Festividad de Todos los Santos. ¿De dónde proviene la palabra “cadáver”? En los sepulcros de los romanos figuraba una inscripción que decía: “Caro data vermibus”, -----carne entregada a los gusanos-

Con la erosión, algunas letras se fueron borrando hasta que sólo se pudo leer: ca-da-ver. Así nació el término con el que hoy designamos a un cuerpo muerto.

“Erróneamente odian los mortales a la muerte, puesto que es grandísimo remedio para muchos males”. -Confucio-

La adoración de las calaveras reúne a miles de devotos en La Paz: UNONOVIEDENTI Miles de bolivianos se van al cementerio más grande de La Paz para celebrar el "Día de las Ñatitas", una fiesta precristiana de culto a las calaveras que son tratadas con una familiaridad, para algunos, inimaginable. La celebración, cuyo origen se remonta al parecer al antiguo imperio andino de Tiwanaku donde se conservaban las cabezas de los antepasados, convoca a una multitud que llega con los cráneos de familiares y desconocidos, hasta el camposanto de la capital paceña.

La fiesta de las "ñatitas", llamadas así por la forma chata de la parte frontal del cráneo, ha sido admitida por la Iglesia católica con reparos a la vista del constante aumento de los creyentes en la ciudad que ha recibido la tradición por la migración campesina. Los devotos de la fiesta atiborran la capilla del cementerio para pedir la bendición de los cráneos adornados debidamente para un día de fiesta, y contar historias sobre los milagros y la protección que reciben de esos objetos en momentos conflictivos de su vida.

La fiesta se extiende por toda la necrópolis, donde el carácter penoso de la muerte, da paso a los ritos religiosos en los que se reza, se invita a comida y alcohol y se cantan serenatas a las calaveras. A otras incluso les organizan grandes fiestas conocidas como "prestes", a las que asisten centenares de personas. Con una lúgubre y aterradora familiaridad, los devotos conviven en sus casas con las calaveras, las han bautizado, conversan con ellas, las reúnen en parejas o grupos más grandes para que "se conozcan", y las convierten en sus confidentes.

"En la facultad, los mismos docentes nos dicen que las calaveras no sólo son objetos de estudio, sino algo más serio, y por eso les encendemos velas y pedimos ayuda en esta carrera tan difícil", dijo. Otros optan por adorar los cráneos de sus familiares como Germán Vargas, que desenterró el cadáver de su hermana Yolanda, asesinada hace varios años, para llevarla a casa y rendirle veneración con toda la familia. Alberto, un joven que también murió asesinado hace 35 años, es la calavera venerada por Martha Cavana, cuyo padre obtuvo el cráneo en el hospital en el que trabaja, después de que nadie recogiera los restos del fallecido.

La veneración de los cráneos de gente que murió violentamente también tiene antecedentes en los antiguos pueblos andinos que rendían culto a "las cabezas trofeo" pertenecientes a familiares o las que decapitaban a enemigos, dijo a EFE, la antropóloga Tania Patiño, que investiga la festividad para una tesis de grado. Las peticiones a las calaveras son de todo tipo. El sacerdote de la capilla del cementerio, Juan Fernández, lleva diez años atendiendo con reparos las masivas concentraciones que cada noviembre le piden su bendición. Según el religioso, su participación en estos ritos, reñidos con el catolicismo porque suponen la profanación de cadáveres, es para evitar que la gente sienta un rechazo de la Iglesia a su cultura.

"Me pregunto qué puede pasar si rechazamos a tres mil o cuatro mil personas que llegan. No quiero crecimiento de resentidos", dijo resignado al indicar que prefiere tener "un actitud prudente", porque "el acercamiento a Dios debe ser interno", sin pensar en el tipo de ritos usados.

Jorge Manrique, (1.440-1.477 ó 79) -Coplas por la muerte de su padre-

“Recuerde el alma dormida,

avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida,

cómo se viene la muerte tan callando,

cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor.Pues si vemos lo presente cómo en un punto se es ido y acabado,

si juzgamos sabiamente, daremos lo no venido por pasado.

