La pascua es un término religioso que procede del latín “pascae”, y este a su vez del griego “paska” formado a partir del hebreo “pésaj” que significa “paso”.

-La Pascua en Culturas Antiguas- Desde varios milenios antes de nuestra era, en las culturas mediterráneas, al principio de la primavera (en esta época de marzo) se hacía una fiesta de varios días (¡hasta una semana!) de duración en la primera luna llena de la primavera, por el "paso" del invierno a la primavera.

En estas fiestas se comía pan sin levadura y se realizaban danzas “laberínticas” (con pautas complicadas). Esos patrones se han registrado también en lugares tan separados como Gales (cultura celta) y el nordeste de Rusia. La Pascua cristiana tiene su origen en la Pascua judía.

Antes del año 135, la Pascua Judía era celebrada el 14 de Abril (Nissan) según el calendario hebreo, pues era la primera luna llena después del equinoccio de primavera.

La Pascua judía tiene sus raíces en dos fiestas: la inmolación de los corderos en primavera, que corresponde a la época nómada del pueblo de Israel y en la fiesta de los panes ázimos de la época agrícola.

A estos se añadieron otros elementos esenciales en la experiencia del pueblo, como la liberación de Egipto y la Alianza en el Sinaí. De la experiencia cosmológico-biológica se pasa a la experiencia histórica, y la Pascua se convierte así, ante todo, en una experiencia de liberación y alianza.

La celebración de la Pascua tenía su punto culminante en la “Cena pascual”, donde se recordaba y se celebraba el “paso de Dios”, compartiendo los panes ázimos, el cordero inmolado, el vino de la Alianza y las hierbas amargas de la esclavitud pasada. Jesús, celebrando esta “Cena pascual” con sus discípulos da origen a la “Pascua cristiana”.

Cada año nos preguntamos cuánto se adelantará o retrasará la Semana Santa. La razón de su ubicación en el calendario se justifica por motivos históricos, religiosos y astronómicos. Desde el Concilio de Nicea, en el año 325, se decidió que la Pascua de Resurrección se celebrase “el domingo después a la primera luna llena que siguiera al equinoccio de primavera (21 de marzo)”.

Por eso, todos los años, se puede disfrutar de la luna llena en las procesiones. El Domingo de Pascua acontece en un paréntesis de 35 días, entre el 22 de marzo y el 25 de abril, ambos inclusive. El cálculo de la Pascua por fórmulas no es demasiado difícil, mediante el algoritmo de Butcher o con el ideado por el insigne matemático Karl F. Gauss (1.777-1.855), pero su descripción sería aburrida.

Las fechas de Pascua se repiten en idéntica sucesión en un periodo de 5.700.000 años y en ese intervalo de tiempo la fecha más frecuente es el 19 de abril, si bien la mayoría de las veces, la Semana Santa cae durante la primera o segunda semana de abril. -

¿Por qué se llama Pascua Florida?

- Así llamaba el lenguaje popular a las fiestas “pascuales”. El antiguo catecismo había recogido la expresión cuando prescribía a los creyentes “comulgar por Pascua Florida”.

Es un nombre plenamente justificado, porque la Pascua coincide con la estación en la que tras el letargo invernal, la Naturaleza vive, de forma repentina y casi inesperada, la explosión de color, formas, perfumes, vida y belleza que denominamos primavera.

La Pascua cristiana incorpora la conmemoración del Éxodo del pueblo de Israel, de las fiestas con que pastores y agricultores saludaban el renacimiento de la vida en las crías y en el brotar de las flores y sementeras, y la experiencia más general que supone para los seres vivos la primavera.

Una invitación a hacer aflorar a la conciencia la necesidad de vida, de renovación que llevamos dentro de nosotros. -El Origen del Capirote o Capuchón- Hay que remontarse hasta los comienzos de la Inquisición, cuando a las personas que estaban castigadas por motivos religiosos se les imponía la obligación de usar una prenda de tela que les cubriera el pecho y la espalda y un cucurucho de cartón en señal de penitencia.

Esta costumbre fue adoptada por algunas cofradías de Semana Santa, y dependiendo la zona, son diferentes (en unos sitios se usa con antifaz y en otros sin él). -Curiosidades- La más importante celebración religiosa en Toledo es durante el Corpus Christi, que ocurre el Domingo de la novena semana después del Domingo de Resurrección.

Forma parte de una tradición que viene desde hace más de ocho siglos, y cuya procesión comienza en la Catedral, decorada con los mejores tapices, y describe un recorrido a través de las calles principales del casco histórico, regresando a la Catedral. Es el único día del año en el que el el cáliz de plata de la Catedral, que se expone en el Museo de la misma, es sacado afuera en procesión.

Destacan la solemnidad de los uniformes de las distintas ordenes militares y el colorido de sus hermandades. Las calles se cubren de telas, y los balcones se decoran con flores. -El Rocío- La Virgen del Rocio es la Patrona de Almonte desde el siglo XV, cuando un cazador encontró la estatua en un árbol, cerca de las marismas.

La Virgen ha sido venerada en este aislado lugar desde entonces, y desde 1.758 la Romería de El Rocio se viene celebrando 15 días despues de la Semana santa. La palabra saeta proviene del latín “sagitta” (flecha), por la similitud del cante, que se asemeja a una flecha que se lanza a la imagen. Las saetas se cantaban en el siglo XIX, aunque su apogeo fue a principios del siglo XX con voces como las de Manolo Caracol, Pastora Pavón, El Niño de Jérez o Mairena, entre otras.

"Míralo por donde viene el Mejor de los nacidos..." Una calle de Sevilla entre rezos y suspiros... Largas trompetas de plata... Túnicas de seda... Cirios en hormiguero de estrellas festoneando el camino...; El azahar y el incienso embriagan los sentidos... Ventana, que da a la noche, se ilumina de improviso y en ella una voz- ¡Saeta!- canta, o llora, que es lo mismo: "Míralo por donde viene el Mejor de los nacidos..." -Manuel Machado-

-Antecedentes precristianos-

Dicen, que en épocas anteriores a Jesús, se celebraba la llegada de la primavera obsequiando huevos. Como posteriormente, en algunas partes del planeta la Pascua se celebra cercana a esa fecha, se continuó con la costumbre asociándola a la Pascua.

En la actualidad, es un elemento infaltable en la Pascua, el tradicional huevo de chocolate, relleno con confites y algunas sorpresas que generalmente es un Juguete. Sin embargo no siempre los huevos fueron de chocolate, ni siquiera tuvieron confites o sorpresas.

En algunos países europeos, los huevos se decoran el Jueves Santo y se rompen el Domingo. La cáscara representa la tumba en la que Jesús estuvo sepultado, y es por eso que el huevo se quiebra el domingo de Pascua, pues Cristo resucitó de entre los muertos y salió de su sepulcro.

-Simbolismo de los Huevos de Pascua-

El huevo de pascua aparece en la jarra de vino etrusca de Tragliatella (aprox. 700 a. de C.) , en el que aparecen el rey sagrado y su sucesor escapando de un laberinto. Del otro lado de este jarrón ilustra un desfile a pie en la dirección del sol, encabezada por el rey sagrado desarmado.

Siete hombres le escoltan y cada uno de ellos lleva tres jabalinas y un gran escudo con el dibujo de un jabalí, y el sucesor armado con una lanza va a la retaguardia. El jabalí es la insignia familiar del rey sucesor y los siete hombres representan, evidentemente, los siete meses gobernados por el sucesor, que caen entre la cosecha de manzanas y la Pascua de Resurrección.

La escena tiene lugar el día de la muerte ritual del rey, y la diosa Luna (en este caso Pasífae) ha salido a su encuentro: una terrible figura con túnica y con un amenazante brazo en jarras. Con el otro brazo extendido le ofrece una manzana, que es su pasaporte para el Paraíso; las tres jabalinas que lleva cada hombre significan la muerte.

Sin embargo al rey le acompaña una pequeña figura femenina con túnica como la otra; quizá sea la princesa Ariadna (que ayudó al héroe Teseo a salir del laberinto mortal en Cnosos). El rey muestra audazmente, como un contrahechizo de la manzana, un huevo de pascua, el huevo de la resurrección.

La pascua era la estación en que se realizaban las danzas «Ciudad de Troya» en los laberintos hechos sobre el césped (quizá como una coreografía) en Gran Bretaña prehistórica y también en Etruria.

En el frente de la jarra hay un dibujo laberíntico que se encuentra no sólo en ciertas monedas de Cnosos, sino también en los intrincados dibujos hechos en el césped y que hasta el siglo XIX pisaban los escolares británicos en la Pascua de Resurección. Un huevo sagrado etrusco de traquita negra pulimentada, encontrado en Perusa (Italia), con una flecha en relieve a su alrededor, es este mismo huevo sagrado.

De todos los símbolos asociados con Pascua, el símbolo de fertilidad y nueva vida es el más identificable. Las costumbres y tradiciones de utilizar huevos han sido asociadas con la Pascua durante siglos. Originalmente los huevos se pintaban de colores luminosos y fuertes para representar la luz de primavera. Se utilizaban en concursos en los que se rodaban los huevos, o se intercambiaban como regalos.

Amantes y admiradores se los regalaban entre sí como se hace con tarjetas de San Valentín en algunas partes del mundo. En la época medieval, tradicionalmente se regalaban huevos a los sirvientes. En Alemania, se les daba huevos a los niños acompañados de otros regalos de Pascua... Distintas culturas han desarrollado sus propias maneras de decorar lo

s huevos. Huevos rojos se intercambian en Grecia en honor a la sangre de Cristo. En partes de Alemania y Austria, se utilizan huevos verdes para Jueves Santo (“Gründonnerstag”, “Jueves verde”). Personas eslovacas decoran huevos con patrones delicados en dorado y plateado.

Artistas austriacas hacen patrones pegando helechos y pequeñas plantas alrededor del huevo, y después hirviéndolos. Al quitar las plantas queda un delicado patrón en un blanco reluciente. Los polacos y ucranianos utilizan diseños simples y colores fuertes, o decoran en el distintivo estilo pysanki (diseñar o escribir). Los huevos pysanki son obras maestras de habilidad y trabajo.

Se le echa cera de abeja derretida al huevo blanco y después se baña en una serie de tintes sucesivamente. Después de cada baño se pinta con cera de nuevo. Eventualmente emerge un patrón complejo de líneas y colores.

En Alemania y otros países se vacían los huevos en un plato hondo haciéndoles un agujero con una aguja y soplándolos para quitar su contenido. Las cáscaras se tiñen y se cuelgan en arbolitos y arbustos de Pascua durante Semana Santa. Los armenios decoraban huevos vaciados con imágenes de Cristo, la Virgen y diseños religiosos.

-La Tradición de los Huevos de Pascua-

Todo comienza en Semana Santa y culmina en el Domingo de Pascua, que se presenta como una de las más importantes fiestas religiosas. Las tradiciones en esta fiesta han ido variando con el correr de los siglos hasta llegar a convertirse, para la gran mayoría de la gente, en una semana donde no se trabaja y se comen los famosos huevos de Pascua.

De hecho, el Domingo Santo es uno de los dos días del año en el que se consume más chocolates (el otro es la Navidad). Desde los comienzos de la humanidad, el huevo fue sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento. El huevo adquirió importancia dentro de la mitología egipcia cuando el Ave Fénix se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un principio.

También los hindúes sostenían que el mundo había nacido de un huevo. Los huevos de Pascua en la antigüedad eran de gallina y de pato, y en la Edad Media les eran regalados a los chicos durante las celebraciones.

Al tiempo, los cristianos comenzaron a obsequiarse huevos durante la Semana Santa con regalos y al principio el siglo XIX, en Alemania, Italia y Francia, aparecieron los primeros huevos hechos con chocolate con pequeños regalos en su interior. En cuanto a la decoración, los huevos de Pascua siempre han representado un desafío para los reposteros. Pero las diversas culturas fueron decorando de manera diferente los huevos.

En sus comienzos, eran pintados a mano con colores estridentes que representaban la luz del sol. Los huevos se hacían uno a uno con un molde prefabricado, lo que dificultaba mucho su elaboración masiva. Los colores estridentes fueron apareciendo con las grandes producciones de huevos, por los años 20 y 30 del siglo pasado. Si la gastronomía es excelente de por sí, en Italia todos los sentidos disfrutan de Pascua.

Además del infaltable presente de los huevos de chocolate para los seres más queridos, una ocasional lágrima y un sentimiento inexplicable para aquellos que no tienen sangre peninsular, la “colomba pasquale” o paloma de Pascua es una tradición italiana. ¿Por qué paloma?

Porque, de acuerdo con la destreza del cocinero, tiene la forma de una paloma en vuelo vista desde abajo. -El Conejito de Pascua- El conejo de Pascua no es un invento moderno. Tiene su origen en las celebraciones anglo-sajonas pre-cristianas. El conejo, un animal muy fértil, era el símbolo terrenal de la diosa germana de la fertilidad, Eastre, a quien se le dedicaba el mes de abril.

El conejo, como símbolo de Pascua, parece tener sus orígenes en Alemania donde es mencionado por primera vez en unos textos del siglo XVI. Los primeros conejos comestibles se fabricaron en Alemania en el siglo XIX, de pastelería y azúcar. El conejo de Pascua fue introducido en EE.UU. por los inmigrantes alemanes que llegaron al Pennsylvania Dutch Country durante el siglo XVIII.

La llegada del “Oschter Haws” se consideraba uno de los grandes placeres de la infancia, equivalente a una visita de Papá Noel en Nochebuena. Los niños creían que si se portaban bien, el “Oschter Haws” pondría huevos de colores. Los niños construían nidos en lugares apartados o escondidos de la casa, el granero o el jardín para que pusiera sus huevos el conejito.

Más tarde empezaría la tradición de construir elaboradas cestas para poner los huevos. -La Mona de Pascua- La tradición de la mona es típica de la zona mediterránea, Alicante, Castellón Valencia, etc., y consiste en un pastel de harina, azúcar, huevos y mantequilla.

La costumbre es muy antigua, ya que sale documentada en el siglo XV, aunque su primitiva elaboración era diferente de la que se conoce ahora. Antiguamente la mona era una torta de pan lógicamente circular, pero también podía tener diferentes formas: un cordero, una gallina, una luna, un barco, un molino... pero en ninguna de ellas faltaba el huevo.

Fuentes: http://es.wikipedia.org/wiki

http://www.elalmanaque.com

http://www.getxoweb.com

http://www.medievalum.com

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“Mejor que los buenos deseos son las buenas acciones”. -Dina Cohen-

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