La Ilustración es una de las etapas más brillante y sugerente de la Historia de la Filosofía. Comienza a finales del siglo XVII, se extiende por Inglaterra y Alemania y culmina con los acontecimientos revolucionarios de 1789 en Francia. 

 

Los antecedentes del pensamiento ilustrado se sitúan en Inglaterra: en el ámbito científico con la obra de Newton; en el ámbito filosófico, con las aportaciones de la filosofía empírica; y en el ámbito social, económico y político con los sucesos revolucionarios (1649 y 1688) que culminaron en un sistema liberal. 

Si hay un concepto que pueda expresar todo el alcance y sentido de la Ilustración ese el concepto de Razón, de una razón a la que se le niega todo carácter innato; se forma y perfecciona; se confunde con esa actividad que operando sobre los datos de los sentidos es capaz de organizarlos y estructurarlos. Se pasa de prisa sobre su poder deductivo, pero se insiste en su valor discriminatorio: juzga, compara, mide, descubre,..... Su método es el análisis. Es una razón auto-suficiente, autónoma: no necesita de la autoridad ni de la tradición. Su valor radica en su carácter universal: es idéntica en todos los individuos. 

Pero, además tiene una dimensión práctica: es un instrumento que puede perfeccionar las ciencias y las artes y con ello, la comodidad y el bienestar del individuo. En la razón está la salvación, la luz y la felicidad: estamos en los comienzos de la Humanidad. La oscuridad, la intolerancia, el fanatismo... habían dominado hasta ahora. La luz, la tolerancia, la libertad,... comienzan. 

Las características principales de la Ilustración son: anti-dogmatismo y escepticismo en la religión; liberalismo y anti-autoritarismo en lo político y optimismo en el progreso. 

El protagonista de la ilustración francesa es el filósofo, pero ya no estamos ante el filósofo tradicional académico y escolástico, sino ante un hombre culto, informado en las distintas artes y ciencias, libre de prejuicios, tolerante,.... No vive en un mundo hostil ni es reticente ante los placeres que ofrece la vida. Voltaire, Diderot, D´Alambert, Rousseau, etc son los autores más representativos de este movimiento. Hay también otra corriente de filósofos que, partiendo de la fusión entre la res extensa y res cogitans cartesianas unida a la tradición empírica, nos ofrecen una perspectiva diferente de la moral, la religión, la política, la naturaleza,... Filosofía que desemboca en posiciones materialistas: Helvetius, D´Holbach, Lamettrie, Condillac y el Marqués de Sade, entre otros. 

El marco de la Ilustración no estaría completo sin una referencia a los salones . Los salones eran los lugares de encuentro de las figuras más relevantes de todos los campos: filosofía, ciencia, política,... Estaban regidos por mujeres y entre los más famosos se encuentran los de Madame Geoffrin, Julie de Lespinesse, Madame du Deffand y otras. 

El sentir y el quehacer de la nueva época se plasma en la Enciclopedia (Encyclopédie, ou Dictionnaire raisonné des arts et des métiers), obra de treinta y cinco volúmenes que comenzó a publicarse en 1751 y se concluyó en 1780. 

La posibilidad del cumplimiento de todo el programa de la Ilustración sólo es posible mediante la educación. Es ésta una de las batallas más importante que los ilustrados mantuvieron con las ideas, los valores y las instituciones tradicionales. 

El pensamiento ilustrado tiene un carácter pedagógico ya que se encamina a la difusión del saber y a la creación de un nuevo tipo de hombre: un hombre crítico y libre. Esta es la tarea que exige el presente y desde esta perspectiva subrayan los defectos de la educación recibida y de los fundamentos de la misma. 

 

La Enciclopedia, 

Ilustracionenciclopedia[Foto portada enciclopedia]

Diccionario razonado de las ciencias, las artes y de los oficios.

Conjunto de 17 volúmenes editados en, París, Francia, entre 1751 y 1772, por Denis Diderot y Jean Le Rond  d´Alambert, con el objetivo genérico de difundir las ideas de la Ilustración francesa. De hecho la filosofía que difunde se identifica con el afán de crítica, o de aplicar la «luz» de la razón a todos los campos del saber, en especial a aquellos en que se pone de manifiesto de forma más directa la concepción político-social y religiosa de la época. 

