Tras la Cuaresma de Marzo, viene la Pascua. Marzo fue desde antiguo el mes de inicio del año: Marzo viene de Marte, dios de la guerra y la fuerza de la Naturaleza. En este mes se iniciaban las campañas bélicas.

Galos, romanos, europeos, persas, ... Marzo, el primer mes del año Este mes de marzo fue el principio del año en muchos calendarios. Quizás por ello los druidas atribuyeron una voluntad firme a los nacidos en él. En Roma, el comienzo del año en Marzo se mantuvo hasta el 46 AC, cuando se adoptó el Calendario Juliano, que se inicia el 1 de Enero. En Europa, con la disgregación del Imperio Romano, se volvió a la forma natural de comenzar el año, en Marzo, y esta tradición perduró hasta el Renacimiento y la Ilustración.

En Francia, reinando Carlos IX, en 1564, se decretó que el año comenzara en Enero en lugar de hacerlo en Marzo. En Inglaterra y sus colonias, el cambio debió esperar hasta 1752. Fue entonces cuando el Parlamento optó por iniciar el año el primero de Enero en lugar de hacerlo el 25 de Marzo. Todavía quedan en Escocia residuos de esta costumbre, en la festividad de Whuppity Scoorie: las campanas de la iglesia de Lanark han permanecido mudas durante todo el invierno, y sólo vuelven a repicar a partir del 1 de marzo, a las 6 de la tarde.

También en Persia comenzaba el año el día 23 de marzo en el olvidado calendario Jelali. Éste era una modificación del Yezdezred, impuesto en Persia por el sultán Jalal ad-Din Malik, en el año 1077. Marzo: Primavera y Fallas En España, hablar de Marzo es hablar de Fallas, tradicionales fiestas en honor de San José, patrón de los carpinteros. Estas fiestas tienen como culminación la crema (quema) de los efímeros monumentos que les dan nombre, en la noche del 19. El origen de las Fallas (del latín facula, antorcha pequeña) se remonta a tiempos medievales; los carpinteros recogían, durante todo el año, las maderas que les sobraban, para después quemarlas en esta noche de inicio de la Primavera.

Había además motivaciones simbólicas: por una parte, la despedida de los fríos invernales; por otra, la quema de todos los defectos, desgracias y errores que se habían acumulado a lo largo del año que llegaba a su fin.

Marzo: Cuaresma y Cuarentena Pero si hablamos de Marzo, hay que hablar de la inevitable Cuaresma del mundo cristiano. Es una época que recuerda los 40 días que Jesús pasó en el desierto, haciendo oración y penitencia. Es éste un periodo clave que le sirvió de preparación para comenzar su intensa vida pública; a partir de este momento vertió las Enseñanzas Eternas en sermones y parábolas, reforzándolas en el alma de las gentes mediante espectaculares fenómenos milagrosos.

Cuaresma significa Cuarenta Días, los inmediatamente anteriores a la Semana Santa; por eso comienza el Miércoles de Ceniza. Es un periodo de recogimiento, penitencia y preparación a los hechos simbólicos que tendrán lugar durante la Pascua. Su símbolo principal es la ceniza. Los "Cuarenta Días" La cifra Cuarenta era, en las culturas tradicionales, sinónimo de gran duración: 40 días y 40 noches de Diluvio; 40 años durante los que Moisés y los judíos anduvieron por el desierto alimentados con maná; 40 días estuvo Jesús con sus discípulos desde la Resurrección hasta la Ascensión...

Esta cifra casi mágica ha pasado a las actividades humanas más dispares: el periodo de aislamiento de ciertas enfermedades contagiosas (cuarentena), o los cuarenta días que hasta hace poco concedía la legislación laboral a las mujeres trabajadoras como permiso retribuido antes y después del parto.

¿Y cuándo cae la Pascua este año? Tras esos cuarenta días... Llega la Semana Santa ¿En qué fecha caerá este año? Seguro que es una pregunta que se habrá formulado más de una vez en el momento que terminan los carnavales. Se entiende la incertidumbre: cada año, la Pascua empieza en una fecha distinta y, claro, eso despista al más pintado. En la Tradición cristiana, hay un periodo de noventa y siete días que comienza con el Miércoles de Ceniza y finaliza con el Domingo de Pentecostés. Este periodo no tiene unas fechas fijas dentro del año civil, que comienza el 1 de Enero y finaliza el 31 de Diciembre.

