¡Efemérides!

El 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Tierra.

¡Un homenaje a nuestro hogar!

El planeta donde vivimos, la hermosa bola azul y blanca (si se mira desde el espacio) ¡está de fiesta!

¡Eso sí, ella no debe de tener muchos motivos para celebrar!

El calentamiento global que está sufriendo, el deterioro de la capa de ozono, la muerte de los bosques y la contaminación de los suelos, entre muchísimas otras "enfermedades", la traen a maltraer.

Sin embargo, la idea de este día es reflexionar y generar conciencia, para impulsar acciones en torno a la problemática ambiental y la preservación de nuestro planeta.

Actos públicos, campañas de reciclaje y de incentivo al uso de transportes no contaminantes, plantaciones masivas de árboles y jornadas de sensibilización son sólo algunas de las acciones que se llevan a cabo este día, en todo el mundo.

–El Día de la Tierra es una fiesta que pertenece a la gente y no está regulada por una sola entidad u organismo; tampoco está relacionado con reivindicaciones políticas, nacionales, religiosas, ideológicas ni raciales.Miembros del grupo Gea - Granada

–El Día de la Tierra apunta a la toma de conciencia de los recursos naturales de la Tierra y su manejo, a la educación ambiental y a la participación como ciudadanos ambientalmente conscientes y responsables.

–En el Día de la Tierra –y mucho mejor si fuera todos los días–, todos estamos invitados a participar en actividades que promuevan la salud de nuestro planeta, tanto a nivel global como regional y local.

La imagen de la portada representa a la diosa madre Gea.

El "Día Internacional de la Tierra" fue instaurado en 1970, por iniciativa de un senador norteamericano, para crear un conciencia común sobre los problemas de la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales, a fin de proteger la Tierra.

Dos años más tarde, el Gobierno de EE.UU. fue el primero en crear una Agencia de Protección Ambiental.

Según se recoge en la llamada "Carta de la Tierra", "La Tierra es nuestro hogar y el hogar de todos los seres vivos. La Tierra misma está viva.

¡Somos partes de un universo en evolución!

Somos miembros de una comunidad de vida interdependiente con una magnificente diversidad de formas de vida y culturas.

Nos sentimos humildes ante la belleza de la Tierra y compartimos una reverencia por la vida y las fuentes de nuestro ser...".

La Carta de la Tierra brinda un marco único para asistir a las comunidades locales para que se dirijan hacia un desarrollo sostenible, la protección ambiental y una cultura de paz.

La Carta de la Tierra puede ser usada para ayudar a definir los valores y metas compartidos y evaluar el progreso hacia la sostenibilidad.

La Carta de la Tierra es una síntesis de valores, principios y aspiraciones ampliamente compartidos por un número creciente de hombres y mujeres en todas las regiones del mundo.

Es el primer intento de la Humanidad por escribir una Constitución del planeta.

Los principios de la Carta de la Tierra reflejan consultas internacionales extensivas dirigidas durante un período de varios años.

Estos principios también están basados en la ciencia contemporánea, las leyes internacionales y en lo más profundo de la filosofía y la religión.

Borradores consecutivos de la Carta circularon alrededor del mundo para obtener comentarios y debate por parte de organizaciones no gubernamentales, grupos comunitarios, sociedades profesionales y expertos internacionales en varios campos.

La Carta de la Tierra es una declaración de principios fundamentales, que tiene el propósito de formar una sociedad justa, sostenible y pacífica en el siglo XXI.

Busca inspirar en los pueblos un nuevo sentido de interdependencia y responsabilidad compartida para el bien de la Humanidad y las demás especies que habitan la Tierra.

Es una expresión de esperanza, así como un llamamiento de ayuda para crear una sociedad global en un momento crítico de la Historia.

Respeto y cuidado de la comunidad de la vida
Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad.

Cuidar la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor.

Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas.

Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las generaciones presentes y futuras.

Integridad ecológica
Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida.

Evitar dañar como el mejor método de protección ambiental y, cuando el conocimiento sea limitado, proceder con precaución.

Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario.