No se engañe nadie, no, pensando que ha de durar lo que espera, más que duró lo que vio porque todo ha de pasar por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos, y llegados, son iguales los que viven por sus manos y los ricos.

Invocación:

Dejo las invocaciones de los famosos poetas y oradores; no curo de sus ficciones, que traen yerbas secretas sus sabores. A aquél sólo me encomiendo, aquél sólo invoco yo de verdad, que en este mundo viviendo el mundo no conoció su deidad. Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar; mas cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo que fenecemos; así que cuando morimos descansamos.

Este mundo bueno fue si bien usáramos de él como debemos, porque, según nuestra fe, es para ganar aquél que atendemos. Aun aquel hijo de Dios, para subirnos al cielo descendió a nacer acá entre nos, y a vivir en este suelo do murió. Ved de cuán poco valor son las cosas tras que andamos y corremos, que en este mundo traidor, aun primero que muramos las perdamos: de ellas deshace la edad, de ellas casos desastrados que acaecen, de ellas, por su calidad, en los más altos estados desfallecen.

Decidme: la hermosura, la gentil frescura y tez de la cara, el color y la blancura, cuando viene la vejez, ¿cuál se para? Las mañas y ligereza y la fuerza corporal de juventud, todo se torna graveza cuando llega al arrabal de senectud. Pues la sangre de los godos, y el linaje y la nobleza tan crecida, ¡por cuántas vías y modos se pierde su gran alteza en esta vida! Unos, por poco valer, ¡por cuán bajos y abatidos que los tienen! otros que, por no tener, con oficios no debidos se mantienen. Los estados y riqueza que nos dejan a deshora, ¿quién lo duda? no les pidamos firmeza, pues son de una señora que se muda.

Que bienes son de Fortuna que revuelven con su rueda presurosa, la cual no puede ser una ni estar estable ni queda en una cosa. Pero digo que acompañen y lleguen hasta la huesa con su dueño: por eso nos engañen, pues se va la vida apriesa como sueño; y los deleites de acá son, en que nos deleitamos, temporales, y los tormentos de allá, que por ellos esperamos, eternales. Los placeres y dulzores de esta vida trabajada que tenemos, no son sino corredores, y la muerte, la celada en que caemos.

No mirando nuestro daño, corremos a rienda suelta sin parar; desque vemos el engaño y queremos dar la vuelta, no hay lugar. Si fuese en nuestro poder hacer la cara hermosa corporal, como podemos hacer el alma tan gloriosa, angelical, ¡qué diligencia tan viva tuviéramos toda hora, y tan presta, en componer la cativa, dejándonos la señora descompuesta! Esos reyes poderosos que vemos por escrituras ya pasadas, por casos tristes, llorosos, fueron sus buenas venturas trastornadas; así que no hay cosa fuerte, que a papas y emperadores y prelados, así los trata la muerte como a los pobres pastores de ganados. Dejemos a los troyanos, que sus males no los vimos ni sus glorias; dejemos a los romanos, aunque oímos y leímos sus historias.

No curemos de saber lo de aquel siglo pasado qué fue de ello; vengamos a lo de ayer, que también es olvidado como aquello. ¿Qué se hizo el rey don Juan? Los infantes de Aragón ¿qué se hicieron? ¿Qué fue de tanto galán, qué fue de tanta invención como trajeron? Las justas y los torneos, paramentos, bordaduras y cimeras, ¿fueron sino devaneos? ¿qué fueron sino verduras de las eras? ¿Qué se hicieron las damas, sus tocados, sus vestidos, sus olores? ¿Qué se hicieron las llamas de los fuegos encendidos de amadores? ¿Qué se hizo aquel trovar, las músicas acordadas que tañían? ¿Qué se hizo aquel danzar, aquellas ropas chapadas que traían?

