Música y sordera en la vida de Beethoven. Efemérides.
Para muchos, el más grande genio musical del mundo, nació en Bonn, Alemania, el 16 de diciembre de 1.770, siendo bautizado como Ludwig van Beethoven.
Recibió el nombre de Ludwig en honor a su abuelo, maestro de capilla y padrino en su bautizo.
Hijo de padre alcohólico, obscuro músico y de una madre, obediente y tímida, procedente de una escala social inferior.
El primer maestro de piano que tuvo el niño Beethoven fue su progenitor, quien era sumamente estricto, rudo y dictatorial en el aspecto disciplinario, de sus enseñanzas, al extremo que lo despertaba al regresar a su casa, en altas horas de la madrugada y muchas veces en estado de beodez, para darle lecciones de piano.
El bisabuelo, el abuelo y el padre del joven Beethoven todos fueron músicos, de donde es fácil entender su gran amor por ese arte.
Las riñas conyugales, discusiones frecuentes y hasta episodios de violencia intrafamiliar, gravitaron con mucha fuerza en la formación psicológica de Beethoven, dejando en su personalidad, surcos indelebles para el resto de la vida.
Fue esencialmente un niño solitario y en sus años escolares prácticamente no aprendió nada, así como tampoco llegó a demostrar ningún signo “de esa chispa de genio que después resplandeció con tanto brillo”, siendo obvio que prefería la música a las matemáticas.
Las extraordinarias habilidades que iba desarrollando el pequeño alumno, determinaron la necesidad de encomendar su educación a un verdadero y reconocido maestro.
Christian Gottlob Neefe, afamado profesor, organista y director de orquesta, fue la persona seleccionada, quien también lo inicia en la composición y lo guía en sus primeras obras.
Bajo su tutela, escribió obras como Variaciones sobre una marcha de Dressler (obra sin número de catálogo WoO 63).
Tres Sonatas para piano (WoO 47), un Concierto para piano en mi bemol mayor (WoO 4).
Tres Cuartetos para Piano y Cuerdas (WoO 36), además de pequeñas obras para piano y algunas canciones.
Estas composiciones iniciales no llegaron a suscitar suficiente interés en el público.
Es más, una revista musical de la época, compara estas producciones, con obras de principiantes, añadiendo “quizás pueda respetárselas como intentos iniciales en música y ejercicio de estudiante del tercer o cuarto curso de nuestras escuelas”.
En 1.787 hace un viaje a Viena, con el objeto de estudiar con los grandes Maestros, Mozart y Haydn, pero que fue interrumpido bruscamente, por el fallecimiento de su madre y su consecuente regreso a Bonn.
Considerando sus primeros pasos, nadie podría pronosticar la genialidad que se estaba incubando en el joven compositor.
A mediados de 1.791 a los 21 años de edad, ni aparece en la lista de “Músicos de gabinete, capilla y corte del Elector de Colonia”.
Los críticos de la obra de Beethoven han dividido sus producciones en tres grandes períodos:
-Período Inicial (1.795-1.802)
Algunas de las producciones de Beethoven listadas para este período se encuentran:
-Música incidental para un ballet , considerada como su primera composición, las cinco variaciones para piano (WoO 64, 65, 66, 67 y 40), tríos para piano (WoO 36) y varios Lieder.
-Variaciones sobre una marcha de Dressler (WoO 63), Concierto para piano en mi bemol mayor
(WoO 4), Tres Cuartetos para Piano y Cuerdas (WoO 36), además de pequeñas obras para piano y algunas canciones.
- Dos cantatas fúnebres (una dedicada a la muerte del Emperador José II) y la otra al ascenso de Leopoldo II a la dignidad Imperial, donde ambas obras muestran algunos tintes revolucionarios de su posterior música.
-Además, tres conciertos para piano, seis cuartetos para cuerda, diez y seis sonatas para piano (la número 8, considerada como su primera obra maestra) y sobre la cual el mismo autor la calificó como Gran Sonata Pathetique, manifestando que “esta sonata es realmente algo”.
Regresa a Viena en noviembre de 1.792, en un buen momento, ya que tanto Haydn como Mozart habían muerto, y pronto Beethoven se convirtió en el primer pianista.
Cabe destacar que Viena era la capital musical de Europa, donde residían, más maestros de piano que en todo el continente, alrededor de 300 y posiblemente un total de 6.000 alumnos.
Beethoven también escribió varios tipos de obras, ligeras y pequeñas, dirigidas principalmente para el entretenimiento de la corte, como las bagatellas.
Es de señalar que hacia 1.798 (28 años de edad), Beethoven empieza a notar dificultades para oír, dándose inicio a un largo periplo por médicos y tratamientos de diversos métodos, con múltiples tabletas, empleo de aparatos magnéticos y galvánicos, aplicaciones de cáscara de árbol en los brazos, baños termales y fríos, masajes y píldoras de todas formas y colores.
Se queja de zumbidos en ambos oídos, aunque mayores en el lado izquierdo, donde también su sordera era más acentuada.
Hay una muy conocida anécdota que describe un paseo por el campo, acompañado por un alumno, quien le llama la atención sobre una bella melodía que tocaba en la flauta un pequeño pastor, respondiendo Beethoven que no la podía oír, y el discípulo, entonces notó que permanecía “extremadamente silencioso y triste”.
La respuesta típica de todos los sordos del mundo, es en primer lugar, ocultar su padecimiento hasta donde le sea posible, luego retraerse y huir de la sociedad, escondiéndose en la coraza de su enfermedad.
Beethoven, tampoco escapó a esa tendencia y añadía en tono depresivo, “si yo tuviera otra profesión, la cosa sería distinta, pero no me es dado declarar al mundo mi sordera”, para mí sería imposible decir a la gente:
“Hablad más alto, gritad, porque estoy sordo. ¡Ah!, como podía confesar mi dolencia en el único sentido que debía ser más perfecto en mí que en otros, un sentido que otrora poseía con suma perfección, una perfección tal, que pocos en mi profesión tienen o tuvieron jamás”.
La vida del gran genio musical está ahora regida por el miedo, el temor a hacer el ridículo, pero tratando, hasta donde le fuera posible, luchar contra su destino.
Uno de los médicos sugiere reposo y cambio de clima, por lo cual se dirige a la aldea de Heiligenstadt, cercana a Viena, (abril de 1.802), donde permanece casi un año.
-Ludwig van Beethoven en Heiligenstadt
En Mayo de 1.802, y por recomendación del Doctor Johann Adam Schmidt, Beethoven se trasladó a Heiligenstadt para descansar en la temporada de verano, como era siempre su costumbre y como lo fue a lo largo de toda su vida.
El verano en el campo, era una etapa anual que Beethoven necesitaba de forma imprescindible. Añoraba la naturaleza, la sensación de libertad, las caminatas por senderos de bosque, etc.
