Tras once años de reconstrucción, el Puente Viejo destruido en la guerra de Bosnia-Herzegovina, se convierte en un símbolo de la reconciliación y la solidaridad humana.

El Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura (en representación del sistema de Naciones Unidas) y el Presidente del Colegio Presidencial de Bosnia y Herzegovina, Sulejman Tihic, inauguraron el 23 de julio en Mostar el Puente Viejo reconstruido de esta ciudad, en presencia de una decena de jefes de Estado de la región y de varias personalidades de la escena política europea.

Destruido el nueve de noviembre, el Puente Viejo (Stari Most) era el emblema por antonomasia de la ciudad. Fue un ataque al corazón mismo de una ciudad que perdió a numerosos habitantes durante la guerra. De hecho, Mostar se identificaba tanto con el puente que hasta le debía su nombre, ya que “most” significa puente en las lenguas vernáculas. Desde que el arquitecto otomano Mimar Hajredin, discípulo del célebre Sinan, culminó su construcción tras diez años de obras (1.557-1.566), el puente “apodado “el Viejo” por los vecinos de la ciudad, había resistido con éxito a toda suerte de calamidades, invasiones, guerras y terremotos.

“Cuando un puente se rompe, suele quedar una especie de muñón en una u otra orilla. Al principio, todos creíamos que se había desplomado por entero sin dejar rastro, arrastrando consigo parte de las rocas, de las torres de piedra que se erguían dominándolo y de la tierra misma de Herzegovina. Luego, vimos que de uno y otro lado lo sostenían auténticas cicatrices sangrantes y palpitantes”.

Así describe la destrucción del Puente Viejo el escritor Predrag Matvejevitch nacido en Mostar en 1.932 de padre ruso ucraniano y madre croata, que siempre ha proclamado con vehemencia su “impureza étnica”. Flanqueado por dos torres fortificadas -la Halebija, en la margen derecha del río, y la Tara, en la izquierda- el puente tenía una sola arcada abovedada de 30 metros de largo por 4 de ancho, construida con 456 bloques de piedra caliza. El Puente Viejo fue destruido por su valor simbólico, el mismo valor por el que la UNESCO se comprometió a reconstruirlo: “Nuestra presencia en Mostar obedece al propósito de insuflar de nuevo vida a un patrimonio excepcional que, tras haber sido tomado como objetivo de destrucción, debe convertirse en signo de concordia y reconocimiento, y en símbolo poderoso de una identidad plural cimentada en la confianza mutua”, explica el Director General, Koichiro Matsuura.

El 10 de marzo de 1.994, apenas cuatro meses después de la destrucción del puente, cuando Bosnia y Herzegovina estaban todavía sumidas de lleno en la guerra, la UNESCO hizo un primer llamamiento en favor de la reconstrucción del monumento, y en junio de ese mismo año envió una misión de expertos que propuso la adopción de medidas de emergencia. El Acuerdo de Dayton, firmado en diciembre de 1.995, propuso un marco global para llevar la paz a Bosnia y Herzegovina y estableció una Comisión para la Preservación de los Monumentos Nacionales. El 13 de julio de 1.998, la UNESCO, el Banco Mundial y el municipio de Mostar hicieron un llamamiento conjunto en pro de la reconstrucción del Puente Viejo, al que respondieron favorablemente cinco países donantes: -Croacia, Francia, Italia, Países Bajos y Turquía-, así como el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa.

El Puente Viejo se ha reconstruido con materiales locales -piedra de los tipos tenelija y bretcha extraída de canteras de los alrededores de la ciudad- y con métodos e instrumentos tradicionales como dovelas, lañas y espigas. Tras dos años de investigaciones científicas y arqueológicas, las obras de reconstrucción dieron comienzo el 7 de junio de 2.001, en presencia de los presidentes de Bosnia y Herzegovina e Italia.

El 14 de abril de 2.003 se puso la primera piedra de la arcada; la reconstrucción terminó en abril de 2.004.

http://www.unesco.cl/esp/sprensa/noticias

MOSTAR: Ciudad de Yugoslavia, antigua capital de Herzegovina, situada 80 km al suroeste de Sarajevo. Rodeada por áridas y abruptas montañas, Mostar es una mezcla de torretas grises, minaretes blancos y umbrosos cipreses que se eleven sobre los techos rojos de las casas. La ciudad, se extiende alrededor de un hermoso puente del siglo XVI que cruza el río Neretva mediante un simple arco, que tiene 29 m. de ancho y 20 m. sobre el nivel del río. La ciudad, la más grande de Herzegovina.

http://www.guiadelmundo.com/paises/bosnia_herzegovina/localidades/mostar.html

* * * * * “Que este puente actue como unión, en “una nueva era en la que el diálogo, el entendimiento y la reconciliación han de sustituir las turbulencias de la historia”. -Anónimo-