Juan Ramón Jiménez, España, 1.881-1.959. Poeta español y premio Nobel de Literatura en 1.956. Nació en Moguer (Huelva).

Estudió Derecho en la Universidad de Sevilla, donde se aficionó al cultivo de la pintura. Salió de España al comienzo de la guerra civil, viviendo sucesivamente en Puerto Rico, La Habana, Florida y Washington. Falleció en 1.958, en medio de una profunda desolación por la pérdida de su esposa Zenobia. Autor entre otras obras de: “Platero y Yo” y “Diario de un poeta recién casado". Los poemas de Rubén Darío, el miembro más destacado del modernismo en la poesía española, le conmovieron especialmente en su juventud. También sería importante la lectura de los simbolistas franceses, que acentuaron su inclinación hacia la melancolía.

En 1.900 publicó sus dos primeros libros de textos: “Ninfeas” y “Almas de violeta”. Poco después se instalaría en Madrid, haciendo varios viajes a Francia y luego a Estados Unidos, donde se casó con la que ya sería su compañera ejemplar de toda la vida, Zenobia Camprubí. En 1.936, al estallar la Guerra Civil española se vio obligado a abandonar España. Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico, fueron sus sucesivos lugares de residencia. Moriría en este último país, donde recibió ya casi moribundo la noticia de la concesión del Premio Nobel. La obra poética de Juan Ramón Jiménez es muy numerosa, con libros que a lo largo de su vida, en un afán constante de superación, fue repudiando o de los que salvaba algún poema, casi siempre retocado en sus sucesivas selecciones.

Las principales son “Poesías escogidas” (1.917) “Segunda antología poética” (1.922) “Canción” (1.936) “Tercera antología” (1.957)

-Poesías de Juan Ramón Jiménez-

A MI ALMA ACABAS DE SALIR DE TU ALCOBA...YO HE ENTRADO ADOLESCENCIA AGUA MUJER AHOGADA ALEGRÍA NOCTURNA AMOR ANDA EL AGUA DE ALBORADA... ANTE LA SOMBRA VIRGEN AQUELLA TARDE, AL DECIRLE... CÁLLATE POR DIOS... ¿CÓMO ERA? CON LILAS LLENAS DE AGUA... CUANDO, DORMIDA TÚ... DE TU LECHO ALUMBRADO DESNUDOS DONADOR EL AMOR EL DÍA BELLO EL MAR LEJANO EL TODO EN EL SOPOR AZUL E HIRVIENTE DE LA SIESTA... ESPERANZA ESTOY TRISTE, Y MIS OJOS NO LLORAN ETERNIDADES IBA BLANCA Y TIERNA... JARDÍN LAS TARDES DE ENERO LE HE PUESTO UNA ROSA... LEJOS TÚ, LEJOS DE TI... LOS CAMINOS DE LA TARDE... LUNA SOLA MANOS MAR IDEAL MI CUERPO NADA NOCTURNO NOSTALGIA NUBES OCTUBRE II ¡OH TRISTE COCHE VIEJO...! OTOÑO PRIMAVERA QUE DÉBIL EL LATIDO ¡QUÉ DULCEMENTE VA CAYENDO TU BELLEZA! ¡QUÉ GOCE TRISTE ESTE...! ¡QUÉ TRISTEZA DE OLOR A JAZMÍN! ¿REMORDIMIENTO? REPROCHES ROSAS MUSTIAS DE CADA DÍA... SE ENTRÓ MI CORAZÓN EN ESTA NADA... SI YO, POR TI HE CREADO UN MUNDO... SOLÍA SER EN EL ESTÍO SUEÑO ¿TE ACUERDAS? TE CONOCÍ, PORQUE AL MIRAR LA HUELLA... TE DESHOJÉ COMO UNA ROSA... TAL COMO ESTABAS TODAS LAS ROSAS BLANCAS DE LA LUNA CAÍAN Y YO ME IRÉ...