Era también muchas veces el período del año en el cual aparecían sus ideas musicales. Las anotaba en sus innumerables cuadernos de apuntes, y usaba el invierno en Viena para pasar en limpio y terminar, las obras que habían surgido durante el verano.
Ese año en particular, Beethoven estaba atormentado por el aumento de su sordera, tenía ya la sensación de que era una enfermedad que no lo iba a abandonar fácilmente, y sentía amenazada toda su vida por ella.
La indicación del Dr. Schmidt, abría una esperanza de que con soledad y silencio que una temporada en el campo podría descansar su oído, y recuperar su salud.
Heiligenstadt era en ese momento un pueblito separado de Viena. No sólo un vecindario, parte de la misma ciudad, como en nuestra época. Se tardaba algún tiempo en llegar allí en carruaje.
Deprimido y ya incapaz de esconder su afección creciente, el 6 de octubre de 1.802, Beethoven escribió un documento que guardó luego cuidadosamente, y que fue llamado después "El Testamento de Heiligenstadt".
Es importante recordar que fue encontrado en el mismo escondite secreto de su escritorio, junto a la carta a la Amada Inmortal, escrita en 1.812.
En este emocionante documento, Beethoven revelaba su enfermedad y su angustia frente a la misma.
El escrito tiene una cualidad emocional verdaderamente impactante, cuando lo leemos hoy en día.
Una segunda parte del testamente fue escrita unos pocos días después, el 10 de octubre de 1.802, y tiene el sonido de un epílogo de lo escrito anteriormente.
La redacción misma del "Testamento", se encuentra llena de errores de sintaxis y luce una puntuación absolutamente personal. Las oraciones son largas, a veces de difícil realización y de bastante difícil comprensión.
Evidentemente el documento, fue escrito bajo una fuerte presión emocional y tiene una cualidad de inmediatez e impacto muy alta. La personalidad de Beethoven es claramente perceptible.
Esto es evidente también, en la lectura de sus numerosísimas cartas.
Pese a que el compositor decía a menudo que no tenía ninguna facilidad para escribir, se las arreglaba perfectamente para transmitir sus fuertes pensamientos y emociones, claro, no con la misma cualidad estética que en la música, aunque con una muy parecida cualidad emocional.
Podemos notar que tres veces en la redacción el compositor omitió el nombre de pila de su hermano menor Nikolaus Johann. Podría ser una duda acerca de la forma en la cual nombrarlo (se lo llamaba Nikolaus o Johann indistintamente, en esa época), o alguna pelea con su hermano ocurrida por aquellos momentos.
Más allá de diferentes hipótesis que sus biógrafos han pergeñado, no lo sabemos realmente.
Beethoven escribió después dos testamentos más, en 1.824 y pocos días antes de su muerte en 1.827. Estos fueron documentos principalmente formales, redactados por un abogado, y racionalmente dedicados a legar sus -pocos- bienes.
"Para mis hermanos Carl y (Johann) van Beethoven:
¡Oh, hombres que me juzgáis malevolente, testarudo o misántropo! ¡Cuán equivocados estáis!
Desde mi infancia, mi corazón y mi mente estuvieron inclinados hacia el tierno sentimiento de bondad, inclusive me encontré voluntarioso para realizar acciones generosas, pero, reflexionad que hace ya seis años en los que me he visto atacado por una dolencia incurable, agravada por médicos insensatos, estafado año tras año con la esperanza de una recuperación, y finalmente obligado a enfrentar el futuro una enfermedad crónica (cuya cura llevará años, o tal vez sea imposible).
Nacido con un temperamento ardiente y vivo, hasta inclusive susceptible a las distracciones de la sociedad, fui obligado temprano a aislarme, a vivir en soledad, cuando en algún momento traté de olvidar es, ¡oh!, cuan duramente fui forzado a reconocer la entonces doblemente realidad de mi sordera, y aun entonces, era imposible para mi, decirle a los hombre, ¡habla mas fuerte!, ¡grita!, porque estoy sordo.
¡Ah! Como era posible que yo admitiera tal flaqueza en un sentido que en mí debiera ser más perfecto que en otros, un sentido que una vez poseí en la más alta perfección, una perfección tal como pocos en mi profesión disfrutan o han disfrutado.
-¡Oh!, no puedo hacerlo, entonces perdonadme cuando me veáis retirarme cuando yo me mezclaría con vosotros con agrado, mi desgracia es doblemente dolorosa porque forzosamente ocasiona que sea incomprendido, para mí no puede existir la alegría de la compañía humana, ni los refinados diálogos, ni las mutuas confidencias, sólo me puedo mezclar con la sociedad un poco cuando las más grandes necesidades me obligan a hacerlo.
Debo vivir como un exiliado, si me acerco a la gente un ardiente terror se apodera de mi, un miedo de que puedo estar en peligro de que mi condición sea descubierta- así ha sido durante el año pasado que pasé en el campo, ordenado por mi inteligente médico a descansar mi oído tanto como fuera posible, en esto coincidiendo por mi natural disposición, aunque algunas veces quebré la regla, movido por mi instinto sociable, pero qué humillación cuando alguien se paraba a mi lado y escuchaba una flauta a la distancia, y yo no escuchaba nada, o alguien escuchaba cantar a un pastor, y yo otra vez no escuchaba nada, estos incidentes me llevaron al borde de la desesperación, un poco más y hubiera puesto fin a mi vida -sólo el arte me sostuvo, ah, parecía imposible dejar el mundo hasta haber producido todo lo que yo sentía que estaba llamado a producir, y entonces soporté esta existencia miserable- verdaderamente miserable, una naturaleza corporal hipersensible a la que un cambio inesperado puede lanzar del mejor al peor estado.
-Paciencia- Esta dicho que ahora debo elegir para que me guíe, así lo he hecho, espero que mi determinación permanecerá firme para soportar hasta que a las inexorables parcas les plazca cortar el hilo, tal vez mejoraré, tal vez no, estoy preparado.
Forzado ya a mis 28 años a volverme un filósofo, ¡oh!, no es fácil, y menos fácil para el artista que para otros -Ser Divino, Tú que miráis dentro de lo profundo de mi alma, Tú sabes, Tú sabes que el amor al prójimo y el deseo de hacer el bien, habitan allí.
¡Oh!, hombres, cuando algún día leáis estas palabras, pensad que habéis sido injustos conmigo, y dejad que se consuele el desventurado al descubrir que hubo alguien semejante a él, que a pesar de todos los obstáculos de la naturaleza, igualmente hizo todo lo que estuvo en sus manos para ser aceptado en la superior categoría de los artistas y los hombres dignos.
Ustedes, mis hermanos Carl y…, tan pronto cuando esté muerto, si el Dr. Schmidt aún vive, pídanle en mi nombre que describa mi enfermedad y guarden este documento con la historia de mi enfermedad, de modo que en la medida de lo posible, al menos el mundo se reconcilie conmigo después de mi muerte.
