¡Si van juntas, mejor!
Aniversario. Juan Luis Vives, en valenciano Joan Lluís Vives, en latín Ioannes Lodovicus Vives.
Vives fue un humanista, filósofo y pedagogo
brillante, profundo y contenido. Su vida se ha hecho modelo de universalidad y profundidad.
"Poder es querer con eficacia. Donde no hay voluntad para concebir y fuerza para ejecutar, allí no existe poder de ninguna especie. La voluntad solo significa un pensamiento estéril o un deseo ineficaz" (Colmeiro).
Valencia, 6 de marzo de 1492 – Brujas, 6 de mayo de 1540
Nació en Valencia, en 1492, el mismo año en el que los Reyes Católicos conquistaron el último reino musulmán en la península, el Reino de Granada.
La casa natal del Luis Vives se encontraba entre las calles Cardona y Vidal, en pleno centro histórico.
Se iniciaba así una época difícil para todos aquellos que profesaban una religión distinta a la cristiana, tanto musulmanes como judíos.
La familia Vives era importante dentro del núcleo de comerciantes judíos, religiosos y económicamente acomodados en Valencia.
Para proteger la vida de sus familiares así como sus propiedades y evitar así mismo el riesgo de ser expulsados, se vieron obligados a convertirse al cristianismo.
Sin embargo, siguieron practicando el judaísmo en una sinagoga que tenían en su casa y de la que era rabino un primo hermano de Juan Luis, Miguel Vives.
Pero, en 1482, la Inquisición descubrió a Miguel y a su madre en la sinagoga en plena función religiosa, iniciándose así un proceso contra toda la familia Vives.
Algunos de sus miembros fueron condenados y murieron quemados en la hoguera.
Estatua de Luis Vives en la entrada de la Biblioteca Nacional de España, en Madrid. Esculpida en mármol blanco de Italia por Pere Carbonell en 1892.
"Entraron, ¡oh Señor!, en tu rebaño los lobos rapaces. Nadie piensa en los pérfidos judíos que blasfeman tu nombre".
Esta frase escrita por el franciscano Alonso de Espina en su obra "Fortalitium Fidei", a mitad del siglo XV, ilustra muy bien la opinión tenida sobre los conversos por la mayoría cristiana de la época.
A los quince años, Juan Luis Vives empezó a estudiar en la universidad de Valencia, que había sido fundada cinco años antes. Acudió a dicho centro desde 1507 hasta 1509 aproximadamente.
El proceso contra su familia continuó, y en 1509, su padre, preocupado por el cariz que tomaba el asunto, decidió enviar a su hijo a estudiar al extranjero.
Así, en el otoño de 1509 Vives partió rumbo a París para perfeccionar y ampliar sus conocimientos en la universidad de la Sorbona, centro de atracción de muchos estudiantes de la Corona de Aragón y en el que enseñaban muchos profesores españoles.
Terminó sus estudios en 1512, alcanzando el grado de doctor, y se trasladó a Brujas (Bélgica), donde vivían algunas familias de mercaderes valencianos, entre ellas la de su futura mujer, Margarida Valldaura.
Allí acabó su formación. Realizó una serie de viajes a las capitales más importantes de Europa: Oxford, Breda, Malinas, Londres, París, Amberes y Lovaina.
En esta última ciudad se establecerá entre 1517 y 1521 para iniciar su carrera docente en la universidad, puesto que simultaneó con el de preceptor de Guillermo de Croy, señor de Chievres, uno de los más importantes consejeros del joven Carlos I.
Paulatinamente, Vives tomará contacto con los humanistas más importantes de su época, como Guillaume Budé, Juan de Vergara o Tomás Moro, haciéndose un hueco fundamental en el pensamiento renacentista.