Pues el otro, su heredero, don Enrique, ¡qué poderes alcanzaba! ¡Cuán blando, cuán halaguero el mundo con sus placeres se le daba! Mas verás cuán enemigo, cuán contrario, cuán cruel se le mostró; habiéndole sido amigo, ¡cuán poco duró con él lo que le dio! Las dádivas desmedidas, los edificios reales llenos de oro, las vajillas tan febridas, los enriques y reales del tesoro; los jaeces, los caballos de sus gentes y atavíos tan sobrados, ¿dónde iremos a buscallos? ¿qué fueron sino rocíos de los prados? Pues su hermano el inocente, que en su vida sucesor se llamó, ¡qué corte tan excelente tuvo y cuánto gran señor le siguió!

Mas, como fuese mortal, metióle la muerte luego en su fragua. ¡Oh, juicio divinal, cuando más ardía el fuego, echaste agua! Pues aquel gran Condestable, maestre que conocimos tan privado, no cumple que de él se hable, sino sólo que lo vimos degollado. Sus infinitos tesoros, sus villas y sus lugares, su mandar, ¿qué le fueron sino lloros? ¿Qué fueron sino pesares al dejar? Y los otros dos hermanos, maestres tan prosperados como reyes, que a los grandes y medianos trajeron tan sojuzgados a sus leyes; aquella prosperidad que tan alta fue subida y ensalzada, ¿qué fue sino claridad que cuando más encendida fue amatada?

Tantos duques excelentes, tantos marqueses y condes y varones como vimos tan potentes, di, muerte, ¿dó los escondes y traspones? Y las sus claras hazañas que hicieron en las guerras y en las paces, cuando tú, cruda, te ensañas, con tu fuerza las atierras y deshaces. Las huestes innumerables, los pendones, estandartes y banderas, los castillos impugnables, los muros y baluartes y barreras, la cava honda, chapada, o cualquier otro reparo, ¿qué aprovecha? que si tú vienes airada, todo lo pasas de claro con tu flecha.

Aquél de buenos abrigo, amado por virtuoso de la gente, el maestre don Rodrigo Manrique, tanto famoso y tan valiente; sus hechos grandes y claros no cumple que los alabe, pues los vieron, ni los quiero hacer caros pues que el mundo todo sabe cuáles fueron. Amigo de sus amigos, ¡qué señor para criados y parientes! ¡Qué enemigo de enemigos! ¡Qué maestro de esforzados y valientes! ¡Qué seso para discretos! ¡Qué gracia para donosos! ¡Qué razón! ¡Cuán benigno a los sujetos! ¡A los bravos y dañosos, qué león!

En ventura Octaviano; Julio César en vencer y batallar; en la virtud, Africano; Aníbal en el saber y trabajar; en la bondad, un Trajano; Tito en liberalidad con alegría; en su brazo, Aureliano; Marco Tulio en la verdad que prometía. Antonio Pío en clemencia; Marco Aurelio en igualdad del semblante; Adriano en elocuencia; Teodosio en humanidad y buen talante; Aurelio Alejandro fue en disciplina y rigor de la guerra; un Constantino en la fe, Camilo en el gran amor de su tierra. No dejó grandes tesoros, ni alcanzó muchas riquezas ni vajillas; mas hizo guerra a los moros, ganando sus fortalezas y sus villas; y en las lides que venció, muchos moros y caballos se perdieron; y en este oficio ganó las rentas y los vasallos que le dieron.

Pues por su honra y estado, en otros tiempos pasados, ¿cómo se hubo? Quedando desamparado, con hermanos y criados se sostuvo. Después que hechos famosos hizo en esta misma guerra que hacía, hizo tratos tan honrosos que le dieron aún más tierra que tenía. Estas sus viejas historias que con su brazo pintó en juventud, con otras nuevas victorias ahora las renovó en senectud. Por su grande habilidad, por méritos y ancianía bien gastada, alcanzó la dignidad de la gran Caballería de la Espada. Y sus villas y sus tierras ocupadas de tiranos las halló; mas por cercos y por guerras y por fuerza de sus manos las cobró. Pues nuestro rey natural, si de las obras que obró fue servido, dígalo el de Portugal y en Castilla quien siguió su partido.