Al mismo tiempo los declaro a los dos, como herederos de mi pequeña fortuna (si puede ser llamada de esa forma), divídanla justamente, acéptense y ayúdense uno al otro, cualquier mal que me hayáis hecho, lo sabéis, hace tiempo que fue olvidado.
A ti, hermano Carl te doy especialmente las gracias por el afecto que me has demostrado últimamente.
Es mi deseo que vuestras vidas sean mejores y más libres de preocupación que la mía, recomendad la virtud a vuestros hijos, esta sola puede dar felicidad, no el dinero, hablo por experiencia, solo fue la virtud que me sostuvo en el dolor, a esta y a mi arte solamente debo el hecho de no haber acabado mi vida con el suicidio -Adiós, y quiéranse uno al otro-.
Agradezco a todos mis amigos, particularmente al Príncipe Lichnowsky y al Profesor Schmidt.
-Deseo que los instrumentos del Príncipe L, sean conservados por uno de ustedes, pero que no resulte una pelea de este hecho, si pueden serviros de mejor fin, véndanlos, me sentiré contento si puedo seros de ayuda desde la tumba- con alegría me acerco hacia la muerte -si esta llega antes de que tenga la oportunidad de mostrar todas mis capacidades artísticas, habrá llegado demasiado temprano, no obstante mi duro destino y probablemente desearé que hubiera llegado más tarde- pero aun así estaré satisfecho, ¿no me liberará entonces de mi interminable sufrimiento?
Vengas cuando vengas, te recibiré con valor.
-Adiós y no me olvidéis completamente cuando esté muerto, merezco eso de ustedes, habiendo yo pensado en vida tantas veces acerca de cómo hacerlos felices, sedlo-.
-Heiligenstadt
Para ser leído y ejecutado después de mi muerte
Heiligenstadt, 10 de octubre de 1.802, entonces de esta forma me despido de ustedes -y tristemente en verdad- si esa amada esperanza que traje conmigo cuando llegue de curarme al menos en parte debo abandonar completamente, igual que las hojas de otoño caen y se marchitan así se ha destruido la esperanza me voy, hasta el alto coraje -que a menudo me inspiró en los bellos días de verano- ha desaparecido, ¡oh!, Providencia -otórgame al menos un día de pura felicidad- hace tanto tiempo desde que la verdadera felicidad resonó en mi corazón – ¡oh!, cuándo – ¡oh! cuándo, ¡oh! Divinidad – la encontraré otra vez, en el templo de la naturaleza y de los hombres – ¿Nunca? no – ¡Oh! eso sería demasiado duro".
Primera Tumba de Beethoven.
Dibujo de Vincent D’Indy, 1.880
Al mencionarse el período clásico en la música, encontramos tres grandes figuras Haydn, Mozart y Beethoven, quienes desarrollaron en sus obras los géneros de sonata y sinfonía clásica.
Beethoven compuso 32 sonatas para piano y 9 sinfonías para orquesta, dentro de un gran total que se considera mayor de 600 obras.
Con la Marcha Fúnebre (Opus 26) y la Sonata Claro de Luna (Opus 27) terminan las formas tradicionales de este tipo de música.
Es una bellísima obra, llena de melancolía y tristeza, que indica el estado de profundo dolor que Beethoven presentaba, debido a su irremediable padecimiento.
Es necesario recalcar en este momento, que la sordera no fue ningún factor determinante en la calidad de las composiciones de Beethoven, como ocurrió, por ejemplo, con las pinturas de Francisco Goya y la producción literaria de Jonathan Swift, quienes se hundieron en estados caóticos y depresivos, a medida que progresaba la pérdida del sentido auditivo y que se reflejaba en la calidad de sus producciones, de una manera increíble.
Beethoven, por el contrario, a mayor sordera, más bella, profunda y sublime su obra, principalmente porque su padecimiento tuvo un inicio lento y progresivo, mientras que en Goya y Swift, la aparición de la dificultad auditiva fue súbita y devastadora.
-Período Intermedio (1.803- 1.815)
Como era de esperarse, para estos años ya Beethoven había visitado un sinnúmero de médicos, inclusive uno a quien denominó “médico asnal”. No se necesita profundizar mucho para comprender el significado de tan agudo y atroz calificativo.
Después de 1.802, se nota un pronunciado aumento en la capacidad creadora de Beethoven, cuando aparecen una ópera (Fidelius, 1.805), un oratorio, una misa, cuatro conciertos, cuartetos de cuerdas, tríos, sonatas para cuerda y para piano, decayendo un poco hacia finales de 1.810, para resurgir de una manera impresionante en 1.812 con las sinfonías Séptima, Octava y la Sonata para violín, Opus 96.
La sordera creciente e implacable, se iba acentuando desde 1.808 a 1.812 cuando ya le era casi imposible percibir, a menos que se le gritara muy fuertemente cerca del oído.
A principios de 1.804, termina la Tercera Sinfonía que dedicó a Napoleón Bonaparte, cuando era el Primer Cónsul, a quien admiraba mucho, pero al enterarse posteriormente, que se había auto-proclamado Emperador, borró la inscripción de esta obra a la cual tituló entonces Sinfonía La Heroica.
En esta Sinfonía demostró Beethoven que fue “el primero que fusionó, cabalmente, el contenido tempestuoso y conflictivo del naciente estilo heroico con el principio de la sonata, iniciando de ese modo una revolución en la historia de la música, que señala su orientación hacia composiciones de una ambición sin precedentes”.
La capacidad creadora continúa con su única incursión en el género de la ópera, con Fidelius en 1.805, la IV Sinfonía en 1.806 y entonces la inmortal V Sinfonía en 1.807.
La V Sinfonía trataba de evocar el patriotismo de los alemanes y se llegó a considerar en esa época, como la mejor del repertorio beethoviano.
El primer movimiento se inicia con cuatro notas que fueron, posteriormente, empleadas por los Aliados en la Segunda Guerra Mundial, para empezar todos sus programas de radio, y que han sido, sin lugar a dudas, las más famosas en toda la literatura musical del Universo.
Solsolsol, Mi. Tat, tat, tat, tat.
Este golpeteo, trasladado a clave Morse, significa V, lo cual fue debidamente explotado por Winston Churchill y luego por el mundo entero, para significar la V de la Victoria.
La cara redonda y regordeta del hombre sonriente, quien levantaba su mano derecha, con los dedos índice y medio, ligeramente separados y un habano en la izquierda, se convirtió en un símbolo de lucha, tenacidad y de triunfo final, junto con las cuatro notas iniciales de la “V” de Beethoven.
Los críticos del siglo XX han llegado a afirmar que esta sinfonía “es el ejemplo consumado de la lógica sinfónica”.