Dependiendo de la fecha en que se celebre la Pascua, todas las festividades de este periodo varían de un año a otro. Esta fecha de la Pascua fue fijada en el Concilio de Nicea (325). En él se dispuso que la Pascua comenzaría el primer Domingo tras el primer plenilunio (día de Luna llena) que sigue al equinoccio de Primavera. Por eso, como algunos habrán observado, en Semana Santa siempre hay Luna llena.

Este criterio astronómico hace que la Pascua pueda comenzar cualquier día entre el 21 de Marzo y el 25 de Abril. Desde entonces, ha habido intentos de celebrarla en una fecha fija -el cambio llegó a estar aprobado en el Concilio Vaticano II-, pero la tradición ha sido más fuerte y los cambios no han podido imponerse. Las festividades de la Pascua Las festividades de este periodo se fijan contando hacia atrás desde la fecha de la Pascua: la Septuagésima se celebra nueve domingos antes de aquel en el que comienza la Pascua.

La Quincuagésima, o Domingo de Carnaval, tiene lugar siete semanas antes. El Miércoles de Ceniza se celebra tres días después del Domingo de Carnaval, iniciando la Cuaresma (40 días, que no incluyen los domingos). Y otras festividades se fijan contando hacia adelante ; Pentecostés se celebra siete domingos después de Pascua. Y diez días antes de Pentecostés, un jueves, se celebra la Ascensión; y diez días después -otro Jueves- tiene lugar el Corpus Christi.

La Semana Santa Este periodo se sitúa después de la irrupción de la primavera. Técnicamente, es el tiempo comprendido entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección. Son ocho días dedicados a conmemorar la Pasión y Muerte de Jesucristo en el siglo I (I Anno Domini). Cada pueblo, cada región, cada zona, tiene su peculiar manera de sentir y vivir estas fechas. Desde el silencio más profundo que acompaña a los pasos de las procesiones castellanas, hasta el ruido, estruendoso y casi iniciático, que se produce con el redoble acompasado de miles de tambores en las clásicas Tamborradas del bajo Aragón y Albacete.

El huevo de Pascua Por estas fechas de Pascua, los niños suelen recibir dulces en forma de huevos y conejos, especialmente de chocolate. El uso del conejo y de los huevos como símbolos de Pascua se remonta a los ritos de fertilidad anglosajones. También es el símbolo de Cristo resucitado. Esto no nos debe sorprender, puesto que en todas las tradiciones el huevo es símbolo de nacimiento y resurrección. Omne vivum ex ovo, dice un proverbio latino. En muchas cosmogonías, el Mundo y la Humanidad nacen de un huevo. Este huevo es el germen que contiene en potencia al ser que nacerá de él. Es el origen de toda generación.

Un antecedente de estos Huevos de Pascua lo encontramos en los griegos, que pintaban huevos y los comían en sus festivales de Primavera. en la Alemania medieval se siguió esta costumbre; y cuando emigrantes de este origen se asentaron en Pennsylvania (EE.UU.), introdujeron la costumbre del conejo de Pascua y la de pintar de colores los huevos. Luego escondían estos regalos para que los niños los buscaran y se los comieran como premio. Según una tradición muy antigua de la Europa medieval, los huevos puestos por las gallinas en Viernes Santo se debían cocer el Domingo de Resurrección.

Así se obtenía mayor fertilidad en las cosechas y protección contra la muerte repentina. Esta sería una muestra más de cómo una práctica, de origen pagano, y cuya finalidad era dar fertilidad a los campos, es cristianizada para entrar en el nuevo universo simbólico que se creó en Europa tras la caída de la Civilización Romana.

Marzo en los dichos populares:

Cuando Marzo mayea, Mayo marcea Si en Marzo hace buen tiempo, éste será malo en Mayo.

La que en Marzó veló, tarde acordó. La persona que no toma las cosas a su debido tiempo se expone a no alcanzar sus metas.

Marzo marcero, por la mañana rostro de perro, por la tarde, valiente mancebo Por la inestabilidad del tiempo en este mes.

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