El altruismo, ¿es una constante natural? Estos niños son tan jóvenes, que aún llevan pañales y apenas pueden hablar, pero ya muestran una conducta tendiente a ayudar a los demás.

-Félix Warneken, psicólogo- Apenas a los 18 meses de haber nacido, los bebés demuestran ya una conducta altruista, lo que, según un grupo de científicos alemanes, sugiere que los seres humanos tienen una tendencia natural a ayudar a los demás.

En una serie de experimentos publicados por la revista Science, niños menores de dos años ayudaron a personas desconocidas a completar tareas, como apilar libros, etc. Jóvenes chimpancés hicieron lo mismo, lo cual provee la primera evidencia directa de altruismo en primates no humanos.

El altruismo pudo haber evolucionado desde hace seis millones de años de un “ancestro común” de los chimpancés y los seres humanos, señala el estudio.

-Sin Recompensas-

Los científicos han debatido mucho en torno a qué provoca que las personas “demuestren la bondad de sus corazones” al ayudar a gente desconocida, sin importar la carencia de beneficios para ellas mismas. La sociedad humana depende de que la gente esté dispuesta a colaborar con otros -como por ejemplo, donar a organizaciones de beneficencia, etc.-; y muchos científicos sostienen que el altruismo es una función humana que se encuentra en nuestro cerebro.

“Se ha dicho que los chimpancés actúan principalmente para su propio beneficio, pero en nuestro experimento no hubo recompensas y aun así, ellos ayudaron”, señaló Félix Warneken, psicólogo del Instituto de Antropología Evolutiva Max Planck de Leipzig, Alemania.

-“Sorprendente”-

doctor Warneken y su colega Michael Tomasello querían ver si los niños que aún no habían aprendido destrezas sociales, estaban dispuestos a ayudar a personas que no eran de su entorno. Los científicos realizaron tareas sencillas, como dejar caer las pinzas mientras se colgaba ropa o desordenaban libros de un montón. Casi todos de los 24 bebés de 18 meses que se estudiaron, ayudaron a recoger las pinzas o los libros, y la mayoría lo hizo en los primeros 10 segundos del experimento.

Sin embargo, sólo lo hicieron si creían que el investigador necesitaba el objeto para completar la tarea, porque si las pinzas o los libros se dejaban caer deliberadamente, los niños no los recogían. “Los resultados fueron sorprendentes porque estos niños son tan jóvenes, aún llevan pañales y apenas pueden hablar, pero ya muestran una conducta tendiente a ayudar”, indicó Warneken. Los científicos investigaron tareas más complejas como retirar un objeto de una caja con tapa…

Cuando dejaron caer una cucharilla dentro de la caja y pretendieron que no sabían abrir la tapa, los niños ayudaron a retirarla. Pero no lo hicieron cuando pensaban que la cucharilla había sido arrojada deliberadamente. -Tareas Simples- Las tareas fueron repetidas con tres chimpancés criados en cautiverio.

Los chimpancés no ayudaron en tareas más complejas, como el experimento con la caja, pero sí en las tareas simples, como alcanzar un objeto. “Tanto los niños como los chimpancés están dispuestos a ayudar, pero parecen diferenciarse en su habilidad para interpretar las necesidades de ayuda de los demás, en situaciones distintas”, concluyeron los científicos.

-Estudio en Uganda-

Más evidencias sobre la capacidad de los chimpancés de cooperar aparecieron en otro estudio publicado en la misma edición de la revista Science. Tanto los niños como los chimpancés están dispuestos a ayudar, pero parecen diferenciarse en su habilidad para interpretar las necesidades de ayuda para los demás en situaciones distintas.

-Warneken y Tomasello-

Melis, del Santuario para Chimpancés de la isla Ngamba en Uganda, descubrió que los chimpancés reconocían cuándo era necesario colaborar, y seleccionaban el mejor compañero de equipo para trabajar. Los chimpancés tenían que cooperar para alcanzar una bandeja de comida, jalando dos cuerdas al mismo tiempo.

“Nunca habíamos visto este nivel de entendimiento en tareas de cooperación en otros animales a excepción de seres humanos”, dijo. Sin embargo, Melis señaló que todavía no hay pruebas de que los chimpancés se comuniquen entre sí sobre metas comunes, como lo hacen los niños desde una edad temprana.

Fuente: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science

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