Carmen de Burgos Seguí, pedagoga e incansable trotamundos; Ramón José Simón del Valle Peña, más conocido como Ramón María del Valle Inclán, y por último, Pío Baroja. Con esto

hacemos una vez más, una llamada de atención sobre la ingente cantidad, y como no, calidad, de nuestra Historia literaria; no siempre tan bien conocida como se debiera. Carmen de Burgos Seguí. Lamentablemente, los historiadores, o algunos que se autoadjudican este, en ocasiones, pomposo título, a bombo y platillo -y sin tener nada por nuestra parte, en contra de ninguna “forma sexual” libremente elegida-, se empeñan en catalogarla como lesbiana.

Quizás en un intento, muy pobre por cierto, de infravalorarla en las mentes de aquellos que, aún clasifican menospreciando, a los seres humanos según sus “supuestas” tendencias sexuales. (Dina Cohen). Bautizada en la Iglesia Parroquial de San Pedro (Almería) con los nombres de María del Carmen, Ramona y Loreta, nació al amanecer del día 10 de diciembre de 1.876 -algunos autores sitúan la efeméride en 1.873 ó 1.867- en Rodalquivir, municipio de la citada provincia.

Era hija de José Burgos Cañizares, propietario, y Vicecónsul de Portugal en Almería, y de Nicasia Seguí Nieto. Ella, “Colombine”; aunque también firmaba como Raquel, Honorine y Marianela, hizo de su vida un modelo de independencia con el que demostrar que “se puede impedir que las mujeres voten, pero no se puede impedir que las mujeres piensen”. Fue pionera en muchas cosas. Participó activamente y a pesar de los prejuicios, en la vida cultural española del primer tercio del siglo XX: la primera periodista y corresponsal de guerra oficialmente incluida entre los redactores de un periódico español, directora de su propia revista, profesora, escritora y traductora, y portavoz de la Cruzada de Mujeres Españolas para pedir el sufragio ante las Cortes.

Carmen de Burgos fue ante todo una convencida y lúcida defensora de las libertades personales de hombres y mujeres, pues, como escribió: “Aunque las costumbres viciadas establezcan la desigualdad, la libertad es el sueño más querido del ser humano” (“La mujer moderna y sus derechos”, 1.927). -Una mujer fuera de “orden”- Una maestra llamada Colombine. Fue una pedagoga trotamundos más conocida por “Colombine”, su alias periodístico más famoso. Su vida y su polifacética actividad, mejor dicho sus múltiples actividades, son siempre fuentes recurrentes, y aún no bien explotadas, a pesar de los numerosos estudios de su obra y de su vida.

-Luchadora por la liberación de las mujeres-

Al margen de su actividad como pedagoga su obra creadora como escritora y periodista corre pareja a su activismo en la lucha por la liberación de las mujeres. Toda su obra esta impregnada de sensibilización y entrega a la causa feminista. Si seguimos cronológicamente sus publicaciones podremos ver como va haciéndose más reivindicativa de tal modo que el feminismo “conveniente”, "ligth", si se me permite el anglicismo, que se detecta en sus primeros trabajos, como “La mujer en España”, publicada en 1.906 -mientras ejercía como maestra de la Normal de Guadalajara-, irá evolucionando imparablemente. Como ella misma, ejemplo de esta evolución son obras como “La malcasada”, “La que se casó muy niña”, “La mujer moderna y sus derechos” o “La Rampa”.

Carmen de Burgos Seguí, andaluza de Almería, nació en el seno de una familia de propietarios agrícolas el día 10 de diciembre de 1.867. Se casó muy joven, a los dieciséis años -”en contra de la voluntad de su padre”- con Arturo Alvarez, hijo del gobernador de Almería. Allí, por primera vez, entra en contacto con el mundo gráfico (su suegro era dueño de la tipografía del Diario de Almería), publicando en el periódico satírico “Almería Bufa”. Problemas matrimoniales y la muerte de varios hijos la llevaron a Madrid, abandonando su ciudad natal y la casa de sus padres, donde ya se había trasladado al abandonar el domicilio conyugal, hacia 1.900.