Tanto en Juan Luis Vives como en Tomás Moro y Budé podemos ver representadas todas las actitudes características del Renacimiento: crítica de la autoridad, preocupación por el hombre, vuelta a las fuentes clásicas, atención a la observación y la experiencia, curiosidad por las novedades, culto al trabajo y al espíritu productivo, sano y ponderado utilitarismo, profunda religiosidad intimista...
Los escritos de Vives apuntan hacia el papa, concretamente en "De Europeae statu ac tumultibus", donde exige al pontífice que interfiera en la mediación de los príncipes cristianos a favor de la paz.
En su obra "De subventione pauperum" analiza la situación de los marginados en su tiempo, buscando soluciones en las instituciones públicas.
Tras la muerte de Nebrija en 1522, la Universidad de Alcalá ofrece su cátedra a Vives, oferta que rechazó para impartir humanidades y jurisprudencia en la Universidad de Oxford por mediación de Moro.
En estos años se dedicará a la instrucción y el asesoramiento de Mencía de Mendoza, la esposa de Enrique de Nassau.
En el verano de 1523, fue elegido lector del Colegio de Corpus Christi por el cardenal Wolsey, cargo que comportaba también ser nombrado canciller del rey Enrique VIII de Inglaterra.
Vives veía cumplido así su anhelo de establecerse en una corte, único lugar en el que un humanista podía desarrollar dignamente su trabajo investigador de la cultura y enseñar los descubrimientos de sus estudios.
Ahí trabó amistad con Tomás Moro y la reina Catalina de Aragón.
Sin embargo, pronto se desanimó, ya que añoraba a sus amigos flamencos y la vida académica de Lovaina, en la que destacaba Erasmo de Róterdam, y donde tenían lugar las discusiones más apasionantes entre los más destacados humanistas europeos.
Su amistad con la reina Catalina le permitió que el 28 de abril de 1525 se le concediera la licencia para importar vino y lana hasta Inglaterra y exportar trigo al continente. Con los beneficios de este comercio y la pensión real su situación económica mejoró.
Desde mayo de 1526 hasta abril de 1527 residió de nuevo en Brujas, lugar en el que se enteró de la condena a muerte de su amigo Tomás Moro por oponerse al divorcio del rey.
Catalina llamó a Vives para que enseñara latín a su hija, María Tudor.
Recibió la noticia de que su padre había sido condenado y quemado en 1526, y su madre, Blanca March, muerta en 1508, desenterrada y sus restos quemados en 1529.
Vives realizó en Brujas su obra "Tratado del socorro de los pobres", obra donde analizaba y sistematizaba la organización de ayuda a los pobres y cómo debía hacerse.
Vives fue la primera persona en Europa en llevar a la práctica un "servicio organizado de asistencia social" mediante su tratado.
Fue, por tanto, el precursor de la organización futura de los servicios sociales en Europa, y uno de los precursores de la intervención organizada del Estado y de la asistencia para con los necesitados. También es reconocido precursor del trabajo social.
Para intentar ayudar a la reina, Vives escribió al emperador Carlos, adversario del rey, y al papa Clemente VII, pero sus notas fueron interceptadas por el cardenal Wolsey.
Viendo que sus esfuerzos eran inútiles y que el rey jamás renunciaría al divorcio, intentó convencer a la reina para que lo aceptara.
Esta estrategia desagradó tanto a Enrique como a Catalina; le fue retirada la pensión real y tuvo que abandonar Inglaterra.
Buscó entonces protección en Carlos V, al que dedicó su tratado "De concordia et discordia in humano genere", y otro al inquisidor general de España, titulado "De pacificatione".
Le fue concedida una renta anual de 150 ducados, que representaba la mitad de sus gastos; sin embargo, jamás consiguió el beneficio eclesiástico solicitado.
Los últimos años de su vida los dedicó a perfeccionar la cultura humanística de los duques de Mencía.
