“El Amor no es una actitud contemplativa de derrota, sino una fuerza tremenda que une las cosas y las mantiene”.
Jorge A. Livraga
"Nunca he engañado a mi mujer. No es ningún mérito: ¡La amo!
-Georges Duhamel-
“El amor surgirá como el sol al amanecer, cuando el corazón se abra libre de toda rigidez y egocentrismo”.
-Sri Ram-
- ¿El amor duradero es posible?
Reglas básicas para mantener un amor verdadero:
El amor verdadero es el que busca el bien del otro. Se es feliz cuando se hace feliz a la otra persona.
Según Enrique Rojas, el decálogo para mantener el amor verdadero, sería el siguiente:
- Enamorarse y mantenerse enamorado:
Estos son los dos puntos extremos de una relación que necesita ideas claras sobre lo primero y una voluntad decidida y firme sobre lo segundo.
El amor, con el paso del tiempo requiere de otras armas que irán transformando ese amor apasionado en otro más maduro, tejido e hilvanado de generosidad, entrega, renuncia, alegría y olvido de sí mismo.
- Conocer el equilibrio entre los sentimientos y la razón:
La diferencia entre enamorarse y mantenerse enamorado, está marcada por el tiempo que transcurre entre ambos conceptos.
Al principio, todo es sentimiento, emoción y/o pasión. Más tarde, todo debe ir siendo más racional, sin que los sentimientos pierdan sus rasgos.
- Cuidar el amor:
El amor se desmorona, se viene abajo, se hunde y se oxida si no se lo cuida.
El amor conyugal es una verdadera labor de orfebrería, en la que uno talla, pule, lima y corrige las pequeñas o grandes deficiencias de su conducta.
- Utilizar las herramientas que nos ayudan a seguir enamorados:
Las dos más urgentes, son la inteligencia y la voluntad. La primera, nos permite conocer mejor posible esa realidad y ensayar soluciones eficaces sabiendo diferenciar hechos, planos y actitudes.
La voluntad, nos facilita luchar con orden y constancia para mejorar las bases de la convivencia. En pocas palabras: firmeza en el esfuerzo continuado.
- Luchar por no descuidar aspectos esenciales del amor:
Los componentes fundamentales del amor conyugal son: sentimientos, sexualidad, ideas y creencias similares, arte de la convivencia, compromiso y dinamismo, los que unidos a la inteligencia y a la voluntad, forman esta gran orquesta.
- Saber que la sexualidad desempeña un papel importante en la vida conyugal y que debe estar centrada en la comunicación:
El acto sexual, para que sea un encuentro entre personas y no entre cuerpos, debe ser al mismo tiempo algo físico, psicológico y espiritual. Físico, por la unión de dos cuerpos en un éxtasis placentero.
Psicológico, porque se produce un intercambio de sentimientos, emociones y pasiones con los que culmina el acto sexual; intercambio afectivo, diálogo misterioso cuyo preludio es la desnudez física que devela los espacios últimos y recónditos de la persona.
Espiritual, porque el acto sexual vivido en profundidad es algo sagrado.
- Compartir sentimientos, ideas y creencias asegura su permanencia:
En las creencias compartidas se encuentra el apoyo que nos mantiene en pie. Es preciso contar con una fe y unos ideales comunes, si se quiere mirar en la misma dirección con esperanza.
- Mimar la conciencia diaria con racionalidad:
El drama de la convivencia, es el paso del Ecuador más difícil que hay que cruzar para alcanzar una relación estable.
La convivencia se compone de distintos elementos que conviene cuidar: el lenguaje verbal, el contenido de la comunicación, el aprendizaje del diálogo.
La convivencia es un arte que necesita orden mental, sus grandes enemigos son el cansancio, la falta de novedades de una vida monótona y el hecho de no compartir cosas, ni intercambiar conductas gratificantes.
- Comprometerse por encima de todo:
No hay amor auténtico si no existe compromiso. Si el amor es brindarse, es algo muy serio. Exige la libertad del otro; es más, su libertad queda comprometida en el amor.
Pero al mismo tiempo, no renunciar a ser uno mismo, mantener la propia personalidad y estar a la vez abierto a cambiar y rectificar aquello que no vaya bien. El amor comprometido aspira a la fidelidad; pero esta no se consigue porque sí, ni se regala.