Después de puesta la vida tantas veces por su ley al tablero; después de tan bien servida la corona de su rey verdadero: después de tanta hazaña a que no puede bastar cuenta cierta, en la su villa de Ocaña vino la muerte a llamar a su puerta, diciendo: «Buen caballero, dejad el mundo engañoso y su halago; vuestro corazón de acero, muestre su esfuerzo famoso en este trago; y pues de vida y salud hicisteis tan poca cuenta por la fama, esfuércese la virtud para sufrir esta afrenta que os llama. No se os haga tan amarga la batalla temerosa que esperáis, pues otra vida más larga de la fama gloriosa acá dejáis, (aunque esta vida de honor tampoco no es eternal ni verdadera); mas, con todo, es muy mejor que la otra temporal perecedera.

El vivir que es perdurable no se gana con estados mundanales, ni con vida deleitable en que moran los pecados infernales; mas los buenos religiosos gánanlo con oraciones y con lloros; los caballeros famosos, con trabajos y aflicciones contra moros. Y pues vos, claro varón, tanta sangre derramasteis de paganos, esperad el galardón que en este mundo ganasteis por las manos; y con esta confianza y con la fe tan entera que tenéis, partid con buena esperanza, que esta otra vida tercera ganaréis. No tengamos tiempo ya en esta vida mezquina por tal modo, que mi voluntad está conforme con la divina para todo; y consiento en mi morir con voluntad placentera, clara y pura, que querer hombre vivir cuando Dios quiere que muera es locura.

Oración:

Tú, que por nuestra maldad, tomaste forma servil y bajo nombre; tú, que a tu divinidad juntaste cosa tan vil como es el hombre; tú, que tan grandes tormentos sufriste sin resistencia en tu persona, no por mis merecimientos, mas por tu sola clemencia me perdona Fin: Así, con tal entender, todos sentidos humanos conservados, cercado de su mujer y de sus hijos y hermanos y criados, dio el alma a quien se la dio (en cual la dio en el cielo en su gloria), que aunque la vida perdió dejónos harto consuelo su memoria”. UNO NOVIEMBRE DENTRO

-Algunos epitafios curiosos-

-“No le temo a la muerte, sólo que no me gustaría estar allí cuando suceda”. -Woody Allen-

- “Si Dios existe espero que tenga sentido del humor”.

- “Ya se que fui uno más, pero puñetas la estadística”.

- “A ver, ¿qué tenía Lázaro que yo no tenga?”

- ¡Si de verdad no quieres hacer nada, ¡reúnete conmigo!”

- “Esta postura me está matando”.

- “Ya sabía yo que esto acabaría así”.

- “Por fin todos me seguirán”.

- “Esto es pequeño, sí, pero queda a diez minutos del centro”.

- “¡Vale!, tenía que revisar los frenos”.

- “Si bebes... ¡es que aún vives!”

- “¡Con lo bien que me sentía anoche!”

- “Juro que he muerto sin saber lo que vale un peine”.

- “Esto no es un epitafio, ¿o sí?”

- “Sólo echo de menos unas vacaciones...”. autor: Rafael Losada

- “Aquí yace uno en contra de su voluntad”.

- “Por favor, la renta que la paguen los de afuera”. autor: Francisco Javier

- “Vine al mundo sin mi consentimiento, y me fui de la misma manera”. autor: Anónimo

- “Estos días se me están haciendo eternos”.