Se convirtió en un reformador de la educación europea y en un filósofo moralista de talla universal, proponiendo el estudio de las obras de Aristóteles en su lengua original y adaptando sus libros destinados al estudio del latín a los estudiantes; substituyó los textos medievales por otros nuevos, con un vocabulario adaptado a su época y al modo de hablar del momento.
Su libro destinado a la enseñanza del latín se editó en sesenta y cinco ocasiones entre 1538 y 1649.
Propuso también la reforma de la Sorbona, depurando su educación filosófica, dotando de una gran calidad a su educación.
En 1529 su salud era ya muy delicada: padecía de dolores de cabeza y una úlcera estomacal.
La artritis degeneró en fuertes dolores y el 6 de mayo de 1540 moría en su casa de Brujas a causa de un cálculo biliar.
Fue enterrado en la iglesia de San Donaciano.
Su influencia sobre la Europa del Renacimiento fue enorme, pues no solo acudieron a consultarle los más influyentes artífices de la Reforma protestante y de la Contrarreforma católica, sino que fue tutor y educador de muchos nobles que ocuparon puestos de responsabilidad en la monarquía de Carlos V.
Su pensamiento es uno de los máximos exponentes del humanismo renacentista: trató de rescatar el pensamiento de Aristóteles, descargándolo de las interpretaciones escolásticas medievales; sustentó una ética inspirada en Platón y en los estoicos.
Pero, más que plantear teorías de altos vuelos, Vives fue un hombre ecléctico y universalista, que avanzó ideas innovadoras en múltiples materias filosóficas, teológicas, pedagógicas y políticas, y propuso acciones en favor de la paz internacional, la unidad de los europeos y la atención a los pobres.
Necesidades superfluas e insatisfacción
He aquí un ejemplo de la sabiduría de Vives, un texto muy interesante para aplicar en la crítica de los excesos consumistas de la sociedad actual:
"Las cosas de que tenemos necesidad, la naturaleza nos las muestra, y enseña que son muy pocas y puestas a la mano, que fácilmente se alcanzan.
La necedad o falta del entendimiento inventa cosas sobradas y superfluas, que son infinitas y que con gran trabajo se han.
La naturaleza, si le das lo que ella tiene menester, como en cosa suya se huelga y se recrea y se esfuerza; con lo sobrado se enflaquece y aflige, como en cosa que ni es suya, ni le arma.
El desordenado apetito, que procede de poco saber y de falsas opiniones, no se harta ni hinche con las cosas necesarias; y las superfluas antes le anegan que le satisfagan".
Juan Luis Vives. "Introducción a la sabiduría", traducida en castellano por Diego de Astudillo, Brujas, MDXLVI. Cap. IV.
Menéndez Pelayo dijo de él: "Dos o tres nombres hay que compitan con el suyo en la historia de la ciencia española; no hay ninguno que le supere".
Por su "De anima et vita" (1538) ha sido considerado el padre de la psicología moderna y un antecedente clarísimo de Francis Bacon y René Descartes.
Especialmente notable es –a nuestro juicio– su estudio sobre las pasiones –affectus–, al que dedica el libro III de su "Tratado sobre el alma y la vida".
El erudito santanderino describe así su estilo filosófico:
"Es el estilo de los tratados de Vives algo duro, pero sobrio, preciso, grave y notable por la claridad, corrección y limpieza...
La cualidad capital de su entendimiento era el juicio. Y este juicio claro, penetrante y agudo, descuella no solo en sus obras filosóficas y de educación, que son sin duda las principales, sino en algunas más literarias... donde sabiamente comprendió lo más útil de los retóricos antiguos, y en algunos libros morales escritos con primorosa delicadeza" (Menéndez Pelayo).
Obras
Entre sus abundantes obras cabe destacar los tratados "Sobre el alma y la vida" (1538) y "Sobre la verdadera fe cristiana" (1543).
"Opuscula varia" (Lovanii, 1519): colección de opúsculos donde encontramos la que fue su primera obra de carácter filosófico "De initiis, sectis et laudibus philosophiae".