Los años 1.807 y 1.808 fueron de gran productividad, apareciendo las Sinfonías V y VI, la Misa en Do, la Obertura Coriolano, la Fantasía Coral Opus 80, dos Tríos para piano Opus 70 y la Sonata para violoncelo Opus 69.
Dentro del aspecto afectivo, Beethoven tuvo muchas relaciones con varias damas, (un número mayor de diez), sin haber llegado nunca al matrimonio.
Muy destacado lugar tuvo una a quien denominó La Amada Inmortal, que resultó ser Antonie Brentano, de soltera van Birkenstock, a quien el genial compositor dedicó las Treinta y Tres Variaciones sobre un vals de Diabelli, Opus 120.
La VI Sinfonía o Sinfonía Pastoral evoca el reino de la naturaleza en todos sus encantos y conocida también como Recuerdos de la vida rural, fue estrenada en 1.807.
Después de finalizarla, Beethoven cambió hacia la música de cámara y la sonata, sin embargo, una excepción fue la Fantasía Coral, Opus 80, que está dedicada a Santa Cecilia.
Desde finales de 1.808 a 1.809, Beethoven compuso tríos para piano, (Opus 70), tres sonatas para piano (Opus 78, 79, 81a), el Cuarteto para cuerda Opus 74.
Hacia marzo de 1.809 tres miembros de la nobleza, el archiduque Rodolfo y los príncipes Lobkowitz y Kinsky, se comprometieron a otorgarle al extraordinario compositor, un sueldo de 600 ducados anuales, con el compromiso de que estableciera, permanentemente, su domicilio en Viena y para que “las necesidades de la vida no lo molesten, ni paralicen su genio poderoso”.
Entre 1.810 y 1.811, la productividad de Beethoven sufrió un descenso, siendo lo más destacado de este período el Concierto denominado Archiduque, (Opus 97), considerada su obra maestra en este género, y que representa una tendencia hacia un nuevo clasicismo.
Para esa fecha 1.811, igualmente escribió varios Lieder, pequeñas y muy bellas canciones de amor, que invariablemente dedicaba a diferentes féminas, como a Elise von der Recke.
En marzo de 1.813 unos amigos lo encontraron en Baden en las condiciones más pobres y deplorables, relacionadas con su aspecto físico y comodidades domésticas. Se hallaba en el punto más bajo de su estado de ánimo, abandonando la composición musical.
Es la primera vez, que desde sus años juveniles, no tenía planes de ninguna especie, para proseguir con su brillante carrera de músico y compositor.
Este desdén por la apariencia de su persona, malhumorado y alejado del contacto con sus amigos, provocó el abandono de su producción musical, hasta que un amigo lo interesó en una composición para celebrar la Victoria de Inglaterra sobre Napoleón, y así nació “La Victoria de Wellington”, que fue presentada el 8 de diciembre de 1.813 y repetida el 12 del mismo mes.
De pronto apareció una repentina popularidad por la música beethoveniana, que significaba elevados ingresos económicos y un reconocimiento antes no visto.
-Último Período (1.815-1.824)
Para 1.817, ya no era capaz de escuchar la música, ni aún con ayuda auditiva (trompetilla acústica) casi la única o por lo menos, la más frecuente ayuda que se brindaba en esos tiempos.
De los años 1.816-1.819 se apreció una declinación en la producción de Beethoven, debida a sus constantes problemas personales y legales en lo referente a la lucha por la custodia de su sobrino Carl.
Durante toda su vida, el gran compositor, no escapó de la especie que circulaba y que lo insinuaba como un loco sublime.
Se escribió:
“Su cabeza, que era particularmente grande, estaba cubierta de largos y espesos cabellos grises, que, a causa de su perpetuo desorden, conferían un aire salvaje a su apariencia.
Esta característica se acentuaba no poco cuando se dejaba crecer la barba, cosa que hacía con mucha frecuencia.
Beethoven tenía un carácter sumamente explosivo, voluble e inestable, que cambiaba con mucha rapidez, de una rabia a estados de humor y chiste.
La pérdida auditiva del genial músico, fue deteriorándose, hasta llegar al límite de no captar la palabra ni ruidos, (1.818) llegándose al empleo de la escritura como única forma de comunicación, y así aparecieron los conocidos “Cuadernos de Conversación”, de los cuales se conservan cerca de cuatrocientos y donde se consignaban, todas las pláticas entre el compositor y sus amigos, dentro de una gran variedad de temas, no necesariamente musicales.
Un resurgimiento en la prolífica obra se manifiesta para los años de 1.822 y 1.823 que demuestran a un Beethoven dentro de una increíble actividad, describiéndolo un amigo como “uno de los hombres más diligentes que jamás vivió y que bien pasada la media noche, todavía estaba trabajando”.
La Misa Solemnis finalizada en 1.822, da una muestra del más elevado control que poseía Beethoven sobre la música litúrgica.
La Novena Sinfonía, terminada en 1.823, finaliza con la majestuosa Oda a la Alegría, letra del poeta Friedrich Schiller, que fue dedicada al Rey de Prusia, Federico Guillermo III.
En esta Novena Sinfonía, Beethoven regresó al estilo heroico que había utilizado para la década de 1.810.
Hay un mensaje humanista que transita por toda la música.
¿Es posible imaginarse a un sordo absoluto, encerrado en una celda de silencio, pero con la máxima capacidad para componer la más excelsa y divina música?
Sin lugar a dudas, es el mejor ejemplo para demostrar la total falta de correlación entre la sordera y el espíritu creativo del genio de Beethoven.
Esta progresiva pérdida de la audición, se volvió profunda, cuando ya se habían establecido en el cerebro, las vías neurales de la expresión musical.
Después de este hecho, sólo era importante lo que creaba en su mente y aquello que escribía, no importaba para nada si Beethoven lo percibía o no. Su oído interior era inmenso.
Luego, dedica el resto de su vida a los Cuartetos para Cuerdas, Opus 127, 130, 131, 132 y 135, de los cuales, el favorito del compositor fue el 131.
En términos médicos, la sordera de Beethoven se puede describir, como de tipo sensori-neural, donde están afectados, el órgano central del oído (o coclea) y las vías nerviosas que llevan la sensación sonora hasta el cerebro, para efectuarse desde allí, las correspondientes conexiones con otras áreas, interpretativas o de la memoria.
La aparición de la dificultad auditiva, cercana a los 28 años de edad, así como la ausencia total, durante toda la vida, de cualquier tipo de infecciones en el oído o de traumatismos acústicos, por explosiones o por trabajo en ambientes ruidosos, nos dirigen a presentar el diagnóstico mencionado.
Además los zumbidos permanentes y progresivos, la dificultad para oír los tonos altos en las pláticas o en la música, la confusión auditiva que se forma al escuchar ruidos o coloquios altos, son representativos del fenómeno conocido como reclutamiento, muy típicos para sorderas del tipo ya citado.
En nuestros días contamos con óptimas prótesis auditivas y con excelentes técnicas audiométricas, que permiten las adaptaciones precisas para los diferentes tipos de sorderas.
La música del gran compositor, profunda, bella y progresista, se vio transcurrir por tres períodos diferentes, desde el inicial, clásico, tranquilo y reposado, pasando por uno intermedio, donde estableció las bases para un tercer período, que estuvo muy avanzado para su época, que señaló el inicio del período romántico.
Se menciona que Beethoven escribió en su primera época para un público inmediato y receptivo, mientras que durante el segundo período, produjo para una audiencia ideal y ya para su fase tercera, simplemente compuso para sí mismo.
Su desesperación aparece en cartas a dos amigos en 1.801 y en un documento dirigido a sus hermanos hacia finales de 1.802, y ahora conocido como el "Heiligenstadt Testament".
El genial compositor pasó sus últimos días, abandonado por la gran mayoría de sus amigos.
Mientras que fuera de la semi-vacía habitación rugía una violenta tempestad, ese 16 de marzo de 1.827, falleció.
Beethoven en su delirar, levantó en alto el puño derecho y exclamó “Plaudite amici, comedia finita est”.
Tenía 57 años de edad.
Más de diez mil personas de todos los ámbitos sociales, acompañaron a Beethoven en su funeral.
La música de Beethoven nunca ha perdido su lugar central en el repertorio de conciertos. Algunos trabajos tuvieron un inmediato y específico impacto en la siguiente generación de compositores.
La influencia de la popular Séptima Sinfonía, por ejemplo, se puede escuchar en la "Gran Sinfonía en C Mayor", de Schubert, o la "Sinfonía Italiana" de Mendelssohn, "Harold en Italia" de Berlioz, y la "Sinfonía en C" de Wagner.
La influencia de la Novena Sinfonía fue aún más profunda; su especial carácter tuvo un profundo efecto en Bruckner y Brahms, y la combinación de fuerzas instrumentales y corales comenzaron una serie de trabajos sinfónicos híbridos, de Berlioz hasta Mahler.
La alta calidad expresiva de toda la música de Beethoven inspirada en interpretaciones poéticas y alentada en un siglo de trabajos instrumentales románticos con sobretonos programáticos.
Beethoven mismo se volvió un símbolo poderoso, el prototipo del moderno héroe-artista como opuesto al artista-artesano de la Europa prerrevolucionaria.
Su feroz independencia y su doloroso éxito triunfal sobre la adversidad personal, especialmente en los trabajos dramaticalmente concebidos, lo hicieron un modelo para aquellos compositores posteriores tal como Wagner, quien enseño o mostró a través del arte.
Al mismo tiempo, su fidelidad a los principios clásicos de composición, han hecho sus trabajos la más importante fuente simple para varios sistemas de análisis desarrollados por teóricos y pedagogos modernos.
Beethoven nunca tuvo muchos alumnos de música, si exceptuamos sus alumnos de piano, oficio que ayudó a su supervivencia en sus primeros años en Bonn y en Viena, los que pudieron llamarse discípulos suyos fueron realmente muy pocos y los que tuvieron tal honor, le fueron fieles y cercanos a su corazón toda la vida.
-Ferdinand Ries (1.784-1.838)
Ferdinand Ries, fue el hijo de Franz Ries, y nació en Bonn. Franz Ries conoció mucho a la familia Beethoven, y fue maestro de música (violín) de Ludwig.
El compositor se mantuvo siempre muy cercano a la familia Ries, especialmente sabiendo la importante ayuda que Ries proporciono a la familia cuando murió la madre de Beethoven. Ludwig nunca olvidó ese hecho.
Cuando Ferdinand llegó a Viena, en 1.801, tenía solo 17 años y era ya un buen músico. Él llegó con una carta de recomendación de su padre, y se presento con ella a Beethoven.
Nuestro compositor tomó como alumno al joven Ries, y lo recibió tres veces por semana, una hora y media cada vez. Las lecciones continuaron con este ritmo hasta 1.805.
Beethoven lo ayudó a establecerse en Viena, y le consiguió trabajo en la residencia del Conde Browne, y después en el palacio del Príncipe Lichnowsky. Ferdinand Ries también trabajó como secretario y copista de Beethoven.
En 1.805, Ries dejó Viena, pero nunca olvidó a su maestro. Le dedicó sus dos Sonatas para Piano Opus 1.
En 1.813, se estableció en Londres, y en 1.815 se transformó en importante miembro de la Sociedad Filarmónica. La Sociedad, a través de Ries invitó a Beethoven a Londres en repetidas oportunidades, pero aunque él jugó con la idea, nunca se decidió a realizar el viaje.
Cuando Ries se transformó en un hombre rico, gracias a su música, y las lecciones de piano que había dado en Inglaterra, se estableció definitivamente en Frankfurt.
En 1.838, Ferdinand Ries y Gerhard Wegeler publicaron un libro acerca de los años que habían conocido a Beethoven y acerca de datos del compositor y su relación con ellos. Este libro fue editado con el nombre de “Noticias Biográficas”.
Ries compuso operas, oratorios, varias sinfonías y otros trabajos, especialmente para piano. Hoy en día es difícil conseguirlas en el mercado.
Realizó numerosos arreglos de obras de Beethoven.
-Carl Czerny (1.791-1.857)
Carl Czerny, fue el hijo de Wenzel Czerny, famoso maestro de piano en Viena en los años cercanos a 1.786.
A la edad de 10 años, Carl, ya podía tocar la mayor parte de los trabajos para piano de Mozart, tanto como muchos trabajos de renombrados artistas de su tiempo.
En esa época un día el violinista Krumpholz y el padre de Czerny fueron a ver a Beethoven para pedirle que le diera lecciones de piano al talentoso niño.
Czerny cuenta que la situación quedó para siempre impresa en su memoria. Beethoven era reverenciado en aquella época como virtuoso y había triunfado fácil y espectacularmente en los “duelos” mantenidos con otros virtuosos en Viena.
Ludwig lo hizo probar al piano, y el niño tocó muy bien distintas piezas incluyendo la “Patética”.
Cuenta Czerny en sus memorias que Beethoven dijo entonces:
“Bien, el niño tiene talento. Voy a enseñarle yo mismo y lo tomo como alumno.
Envíenmelo varias veces a la semana, pero primero de todo consigan el libro de Emmanuel Bach que es el que verdaderamente sirve para aprender a tocar el instrumento; que lo traiga ya la primera vez”.
Fue una satisfacción tremenda para padre e hijo. Nuestro compositor le dio lecciones de piano desde 1.801 hasta 1.803. Mas adelante, de forma bastante irregular. Con el tiempo el joven alumno ayudaba a Beethoven con tareas de copiado, permitió que en 1.805 hiciera un arreglo de “Fidelio” para piano.
Con la recomendación de Beethoven, Czerny se convirtió en uno de los más respetados maestros de piano de Viena. Fue el maestro de Liszt y de la Reina Victoria, por ejemplo.
Desde 1.816 hasta 1.815 inclusive, fue el maestro de música del sobrino de Beethoven, Karl.
Siempre conservó la amistad y el aprecio de Beethoven, y realizó muchas transcripciones para él.
También escribió manuales muy famosos para alumnos de piano, manuales que son comunes en la enseñanza del instrumento hoy en día. También se ocupó de publicar digitaciones para las sonatas de Beethoven.
Escribió sus memorias en 1.842: “Erinnerungen aus meinen Leben”. Y en 1.852 le dio sus memorias a Otto Jahn que publicó “Anekdoten und notices sur Beethoven”…
-Johann Joseph Rainer Rudolph (1.788/1.831)-
Archiduque Rodolfo
Rodolfo fue el hijo más joven del Emperador Leopoldo II. (Emperador desde 1.790 hasta 1.792). Su hermano Federico fue coronado emperador a la muerte de su padre.
Rodolfo fue siempre un niño un poco débil y enfermizo, con una gran sensibilidad, y muy inclinado hacia lo artístico y espiritual.
Beethoven se convirtió en su maestro de música, probablemente alrededor de 1.803 ó 1.804. La fecha exacta se desconoce. Lo instruyó en piano y composición. Su alumno era un excelente pianista.
El ritmo de lecciones era muy seguido. Beethoven lo veía casi diariamente, dos o tres horas. Siempre fue una causa de queja para Beethoven.
Le parecía una tiranía apenas tolerable. Pero el honor que esta molestia implicaba, tenía también importantes beneficios para el compositor.
No siempre era tan malo, ya que muy a menudo Rodolfo se encontraba fuera de Viena, y nuestro compositor sin obligaciones.
En 1.809, el Archiduque con otros dos mecenas, el Príncipe Kinsky y el Príncipe Lobkowitz, se transformaron en los aristócratas que elaboraron un contrato con Beethoven que no tiene precedentes.
En este contrato los tres se comprometían a proporcionar al músico un estipendio muy alto anual, que le permitiera dedicarse plenamente y sin distracciones a crear sus obras, sin ninguna condición salvo la de no dejar Viena permanentemente.
Hasta que la economía en el imperio se hundió, Beethoven pudo tener la tranquilidad de tener su situación financiera arreglada. Esto no duró muchos años, pero fue un contrato que trataba al artista con una dignidad realmente digna de él.
El Archiduque fue ordenado Arzobispo de Olmütz en marzo de 1.820. Pero de cualquier modo, Beethoven continuó frecuentándolo y enseñándole hasta 1.824.
Algo muy interesante que puede ser dicho acerca de la relación de Ludwig con Rodolfo, es que era alguien que Beethoven respetaba como persona.
Es conocida la opinión de Beethoven con respecto a la nobleza, pese a lo cual siempre dejó claro en sus intercambios con sus amigos que el Archiduque era alguien sencillo, inteligente y cálido.
Los sentimientos del hermano del emperador hacia el músico eran similares. Lo respetaba y le permitía cualquier ruptura del protocolo que Beethoven llevara a cabo. Eran muchas, ¡claro!
Rodolfo era bastante talentoso, no sólo como pianista (se supone que fue el destinatario de la parte de piano del Triple Concierto) sino también como compositor.
Entendía la música de Beethoven claramente, y a Ludwig le gustaba discutir del arte con su alumno. Se supone que la trascripción a dos manos que él mismo realizó de la Grosse Fugue, fue realizada para que Rodolfo comprendiera correctamente la forma en que estaba escrita.
¿No es poca cosa, no?
El Archiduque compuso y dedicó a Beethoven: 40 Variaciones sobre un aire de su maestro (WoO 200) entre otras obras.
También participó en las Variaciones Diabelli con tantos otros compositores de la época.
A su vez, Beethoven dedicó a su alumno real, muchas composiciones. Tal vez las más grandes. Realmente varias de las que el músico mismo consideraba las más importantes: La Missa Solemnis, La Hammerklavier, La Grosse Fugue, el Trío Archiduque, etc.
La enorme y valiosísima biblioteca musical del Archiduque, (en la cual Beethoven iba a leer música muy a menudo) ha conservado una maravillosa colección de primeras ediciones de todas las obras de Beethoven, y de la numerosa correspondencia entre ambos, que vale la pena leer, realmente.
En este momento ambas colecciones se encuentran alojadas en la Asociación de Amigos de la Música, en Viena, asociación que Rodolfo mismo en vida, ayudó a formar.
-El Funeral de Ludwig van Beethoven
En la tarde del jueves 29 de marzo de 1.827, entre 20.000 y 30.000 personas se juntaron para el funeral.
Fue el funeral más grande de la época. El cortejo partió de la casa de Beethoven en la Schwarzspanierstrasse, hasta la Iglesia de la Trinidad, en la Alserstrasse.
Allí se llevó a cabo el servicio fúnebre. La iglesia estaba completamente llena.
La gente se agolpaba para entrar. Al terminar el servicio religioso, la procesión se dirigió al Cementerio de Währing, (en nuestros días la Plaza Schubert).
Tarjeta de Invitación al Funeral de Beethoven...
Ocho Kappelmeister llevaban el féretro, entre los portadores de antorchas estaban tanto los más íntimos amigos de Beethoven, como los principales músicos de Viena, incluyendo al acongojado Franz Schubert.
A las puertas del cementerio, el actor Heinrich Anschütz leyó la Oración Fúnebre escrita la noche anterior por el poeta Franz Grillparzer.
-El texto de la Oración Fúnebre-
“Nosotros, que estamos aquí, parados frente a la tumba del difunto, somos en algún sentido los representantes de una nación entera, de todo el pueblo alemán, y estamos aquí para lamentar la pérdida de la altísima aclamada mitad de lo que nos queda del brillo perdido de nuestro arte nativo, del esplendor del espíritu de nuestra tierra natal.
El héroe de la poesía en lengua alemana todavía vive, y que viva mucho todavía… Pero el último maestro del sonido, la boca por la cual nos hablaba la música, el hombre que heredó e incrementó la inmortal fama de Händel y Bach, de Haydn y Mozart, ha cesado de vivir, y nosotros estamos aquí parados llorando, frente a las cuerdas rotas de un instrumento ahora silenciado.
Un instrumento ahora silenciado. ¡Dejadme llamarlo de ese modo! Porque él fue un artista, y lo que tuvo, lo tuvo solamente a través del Arte. Las espinas de la vida lo habían herido profundamente, y como el náufrago que se aferra a la orilla que lo salva, él se aferró a tus brazos.
