23 de Junio de 2010.

Un equipo de arqueólogos ha refutado una teoría de cincuenta años de edad comúnmente aceptada sobre la manera en que las famosas estatuas de piedra (moáis) fueron trasladadas por la Isla de Pascua, esa misteriosa y remota isla ubicada a 3000 kilómetros de la costa chilena.

El trabajo de campo, dirigido por investigadores del University College de Londres y la Universidad de Manchester, ha mostrado que el antiguo sistema de caminos de la remota isla del Pacífico era principalmente ceremonial y no fue construido exclusivamente para el transporte de las estatuas.

Una compleja red de caminos con hasta ochocientos años de antigüedad se extiende por la isla, entre las canteras de estatuas y de sombreros y las áreas costeras. (Algunas de las estatuas poseen cabezas con sombreros rojos).
A ambos lados de los caminos hay docenas de moáis.

El hallazgo creará controversia entre los muchos arqueólogos que han dedicado años a descubrir cómo exactamente fueron trasladados los moáis desde que el explorador noruego Thor Heyerdahl publicó por primera vez su teoría en 1958.
Heyerdahl e investigadores posteriores creyeron que las estatuas que él encontró tumbadas cerca de los caminos fueron abandonadas durante el transporte por los antiguos polinesios.
Pero su teoría ha sido refutada por el equipo liderado por el doctor Colin Richards, de la Universidad de Manchester, y la doctora Sue Hamilton, del University College de Londres.
El descubrimiento de plataformas de piedra asociadas con cada moái caído, un hallazgo descubierto gracias al uso de equipos de exploración geofísica especializados, confirma una teoría poco conocida de 1914 formulada por la arqueóloga británica Katherine Routledge. Según esta teoría, los caminos eran principalmente senderos ceremoniales.
Según el equipo de las Universidades de Manchester y Londres, las estatuas simplemente se cayeron de sus bases con el paso del tiempo.
“Lo cierto es que nunca sabremos cómo las estatuas fueron movidas”, dijo el Dr. Richards.
“Desde Heyerdahl, los arqueólogos han formulado todo tipo de teorías, basadas en la asunción de que los caminos fueron usados para transportar a los moáis desde la cantera situada en el cono del volcán Rano Raraku”.
“Lo que sí sabemos ahora es que esos caminos tenían una función ceremonial que resalta su importancia cultural y religiosa. Conducen desde varias partes de la isla al volcán Rano Raraku, de donde eran extraídos los moáis. Los volcanes eran considerados como la entrada al inframundo y al país mítico de Hawaiki”.
“De modo que el Rano Raraku no solo era una cantera, sino el centro sagrado de la isla”.
Excavaciones anteriores encontraron que los caminos tenían forma cóncava, dificultando el movimiento de objetos pesados. A medida que los caminos se acercan al Rano Raraku, las estatuas se vuelven más numerosas, lo que, según el equipo, indica el incremento en grados de espiritualidad.

“Todas las evidencias indican sin lugar a dudas que esos senderos eran ceremoniales, lo que confirma el trabajo de Katherine Routledge de hace casi cien años”, dice la doctora Sue Hamilton.
“Todo tiene sentido: los moáis miran de frente a la gente que se dirige hacia el volcán”.
“Las estatuas aparecen de forma más frecuente cuanto más se acercan los caminos al volcán, que tiene que ser un modo de indicar distintos niveles de importancia”.
La doctora añadió: “Lo que es más sorprendente es que Heyerdahl encontró evidencias que sugerían la existencia de plataformas. Pero, como muchos otros arqueólogos, estaba tan inmerso en su firme creencia de que los caminos eran para el transporte que las ignoró completamente”.

Fuente: http://www.scitech-news.com

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