El nombre de enciclopedia no aparece hasta el siglo XVII, pero proyectos de reunir en una sola obra el conjunto del saber los ha habido desde la antigüedad. Pueden considerarse verdaderas enciclopedias la Historia natural de Plinio el Viejo, las Etimologías de San Isidoro, muchas de las obras recopiladoras que se producen en el período de la baja Edad Media, las Sumas de los escolásticos, el Dictionnaire historique et critique de P. Bayle. 

La diferencia fundamental entre las enciclopedias antiguas y las modernas está en que aquéllas persiguen conservar los conocimientos de una época y éstas más bien difundirlos; unas y otras, no obstante, mantienen la característica común de la falta de originalidad. 

La Enciclopedia francesa del s. XVIII surge casi de forma anecdótica, al aceptar Diderot la traducción del diccionario de Chambers, Cyclopaedia o Universal Dictionary of Art and Sciences (1728), inicialmente confiada a otros, que Diderot comenzó más bien a transformar y reconstruir que simplemente a traducir. Los editores aceptaron la sugerencia de publicar una obra original y así nació el proyecto o Prospecto de la Enciclopedia, en 1750. 

Diderot pidió la colaboración de d´Alembert, quien se encargó de redactar el Discurso preliminar. En él d´Alembert presenta la Enciclopedia como un sistema de todos los conocimientos humanos; al ser éstos inabarcables, busca una manera de representarlos en síntesis y, para ello, sigue la clasificación del «árbol del canciller Bacon», que divide la actuación de las facultades intelectuales y fabriles del hombre en facultades de memoria, razón e imaginación. La memoria es la sede de la experiencia o del conocimiento directo (historia); la razón, de la reflexión hecha con el razonamiento (filosofía); la imaginación, de la imitación reflexiva (bellas artes o poesía). Cada uno de estos grandes grupos de ciencias y actividades humanas se subdivide en muchos otros apartados que configuran, en definitiva, el árbol «de las ciencias, de las artes y de los oficios».

El primer volumen aparece en 1751; su publicación se suspenderá en 1752, tras la publicación del segundo volumen, y en 1759, cuando d´Alembert se retira del proyecto y se suprimen los permisos de publicación concedidos. A partir de esta fecha, publicados siete volúmenes, Diderot prosigue solo la edición de diez volúmenes de texto y cuatro de índices hasta 1765 y, posteriormente, cuatro volúmenes más de índices hasta 1772. Colaboran en la obra Rousseau, Voltaire, Duclos, Holbach, Quesnay, Turgot, Toussaint y otros escritores y philosophes ilustrados (hasta un total de 160). 

La crítica y hostigamiento contra los prejuicios, la ignorancia y el error, el cuidado en definir y precisar bien los diversos conceptos, el espíritu de defensa de las libertades, el escepticismo derivado de la influencia de P. Bayle y el empirismo inspirado en Locke, concitan una pronta animadversión por parte de jansenistas, jesuitas y diversos centros de opinión y poder. 

La Enciclopedia ha sido considerada por la historia como el aparador de las ideas de la ilustración francesa y una de las obras más libres del espíritu humano. 

La Enciclopedia se proponía hacer un inventario de lo conocido, y para esto examinarlo todo, removerlo todo sin excepción y sin miramientos; pisotear las viejas puerilidades, derribar los ídolos que la razón desaprobaba; y poner un signo glorioso a los valores modernos. No contendría nada superfluo, nada anticuado; todo en ella estaría en acción y vivo; ni siquiera se contentaría con explicar y describir; grabados yláminas mostrarían las formas concretas del trabajo incesante que crea la civilización. Esta era la segunda gran ambición de la obra, junto con la exposición metodológica de los conocimientos. 

La Enciclopedia se insertaba en un movimiento general que exaltaba y dignificaba las artes mecánicas -la técnica- que los puros pensadores ignoraban o desdeñaban y a los que solo la especulación pura les parecía digna.

Filósofos.

Nombre que se da a los ilustrados franceses. El modelo por excelencia de «philosophe» es Diderot, pero lo son también d´Alembert, Voltaire, Rousseau, Helvetius, La Mettrie, d´Holbach, Condillac, etc., esto es, el grupo de los llamados «enciclopedistas», directores y redactores de la Enciclopedia. Por filosofía se entendía en esta época el conjunto de saber racional orientado a la práctica que proporcionan las ciencias, y ser filósofo significaba sentirse llevado por la claridad de Les lumières, de la luz de la razón en todos los aspectos de la vida humana: religioso, político, jurídico, en las ciencias, en las artes y en las letras, y trabajar por que la educación y la información alcanzaran a todos los ciudadanos (en realidad, sin embargo, a las clases burguesas). Característica también común a todos ellos era el deísmo, que en algunos era ateísmo (d´Holbach), el naturalismo, que en algunos casos era materialismo (La Mettrie) o sensismo (Condillac) y, sobre todo, la voluntad decidida de eliminar de la mente humana todo lo que representaba superstición, oscurantismo e intolerancia.