Impulsar el estudio de la sostenibilidad ecológica y promover el intercambio abierto y la extensa aplicación del conocimiento adquirido.

Los 10 mandamientos de nuestra madre Naturaleza son:

Madre Naturaleza ordena y decreta

Ahorrar energía en la propia casa.

Cerrar el agua: es un bien cada vez más escaso.

¡La basura!, producimos demasiada.

Utilizar envases buenos para el medio ambiente.

¡Cuidado en casa con los productos químicos!

Limitar el uso de los plásticos.

Ahorrar papel.

Usar el coche racionalmente.

Cuidar el campo.

Pensar globalmente y actuar localmente.

Justicia social y económica
Erradicar la pobreza como un imperativo ético, social y ambiental.

Asegurar que las actividades e instituciones económicas, a todo nivel, promuevan el desarrollo humano de forma equitativa y sostenible.

Afirmar la igualdad y equidad de género como prerrequisito para el desarrollo sostenible, y asegurar el acceso universal a la educación, el cuidado de la salud y oportunidad económica.

Defender el derecho de todos, sin discriminación, a un entorno natural y social que apoye la dignidad humana, la salud física y el bienestar espiritual, con especial atención a los derechos de los pueblos indígenas y las minorías.

Democracia, no violencia y paz
Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar transparencia y rendimiento de cuentas en la gobernabilidad, participación inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia.

Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida, las habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida sostenible.

Tratar a todos los seres vivientes con respeto y consideración.

Promover una cultura de tolerancia, no violencia, no guerras y paz.

Preámbulo
Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la Humanidad debe elegir su futuro.

A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas.

Para seguir adelante, debemos reconocer que, en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común.

Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible, fundada en el respeto hacia la Naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz.

En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras.

La Tierra, nuestro hogar
La Humanidad es parte de un vasto universo evolutivo.

La Tierra, nuestro hogar, está viva con una comunidad singular de vida.

Las fuerzas de la Naturaleza promueven que la existencia sea una aventura exigente e incierta, pero la Tierra ha brindado las condiciones esenciales para la evolución de la vida.

La capacidad de recuperación de la comunidad de vida y el bienestar de la Humanidad dependen de la preservación de una biosfera saludable, con todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad de plantas y animales, tierras fértiles, aguas puras y aire limpio.

El medio ambiente global, con sus recursos finitos, es una preocupación común para todos los pueblos.

La protección de la vitalidad, la diversidad y la belleza de la Tierra es un deber sagrado.Planeta Tierra

La situación global
Los patrones dominantes de producción y consumo están causando devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de especies.

Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres se está ensanchando.

La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos.

Un aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas ecológicos y sociales. Los fundamentos de la seguridad global están siendo amenazados.

¡Estas tendencias son peligrosas, pero no inevitables!

Los retos venideros
La elección es nuestra: formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de la vida.

Se necesitan cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida.

Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades básicas, el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más.

Poseemos el conocimiento y la tecnología necesarios para proveer a todos y para reducir nuestros impactos sobre el medio ambiente.

El surgimiento de una sociedad civil global está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y humanitario.

Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales, están interrelacionados, y juntos podemos proponer y concretar soluciones comprensivas.

Responsabilidad universal
Para llevar a cabo estas aspiraciones, debemos tomar la decisión de vivir de acuerdo con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales.

Somos ciudadanos de diferentes naciones y de un solo mundo al mismo tiempo, en donde los ámbitos local y global se encuentran estrechamente vinculados.

Todos compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo viviente en su amplitud.

El espíritu de solidaridad humana y de afinidad con toda la vida se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el misterio del ser, con gratitud por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano en la Naturaleza.

Necesitamos urgentemente una visión compartida sobre los valores básicos que brinden un fundamento ético para la comunidad mundial emergente.

Por lo tanto, juntos y con una gran esperanza, afirmamos los siguientes principios interdependientes, para una forma de vida sostenible, como un fundamento común mediante el cual se deberá guiar y valorar la conducta de las personas, organizaciones, empresas, gobiernos e instituciones transnacionales.