La influencia del modernismo se percibe en sus primeros libros, aunque su mundo poético pronto apunta, como el de Bécquer, hacia lo inefable, con unos poemas hechos a partir de sensaciones refinadas por la espiritualidad, y de sutiles estados líricos, con un lenguaje musical. Pero el arte de Juan Ramón Jiménez se hace independiente de cualquier escuela, aunque el simbolismo, ya totalmente asumido, siga influyendo en su poesía casi hasta el final. Con el paso de los años su estilo se hace cada vez más depurado, siempre en busca de la belleza absoluta, de la poesía y del espíritu que él intenta fundir con su lirismo esencial interior, sin dejar de ser al mismo tiempo metafísico y abstracto, como se aprecia en “Baladas de Primavera” (1.910) o “La soledad sonora” (1.911).

“Diario de un poeta recién casado” (1.917), escrito básicamente durante su viaje a Estados Unidos, donde conoció y se casó con Zenobia, es uno de los grandes libros de la poesía española. Contiene ritmos inspirados por el latir del mar, verso libre, prosa, sugerencias humorísticas e irónicas. El libro supone un canto a la mujer, el mundo marino y Estados Unidos. Siguen “Eternidades” (1.918), “Piedra y cielo” (1.919) y uno de los puntos más altos de su poesía, “Estación total”, un libro escrito entre 1.923 y 1.936, aunque no se publique hasta 1.946. La identificación del poeta con la belleza, con la plenitud de lo real, con el mundo, es casi absoluta. La palabra aúna abstracción y realidad, y el poeta se convierte en -total concepto ya utilizado por Juan Ramón Jiménez-, y que significa -lo universal-.

Poeta total, es para él, por tanto, aquel que logra la comunión con el universo, conservando, sin embargo, su voz personal. Los escritos en prosa que formarían posteriormente la vasta galería Españoles de tres mundos (1.942) empezaron a publicarse en diarios y revistas en los años inmediatamente anteriores a su exilio. Otro libro suyo escrito en prosa poética -y al que le debe gran parte de su fama universal- es "Platero y yo" (1.917), donde funde fantasía y realismo en las relaciones de un hombre y su asno. Es el libro español traducido a más lenguas del mundo, junto con "Don Quijote" de Miguel de Cervantes. Escribió ya en América los "Romances de Coral Gables" (1.948) y "Animal de fondo" (1.949). Con ellos y el poema 'Espacio', Juan Ramón Jiménez alcanza lo que se ha llamado su -tercera plenitud-determinada por el contacto directo con el mar. En "Animal de fondo" el símbolo lo expresa con un lenguaje próximo a una religiosidad inmanente y panteísta. La poesía antes que palabra es conciencia; inteligencia que permite al poeta nombrar. El tiempo acaba fundiéndose con el espacio.

El poeta simbolista y romántico, metafísico después y puro -que configuran al Juan Ramón Jiménez más hondo e intenso-, se revela finalmente como un visionario y metafísico que mantiene una alta tensión poética a partir de iluminaciones nacidas en lo profundo de su sensibilidad.

-Platero y Yo (fragmentos)- "En el arroyo grande que la lluvia había dilatado hasta la viña, nos encontramos, atascada, una vieja carretilla, perdida toda bajo su carga de hierba y de naranjas. Una niña, rota y sucia, lloraba sobre una rueda, queriendo ayudar con el empuje de su pechillo en flor al borricuelo, más pequeño, ¡ay!, y más flaco que Platero. Y el borriquillo se despachaba contra el viento, intentando, inútilmente, arrancar del fango la carreta, al grito sollozante de la chiquilla. Era vano su esfuerzo, como el de los niños valientes, como el vuelo de esas brisas cansadas del verano que se caen, en un desmayo, entre las flores.

Acaricié a Platero y, como pude, lo enganché a la carretilla, delante del borrico miserable. Lo obligué, entonces, con un cariñoso imperio, y Platero, de un tirón, sacó carretilla y rucio del atolladero y les subió la cuesta. ¡Qué sonreír el de la chiquilla! Fue como si el sol de la tarde, que se quebraba, al ponerse entre las nubes de agua, en amarillos cristales, le encendiese una aurora tras sus tiznadas lágrimas. Con su llorosa alegría, me ofreció dos escogidas naranjas, finas, pesadas, redondas.Las tomé, agradecido, y le di una al borriquillo débil, como dulce consuelo; otra a Platero, como premio áureo".