Según afirma Helena Establier, “Carmen desbordaba idealismo: quería ser maestra, deseaba instruir a las demás mujeres e intentar paliar las deficiencias educativas que limitaban sus posibilidades”. Sin embargo, mostraba su pesimismo ante el panorama educativo al que se enfrentaba. En su Autobiografía confiesa, refiriéndose a su labor como pedagoga, que esta “sería tan insufrible como el matrimonio y el cocido si no la supiera adornar de azul”. -Divorciada y con un hijo se marcha a Madrid- Llega a Madrid para “rehacer su vida, sin recursos, con su hija en brazos (de los tres que tuvo sólo sobrevivió su hija María). Así describe estos primeros momentos, su compañero sentimental el escritor Ramón Gómez de la Serna: “Carmen vino a Madrid a rehacer su vida, sin recursos, con su hija en brazos (...) Carmen, con su sombrerito triste y en medio del escándalo provinciano”.

No obstante, hacia 1.894, con la certidumbre del desastre e intuyendo que tendría que buscar su propia solvencia económica si quería liberarse, había decidido dar un vuelco definitivo a su vida y estudiar magisterio, como alumna libre en la Universidad de Granada, al mismo tiempo que se iniciaba como articulista. Su sacrificio, incluidas burlas maritales, dio sus frutos. En 1.897 obtiene el título de maestra de instrucción primaria elemental, y tres años más tarde asciende otro peldaño al obtener el título de maestra de instrucción primaria superior. El primer paso estaba dado.

A la economía propia le seguirá la libertad personal, porque lo que verdaderamente perseguía Carmen era “ser independiente y comenzar una nueva vida”. Según datos oficiales ingresó en el Profesorado Normal (por oposición directa) en la Escuela Normal de Maestras de Guadalajara en 1.901. En 1.905 consiguió una beca para ampliación de Estudios en el extranjero (Francia, Italia y Suiza). Fruto de este viaje fue la redacción de una Memoria, magnífico ejemplo comparativo de la realidad pedagógica española del momento frente a los países más avanzados de Europa.

De su primer destino como maestra en Guadalajara da el salto a Madrid en 1.906, ya viuda. En 1.911 fue nombrada profesora especial de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. y de allí se traslada a la Escuela Normal Superior de Maestras de Toledo. Fue también profesora de sordomudos y ciegos, en la que ejerció como tal hasta su muerte. Sus biógrafos coinciden en que dicho traslado fue en realidad un castigo impuesto, por orden superior, a causa de un artículo suyo, publicado en la prensa, denunciando las deficiencias de la escuela española -resultado de su experiencia pedagógica por el extranjero-.

Quizás las siguientes líneas sean un reflejo de esta cuestión cuando escribía: “Mis penas como profesora son dos... la imbecilidad de gentes inferiores que dirigen a los que valemos más que ellos... y haber visto un día un sitio vacío en el banco que ocupaba una pobre alumna pálida... ¡La mató la primavera!” Allí, en la “ciudad de los Cristos”, como Carmen la apoda en sus escritos, “sobrevivió” hasta 1.909, a caballo entre esta y Madrid. En carta a su amigo Galdós, escribe: “Le esperaré el domingo en Madrid, ya que esta semana he de pasarla presa en esta (Toledo)”.

En sus memorias, así como en algunas de sus novelas, la escritora deja traslucir su ingrata experiencia. Títulos como “Triunfante” o “Los anticuarios”, son ejemplo del ambiente poco propicio para una mujer, nada convencional, como ella muy gráficamente describe: “Me crié en un lindo valle andaluz [...] en mi inolvidable Rodalquilar se formó libremente mi espíritu y se desarrolló mi cuerpo. Nadie me habló de Dios ni de Leyes, y yo me hice mis leyes y me pasé sin Dios. Allí sentí la adoración al panteísmo [...] Después fui a la ciudad... y yo que creía buena a la humanidad toda, ví sus pequeñeces, sus miserias [...] y así sufriendo y amando... entre lágrimas y goces formé mi espíritu de hoy [...] Viajé [...] estudié [...] Hoy sólo creo en el arte, y acepto el amor como bella mentira”. -Fundadora de la Alianza Hispano Israelita-