Principios

I. Respeto y cuidado de la comunidad de la vida
1. Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad

a. Reconocer que todos los seres son interdependientes y que toda forma de vida, independientemente de su utilidad, tiene valor para los seres humanos.

b. Afirmar la fe en la dignidad inherente a todos los seres humanos y en el potencial intelectual, artístico, ético y espiritual de la Humanidad.

2. Cuidar la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor.

a. Aceptar que el derecho a poseer, administrar y utilizar los recursos naturales conduce hacia el deber de prevenir daños ambientales y proteger los derechos de las personas.

b. Afirmar que, a mayor libertad, conocimiento y poder, se presenta una correspondiente responsabilidad por promover el bien común.

3. Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas.

a. Asegurar que las comunidades, a todo nivel, garanticen los derechos humanos y las libertades fundamentales y brinden a todos la oportunidad de desarrollar su pleno potencial.

b. Promover la justicia social y económica, posibilitando que todos alcancen un modo de vida seguro y digno, pero ecológicamente responsable.

4. Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las generaciones presentes y futuras.

a. Reconocer que la libertad de acción de cada generación se encuentra condicionada por las necesidades de las generaciones futuras.

b. Transmitir a las futuras generaciones valores, tradiciones e instituciones que apoyen la prosperidad, a largo plazo, de las comunidades humanas y ecológicas de la Tierra.

Para poder realizar estos cuatro compromisos generales, es necesario:

II. Integridad ecológica
5. Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida.

a. Adoptar, a todo nivel, planes de desarrollo sostenible y regulaciones que permitan incluir la conservación y la rehabilitación ambientales, como parte integral de todas las iniciativas de desarrollo.

b. Establecer y salvaguardar reservas viables para la Naturaleza y la biosfera, incluyendo tierras silvestres y áreas marinas, de modo que tiendan a proteger los sistemas de soporte de la vida de la Tierra, para mantener la biodiversidad y preservar nuestra herencia natural.

c. Promover la recuperación de especies y ecosistemas en peligro.

d. Controlar y erradicar los organismos exógenos o genéticamente modificados que sean dañinos para las especies autóctonas y el medio ambiente; y además, prevenir la introducción de tales organismos dañinos.

e. Manejar el uso de recursos renovables como el agua, la tierra, los productos forestales y la vida marina de manera que no se excedan las posibilidades de regeneración y se proteja la salud de los ecosistemas.

f. Manejar la extracción y el uso de los recursos no renovables, tales como minerales y combustibles fósiles, de forma que se minimice su agotamiento y no se causen serios daños ambientales.

6. Evitar dañar como el mejor método de protección ambiental y, cuando el conocimiento sea limitado, proceder con precaución.

a. Tomar medidas para evitar la posibilidad de daños ambientales graves o irreversibles, aun cuando el conocimiento científico sea incompleto o inconcluso.

b. Imponer las pruebas respectivas y hacer que las partes responsables asuman las consecuencias de reparar el daño ambiental, principalmente para quienes argumenten que una actividad propuesta no causará ningún daño significativo.

c. Asegurar que la toma de decisiones contemple las consecuencias acumulativas, a largo término, indirectas, de larga distancia y globales de las actividades humanas.

d. Prevenir la contaminación de cualquier parte del medio ambiente y no permitir la acumulación de sustancias radioactivas, tóxicas u otras sustancias peligrosas.

e. Evitar actividades militares que dañen el medio ambiente.

7. Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario.

a. Reducir, reutilizar y reciclar los materiales usados en los sistemas de producción y consumo, y asegurar que los desechos residuales puedan ser asimilados por los sistemas ecológicos.

b. Actuar con moderación y eficiencia al utilizar energía, y tratar de depender cada vez más de los recursos de energía renovables, tales como la solar y eólica.

c. Promover el desarrollo, la adopción y la transferencia equitativa de tecnologías ambientalmente sanas.

d. Internalizar los costos ambientales y sociales totales de bienes y servicios en su precio de venta y posibilitar que los consumidores puedan identificar productos que cumplan con las más altas normas sociales y ambientales.

e. Asegurar el acceso universal al cuidado de la salud que fomente la salud reproductiva y la reproducción responsable.

f. Adoptar formas de vida que pongan énfasis en la calidad de vida y en la suficiencia material en un mundo finito.

8. Impulsar el estudio de la sostenibilidad ecológica y promover el intercambio abierto y la extensa aplicación del conocimiento adquirido.

a. Apoyar la cooperación internacional científica y técnica sobre sostenibilidad, con especial atención a las necesidades de las naciones en desarrollo.

b. Reconocer y preservar el conocimiento tradicional y la sabiduría espiritual en todas las culturas que contribuyen a la protección ambiental y al bienestar humano.

c. Asegurar que la información de vital importancia para la salud humana y la protección ambiental, incluyendo la información genética, esté disponible en el dominio público.

III. Justicia social y económica
9. Erradicar la pobreza como un imperativo ético, social y ambiental.

a. Garantizar el derecho al agua potable, al aire limpio, a la seguridad alimenticia, a la tierra no contaminada, a una vivienda y a un saneamiento seguro, asignando los recursos nacionales e internacionales requeridos.

b. Habilitar a todos los seres humanos con la educación y con los recursos requeridos para que alcancen un modo de vida sostenible y proveer la seguridad social y las redes de apoyo requeridos para quienes no puedan mantenerse por sí mismos.

c. Reconocer a los ignorados, proteger a los vulnerables, servir a aquellos que sufren y posibilitar el desarrollo de sus capacidades y perseguir sus aspiraciones.

10. Asegurar que las actividades e instituciones económicas, a todo nivel, promuevan el desarrollo humano de forma equitativa y sostenible.

a. Promover la distribución equitativa de la riqueza dentro de las naciones y entre ellas.

b. Intensificar los recursos intelectuales, financieros, técnicos y sociales de las naciones en desarrollo y liberarlas de onerosas deudas internacionales.

c. Asegurar que todo comercio apoye el uso sostenible de los recursos, la protección ambiental y las normas laborales progresivas.

d. Involucrar e informar a las corporaciones multinacionales y a los organismos financieros internacionales para que actúen transparentemente por el bien público, y exigirles responsabilidad por las consecuencias de sus actividades.

Diosa Madre Gea11. Afirmar la igualdad y equidad de género como prerrequisitos para el desarrollo sostenible, y asegurar el acceso universal a la educación, el cuidado de la salud y la oportunidad económica.

a. Asegurar los derechos humanos de las mujeres y las niñas y terminar con toda la violencia contra ellas.

b. Promover la participación activa de las mujeres en todos los aspectos de la vida económica, política, cívica, social y cultural, como socias plenas e iguales en la toma de decisiones, como líderes y como beneficiarias.

c. Fortalecer las familias y garantizar la seguridad y la crianza amorosa de todos sus miembros.

12. Defender el derecho de todos, sin discriminación, a un entorno natural y social que apoye la dignidad humana, la salud física y el bienestar espiritual, con especial atención a los derechos de los pueblos indígenas y las minorías.

a. Eliminar la discriminación en todas sus formas, tales como aquellas basadas en la raza, el color, el género, la orientación sexual, la religión, el idioma y el origen nacional, étnico o social.

b. Afirmar el derecho de los pueblos indígenas a su espiritualidad, conocimientos, tierras y recursos y a sus prácticas vinculadas a un modo de vida sostenible.

c. Honrar y apoyar a los jóvenes de nuestras comunidades, habilitándolos para que ejerzan su papel esencial en la creación de sociedades sostenibles.

d. Proteger y restaurar lugares de importancia que tengan un significado cultural y espiritual.

IV. Democracia, no violencia y paz
13. Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar transparencia y rendimiento de cuentas en la gobernabilidad, participación inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia.

a. Sostener el derecho de todos a recibir información clara y oportuna sobre asuntos ambientales, al igual que sobre todos los planes y actividades de desarrollo que los pueda afectar o en los que tengan interés.

b. Apoyar la sociedad civil local, regional y global y promover la participación significativa de todos los individuos y organizaciones interesados en la toma de decisiones.

c. Proteger los derechos a la libertad de opinión, expresión, reunión pacífica, asociación y disensión.

d. Instituir el acceso efectivo y eficiente de procedimientos administrativos y judiciales independientes, incluyendo las soluciones y compensaciones por daños ambientales y por la amenaza de tales daños.

e. Eliminar la corrupción en todas las instituciones públicas y privadas.

f. Fortalecer las comunidades locales, habilitándolas para que puedan cuidar sus propios ambientes, y asignar la responsabilidad ambiental en aquellos niveles de gobierno en donde puedan llevarse a cabo de manera más efectiva.

14. Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida las habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida sostenible.

a. Brindar a todos, especialmente a los niños y los jóvenes, oportunidades educativas que les capaciten para contribuir activamente al desarrollo sostenible.

b. Promover la contribución de las artes y de las humanidades, al igual que de las ciencias, para la educación sobre la sostenibilidad.

c. Intensificar el papel de los medios masivos de comunicación en la toma de conciencia sobre los retos ecológicos y sociales.

d. Reconocer la importancia de la educación moral y espiritual para una vida sostenible.

15. Tratar a todos los seres vivientes con respeto y consideración.

a. Prevenir la crueldad contra los animales que se mantengan en las sociedades humanas y protegerlos del sufrimiento.

b. Proteger a los animales salvajes de métodos de caza, trampa y pesca que les causen un sufrimiento extremo, prolongado o evitable.

c. Evitar o eliminar, hasta donde sea posible, la toma o destrucción de especies por simple diversión, negligencia o desconocimiento.

16. Promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz.

a. Alentar y apoyar la comprensión mutua, la solidaridad y la cooperación entre todos los pueblos, tanto dentro como entre las naciones.

b. Implementar estrategias amplias y comprensivas para prevenir los conflictos violentos, y utilizar la colaboración en la resolución de problemas para gestionar y resolver conflictos ambientales y otras disputas.

c. Desmilitarizar los sistemas nacionales de seguridad al nivel de una postura de defensa no provocativa, y emplear los recursos militares para fines pacíficos, incluyendo la restauración ecológica.

d. Eliminar las armas nucleares, biológicas y tóxicas y otras armas de destrucción masiva.

e. Asegurar que el uso del espacio orbital y exterior apoye y se comprometa con la protección ambiental y la paz.

f. Reconocer que la paz es la integridad creada por relaciones correctas con uno mismo, otras personas, otras culturas, otras formas de vida, la Tierra y con el todo más grande, del cual somos parte.

El camino hacia adelante
Como nunca antes en la Historia, el destino común nos hace un llamamiento para buscar un nuevo comienzo. Tal renovación es la promesa de estos principios de la Carta de la Tierra.

Para cumplir esta promesa, debemos comprometernos a adoptar y promover los valores y objetivos en ella expuestos.

El proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón; requiere también de un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal. Debemos desarrollar y aplicar imaginativamente la visión de un modo de vida sostenible a nivel local, nacional, regional y global.

Nuestra diversidad cultural es una herencia preciosa, y las diferentes culturas encontrarán sus propias formas para concretar lo establecido. Debemos profundizar y ampliar el diálogo global que generó la Carta de la Tierra, puesto que tenemos mucho que aprender en la búsqueda colaboradora de la verdad y la sabiduría.

La vida, a menudo, conduce a tensiones entre valores importantes. Ello puede implicar decisiones difíciles; sin embargo, se debe buscar la manera de armonizar la diversidad con la unidad; el ejercicio de la libertad con el bien común; los objetivos a corto plazo con las metas a largo plazo.

Todo individuo, familia, organización y comunidad tiene un papel vital que cumplir. Las artes, las ciencias, las religiones, las instituciones educativas, los medios de comunicación, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y los gobiernos están llamados a ofrecer un liderazgo creativo.

La alianza entre Gobiernos, sociedad civil y empresas es esencial para la gobernabilidad efectiva.

Con el objeto de construir una comunidad global sostenible, las naciones del mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, cumplir con sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales existentes y apoyar la implementación de los principios de la Carta de la Tierra, por medio de un instrumento internacional legalmente vinculante sobre medio ambiente y desarrollo.

Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida.

Historia:
El 22 de abril de 1970 el senador estadounidense Gaylord Nelson convocó al primer gran acto ambientalista en el mundo. Veinte millones de norteamericanos tomaron las calles y los parques para protestar en contra del deterioro ambiental.

Recién en 1990 el Día de la Tierra se internacionalizó, para dar paso a una celebración global del medio ambiente y de nuestro compromiso con su protección.

El gran comienzo
Todo comenzó en 1970, cuando Gaylord Nelson, senador de Estados Unidos, incentivó el desarrollo de una protesta a nivel nacional para "despertar" al aparato político e instalar el tema ambiental en la agenda del país. Con ese principio, el 22 de abril de ese año ¡20 millones de estadounidenses! salieron a las calles, parques y auditorios para exigir un ambiente sano y limpio, y protestar en contra del deterioro ambiental.

"El Día de la Tierra alcanzó lo que yo ansiaba. El objetivo consistió en demostrar una inquietud tan grande por el ambiente a nivel nacional que sacudiera la arena política. Fue una jugada de riesgo, pero funcionó... Realmente fue una asombrosa explosión popular...

El Día de la Tierra se convirtió en la primera oportunidad que jamás habían tenido para unirse en una manifestación nacional que enviara un gran mensaje a los políticos: el mensaje de que despertaran e hicieran algo" (Gaylord Nelson).

Y así fue, porque la protesta sirvió para que un sinnúmero de grupos que habían estado luchando por cosas diversas como los derrames de aceite, la protección de la vida salvaje, la contaminación de las industrias y la correcta disposición de los residuos, supieran de la existencia de los otros y de los ideales que compartían.

Gracias a este primer Día de la Tierra se creó también la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y se aprobaron las leyes de Aire Limpio, Agua Limpia y Especies en Peligro. Además, las organizaciones populares, hoy ONG, aumentaron en tamaño y poder.

En 1990, el Día de la Tierra pasó a ser internacional. Encabezado por Denis Hayes, organizador principal del primer Día de la Tierra, abarcó a empresas, minorías étnicas y funcionarios públicos. Así las cosas, se convocó a los países del mundo para que todos asumieran las diferentes problemáticas ambientales.

Cuando se acercaba el cambio de milenio, los temas y las campañas se orientaron hacia el calentamiento global y la necesidad de contar con apoyo para generar energías limpias. Y el Día de la Tierra 2000 combinó la festividad del primer día (1970) con el activismo del de 1990, el cual fue apoyado por la tecnología, lo que permitió que todos los interesados se unieran a través de la red: más de cinco mil grupos participaron en 184 países.

–En 1971, Greenpeace, surgido en Canadá, adoptó los principios de la "desobediencia civil no violenta" para crear conciencia pública en torno a la menguante población de ballenas y los riesgos de la energía nuclear.

–Nature Conservanci, creada en 1951, se dedicó a principios de los setenta a la preservación de la diversidad natural y comenzó a comprar tierra sin explotar para la preservación de la Naturaleza.

–A fines de los años ochenta se establecieron programas municipales de reciclaje en Estados Unidos y en el mundo. Además, muchas empresas comenzaron a promocionarse como acordes con el medio ambiente, al utilizar material reciclado en sus empaques y difundir anuncios comerciales por la televisión que hablaban de sus logros en la protección de la Tierra.

– En 1995 se celebró el XXV aniversario del primer Día de la Tierra y fue un momento para evaluar el progreso ambiental del último cuarto de siglo.

– El Día de la Tierra ha evolucionado hacia una celebración global del medio ambiente y de nuestro compromiso con su protección. Su historia refleja el crecimiento de la conciencia ambiental en el transcurso del último cuarto de siglo, y su legado nos da la noción de que el medio ambiente es objeto de inquietud universal.

Fuentes:
http://es.wikisource.org
http://www.familia.cl
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"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados"
(Groucho Marx).