- "¡No grite!, estoy muerto no sordo". autora: Macu

- “Jo... es que estoy de MUERTE... ja ja ja...”. autor: Raúl Martínez

- "Todo llega...". autor: Alselmo Sanchez

- "Todo llega... menos el sueldo a fin de mes". autor: macuyeusi

“Le voy a decir algo.. ¡No sea ingenuo! ¿De veras cree que puedo hablar...?” autor: Mar.Mon.

- "Todo cansa...". autor: Eusebio Sánchez

- “Si estas leyendo esto es que estoy muerto” autor: Edudu20

- "Realmente estoy agradecido; hay a quienes la vida les negó todo, y a mí, de todo aquello que te hace ser, sentir, disfrutar, tener, me dio cuando menos, doble".

- “Al fin estoy para siempre, como siempre quería estar: Durmiendo”. autor: Horacio Echanove Guemes

- “¡Gracias, Sr.!, por aliviarme del pago de la hipoteca”. autor: Pedro vserv -

“Y el ángel más luminoso de la creación extendió sus alas una noche de octubre. Llamada a unirse a las filas del cielo; la niña duerme y reposa en una cama de rosas, adornada por coros de ángeles y un rayo de plata de luna”. autor: Diana Palacios Rdz.

- “Hoy se me acabó el mañana”. autor: Abner Pineda

- "Muero sin haber vivido, ¿o es que he muerto sin haber nacido?"

- "Nací en el tiempo y lugar equivocados, pero al menos muero en el tiempo y lugar perfectos". autora: Valeria -

"Yo les dije yo que esto iba a pasar, y me llamaron HIPOCONDRÍACO". autor: Fernando Jara Méndez

- “Triste es el camino de los despojados del amor. La muerte cogerá tu mano y aliviara tu soledad”. autor: Iván Ferreira Navarro -

"Vivió soñando toda su vida, ahora sueña que vive eternamente". autor: Sydney

- "Siempre llegué tarde a todos lados y aquí, por más que traté, no pude...". autor: CIS Bosco

- "Un día me encontraba de pie donde tú estas, mañana tú estarás acostado donde yo estoy". autor: Deiby Daniel Carrillo García

- “Al nacer comenzamos a morir, y al morir nacemos de nuevo”. autor: Héctor Mancilla Díaz

- “…para siempre…?, ¡me parece mucho tiempo!”

- "No llores hombre... que no tardarás en alcanzarme". autor: Juan Carlos Baldwin T.

- "Aquí yacen los restos de Pérez Salvador. Chofer, y de los buenos, que pisó el acelerador en vez de pisar los frenos".

- "La operación de próstata fue bárbara. No me tengo que levantar más para ir al baño". autores: Fabián Politis y María Montenegro

- "Heme aquí de puro democrático". Mario de la Fuente Fernández

- R.I.P. DAMMED 1.968/2.015 Salí un momento, ¡Vuelvo en seguida! autor: dammed

- "Recomendación: No sigas la luz al final del túnel, aprende de mi ejemplo". autor: Enrique Hernández

- “Por fin nunca lloraré más”. autor: ángel caído

- “Se me paró el futuro”.

- “Me mató una corazonada”. autor: Hugo Salerno

- “Haz de tu vida un buen recuerdo para la muerte”.

- “Espero ser recordado, no por mis acciones ni por mis sueños, sino porque di todo de mí para lograrlo, incluso el alma...”.

- “En el transcurso de la vida entendemos que el amor es lo que mueve al mundo. Aproveché esto y me llevo un buen recuerdo de mi ser amado para no sentirme solo del otro lado...”.

- “Y te sigo esperando”. autor: Daniel Parra Calderón

- “Al final de todo viaje lo único que queda son unas buenas fotografías”. autor: Francisco Ríos

- “¡No corran!, que aquí os espero”. autora: María Bestard

Fuentes: http://telemundo-foros.kcl.net http://www.anarkasis.com http://www.periodistadigital.com http://users.ipfw.edu/jehle

* * * * * “Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte”. -Leonardo Da Vinci-

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