo mejor, pero matizado, ya que se trata de "lo mejor" desde un punto de vista relativo, no objetivo; se trata de ser el más adaptado para las circunstancias actuales, el mejor en su propia coyuntura...

Existe un factor de "suerte" y, debido a causas varias, se selecciona "de todo un poco".

Si la descendencia de un individuo fuera siempre proporcional a su adaptación, probablemente la evolución sería muy diferente a lo que conocemos, con una mayor tendencia a la homogeneidad, al estancamiento en máximos locales y al exterminio ante cambios del entorno.

Los acontecimientos fortuitos parecen ser necesarios para la evolución entendida como cambio.

Un auténtico resolutor general de problemas tal vez necesite de un generador de azar real.

Como la competencia parece ser decisiva, el relativamente mejor es, en muchos casos, el más diferente al resto.

"La Naturaleza, mal que le pese a Darwin, no evoluciona hacia la primacía de los mejores (¿mejores según qué criterio, por otra parte?).

¡La Naturaleza basa su energía en la diversidad!

Necesita que unos sean buenos y otros malos, desesperados, deportistas, enfermizos, jorobados, con labio leporino, alegres, tristes, inteligentes, idiotas, egoístas, generosos, pequeños, grandes, negros, amarillos, rojos, blancos...

Aprovecha todas las religiones, todas las filosofías, todos los fanatismos, todas las corduras [...] Los campos [...] compuestos por hermanos gemelos de la mejor cepa morían todos a la vez de la misma enfermedad.

Mientras que los campos de maíz silvestre, compuestos por muchas cepas diferentes, y cada un de ellas con su propia especificidad, y sus debilidades, y sus anomalías, conseguían siempre encontrar un antídoto para las epidemias".

Wells, Edmond, tomado de la "Enciclopedia del saber relativo y absoluto", recopilada por Werber, Bernard. 1993 "Las hormigas" Ed. Plaza & Janés.

Selección de grupos
Los recursos limitados producen una selección del más apto que provoca una tendencia hacia la homogeneización de la población.

Esta homogeneización tiene un aspecto negativo: una población demasiado parecida es más susceptible de exterminio debido a cambios bruscos en las condiciones del entorno.

Dado que esto es así, las poblaciones muy homogéneas capaces de sufrir estas alteraciones del entorno acaban tarde o temprano sufriéndolas y desapareciendo.

Cada una de estas poblaciones, vista como una sola entidad, es eliminada por un proceso de "selección de poblaciones".

Otras poblaciones que, por la razón que sea, sean capaces de permanecer heterogéneas, es decir, aquellas poblaciones en las que sobrevive "de todo un poco, aunque con tendencia a sobrevivir los mejores" se mantendrán vivas y se reproducirán en otras "poblaciones".

En el caso de los humanos, un altruismo restringido hacia los más necesitados (los menos aptos) es uno de los métodos para conseguirlo.

La existencia de dos sexos y posibilidad de la elección de pareja provoca el hecho de que los criterios de selección de pareja, sean estos cuales fuera, serán seleccionados.

Es decir, aquellas características que las hembras busquen en los machos, y los machos en las hembras, por muy absurdas que parecieran, son precisamente aquellas que van a proliferar en la población (siempre que puedan ser transmitidas genéticamente, culturalmente, o de alguna otra forma a la descendencia).

Aquello que las entidades elijan mayoritariamente como "atractivo sexual" será seleccionado.

Ahora bien, es posible que unas sub-poblaciones empleen unos criterios y otras otros distintos.

Los "atractivos sexuales" que, además, sean útiles al individuo para la supervivencia, proliferarán en mayor medida en cuanto, por su propia naturaleza, favorecen la combinación de aspectos positivos de los progenitores en los descendientes.

Los atractivos sexuales útiles se ven seleccionados en una "población de atractivos" compuesta por todos los posibles atractivos sexuales.

La falta de deseo de tener descendencia, hipotéticamente, podría ser un atractivo sexual, pero tendría serias dificultades para transmitirse de padres a hijos.