“Nuestro filósofo no se cree exiliado en este mundo; no se considera tampoco en país enemigo; quiere gozar con sabia economía de los bienes que la naturaleza le brinda; quiere encontrarse a gusto con los otros: y para encontrarse a gusto, hay que saber darlo: de modo que pretende convenirse con aquellos que por azar o elección viven con él.... es un hombre honrado que quiere agradar y ser útil. El filósofo es pues un hombre que actúa en todo momento regido por la razón y que une a un espíritu de reflexión y precisión las costumbres y cualidades sociables. Si pudieseis convertir a un soberano en un tal filósofo , sería el perfecto soberano...” Dumarsais ("filósofo")

 

Diderot, Denis (1713-1784)

Filósofo y matemático francés, novelista y crítico literario y figura destacada de la Ilustración francesa. Nació en Langres y estudió en el colegio de los jesuitas de esta ciudad y de París y obtuvo el título de «maestro en artes» en la Sorbona, en 132. Sin dedicarse a ninguna profesión en concreto pasa unos años oscuros; su obra Pensamientos filosóficos fue prohibida por el Parlamento de París.  A partir de este momento, emprende la dirección y redacción de la Enciclopedia junto con d´Alembert, labor a la que se dedicó preferentemente hasta 1772. 

Sus primeras obras filosóficas  traslucen un pensamiento crítico, escéptico, radicalmente empirista y deísta. Adopta el materialismo como sistema, por la simple razón de que es el que está más de acuerdo con los resultados de las ciencias, junto con un monismo al estilo de Spinoza, según el que toda la materia del universo, orgánica y no orgánica, posee sensibilidad, y el alma o conciencia no es más que materia organizada; y evoluciona hacia el ateísmo. Niega todo sentido a la libertad humana y   ensalza el poder de los instintos para salvaguardar las libertades del individuo en la comunidad. 

Obras:

  •  Inquiriy concerning Virtue and Merit.  (Traducción de unaa obra de Shaftesbury) 
  •  Pensamientos filosóficos. 
  •  Carta sobre los ciegos 
  •  Interpretación de la naturaleza (1753) 
  •  Conversaciones entre d´Alembert y Diderot 
  •  El sueño de d´Alembert 
  •  Principios filosóficos sobre la materia y el movimiento 
  •  Suplemento al viaje a Bouganville 
  •  Cuentos (Esto no es un cuento, Autores y críticos, .....) 
  •  El sobrino de Rameau 
  •  Jacques el fatalista. 

Pensamiento:

“Enciclopedia, esta palabra significa encadenamiento de conocimientos y está compuesta de la preposición griega "en" y de los sustantivos "kíklos", círculo y "paideia", conocimiento.

En efecto, el objetivo de una Enciclopedia es reunir los conocimientos esparcidos por la faz de la tierra; exponer el sistema general de ellos a los hombres con los que vivimos, y trasmitirlos a los hombres que vendrán después de nosotros; a fin de que los trabajos de siglos pasados no hayan sido trabajos inútiles para los siglos que han de sucederles; que nuestros vástagos, al hacerse más instruidos, se hagan al mismo tiempo más virtuosos y más felices, y que no muramos sin haber merecido agradecimiento del género humano (...) 

He dicho que sólo a un siglo filosófico le correspondía intentar una Enciclopedia; y lo he dicho porque esta obra exige en todas sus partes más audacia de espíritu de la que suelen tener los siglos de gusto pusilánime. Hay que examinarlo todo, removerlo todo, sin excepción y sin miramientos (...) Hay que pisotear todas las viejas puerilidades; derribar las barreras que la verdad no haya alzado; devolver a las ciencias y a las artes la libertad que le es tan preciosa (...). Hacia falta un tiempo razonador en el que no se buscasen las reglas en los autores sino en la naturaleza (...) Enciclopedia, Tomo V (1755) (Diderot).

 

Fuente: http://thales.cica.es

 
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra página web. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies.