Lumbini en el sur de Nepal, es el lugar de nacimiento de Buda, donde vino al mundo en el año 543 antes de nuestra era, como Siddhartha Gautama, príncipe Sakya.

Se encuentra a 21 km. al oeste de la ciudad moderna de Bhairawa, antes conocida como Siddharthanagar, y está rodeada por bellos jardines. Importante lugar de peregrinación, para los budistas tanto como para los hindúes.

Lumbini estuvo perdido durante siglos. En el siglo IV de nuestra era, el monje chino Fa-Hien viajó a la India a la búsqueda de manuscritos budistas y retornó con descripciones gráficas de los restos que encontró de Lumbini. Por aquel entonces estaba todo en ruinas y devorado por la jungla.

Escribió Fa-Hien "en el camino, la gente tiene que protegerse contra los elefantes y los leones". Hubo que esperar hasta 1.895 para que los arquitectos desenterraran el pilar inscripto erigido para conmemorar la visita del emperador Maurya Ashoka, en el año 249 a. de C. Desde 1.970 el lugar sagrado ha sido protegido por la Fundación de Desarrollo de Lumbini.

Se han hecho excavaciones, en las que se han encontrado cerámicas, figurines y monedas entre los antiguos cimientos de ladrillo del monasterio tibetano; se plantaron árboles y se está construyendo un museo, una biblioteca, un jardín, etc.

El imponente pilar de Ashoka marca el lugar de nacimiento del Buda, y el templo Mayadevi contiene un panel que representa el milagroso acontecimiento. La historia de Buda es bien conocida por todos los budistas. Unas excavaciones han puesto al descubierto restos de ladrillo de las puertas este y oeste del complejo palaciego en el que el príncipe Siddhartha vivió con su padre, el rey Suddodhana.

El museo del pueblo contiene vestigios que datan del siglo IV a. de C. El nombre de Gautama Buda, por el que se conoce al Buda histórico, es una combinación del nombre de su familia, Gautama, y el epíteto Buda (o Buddha), que significa ‘El Iluminado’.

El nombre Buddha es genérico, y se dio a muchos místicos anteriores y posteriores a Gautama; incluso en Tibet existió una religión buddhista o del Budhi (o Buddhi), o sea, de la Iluminación. A pesar de todos los esfuerzos realizados por los analistas y estudiosos, las fechas de su nacimiento y muerte siguen siendo dudosas.

Las diversas fuentes budistas están de acuerdo en que vivió 80 años. Los seguidores de la escuela budista Theravada sitúan su nacimiento en el año 623 a. de C. y su muerte en el 543 a. de C., pero estas fechas son rechazadas por la mayoría de los historiadores occidentales e hindúes.

Las fuentes antiguas ofrecen dos cronologías diferentes: la cronología larga, basada en fuentes cingalesas, que sitúa el nirvana final de Buda alrededor de 218 años antes de la consagración del rey Ashoka (273 a. de C.); y la cronología breve, avalada por todas las fuentes chinas y sánscritas, que datan la muerte de Buda 100 años después de la consagración de Ashoka.

Todos los relatos que han llegado hasta la actualidad sobre la vida de Buda fueron escritos muchos años después de su muerte, por discípulos proclives a la idealización de su maestro, por lo que resulta difícil separar los acontecimientos reales de los numerosos mitos y leyendas sobre su vida.

Además, la mayor parte de las tradiciones budistas sostiene que Buda no fue, sino la última encarnación en una serie de vidas recogidas en diversas historias edificantes. Para el budismo, los mitos y leyendas que rodean la figura del Buda histórico son tan importantes como sus palabras y hechos.

De ahí que los detalles históricos de su vida resulten difíciles de establecer y, acaso por ello, no reciban un tratamiento preferente respecto a los relatos y doctrinas que se añadieron.

INFANCIA Y JUVENTUD

Hijo del jefe de la clase guerrera Sakya, de Kapilavastu, Buda nació con el nombre de Siddhartha. Después de su iluminación fue conocido también por el nombre de Sakyamuni (sabio de los Sakyas).

Dice la leyenda que su madre, Mahamaya o Mayadevi, poco antes de dar a luz soñó que un hermoso elefante blanco se introducía en su matriz.

Cuando llegó el momento del parto, su madre Mayadevi, apoyada sobre una higuera, alumbró al príncipe Siddhartha por su costado derecho. Colocó al recién nacido dentro de una flor de loto, pero el niño se levantó y anduvo 7 pasos hacia los cuatro puntos cardinales anunciando su gran destino.

Al cabo de siete días murió Mayadevi. Se dice que los brahmanes examinaron al recién nacido y predijeron su destino como monarca universal o Buda. Fue educado por su padre y su madrastra en un ambiente de lujo y, al parecer, mostró una temprana inclinación hacia la meditación y la reflexión, lo que disgustó a su progenitor, que quería hacer de él un guerrero y un gobernante más que un filósofo religioso.

En sus propios discursos Buda recordó que meditó y entró en su primer trance cuando aún era niño. Cediendo a los deseos de su padre, se casó muy joven y participó en la vida mundana de la corte.

Tuvo un hijo, a quien llamó Rahula ('Vínculo'). Según la tradición, Buda empezó a buscar la iluminación a los 29 años, cuando vio por primera vez un anciano, un hombre enfermo y un cadáver, descubriendo de pronto que el sufrimiento es el destino de toda la humanidad.

Después se encontró con un pacífico y sereno monje mendicante, y a partir de entonces decidió adoptar su forma de vida, por lo que abandonó a su familia, la riqueza y el poder para iniciar la búsqueda de la verdad.

Esta decisión, que el budismo denomina Gran Renuncia, es celebrada por los budistas como un momento crucial en la historia.

Vagó como mendigo por el norte de la India, donde recibió las enseñanzas de algunos famosos maestros brahmanes, los cuales pronto agotaron su capacidad para enseñarle. Continuó su búsqueda y terminó por establecerse en Uruvela (cerca de la actual ciudad de Bodgaya), con cinco de sus discípulos, uno de los cuales también había formado parte de los brahmanes que reconocieron como Buda al recién nacido Siddhartha.

Durante casi seis años se esforzó por alcanzar la iluminación a través de la práctica de un severo ascetismo, convirtiéndose en un auténtico esqueleto viviente. Tras demostrarse infructuoso este método, volvió de modo gradual a realizar una dieta normal, recuperó su salud y modificó su régimen ascético, aunque perdió en este proceso a sus discípulos, que condenaron lo que consideraron su nueva debilidad.

ILUMINACIÓN A los 35 años de edad dio un gran paso hacia la Iluminación mientras estaba sentado bajo una higuera de agua en Bodgaya. La tradición dice que una noche se sentó decidido a no levantarse hasta haber alcanzado el nirvana.

Primero fue asaltado por los ejércitos demoníacos de Mara, señor de la ilusión, que intentaron sustraerle de su meditación. Mara se retiró vencido, incapaz de romper su concentración, y Buda siguió meditando.

Durante la noche alcanzó niveles de conciencia cada vez más altos, llegando a conocer sus vidas anteriores y al “ojo divino” capaz de seguir la reencarnación de todos los seres.

Captó las Cuatro Nobles Verdades: la vida es sufrimiento; la causa de este sufrimiento proviene de que el hombre desconoce la naturaleza de la realidad y se apega a los bienes materiales; el sufrimiento puede tener fin si el hombre logra superar su ignorancia y renuncia a las ataduras mundanas.

El camino para lograr esta superación es el Noble Óctuplo Sendero (o Camino de las Ocho Etapas), que se resume en principios tales como moralidad, concentración y sabiduría. Fue este el instante en el que Buda experimentó la Gran Iluminación que le reveló el camino de la salvación.

Libre ya del ciclo de la reencarnación, y dotado de una sensibilidad sobrehumana, pasó las siguientes semanas considerando varios aspectos de su realización. MAESTRO Buda viajó por el valle del río Ganges enseñando su doctrina.