La fidelidad es ante todo una actitud, una forma de estar frente a la propia pareja. Está hecha de generosidad y renuncias; y se sustenta en pequeñas lealtades.
- Potenciar la espiritualidad:
Finalizamos este decálogo con una de las dimensiones centrales de la condición humana: la espiritualidad.
Si los sentimientos son la residencia donde se habita; la espiritualidad es el calor del hogar, que quema y abrasa y da fuerzas para continuar.
Debemos retomar los valores más altos, aquellos que hicieron de la vieja Europa la luz más potente en el concierto mundial; Grecia nos dejó el pensamiento y la filosofía; Roma el derecho; el mundo judío el amor a las tradiciones, el concepto de familia.
El cristianismo, supuso una revolución del amor y en su trayectoria, lo más importante no es la doctrina y el mensaje, sino una persona: Jesús de Nazaret.
"Yo soy el camino, la verdad y la vida".
Como dijo siglos más tarde Santa Teresa de Ávila:
"Nada te turbe,
nada te espante,
Dios no se muda,
quien a Dios tiene
nada le falta,
sólo Dios basta".
- Fidelidad
"Fidelidad es lealtad.
Una persona fiel o leal es aquella que se mantiene constante en sus afectos o en el cumplimento de sus obligaciones o en la fe que uno debe a otro.
Fiel es aquel que no defrauda la confianza que se deposita en él. La fidelidad limita con la gratitud; la persona leal ha recibido un bien de otro y no olvida.
Es la virtud de la memoria o la memoria como virtud. Dichoso aquel que puede dar sin recordar y recibir sin olvidar.
Infiel es el que traiciona, es el ingrato que olvida y prefiere las 30 monedas. Es el pobre Judas.
La fidelidad precisa de la memoria pero también de la voluntad, porque la fidelidad es también virtud de permanencia, de constancia.
En un mundo donde todo cambia, donde todo fluye, donde nunca el mismo hombre se baña en el mismo río, sólo es posible mantenerse en lo mismo gracias a la memoria voluntaria que es la fidelidad.
Silvio Rodríguez en una de sus mejores canciones lo expresa así: 'Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años, sin pasar tú por mí, ¡detenida!'
La fidelidad en el ámbito de la pareja se une a exclusividad. No es así en otros ámbitos como en la amistad, donde ser fiel a un amigo no significa tener un solo amigo; o en el de las ideas , donde ser fiel a una idea no es afortunadamente tener una sola.
Pero, ¿qué es ser fiel a la pareja? Espero que nadie exija la ausencia de deseo por cualquier otro hombre o mujer. Ya hablamos un día de los sueños inconfesables, así que no creo posible eso de hasta en sueños te he sido fiel.
Es inevitable el deseo, pero la satisfacción de mi deseo no puede llevar al sufrimiento a la persona a la que amo, a traicionarla, a poner en riesgo nuestra historia.
Una pareja no es pareja sólo porque mantengan relaciones sexuales o porque vivan juntas. Una pareja es tal si entre ellos hay amor y duración.
La pareja es algo muy valioso y por eso no puede fundamentarse en la pasión, eso sería confiarla a algo demasiado efímero y que casi siempre declina.
Si la pareja es amor que dura, entonces es la fidelidad su fundamento, porque el amor sólo dura si hay memoria y voluntad. La fidelidad es esa mezcla de confianza y gratitud a un amor recibido y dado, a un amor compartido.
Fidelidad es memoria y es historia, pero también es voluntad y presente. La fidelidad es amor presente, voluntario y voluntariamente mantenido, del amor pasado. Es amor al amor".
AMA
"El aire es necesario para respirar.
Respirar, imprescindible para vivir.
Y más importante aún que el aire, es el amor.
Y aunque el amor te ahogue a veces,
ama, pues vivir sin amor es morir en vida".
-Anónimo-
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RIMA IV
"...No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;
mientras la humanidad siempre avanzando,
no sepa a dó camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma
sin que los labios rían;
mientras se llora sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!"
-Gustavo Adolfo Bécquer-
Fuentes:
http://www.geocities.com
http://www.elmundo.es
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“El temor a demostrar amor es lo que nos ha quitado el derecho a la esperanza. La esperanza ha volado de nosotros, porque de alguna forma nos hemos quedado paralíticos, duros, sin poder demostrar nuestras emociones”.
-Jorge Ángel Livraga-