"Adversus pseudodialecticos" (Selestadii, 1520): presenta la lectura de los clásicos, como humanista que es, como medio para adquirir agilidad mental.
"De subventione pauperum. Sive de humanis necessitatibus libri II" (Brugis, 1525): trata el problema de la mendicidad buscando soluciones en las instituciones públicas, que deben socorrer a los verdaderos pobres y hacer trabajar a los que solo son vagos.
Para ello es preciso una organización de la beneficencia y una reforma del sistema sanitario, de asilo... siendo un plan de actuación contra la pobreza en la ciudad de Brujas.
"De Europae dissidis et Republica" (Brugis, 1526).
"De concordia et discordia in humano genere" (Antuerpiae, 1529).
"De pacificatione" (Antuerpiae, 1529).
"Quam misera esset vita christianorum sub Turca" (Antuerpiae, 1529).
"De disciplinis libri XX" (Antuerpiae, 1531): es una obra enciclopédica, en la que se encierra su obra pedagógica, y que está dividida en tres partes:
"De causis corruptarum artium", "De tradendis disciplinis", y "De artibus".
Esta última contiene a su vez:
"De prima philosophia", "De explanatione cuiusque essentiae", "De censura veri", "De instrumento probabilitatis", "De disputatione".
"De anima et vita" (Basileae, 1538): es su obra de madurez y en ella el autor desarrolla conceptos de psicología.
"Lingvae latina exercitatio", son Diálogos sobre la educación dedicados al príncipe que después sería Felipe II, y cuya intención es instruir en la lengua latina al mismo tiempo que introduce amenas cuestiones sobre moral y conducta social y evoca sus recuerdos infantiles.
"De Europeae statu ac tumultibus". Se dirige al Papa para exigir su mediación a favor de la paz entre los príncipes cristianos, en la misma línea que la "Querella de la paz" de su amigo Erasmo.
"Introductio ad sapientiam" (Lovaina, 1524), es la más importante de sus obras pedagógicas.
"De institutione feminae christianae".
Sus escritos, todos en latín, son aproximadamente unos sesenta. La variedad de esta obra y su valor de innovación revela la honda calidad humana de Luis Vives, que insiste en problemas de métodos, por lo que, ante todo, es un pedagogo y un psicólogo.
En su tratado "De anima et vita" (Sobre el alma y la vida), aun siguiendo a Aristóteles y defendiendo la inmortalidad del alma en base al argumento "res omnis sic se habet ad esse, quemadmodum ad operari", atribuye a la psicología el estudio empírico de los procesos espirituales, estudia la teoría de los afectos, de la memoria y de la asociación de las ideas, por lo que se le considera como precursor de la antropología del siglo XVII y de la moderna psicología.
De su obra pedagógica destacan la "Institutione de feminae christianae" (1529, La educación de la mujer cristiana), traducida al castellano en Valencia en 1528, una especie de manual ético-religioso para la joven, la mujer casada y la viuda.
"De ratione studii puerilis" (1523), sobre los métodos y programas de una educación humanística.
"De ingenuarum adolescentium ac puellarum institutione" (1545) y "De officio mariti", similares a las anteriores.
"De disciplinis" (De las disciplinas, 1531), por último, se divide en tres partes:
"De causis corruptarum artium", "De tradendis disciplinis" y "De artibus".
(Valencia, 1492 - Brujas, Flandes, 1540).
Juan Luis Vives, piedra angular de la literatura renacentista, ha sido conocido, sobre todo, como filósofo y escritor en lengua latina.
No obstante, algunas informaciones halladas en su correspondencia y una ardua investigación de análisis textual y filológico han llevado a Francisco Calero, eximio latinista, doctor en Filología Clásica, a lanzar la hipótesis de que Juan Luis Vives escribió cuatro obras en español:
El "Diálogo de Mercurio y Carón", el "Diálogo de las cosas acaecidas en Roma", el "Diálogo de la lengua" y, la más representativa de todas, el "Lazarillo de Tormes".
