En el Imperio Romano, el mes de abril estaba bajo la protección de Venus. Algunos autores antiguos derivaban el nombre de este mes, de “Afrodita”, quizás a través de la forma etrusca de “Aprodita".

Según los autores Cincio y Varrón “es el mes en que frutos, flores, animales, tierras y mares se abren”. En la fiesta Veneralia que se celebraba el primer día del mes de Venus (kalendis aprilibus, 1º de abril) se honraba a Venus Verticordia (“la que cambia los corazones”) y a su compañero Fortuna Virilis (la Fortuna “audaz”).

En tiempos antiguos, todas las mujeres, casadas y solteras, visitaban los baños de los hombres, de manera similar a como se acude hoy en día a las piscinas. Al llegar, ofrecían incienso a Fortuna Virilis, y rogaban que los hombres no vieran ningún defecto que ellas pudieran tener.

Realizaban libaciones y bebían la poción que Venus se decía había bebido en su noche de bodas: adormidera molida con leche y miel. Según comentarios de autores antiguos, como Verrio, aprovechaban también, de paso, para echar un vistazo a los “atributos” viriles…

Las mujeres, coronadas con guirnaldas de mirto, se bañaban y rogaban a Venus que les diera concordia y una vida comedida. Según Ovidio, “la belleza, la fortuna y la buena reputación están bajo la advocación de Venus”. Además, las mujeres quitaban las joyas y adornos de las estatuas de Venus y Fortuna para limpiarlas, después de lo cual las redecoraban y adornaban con rosas (flor dedicada a Venus).

Otra festividad de abril eran las Cerialia que comenzaban el 15 de los idus de abril y duraban varios días. Había ofrendas, coros de doncellas, sacrificios de cerdos, comidas públicas. La población campesina realizaba ofrendas de pasteles de espelta y sal, bajo la forma de “mola salsa” (pasteles de sacrificio) a Ceres y vertía libaciones de leche, miel y vino.

La espelta es, un tipo de cereal conocido también como “trigo verde” o “trigo salvaje”, usado para la elaboración de la cerveza en el antiguo Egipto y en China; cuyo uso hoy en día está en auge debido a sus extraordinarias propiedades nutricionales. El 28 de abril se celebraba la fiesta de fertilidad primaveral de Floralia, dedicada a la diosa Mater Flora, la diosa de las flores y de la vegetación adorada desde tiempos prehistóricos.

La gente se ponía vistosos vestidos y todo estaba iluminado para ver los brillantes colores de las flores en el campo. Las mesas se decoraban con rosas y los convidados a las comidas llevaban guirnaldas. Se soltaban a liebres y cabras -ambos animales prototipos de fertilidad- por el campo; asimismo, se lanzaban guisantes, judías y altramuces sobre la gente para favorecer la fertilidad.

En el calendario antiguo ateniense, abril era el mes de Munichion, el décimo mes del año ateniense. Su nombre proviene de la fiesta de Munichia, dedicada a Artemisa. El 3 de abril se celebraba la fiesta Delphinia, una procesión de niñas al santuario de Delphinion, que estaba dedicado a Artemisa y a Apolo. Ellas llevaban ramas de olivo envueltas en lana blanca para rogar a la diosa Artemisa protección para el sexo femenino.

El 30 de abril se celebraba la fiesta de Munichion (o Mounukhia) que correspondía al periodo de luna llena. Se dedicaba a Artemisa como diosa de la luna y de los animales. Se realizaba una procesión en que se portaban “amphiphontes” (“brillo circular”). Se trataba de unos pasteles redondos que portaban velas encendidas puestas en círculo, semejantes a las que se ofrecían a la diosa Hécate.

Se ofrecían con una oración a Artemisa como la siguiente: “Artemisa, Querida Señora, a Ti te ofrezco este Amphiphon junto con la ofrenda de bebida”. Según otras versiones, la palabra “amphiphon” querría significar “brillar por una doble luz”, refiriéndose a la que se da cuando tanto el sol como la luna son visibles.

En tiempos antiguos se le ofrendaba una cabra hembra, substituidas por pasteles con forma de cabra, o también hojas de palmera, que es sagrada para ella. En esta fiesta se representaba también el “arkteuein”, una imitación de la osa.

Niñas jóvenes, de entre cinco y diez años de edad, denominadas “Arktoi”, o bien desnudas o vestidas con largas túnicas de color azafrán (khitones) danzaban, imitando el paso de la osa andando sobre sus patas traseras, y portando coronas de hojas y pequeñas antorchas o trozos de leños.

Esto servía a manera de expiación de un antiguo acontecimiento en que una osa fue muerta en el templo de la diosa. En tiempos posteriores se realizaba también una regata por jóvenes efebos.

También se celebraba una fiesta en honor de Eros, del que no conocemos detalles, así como la Olimpieia, en honor de Zeus Olímpico, en que caballeros atenienses realizaban exhibiciones y ejercicios.

Fuentes: http://www.geocities.com/TimesSquare/Labyrinth http://www.classics.upenn.edu/myth/hymns/calendar.php

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“La historia es el testimonio de los tiempos, luz de verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, anunciadora de lo porvenir”. -Cicerón-

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