Decidido a divulgar el Dharma (o verdad eterna) que había percibido, lo primero que hizo fue reunirse con sus antiguos discípulos cerca de Benarés y estos, cautivados por su sinceridad, le aceptaron como maestro y se hicieron monjes. Poco tiempo después predicó su primer sermón en las cercanías del actual parque Deer.

Este sermón, cuyo texto se conserva, contiene la esencia del budismo y muchos eruditos lo consideran comparable, por el tono de su altura moral e importancia histórica, al Sermón de la Montaña de Jesucristo.

Los principios básicos de su nueva doctrina fueron el Camino del Medio y la disciplina monástica, que estableció para abrirse paso de la mejor forma posible entre los extremos del sacrificio y la autocompasión.

Acompañado por sus discípulos, Buda viajó por el valle del río Ganges enseñando su doctrina, reuniendo adeptos y estableciendo comunidades monásticas en las que cualquiera podía ingresar, sin importar su rango social. Regresó durante un breve periodo de tiempo a su ciudad natal y convirtió a su padre, a su mujer y a otros miembros de su familia.

Un rico seguidor sufragó la construcción de un monasterio en Savatthi, que se convirtió en la principal residencia de Buda y el núcleo de difusión de sus enseñanzas. Otros monasterios fueron fundados en las principales ciudades existentes en el curso del Ganges.

MUERTE E INFLUENCIA Después de una vida de actividad pedagógica, Buda falleció a los 80 años en Kusinagara (en el actual Nepal), por haber ingerido alimentos en mal estado. Al parecer predijo su muerte y avisó a sus discípulos, pero se negó a darles ningún precepto sobre la futura organización y propagación de sus doctrinas, insistiendo en que ya les había enseñado lo que necesitaban para salvarse.

El arte budista posterior creó descripciones magníficas de su lecho de muerte, con animales y gente llorando con amargura mientras sus discípulos iluminados contemplaban con serenidad su nirvana final. Su cuerpo fue incinerado y sus reliquias divididas entre ocho según unos, o diez, según otros, ‘stupas’ o monumentos funerarios.

Buda está considerado como uno de los seres humanos más grandes que han existido, un hombre de carácter noble y compasivo, visión penetrante y pensamiento profundo. No sólo fundó una gran religión, sino que su rebelión contra los extremismos, ascéticos y espirituales, y contra el sistema de castas, influyó de un modo decisivo en el hinduismo.

Su rechazo a la especulación metafísica y su pensamiento lógico introdujo una importante corriente analítica de la que hasta entonces carecía la tradición hindú. El culto a Buda fue introducido desde la India proyectándose hacia la China y el Japón, en el siglo II después de Cristo.

Allí se mezcló con creencias oriundas del lugar, entre ellas: la de los dioses protectores del hogar o espíritus inmortales, el confucionismo (filosofía de Confucio) y el taoísmo, doctrina teológica de la antigua religión China. Resumen de los fundamentos del Noble Óctuplo Sendero.

En el Sermón de Benarés, tras su iluminación, Buda expuso las Cuatro Nobles Verdades y el Óctuplo Sendero: “La primera Noble Verdad es dukkha; la naturaleza de la vida es sufrimiento. Esta, ¡oh monjes!, es la Noble Verdad del Sufrimiento:

El nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, asociarse con lo indeseable es sufrimiento, separarse de lo deseable es sufrimiento, no obtener lo que se desea es sufrimiento. En suma, los cinco agregados de la adherencia son sufrimiento.

La segunda Noble Verdad es el origen de dukkha: el deseo o "sed de vivir" acompañado de todas las pasiones y apegos. Esta, ¡oh monjes!, es la Noble Verdad del Origen del Sufrimiento.