Todo el universo es una única entidad viva
Dado un individuo (real) cualquiera de una especie cualquiera, y por el simple hecho de existir dicho individuo, podemos decir lo siguiente:

Existe una alta probabilidad de que este individuo posea unos genes tales que produzcan en él comportamientos estadísticamente beneficiosos para la existencia y preservación, no sólo de sí mismo, sino también de la propia especie, así como de su entorno.

Ejemplos de esto son: la colaboración con otros individuos, la atracción sexual, el cuidado de los descendientes e, incluso, la muerte del propio individuo.

Este tipo de comportamientos "socialmente constructivos" se manifestarán en un grado incluso superior (estadísticamente) a aquellos comportamientos referidos a la supervivencia de él mismo.

Análogamente, una célula de un cuerpo posee unas reglas de comportamiento definidas más bien en función de la supervivencia del cuerpo que la contiene y no tanto en función de la supervivencia de esa misma célula.

Podemos encontrar equivalencias análogas a otros niveles y para todo tipo de seres vivos.
Esto nos puede hacer pensar que la identificación de células o cuerpos como entidades o individuos susceptibles de evolución y supervivencia es una apreciación parcial y que, en cambio, solo es estrictamente adecuado identificar una única entidad, que será el universo completo, como ser vivo, sobreviviendo y evolucionando.

De esta forma, podemos afirmar, como una ley general, que todo el universo...

Es decir, toda la materia, todas las células, todos los organismos, todas las sociedades, etc., tienen características definidas en función del objetivo principal de mantener vivo y maximizar la vida en todo el universo, o lo que es lo mismo, se dedican a realizar cambios en sí mismos y en su entorno para conseguir las mejores condiciones para la existencia de vida.

La existencia de genes que favorecieran la propia supervivencia sería solo un caso particular de lo anterior, ya que, de hecho, si cierta partícula o individuo tiene la misión principal de favorecer estadísticamente la supervivencia y evolución de todo el universo, actúa correctamente al favorecer la supervivencia de lo que es más cercano a él:

Él mismo, aunque su misión no está ni mucho menos, como es lógico, limitada a este punto, e incluso este no será su comportamiento primordial, sino simplemente, es el más fácil de llevar a cabo.

En cada caso, las reglas que definan el comportamiento en función del objetivo principal de mantener vivo y maximizar la vida en todo el universo serán distintas.

Para el caso de una partícula, podemos distinguir las reglas:

Permanencia temporal: una partícula en el instante t realiza una copia de sí misma que es depositada en el instante t+1

Inercia: una partícula mantiene, en principio, su dirección y velocidad.

Reacción: una partícula deja de aplicar la inercia al encontrarse con otra.

En el caso de un ser humano podemos identificar:

- Búsqueda de pareja

- Cuidado de la familia

- Trascendencia social o cultural

- Trascendencia espiritual

¿Qué somos?
Un aspecto pendiente de solución es el del origen de la gran diferencia entre hombres y otros animales en cuanto a inteligencia.

La diferencia existe, y al ser esta tan significativa (al menos subjetivamente, para nosotros, que por mucho que hablamos con nuestras mascotas no logramos que nos contesten), tendemos a pensar que el origen de la diferencia debe ser igualmente significativo.

Este desconocimiento deja la puerta abierta al antropocentrismo que tantas veces ha demostrado ser excesivo.

Por ejemplo, las falsas creencias, como que la Tierra es plana, el Sol gira alrededor de ella, ciertas razas humanas que no se consideraron como tales por otras, o la consideración de la mujer como semihumana.

La ignorancia, la duda nos hace creernos superiores.

Sin embargo, esta situación está cambiando y en los próximos años es muy posible que quede suficientemente claro el origen de la diferencia de inteligencia como para producirse un nuevo cambio de mentalidad, una nueva pérdida de antropocentrismo y un incremento en el sentimiento de integración con el resto del universo perdiendo la separatividad de creernos dueños de él.

Son varios los factores que apuntan en el sentido de que pronto será posible abandonar hasta un nivel razonable el escepticismo acerca del origen de la inteligencia humana, descubriendo su origen.

El estudio de sistemas de comportamiento no lineal nos ayuda a imaginar que el resultado de varios factores no tiene por qué ser su suma, pudiendo ser su producto.