-EL ECLIPSE- “Nos metimos las manos en los bolsillos, sin querer, y la frente sintió el fino aleteo de la sombra fresca, igual que cuando se entra en un pinar espeso. Las gallinas se fueron recogiendo en su escalera amparada, una a una. Alrededor, el campo enlutó su verde, cual si el velo morado del altar mayor lo cobijase. Se vio, blanco, el mar lejano, y algunas estrellas lucieron, pálidas. ¡Cómo iban trocando blancura por blancura las azoteas! Los que estábamos en ellas nos gritábamos cosas de ingenio mejor o peor, pequeños y obscuros en aquel silencio reducido del eclipse. Mirábamos el sol con todo: con los gemelos de teatro, con el anteojo de larga vista, con una botella, con un cristal ahumado; y desde todas partes: desde el mirador, desde la escalera del corral, desde la ventana del granero, desde la cancela del patio, por sus cristales granas y azules... Al ocultarse el sol que, un momento antes, todo lo hacía dos, tres, cien veces más grande y mejor con sus complicaciones de luz y oro, todo, sin la transición larga del crepúsculo, lo dejaba solo y pobre, como si hubiera cambiado onzas primero y luego plata por cobre. Era el pueblo como un perro chico, mohoso y ya sin cambio. ¡Qué tristes y qué pequeñas las calles, las plazas, la torre, los caminos de los montes!”

“Platero y yo” (Elegía Andaluza) 1.907-1.916

* * * * * 50 ANIVERSARIODE B-Carta de Juan Ramón Jiménez a Rubén Darío- Moguer, 2 de Junio 1.900 Sr. D. Rubén Darío Maestro y amigo muy querido: Supongo en su poder una carta mía, en la que le daba cuenta de mi regreso de Madrid; aún estoy delicadísimo del pecho y la cabeza. Por este mismo correo y en paquete certificado, remito a V. mi libro “Ninfeas”; las últimas poesías van aún en primeras pruebas; no he querido esperar más, pues se va prolongando mucho la saliva de mis libros. Encontrará V. algunas poesías nuevas, desconocidas para V. Ahora, me atrevería a rogarle que, me hiciese el prólogo, lo más brevemente posible; si no tiene tiempo, hágalo corto o, en verso o como crea más fácil y pronto, evitándose molestias; pero no deje de hacerlo, que colmará V. de ese modo mi ilusión de muchos días. En la imprenta está suspendida la tirada del libro, esperando el prólogo, para tirar las primeras páginas y el índice, arreglándose a la cantidad de cuartillas que V. me remita. Tengo grandes deseos de que salga pronto mi libro, pues tengo ya otros dos en preparación; en el que lo tiro todo es en “Besos de Oro” libro que honraré con la dedicatoria a V. tiene dos partes; una llamada “Bruma” en donde irán las poesías de ensueño y de dolor y de nostalgias; y otra, titulada “Luz” que estará formada por las poesías cerebrales, fábulas mitológicas, etc.; una parte de plata y otra de oro.

También trabajo en “El poema de las Canciones”, de cuyo libro forman parte “La Canción de la Carne” y la de los “Besos” que van en “Ninfeas”. Ya remitiré a V. originales, para que vaya V. conociendo los nuevos libros; brevemente enviaré a V. “El jardín de los cipreses” y “El Palacio negro”, poemas de “Besos de oro”. De hoy en adelante, mis libros no llevarán prólogos; quiero que el de V. en “Ninfeas” sea solamente mi presentación. Vuelvo a rogarle que, sin violentarse me haga pronto el atrio, bien en prosa, bien en verso y como V. quiera y crea más conveniente y rápido. Un abrazo estrechísimo de su apasionado admirador y amigo. Juan Ramón Jiménez

Fuentes:http://amediavoz.comhttp://www.epdlp.com http://www.cervantesvirtual.com http://www.pamplonetario.org