En su libro, se expone un total de 151 "pruebas" que demostrarían que Juan Luis Vives fue el autor de la citada novela picaresca, una de las cumbres de la literatura en lengua española de todos los tiempos.
También ha de reconocerse su labor como filólogo.
Pero es, sobre todo, un pedagogo, un psicólogo, un pensador religioso y un moralista.
También son apreciables sus tres libros de "Retórica" (Rethoricae sive de recte rationes dicendi, 1532), cuyas innovaciones preludian las modernas preceptivas.
Como pedagogo, reaccionó contra los métodos escolásticos y la dialéctica especulativa de los profesores de la Sorbona, en la que estudió (1509-1512), e insistió en que la enseñanza debe realizarse de acuerdo con la personalidad y naturaleza del alumno.
Lo importante en Vives es su preocupación por aquellos aspectos más inmediatos de la realidad humana, con un profundo conocimiento del hombre y de su historia.
Citas de Luis Vives
"Contestar injuria con injuria es lavar el barro con el barro".
"Desterrada la justicia, que es vínculo de las sociedades humanas, muere también la libertad, que está unida a ella y vive por ella".
"Desventurado el hombre que no tiene quien le amoneste cuando tiene necesidad de ello".
"Es inútil toda polémica si no hay esperanza de que resulte provechosa".
"Jamás es nociva la reprensión aunque venga de tu enemigo".
"La diligencia en escuchar es el más breve camino hacia la ciencia".
"La fuente de la vida es el corazón".
"La guerra es ocupación más propia de bestias que de hombres".
"La modestia en el hombre de talento es cosa honesta".
"La tiranía de la ignorancia es... la más dura y lóbrega de las esclavitudes".
"La verdad, en cuyas filas debemos estar alineados, no pertenece a uno u otro, sino que es patrimonio de la colectividad".
"Las guerras no deberían narrarse de manera diferente que los latrocinios, esto es, breve y escuetamente, sin alabanza alguna, antes bien, detestándolas".
"Libre es aquel que apetece solamente lo que está en sus manos alcanzar".
"Lo comprado al precio de muchos ruegos, es caro".
"Lo que quieras que otros no digan, tú lo has de callar primero".
"Malo es que trabajen los hombres para morir ricos, y no para vivir como tales hombres".
"Muchos habrían podido llegar a la sabiduría si no se hubieran creído ya suficientemente sabios".
"Nada más vergonzoso para nosotros que el hecho de que los ladrones y maleantes tengan entre sí una convivencia más amistosa que los intelectuales".
"Ni la utilidad del mentir es sólida, ni el mal de la verdad perjudica mucho tiempo".
"No es igual conocerse a sí mismo que juzgar de sí mismo".
"No hay cosa, por fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana".
"No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras y, aún más, sus acciones".
"No se debe tocar con ligereza lo que es peligroso dejar sin resolver".
"Si han de creer lo que dices, igualmente te creerán sin jurar que jurando, y si no han de creerte, cuanto más jures más se alejarán de ti".
"Si no me engaño me parece buena la siguiente proporción: cinco partes de lectura, cuatro de meditación, tres de escritura, que la lima reducirá a dos, y de estas dos sacar solo una a la luz pública".
"Tan perjudicial es desdeñar las reglas como ceñirse a ellas en exceso".
"Un solo día bien vivido de acuerdo con las reglas de la filosofía, debería anteponerse a toda la inmortalidad".
Fuentes:
http://www.valencia.es/ayuntamiento
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia
http://www.mundocitas.com
http://www.cibernous.com
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"Cuando lo creas todo perdido, no olvides que aún te queda el futuro, tu cerebro, tu voluntad y dos manos para cambiar tu destino" (Wernher von Braun).