Por ejemplo, imaginemos que la inteligencia de los seres humanos es el resultado de los factores:

Manos con dedos para poder manipular el entorno con facilidad.

Bipedismo: postura erguida para el manejo de objetos.

Laringe capaz de efectuar sonidos complejos, a pesar del peligro de atragantamiento que esto supone.

Encefalización: un cerebro suficientemente grande.

Fuerte dependencia materna, que fomenta el lenguaje y la relación social.

Disponibilidad de cierto tipo de alimentos para el desarrollo del cerebro.

Cierta promiscuidad sexual que fomenta la complejidad social.

Capacidad de imaginar, simular, representar mentalmente introduciendo factores pseudoaleatorios.

Si el origen de la inteligencia son estos factores (u otra lista parecida), la inteligencia no tiene por qué ser la suma de estos factores; podría ser su producto, es decir, es necesario que existan todos los factores y todos en un grado suficiente, y en caso contrario no se observará más que un remoto parecido con la inteligencia humana, aunque el grado en que se presentan los factores sí sea similar en cada uno de ellos.

Nuestras mascotas no nos contestan hablando porque no tienen un mecanismo de habla similar al nuestro, pero en el lenguaje de gestos es perfectamente posible la comunicación.

El éxito de este método con los chimpancés y sus implicaciones son descritos por Roger Fouts en "Primos hermanos".

¿Por qué pensar que un gato o una hormiga reina no lo sienten? Unos animales pueden ser más sensibles que otros, pero pensar que un cerdo realmente no sufre entre los gritos cuando lo están acuchillando es cerrar cobardemente los ojos a la lógica más aplastante.

Entonces, ¿por qué dejar al resto de los animales fuera de nuestro círculo ético?

¿Por qué no ampliar dicho círculo?

¿Por qué no convertir la línea divisoria en una franja gradual de infinitas líneas?

¿Por qué no intentar tender a hacer desaparecer estas líneas?

¿Hacia dónde nos lleva a nosotros la evolución?

Muchos autores entienden la evolución como un proceso de incremento de complejidad, materializándose esta complejidad ya sea en la aparición y proliferación de la vida, en la interrelación de los seres vivos, en el mejor aprovechamiento de los recursos, en el pensamiento, en la consciencia o en el espíritu, con una dirección más o menos constante o creciente.

Sin embargo, para otros la evolución no tiene una dirección, se trata de una simple adaptación a un entorno cambiante.

Y esta adaptación es la que puede producir en ciertos casos, seres inteligentes, (cuando la inteligencia es la característica más favorable), y en otros casos pueden ser el tamaño o la resistencia ante radiaciones nocivas las características que son seleccionadas y dominen en la población.

Para unos, el secreto de la vida y la evolución está en aceptarla como es.

[...] La manada de camellos se componía de un macho, dos hembras adultas y una cría.

Los penetrantes ojos de los cazadores vigilaban la manada.

Más tarde me explicaron que se habían decidido a cazar a la hembra más vieja [...]

Su deseo de cumplir ese día el propósito de su existencia y dejar a los fuertes para que perpetúen la especie parece llamar a los cazadores.

[...] Se trata de cazadores con un nivel social, además de espiritual y de consciencia, elevadísimo, que conviven en comunión con la Naturaleza, que dejan sus cuerpos muertos en el desierto para que sirvan de alimento a las fieras que después serán cazadas por otros; pero no dudan que es el débil el que debe morir; no en un acto cruel, sino de necesidad (en "Las voces del desierto", de Marlo Morgan).

El darwinismo ofrece una explicación de por qué las cosas son como son. Es un análisis histórico estadístico, más que un método de predicción del futuro.

Sabemos por qué las especies son como son: por la supervivencia del más apto (en realidad es una tautología: la supervivencia de lo que sobrevive); pero no sabemos qué especies existirán en el futuro: no sabemos qué será lo más apto en el futuro.

Si suponemos que existe una tendencia global de mejora (vulgarmente, "la raza mejora"), podemos realizar algo así como "predicciones hacia atrás" o "razonamientos hacia atrás". Básicamente se trata de pensar así:

"Si cualquier cosa existe ahora mismo, tiene una probabilidad alta de ser algo muy apto".

De esta forma "los seres que existen al final de un intervalo de tiempo cualquiera (por ejemplo, en el último año de un siglo), tienen una alta probabilidad de ser los más adaptados para este intervalo completo" (el siglo completo).

Esto es válido cuando los intervalos de tiempo son pequeños. Para intervalos grandes, los cambios de entorno pueden ser tan drásticos que no tenga sentido el concepto de "mejora continua".

En cualquier caso, el código genético de un individuo no es infinito.

El número de características que se pueden almacenar es limitado, y las "mejoras genéticas" obtenidas tras siglos de evolución pueden eliminarse por falta de aplicación, para dejar sitio a otras nuevas (al igual que las ideas).

A la hora de efectuar estos razonamientos hay otros aspectos que se deben tener en cuenta.

Tomemos una población con una tasa de mortalidad infantil alta. Todos los vivos son hijos de los "vencedores", de los que pudieron reproducirse antes de morir; por lo tanto, todos los vivos tienen características de "ganadores".

Sin embargo, muchos de ellos van a morir antes de reproducirse, van a ser "perdedores".

¿Son entonces los hijos mejores que el padre?

Esta idea se intenta ilustrar en la imagen siguiente. Imaginemos un proceso evolutivo en el que cada vez solo sobrevive un individuo.

Podemos pensar en cada individuo como si fuera un virus, un programa de ordenador, una idea, un libro o cualquier otra cosa que sea susceptible de selección, copia y error en el proceso de copia.

En la parte baja de la imagen aparecen una serie de barras que representan los individuos de la primera generación.

De estos individuos es seleccionado el mayor, que produce la siguiente generación.

Todos los hijos del superviviente son "fuertes" porque son hijos del superviviente anterior, pero también "débiles" porque la mayoría va a perecer.

"Me salvé de milagro" o "casi me mato" son frases que se escuchan con cierta frecuencia.

Cuando alguien ha estado muy cerca de la muerte y ha salido ileso, es tentador ofrecer una explicación sobrenatural al fenómeno.

Pero no hay que olvidar que el relato que llega a nuestros oídos es el de los que sobreviven.

Los que casi se salvan no pueden hablarnos.

Hay un factor de ruido que distorsiona las predicciones con base evolutiva.

¿El hijo de un gran futbolista será, a su vez, un gran futbolista?

Una predicción más realista del hijo tendrá en cuenta no solo las características de los padres, sino las de los hermanos de los padres.

En cualquier caso, el concepto de evolución como "mejora continua" debería admitir la posibilidad de "cambios de escala" o incrementos del "orden" o de las "dimensiones" del objeto de estudio.

Por ejemplo, podemos estudiar el incremento de complejidad de las células.

Pero si las células, en su evolución, forman un organismo pluricelular, y las células como tales, aparentemente detienen su evolución, no sería justo decir que la evolución se ha detenido, sino más bien que el objeto de estudio está evolucionando en una nueva dimensión, o simplemente que se ha convertido en otra cosa.

La pregunta "¿tiene una dirección la evolución?" está relacionada con "¿existe un factor externo que dirige la evolución?"

Aparentemente, la evolución produce indefinidamente incrementos de vida y de complejidad, y nunca decrementos, pero no sabemos si en el futuro se puede producir una completa desaparición de la vida, y un nuevo comienzo del proceso, y sucederse ciclos de evolución que culminan siempre en el mismo punto, ya sea a nivel local, por la destrucción de casi toda la vida en planetas como la Tierra, o a nivel general en ciclos universales de "Big-Bang y Big-Crunch".

Si creemos que existe una entidad que dirige de alguna forma desconocida el curso de la evolución, no sería extraño pensar que la evolución culmina con el hombre, debido a las grandes diferencias que existen entre el ser humano y el resto de los animales o, al menos, que el hombre es una especie en la que se ha materializado un incremento de complejidad tan grande que nos hace sospechar que tiene algo que ver con la dirección forzada de la evolución.

A esta opinión se puede oponer el argumento: si el hombre es el ser más perfecto que puede producir la evolución según cierto criterio externo ¿por qué hay hombres distintos y no son todos iguales?

No es difícil rebatir esto: podría ser que el hombre es el ser buscado en aquellas características que se pueden almacenar y transmitir genéticamente, por ejemplo, tener dos ojos y no cuatro o ninguno.

Si una característica no es común a todas las personas, (como por ejemplo no lo son la simpatía frente al mal humor, o un instinto cooperativo frente a uno egoísta), podemos suponer o bien que no ha podido evolucionar por no almacenarse genéticamente, o bien que su estado óptimo no es uno u otro en todos los individuos, sino una cierta distribución, ya sea de distintos valores para la población y constantes para cada individuo, o un valor que varía en el tiempo para cada ser.

En cualquier caso, es muy posible que aquello que busca la evolución dirigida por una inteligencia externa (si existe) sea solo una característica, siendo el resto, sobrante.

Para probar esto, tendríamos que encontrar una característica presente en el ser humano que no corresponda con algo evolutivamente estable en un modelo simulado (que no tendría dicha inteligencia externa) y que, sin embargo, sí sea seleccionada en la realidad.

Yo encuentro una característica (expresada de muy diversas formas) presente en los seres humanos (e incluso en los animales) que podemos pensar que se mantiene evolutivamente, aunque no corresponde con algo necesariamente evolutivamente estable.

Esta característica es aquello que he intentado destacar como fundamental en todos los seres vivos, con distintas palabras: el YO, el SENTIR, la capacidad de tener sentimientos REALES.

No es necesario que uno realmente sienta para que se comporte como si sintiese.

Usando un ejemplo de Penrose (Penrose, Roger. "The emperor's new mind", 1.ª ed. 1989. Oxford University Press. Existe traducción al castellano por García Sanz, Javier, "La nueva mente del emperador", 2.ª ed. 1991. Mondadori, España, pág. 39), de hecho no es necesario sentir dolor para retirar la mano del fuego (o para no dejar de respirar, etc.).

El cuerpo humano, sin consultar a la mente consciente, y antes de llegar a sentir el dolor del fuego, ya se ha encargado de ejecutar un movimiento reflejo de retirada de la mano (o el movimiento de los músculos respiratorios).

En estos ejemplos yo matizaría que, tal vez, el cuerpo (y mi "yo") sí llegue a sentir el dolor con la mano en el fuego, y por eso la retire, es decir, que tal vez el dolor comience antes de la retirada de la mano.

En cualquier caso, no soy "YO" quien ha retirado la mano del fuego, mi "YO" no es consciente de haber decidido eso; en lo que respecta a esa acción me he comportado como un autómata, como un robot, como un ordenador.

Si no es necesario ser consciente de lo que uno hace para hacer las cosas correctamente, ¿por qué somos conscientes?

Felicidad
"Ser feliz es una ordinariez" (?)

"Salud, dinero, amor, y tiempo para gastarlos" (?)

"¿El secreto de la felicidad? Buena salud y mala memoria" (?)

"Es menester reír aun sin haber encontrado la felicidad, no sea que muramos sin haber reído nunca" (La Bruyere).

"La verdadera felicidad no es la que carece de problemas, sino la que sabe cómo superarlos” (?)

"El dinero no hace la felicidad" (?)

"El dinero no hace la felicidad. La compra ya hecha" (?)

"Existen dos maneras de ser feliz en esta vida: una es hacerse el idiota y la otra, serlo" (Sigmund Freud).

"Sólo hay una forma de ser feliz: serlo AHORA, en este mismo instante" (?)

La cooperación requiere de hombres felices, personas que aman la vida.

Es preciso encontrar la forma de que salgan de su estado los zombis que dieron ya su vida por muerta y sólo viven por la pereza de no suicidarse, quizás con una vaga esperanza en que su situación cambie.

[..] No hay posibilidad de descubrir un sistema que evite las guerras en nuestra sociedad mientras los hombres sean tan desgraciados que el exterminio mutuo les parezca menos horrendo que el soportar constantemente la luz del día (Erich Fromm, p. 33).

La felicidad se tiene en cuenta sobre todo cuando se está bien lejos de ella.

Curar una depresión o, simplemente, recuperar la ilusión por la vida... son problemas complejos.

Cada uno intenta resolver los suyos propios y tal vez intenta ayudar a resolverlos a las personas más cercanas.