¡Oh!, maravillosa hermana del Bien y la Verdad, Tú, consuelo del corazón lastimado. ¡Tú, Arte, nacida en los Cielos…!
A Ti se aferró fuertemente, y hasta cuando se cerró el portal por el cual te le habías acercado y le habías hablado, y cuando su sordo oído cegó su visión de tus facciones, aun entonces conservó Tu imagen dentro de su corazón, y cuando murió ella aun reposaba sobre su pecho.
Él fue un artista, ¿y quién será capaz de pararse a su lado?
Porque del mismo modo que un gigante avanza rechazando con desprecio las olas que se le oponen, el avanzó hasta los limites más extremos de su arte.
Desde el arrullo de las palomas, hasta ronco trepidar del trueno; desde las más sutiles armonías, entretejidas con los más hábiles recursos del arte, hasta ese terrible punto en que ese mismo tejido se deshace en el estallido sin control de las fuerzas de la naturaleza… el atravesó todo, abarcó todo.
Aquel que lo siga no puede simplemente continuar su camino, tendrá que comenzar de nuevo. Porque él llegó hasta el mismo lugar donde el arte termina.
¡Adelaide y Leonore! La celebración de los héroes de Vittoria, y los humildes sones de la Missa… Descendencia en tres y cuatro voces. Resonante Sinfonía, “Alegría, bella hija de los dioses”, la despedida del cisne. Musas de canción y cuerdas: ¡júntense aquí en su tumba y rodéenla con laurel!
El fue un artista, pero también fue un hombre. Un hombre en todo el sentido de la palabra, en el más alto. Porque se apartó del mundo, lo llamaron misántropo, y porque se mantuvo indiferente al sentimentalismo, lo llamaron insensible.
¡Ah, el que se sabe duro de corazón, no tiene necesidad de apartarse! (¡Sólo lo más tierno, es lo mas fácilmente lastimado, herido, quebrado!) ¡Un exceso de sensibilidad siempre evita el espectáculo de sus sentimientos!
El huyó del mundo, porque en el repertorio completo de su amante naturaleza, no encontró armas con que defenderse. Se apartó de la compañía de los hombres después de haber dado todo y no haber recibido nada a cambio.
Permaneció solo porque no encontró su otro yo. Pero hasta su muerte preservó su corazón humano latiendo cálidamente por todos los hombres, su corazón de padre latiendo por su propio pueblo, por el mundo entero.
¡Así fue, así murió, y así vivirá por siempre!
Y ustedes, que han seguido su cortejo fúnebre hasta este lugar, sostened vuestro dolor. Vosotros no lo habéis perdido, lo habéis ganado.
Ningún hombre entra vivo en los salones de la inmortalidad. El cuerpo debe morir antes que esos portales se abran. Aquel por quien os estáis lamentando, se encuentra ahora ya, entre los hombres más grandes de todos los tiempos, invulnerable para siempre.
Volved a vuestros hogares entonces, acongojados pero serenos. Y cuando, a lo largo de vuestras vidas, el poder de su obra rompa sobre vosotros como una tormenta, cuando el gozo se os vuelque en el medio de una generación que aun no ha nacido; entonces recordad esta hora, y pensad: estuvimos allí cuando lo enterraron, y cuando el murió nosotros lloramos”.
-Cronología de Ludwig van Beethoven
-1.770
16 de Diciembre (incierto), nace en Bonn, el 17 de diciembre; es bautizado en Bonn.
-1.773
Muere el abuelo Ludwig, a los 61 años de edad.
-1.774
8 de Abril Bautismo de su hermano Caspar Antón Carl Ludwig aprende música con su padre.
-1.776
2 de octubre: Bautismo de su hermano Nikolaus Johann.
-1.778
26 de marzo: Primer concierto conocido de Ludwig, en Colonia.
-1.779
23 de febrero: Bautismo de su hermana Anna María Franziska (murió 4 días más tarde).
-1.781
17 de enero: Bautismo de su hermano Franz Georg (murió 2 años más tarde).
Octubre: Neefe continúa con la instrucción musical de Ludwig.
-1.782
Publicación de su primer trabajo “Las Variaciones sobre una Marcha de Dressler”.
Se convierte en el asistente organista de Neefe.
-1.783
14 de octubre: Publicación de tres sonatas y otros trabajos.
-1.784
Junio: Ludwig entra a trabajar como organista en el Coro de la Orquesta de la Corte de Bonn. Tiene 13 años.
Museo de Bonn-El Piano…
-1.786
5 de mayo: Bautismo de su hermana María Margaretha (murió un año más tarde).
-1.787
Visita a Viena. Estudia con Mozart.
17 de julio: Muerte de su madre.
-1.789
Toma el lugar de su padre haciéndose cargo de sus hermanos.
Compone numerosas obras.
-1.791
5 de diciembre: Muerte de Mozart
-1.792
2 de noviembre: Sale de Bonn hacia Viena.
10 de noviembre: Llega a Viena.
Estudios musicales con Haydn.
18 de diciembre: Muerte de su padre en Bonn.
-1.793
Estudia con diversos maestros. Entabla relaciones sociales con el Príncipe Lichnowsky y el Barón van Swieten que se transformarán en mecenas importantes.
-1.794
19 de enero: Haydn vuelve a Londres.
Ludwig estudia contrapunto con Albrechtsberger.
Mayo: Su hermano Carl llega a Viena.
Se hace rápidamente famoso como virtuoso del piano en Viena.
Composición de su primera obra mayor: 3 tríos para piano (Opus 1).
-1.795
29 de marzo: Primera aparición pública en Viena. Interpreta sus propias obras.
Julio: Termina sus estudios con Albrechtsberger.
Agosto: Se publican sus tríos para piano Opus 1.
Septiembre: Vuelve Haydn de Londres y se reencuentra con su alumno.
16 de diciembre: Su hermano Johann lleva a Viena.
Propone casamiento a Magdalena Willman y ella se niega.
-1.796
Numerosas composiciones, y un concierto en Praga.
Compone música de cámara.
Julio: Llega a Viena, después de sus actuaciones en Praga, Dresden, Leipzig y Berlín.
Luego parte para un concierto en Budapest.
-1.797
Probablemente el año de la seria enfermedad que dio origen a su sordera.
-1.797/1.799
Años de numerosas composiciones y publicación de sus obras.
Firma de Ludwig van Beethoven
-1.799
Estudia con Salieri.
Primeros signos de su sordera.
Comienza la composición de su Primera Sinfonía.
-1.800
Concierto en Viena. Estreno de la Primera Sinfonía.
Fin de Año: Composición de su Segunda Sinfonía.
-1.801
Confiesa sus síntomas de sordera a dos de sus amigos.
Relación con la Condesa Giulietta Guicciardi.
Sonata “Claro de Luna”.
-1.802
Febrero: Termina la composición de su Segunda Sinfonía.
Abril: Parte para Heiligenstadt, en la esperanza de que su oído mejore.
Octubre: Vuelve a Viena.
-1.803
Enero: Ludwig es contratado como compositor, por el Teatro de Viena, donde vive momentáneamente con su hermano Carl.
Escribe “La Sonata Kreutzer”; 3er. Concierto para Piano.
El Oratorio Cristo en el Monte de los Olivos.
Junio-octubre: Comienza la composición de la Sinfonía Heroica.
6 de agosto, el fabricante de pianos Sebastián Erard le manda un piano nuevo de regalo.
Este piano, al permitir intervalos más grandes se asemeja más a los pianos actuales.
-1.804
Abril: Termina su contrato con el Teatro de Viena, y completa la Heroica, Sonatas Opus 53 (Waldstein) y 54.
-1.805
7 de abril: Primer concierto público de la Sinfonía Heroica.
Mucho trabajo con su ópera Leonore, que hace su premiere en noviembre, y la ópera fracasa.
Napoleón ocupa Viena.
-1.806
25 de mayo: Casamiento de su hermano Caspar Carl.
Breve reposición de Fidelio. Cuartetos Razoumovsky.
Viaje con el Príncipe Lichnowsky, y composición de la Cuarta Sinfonía.
-1.807
Termina su relación con Josephine Bruswik.
Composición de la Overtura Coriolano. 4to Concierto para Piano. Misa en Do.
Marzo: Estreno de la Cuarta Sinfonía.
Otoño: Composición de la Quinta Sinfonía.
-1.808
Primavera-Verano
Composición de la Sexta Sinfonía, “La Pastoral”.
Amistad con la Condesa Erdödy.
Diciembre: Premiere de la Sexta Sinfonía.
-1.809
9 de abril: Se declara la guerra contra Francia.
10 de mayo. El ejército francés rodea Viena.
11/12 de mayo: Napoleón toma posesión de Viena nuevamente.
Beethoven enseña composición al Archiduque Rodolfo.
El Príncipe Lobkowitz, el Príncipe Kinsky y el Archiduque Rodolfo, firman un contrato vitalicio en el que se comprometen a sostener a Beethoven.
-1.810
27 de abril: Beethoven le regala “Para Elisa” a Theresa Malfatti.
Amistad con Bettina Brentano.
-1.811
Dificultades financieras.
Octubre: Beethoven comienza a escribir la Séptima Sinfonía.
-1.812
2 de marzo: Beethoven le regala la canción “A la Amada” a Antonie Brentano.
Mayo: Escribe la Séptima Sinfonía.
6/7 de julio: Escribe la Carta a la Amada Inmortal desde Tépliz.
Conoce a Goethe.
-1.813
Amistad con Mälzel.
“La Victoria de Wellington”. Primera función de la misma y de la Séptima Sinfonía. Gran éxito.
8 de diciembre. Estreno de la Octava Sinfonía.
-1.814
Tercera versión de Fidelio.
Esta vez con gran éxito.
En el marco del Congreso de Viena, se llevan a cabo muchos conciertos de sus obras.
Ganancias económicas importantes.
27 de febrero. Concierto que incluye la Octava.
-1.815
Las anualidades vuelven a ser pagadas.
Muere su hermano Carl.
Se convierte en el tutor de su sobrino Karl van Beethoven.
-1.816
La madre de Karl, inicia juicio contra Beethoven por la custodia de su hijo.
Se inician negociaciones con la Sociedad Philarmonica de Londres.
-1.817
Continúan los problemas con su sobrino.
La salud de Ludwig se resiente.
Comienza la “Hammerklavier” sonata.
-1.818
14 de febrero: Beethoven y Salieri recomiendan el uso del metrónomo en la prensa vienesa.
Juicio: Karl se traslada a vivir con su tío.
Comienza el trabajo en la Missa Solemnis.
La sordera de Ludwig es tal, que comienza a necesitar cuaderno y lápiz para conversar con sus visitantes.
3 de diciembre: Karl escapa con su madre, pero Beethoven lo trae nuevamente con ayuda de la policía.
-1.819
Termina la sonata “Hammerklavier”. Trabaja en la Missa y en la Novena.
Una corte menor define que Karl debe volver con su madre. La razón es la sordera del músico. Beethoven apela.
-1.820
La Corte de Apelaciones decide a favor de Beethoven.
Composición de la sonata Opus 109.
-1.821
Beethoven se encuentra enfermo habitualmente.
Compone sus últimas dos sonatas para piano: Opus 110 y 111.
-1.822
Trabaja en la Novena y la Décima. Fidelio vuelve a representarse.
El Príncipe Galitzin, encarga tres cuartetos de cuerdas.
Visita de Rossini.
-1.823
3 de marzo, nombra heredero a Karl.
Termina la Missa Solemnis. Ofrece subscripciones a la misma.
Negocia con Inglaterra. Variaciones Diabelli.
Trabaja buscando proyectos para una ópera con Grillparzer.
Termina la Novena Sinfonía.
-1.824
Trabaja en la Décima Sinfonía.
Primera ejecución de la Missa Solemnis en San Petersburgo.
7 de mayo: Después de muchas dudas, se estrena la Novena en Viena, con coros de la Missa.
Gran ovación.
Termina el Cuarteto Opus 127.
-1.825
Beethoven se muda al que será su último alojamiento. En la Schwarzspanierhaus.
Enferma gravemente.
Compone los cuartetos Opus 130 y 132.
La relación con su sobrino se deteriora.
Visita de George Smart de Inglaterra.
En el verano vuelve a instalarse en Baden.
-1.826
Compone el Cuarteto Opus 131.
El 6 de agosto, Karl intenta suicidarse, y sólo se lastima en la cabeza.
Beethoven, destrozado lo lleva a Gneixendorf -casa de Johann- para que se reponga.
Allí, compone el Cuarteto Opus 135 y el segundo final del Opus 130 (que es lo último completo que escribe).
Su salud se deteriora aún más.
Vuelven a Viena. En el viaje -en malas condiciones- enferma de neumonía. Esta deriva en hidropesía.
Es operado.
-1.827
En los primeros dos meses del año, pasa por tres nuevas operaciones.
Karl es enrolado en el ejército y parte de Viena.
22 de marzo: recibe la extremaunción.
26 de marzo, muere Beethoven, a las 17:45 h. durante una tormenta de primavera.
29 de marzo: Exequias multitudinarias y atendidas por más de 20.000 personas.
Tumba de Beethoven en Viena.
Fuentes:
http://buscabiografias.com
http://www.lvbeethoven.com/Bio/LvBeethoven-AlumnosDeMusica.html
http://www.lvbeethoven.com/Bio/LvBeethoven-Cronologia.html
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“La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía”.
-Beethoven-