Cerebro intelectualmente inquieto, en 1.908 había fundado la Alianza Hispano Israelita, publicando en su órgano de difusión la Revista Crítica. Su trabajo como colaboradora lo desarrolló, entre otras, en las siguientes publicaciones: La España Artística La Educación Album Ibero-Americano La Correspondencia de España El País ABC Feminal La Alhambra El Liberal Tribuna Pedagógica Por esos mundos La Esfera El Turbión. Fue redactora de El Heraldo y El Nuevo Mundo de Madrid. Fue miembro activo de la Asociación de la Prensa y de la Sociedad de Escritores y Artistas, Ateneo, Protección de la Infancia y “otras sociedades científico literarias”. El día 9 de octubre de 1.932 fallecía en Madrid, cuando participaba en una reunión política del Círculo Radical Socialista. El periódico madrileño El Sol destacaba en su necrológica que en sus últimos momentos expresó su alegría por morir republicana; su amiga y colega, Dolores Cebrián, así se lo comunicaba oficialmente al Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes. Al otro lado de la frontera, la revista portuguesa Portugal Feminino, con quien la escritora andaluza había colaborado, también ofrecía su tributo a la feminista española insertando la necrológica, elaborada por su amiga Ana de Castro Osorio: “Carmen de Burgos, la gran escritora española que el 9 de octubre murió heroicamente en plena actividad de acción liberadora, es un valor mundial que todas las mujeres deben respetar, aunque no coincidan con sus creencias, y no estén a la altura de su pensamiento avanzado y libre de dogmas y prejuicios sociales [...] Amaba sus ideales más que a su propia vida...

Y quien sabe si su gran y heroico sacrificio quedará aún largos años desconocido e inútil para la sociedad y, principalmente, entre las mujeres, al progreso de las cuales se sacrificó”. Por lo que se refiere a su conciencia feminista, en un principio, sus reivindicaciones se basaron fundamentalmente en la defensa del derecho a la educación, y al papel fundamental de la mujer como madre. No obstante acabaría defendiendo, con la pasión que siempre la caracterizó, el papel de las mujeres en la vida pública.

Esta misma evolución puede aplicarse al tema del sufragio, pues si en un primer momento tuvo ciertas dudas respecto a la conveniencia de hacerlo extensivo a “todas” las mujeres españolas, su implicación posterior con el republicanismo y las ideas socialistas, hicieron de ella una de las mayores defensoras del sufragio universal. * * * * *

Ramón José Simón del Valle Peña, más conocido como Ramón María del Valle Inclán nació en Vilanova de Arousa (Pontevedra), el 28 de octubre de 1.866. Hijo del galleguista Ramón Valle-Inclán Bermúdez. Vivió entre Vilanova y Puebla do Caramiñal, hasta cursar Bachillerato en Pontevedra. En 1.888 comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Santiago, escribiendo en la revista “Café con gotas”. Abandona la carrera cuando fallece su padre, y se traslada a Madrid en 1.890, en donde colabora con varias publicaciones, como “El Globo” o “El Heraldo de Madrid”. En 1.892 se traslada a Cuba y Méjico, en donde escribiría para “El Universal” y “El correo español”. Un año después regresa a España, en donde comenzaría a hacerse un nombre en las tertulias literarias y a llamar la atención por su apostura “dandy” y su aspecto extravagante. Su fuerte carácter le lleva a ser protagonista de diversas reyertas.

A causa de una de ellas, acaecida en el Café de la Montaña en 1.899 con el escritor Manuel Bueno, pierde el brazo izquierdo. Ese mismo año publica “Cenizas” (1.899), su primera obra teatral, a la que continuará en el mismo género, “El marqués de Bradomín” (1.906). Un año después se casa con la actriz Josefina Blanco y Tegerina. En 1.913 vuelve a Galicia, estableciéndose en la localidad pontevedresa de Cambados. En plena 1ª Guerra Mundial, apoya al ejército aliado, visitando en varias ocasiones el frente bélico. A comienzos de los años 20, regresa a Méjico y en 1.921 es nombrado Presidente de la Federación Internacional de Intelectuales Latinoamericanos.

Regresa a España a finales de año. En 1.929 y en plena Dictadura de Primo de Rivera es enviado a prisión, en parte por la temática de “La hija del capitán” (1.927) y por la negación de haber pagado una sanción por alteración del orden público. Con la llegada de la 2ª República, Valle se presenta a las elecciones por el Partido Radical de Alejandro Lerroux, pero no consigue el ansiado escaño. En 1.932 se divorcia de su esposa, es nombrado conservador del Patrimonio Artístico Nacional, director del Museo de Aranjuez y Presidente del Ateneo de Madrid.

Un año después es elegido Director de la Academia Española de Bellas Artes en Roma. De vuelta a España en 1.934, fallecerá el 5 de enero de 1.936 en Santiago de Compostela. Tenía 69 años. Miembro de la Generación del 98, la obra de Valle Inclán se enmarca dentro del modernismo y decadentismo, con un rico tratamiento del lenguaje. Escribió novelas, obras de teatro y poesía, siendo sus títulos más importantes: “Sonatas” (1.902-1.905), la trilogía “Comedias Bárbaras” (que engloba “Aguila de blasón”, 1.907, “Romance de lobos”, 1.908 y “Cara de plata”, 1.922), el libro de poemas “La pipa de Kif” (1.919), la novela de crítica sociopolítica “Tirano Banderas” (1.926), la trilogía “La guerra carlista” (1.908-1.909) o la serie de novela histórica “El ruedo ibérico”, comenzada con “La corte de los milagros” (1.927).

Fue impulsor del esperpento con “Luces de bohemia” (1.920), “Divinas Palabras” (1.920) o “Martes de Carnaval” (1.930), enfoque deformado de la realidad española, que enfatiza sus postulados críticos al mostrar sus aspectos más grotescos.

* * * * * -Medio Siglo Después- 50 años sin Pío Baroja. (1.872-1.956).

Octubre 2.006, aniversario de su muerte. Pío Baroja y Nessi, nació en San Sabastián el día de Inocentes (28 de diciembre). Su familia era de la clase media, y tenía muchos intereses artísticos y literarios. En octubre de 1.896, Baroja presentó su tesis doctoral a la facultad de medicina de Madrid, llamada “El dolor: estudio psico-físico”, y luego trabajaba como médico por unos años. Miembro de pleno derecho de la generación del 98 -aunque nunca quiso incluirse en ella-, don Pío fue amigo de Azorín y Maeztu, y admirado por Ortega y Gasset, Antonio Machado, Hemingway y tantos otros...

Pío Baroja estudió medicina, aunque no tardó mucho en dedicarse a la literatura. Escribió más de setenta novelas. Y ahora, en 2.006, cuando se cumplen 50 años de su muerte, se publica su trilogía “La raza”, que incluye los títulos: “La dama errante”, “La ciudad de la niebla” y “El árbol de la ciencia”. Y esto sólo es el principio, pues se están preparando sus memorias; que se presentán en tres volúmenes.

Novelista español, considerado por la crítica el novelista español más importante del siglo XX. Nació en San Sebastián. Y estudió Medicina en Madrid, ciudad en la que vivió la mayor parte de su vida. Su primera novela fue “Vidas sombrías” (1.900), a la que siguió el mismo año “La casa de Aizgorri”. Esta novela forma parte de la primera de las trilogías de Baroja, “Tierra vasca”, que también incluye “El mayorazgo de Labraz” (1.903), una de sus novelas más admiradas, y “Zalacaín el aventurero” (1.909). Con “Aventuras y mixtificaciones de Silvestre Paradox” (1.901), inició la trilogía “La vida fantástica”, integrada además, por “Camino de perfección” (1.902) y “Paradox Rey” (1.906).

La obra por la que se hizo más conocido fuera de España es la trilogía “La lucha por la vida”, una conmovedora descripción de los bajos fondos de Madrid, que forman “La busca” (1.904), “La mala hierba” (1.904) y “Aurora roja” (1.905). Realizó viajes por España, Italia, Francia, Inglaterra, los Países Bajos y Suiza, y en 1.911 publicó “El árbol de la ciencia”, posiblemente su novela más perfecta. Entre 1.913 y 1.935 aparecieron los 22 volúmenes de una novela histórica, “Memorias de un hombre de acción”, basada en el conspirador Eugenio de Avinareta, uno de los antepasados del autor que vivió en la época de las Guerras carlistas. Ingresó en la Real Academia Española en 1.935, y pasó la Guerra Civil española en Francia, de donde regresó en 1.940. A su regreso, se instaló en Madrid, donde llevó una vida alejada de cualquier actividad pública, hasta su muerte.

Entre 1.944 y 1.948 aparecieron sus Memorias, subtituladas Desde la última vuelta del camino, de máximo interés para el estudio de su vida y su obra. Baroja publicó en total más de cien libros. Usando elementos de la tradición de la novela picaresca, Baroja eligió como protagonistas a marginados de la sociedad. Sus novelas están llenas de incidentes y personajes muy bien trazados, y destacan por la fluidez de sus diálogos y las descripciones impresionistas.

Maestro del retrato realista, en especial cuando se centra en su tierra natal, tiene un estilo abrupto, vívido e impersonal, aunque se ha señalado que la aparente limitación de registros es una consecuencia de su deseo de exactitud y sobriedad. Ha influido mucho en los escritores españoles posteriores a él, como Camilo José Cela o Juan Benet, y en muchos extranjeros entre los que destaca Ernest Hemingway. Antes de su muerte el 30 de octubre de 1.956, Ernest Hemingway, ganador del Premio Nobel en 1.954, le visitó presentándole sus respetos.

Según el crítico Néstor Luján, Baroja expresó artísticamente su frenético deseo de acción: “Pío Baroja amó al vagabundo, al aventurero, al viajero polarizado por veinte inquietudes simultáneas; amó al solitario fugitivo de sí mismo”. La novela “Aurora roja” (1.905) nos presenta la radicalización de un vecindario madrileño durante los últimos años del gobierno de Sagasta (la segunda mitad de la década 1.880).

En cuanto a la específica trayectoria de los anarquistas de Madrid, lo que nos presenta la novela con claridad es que estos anarquistas no lograron mucho en esta época; a fin de cuentas, lo que nos ofrece Baroja con “Aurora roja” es una opinión tajantemente pesimista de la teoría política ácrata y su organización. “Aurora roja” no contiene mucha acción, y así la única “aurora roja” que se presenta a través de sus páginas es la que amanece cuando el protagonista Juan -el bohemio y anarquista con inclinaciones humanitarias- muere al final de la novela. A diferencia de la novela “La bodega” (1.905) por Vicente Blasco Ibáñez, que trata el movimiento libremente ácrata en Andalucía, “Aurora roja” trata el desarrollo del movimiento en Madrid.La “Aurora roja” es un grupo (o “grupito”, según la prensa de la época) de madrileños y unos pocos extranjeros que se reúnen de vez en cuando para discutir la política y su efímero programa social.

La novela se enfoca en las vidas de dos hermanos muy diferentes: este Juan Alcázar, que sale de París y llega a Madrid para ser un escultor, y Manuel Alcázar que cuida a su hermana llamada la Ignacia y trabaja como cajista. Manuel es más responsable y moderado que su hermano menor; también piensa ser el dueño de su propia imprenta, y por eso los anarquistas de línea dura le llaman con desdén un “pequeño burgués”. Manuel está siempre en el margen del movimiento ácrata, mientras Juan llega a ser una figura de importancia.

No obstante, Juan es más idealista y con más talento que su hermano. El narrador nos explica que el anarquismo de Juan, “tenía un carácter entre humanitario y artístico” (Baroja 554). Durante un discurso arduo, Juan dice que el movimiento ácrata “...no era odio, era cariño, era amor; él deseaba que los hombres se liberasen del yugo de toda autoridad sin violencia, sólo por la fuerza de la razón” (Baroja 613). También Baroja -empleando, por supuesto, su narrador y sus personajes de Juan y Manuel como portavoces-, criticó duramente la tendencia ácrata por practicar violencia.

Por otro lado, “Aurora roja” critica la conducta del Gobierno con respecto al movimiento agrario en Andalucía, sabido como el episodio de la Mano Negra. Baroja escribe que esta aterradora Mano Negra “no era más que un comienzo de asociación obrera, el Gobierno cometió un sinfín de atropellos y quiso ver en ella una cuestión de bandolerismo” (Baroja 604). A fin de cuentas, creo que “Aurora roja” no representa una novela ácrata, sino una novela que nos muestra la manifestación urbana del movimiento, a través de actitudes moderadas y convencionales.

-Un Poco de Historia-

En 1.917, al cuarto año de su matrimonio con Carmen Baroja, Rafael Caro Raggio funda la editorial que lleva su nombre y comienza a editar las obras de su cuñado Pío Baroja. Como se ve en las primeras ediciones, se instaló la editorial en la calle de Ventura Rodríguez, 18, y al poco tiempo inauguró una librería en la céntrica Plaza de Canalejas, en el numero 16.

Por los pies de sus ediciones, en 1.918 tiene ya una imprenta y dos años más tarde aparecen imprenta e editorial en la calle de Mendizábal, 34, esto es, en la casa donde viviría toda la familia Baroja. La marcha de la editorial ha sido rápida y en tres años ha creado un próspero negocio. Julio Caro Baroja recordaba cómo era frecuente ver a los aprendices de la imprenta pegar patadas a una pelota de papel en mitad de la calle de Mendizábal, mientras Pío escribía o Ricardo entintaba una plancha de cobre antes de ponerla en el tórculo. Pío Caro aún recuerda el ruido de las Minerva y de las LM de día y de noche, como un arrullo lejano que se expandía por toda la casa.

En 1.929 Rafael Caro Raggio edita un precioso catálogo de Literatura, Artes y Ciencias, con una portada de Juan Basilio y caricaturas de don Pío, Azorín y Eugenio D´Ors, de Bagaría. En sus páginas interiores van reproducidas muchas de las portadas de las obras editadas y el índice de precios. ¡Qué precios¡ Desde 1,50 pesetas de “Momentum Catastrophicum” a las 12 pesetas de “Las Inquietudes de Shanti Andía”. En las contraportadas se lee: R. Caro Raggio, Editor e Impresor. Mendizábal, 34, teléfono 33453, Madrid. Y entre sus guardas figuran cerca de trescientos títulos, porque además de editar a Baroja, ha publicado las obras completas de Azorín; y va ya por la cuarta edición de “El Fuego”, la novela de Enrique Barbusse traducida del francés. Ha creado también una Biblioteca de Arte, que dirige su cuñado Ricardo Baroja, una Biblioteca Filosófica, una Biblioteca de Medicina Popular con obras de Pittaluga y Marañón y ha lanzado una Biblioteca de Ciencias Esotéricas y dos colecciones que pueden ser consideradas como dos joyas del momento: "Las Grandes enamoradas" y "El Jardín del pecado"demás de las novelas de Willy y otras traducciones de autores extranjeros.

La guerra trunca la vida de la editorial, y su fundador Rafael Caro Raggio muere derrotado en 1.943. En 1.972, de la vieja editorial sólo quedaba un reloj de pared, un cenicero de cristal y un par de engranajes de lo que fue una flamante impresora, pero los hijos del fundador, Julio y Pío Caro Baroja retoman el viejo cuño editorial y rescatan algo mucho más importante que todo eso: El esfuerzo, la obra de tres hombres; y con las portadas de los grabados de Ricardo, los textos de las novelas de Pío y la viñeta del Erasmo de Holbein que simboliza la vieja editorial, comienza la edición de la Serie Conmemorativa del Centenario del Nacimiento de Pío Baroja.

Hoy, a caballo entre dos siglos, la Editorial Caro Raggio, sigue siendo la casa de tres hombres sin los cuales no se podría llegar a entender la literatura, el arte, la cultura y la historia de este país: Pío Baroja, Ricardo Baroja y Julio Caro Baroja, el sobrino de ambos e hijo mayor de un fundador cuya memoria sigue presidiendo esta casa. Su voluntad es seguir atendiendo a los lectores con el mismo calor y entusiasmo que en 1.917, publicando y haciéndoles llegar las obras de estas tres personalidades, y seguir siendo el punto de referencia para todo “El mundo Barojiano”.

Fuentes:

http://www.edicionesclasicas.es

http://www.losbaroja.com http://www.msu.edu/user http://www.epdlp.com http://www.alohacriticon.com http://mujeres.universia.es http://www.andalucia.cc

“La ética es lo fundamental de la estética”. -Ramón María del Valle Inclan- * * * * *