También hay profesionales o voluntarios de diversos tipos que intentan ayudar a otros en este sentido.

Pero todos coinciden en observar grandes dificultades; no hay "recetas mágicas".

Traducido a términos formales, tal vez podríamos hablar de la ausencia de algoritmo, o tal vez se trate simplemente de que intervenga un número excesivo de variables.

Parece razonable aceptar que se trata de un problema que se nos escapa de las manos.

Efectivamente, "el hombre razonable se adapta constantemente al mundo.

El hombre no razonable persiste en querer adaptar el mundo a sí. Por consiguiente, todo progreso depende del hombre no razonable" (George Bernard Shaw).

Amor
"Quiero y no quiero querer
a quien no queriendo quiero
y he querido sin querer
y sigo sin querer queriendo
Si porque te quiero
quieres que te quiera mucho más
te quiero más que me quieres,
¿qué más quieres, quieres más?".
(?)

"Quien ama a Dios y no ama a los hombres es un beato. Quien ama a los hombres y no se ama a sí mismo ingresará conmigo en Alcohólicos Anónimos" (no es anónimo, pero no lo recuerdo).

Tanto la cooperación como el altruismo han sido definidos en términos "objetivos", relativos al beneficio obtenido.

Para el ser humano consciente, cuyas necesidades son bien complejas, no basta con obtener el máximo beneficio.

Existe una necesidad superior, en un plano distinto al del beneficio propio, originada por el deseo de "no separación".

Es algo así como el deseo de no sentirse solo en el universo, una forma de dar sentido a la vida y enfrentar la muerte.

Supongamos que la muerte conlleva la desaparición del individuo –al menos, cuando uno se muere, se muere–.

¡Quién sabe qué pasará después!

¿Cómo seguir obteniendo el máximo beneficio cuando el "yo" desaparece?

¡Sólo cabe una solución: des-egotizarse!

Se ha de extender el "yo", extenderlo en los hijos, en los familiares, en los amigos, en la Humanidad entera, en todos los seres vivos o, incluso, en toda la materia del universo.

No ser sólo un hombre; ser una célula. Ser parte de un ideal, transmitir lo fundamental de uno mismo en un libro, en un proyecto político o en una creación artística.

La vida es como el tiempo y el dinero, pierde el sentido si no se tiene en qué gastarlo.

Estas alternativas parecen desesperadas y propias de un moribundo, pero la necesidad de "no separación" es constante a lo largo de la vida.

Como describen Bertrand Russell y Erich Fromm, de todos los caminos posibles, el amor es aquel que ofrece la mejor respuesta.

El amor es la única actitud ante la vida capaz de superar a la muerte.

"Hemos llegado a un período de la evolución que no es la etapa final.

Debemos pasarlo rápidamente, porque, de lo contrario, la mayoría de nosotros perecerá en el camino, y los demás quedarán perdidos en un bosque de miedos y de dudas.

[...] Para encontrar el buen camino fuera de esta desesperación, el hombre debe ensanchar su corazón, como ha ensanchado su cerebro" (Erich Fromm, p. 98).

Si esto fuera cierto, la sociedad actual, edificada sobre el pilar de la propiedad privada (y no sólo referida a los bienes materiales), tal vez no sea más que un bache en el camino de la evolución humana hacia una sociedad que facilite el desarrollo del amor, entre sus individuos y entre todos los seres vivos.

De todas formas, el amor se propone como "la mejor solución" o incluso como "la solución por excelencia" al problema de la muerte.

Pero la muerte no deja de ser un problema por ser aparentemente irresoluble.

Al fin y al cabo, el amor tiene sentido, la muerte no.

"Soles occidere et redire possunt;
nobis cum semel brevis lux occisus est
nox est perpetua et una dormienda"
(Catulo).

"Los soles se ocultan, y pueden aparecer de nuevo, pero cuando nuestra efímera luz se esconde la noche es para siempre, y el sueño, eterno" (Catulo).

Otra cosa es que nuestro sueño no sea eterno. Y sí el estado despierto, más allá de la muerte del cuerpo.
Manuel de la Herrán Gascón

Fuente:
http://www.redcientifica.com
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"No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer" (Aristóteles).

 

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