Es el deseo que produce nuevos renacimientos, que acompañado con placer y pasión encuentra siempre nuevo deleite, ahora aquí ahora allí. Es decir, el deseo por los placeres sensuales, el deseo por la existencia y el deseo por la no existencia. La tercera Noble Verdad es la cesación de dukkha, alcanzar el Nirvana, la Verdad absoluta, la Realidad última.

Esta, ¡oh monjes!, es la Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento. Es la total extinción y cesación de ese mismo deseo, su abandono, su descarte, liberarse del mismo, su no dependencia.

La cuarta Noble Verdad es el Sendero que conduce al cese del sufrimiento y a la experiencia del Nirvana. Esta, ¡oh! monjes, es la Noble Verdad del Sendero que conduce a la Cesación del Sufrimiento, solamente este Óctuplo Noble Sendero; es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración”.

La esencia de los millares de discursos en los que el Buda explicó su enseñanza de distintas maneras, está contenida en Las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Óctuplo Sendero.

Este Sendero comprendido en la cuarta Noble Verdad es el Sendero Medio, llamado así por evitar los dos extremos, tanto la búsqueda de la felicidad a través de los placeres sensuales, como la mortificación de uno mismo.

Este Sendero Medio es llamado el Noble Óctuplo Sendero, ya que consta de ocho factores, que son:

1. Recta comprensión (samina ditthi) 2. Recto pensamiento (samma sankappa) 3. Rectas palabras (sammma vaca) 4. Recta acción (samma Kammanta) 5. Rectos medios de vida (samma ajiva) 6. Recto esfuerzo (samma vayama) 7. Recta atención (samma sati) 8. Recta concentración (samma samadhi)

Estos ocho factores no son separados y deben desarrollarse simultáneamente, ya que todos ellos están estrechamente relacionados entre sí, y cada uno contribuye al cultivo de los otros. Su finalidad es el desarrollo y perfeccionamiento de los tres principios capitales del adiestramiento y disciplina budistas: La sabiduría, la conducta ética y la disciplina mental.

La Sabiduría implica la Recta Comprensión y el Recto Pensamiento. La Recta Comprensión es la comprensión de las cuatro Nobles Verdades. Es la comprensión de la ley de la causalidad. Es la comprensión de la impermanencia. El Recto Pensamiento es pensar con desapego, amor, renunciamiento y no violencia, esto es, con sabiduría.

Es evitar pensamientos de apego, malevolencia, odio y violencia, esto es, evitando la ignorancia. La Conducta ética implica: la Recta Palabra, la Recta Acción y los Rectos Medios de Vida. La conducta ética (sila) está basada en la vasta concepción del amor universal y la compasión hacia todos los seres vivientes, que constituye el fundamento de la enseñanza del Buda.

La Recta Palabra es abstenerse de emplear formas de lenguaje erróneas y perniciosas, de hablar negligentemente, de mentir, difamar, calumniar o dañar a otros, y cultivar las palabras amistosas, benévolas, agradables, dulces, significativas y útiles.

La Recta Acción es cultivar una conducta moral honorable y pacífica, absteniéndose de matar, robar, relaciones sexuales ilegítimas y llevar a cabo tratos deshonestos. Los Rectos Medios de vida es ganarse la vida de forma honorable, irreprochable e inofensiva, evitando cualquier profesión que pueda ser nociva de alguna manera para otros seres vivientes.

La disciplina mental incluye: el Recto Esfuerzo, la Recta Atención y la Recta Concentración. El Recto Esfuerzo implica los cuatro siguientes esfuerzos: 1) Impedir el surgimiento de pensamientos malos. 2) Apartar los pensamientos malos ya surgidos en la mente. 3) Cultivar el surgimiento de los buenos pensamientos. 4) Mantener los buenos pensamientos ya surgidos. Cultivar con atención el Dhamma. La Recta Atención implica los Cuatro Estados de Atención Mental:

1) Prestar diligente atención al cuerpo. 2) Prestar diligente atención a las sensaciones y las emociones. 3) Prestar diligente atención a las actividades de la mente. 4) Prestar diligente atención a las ideas pensamientos, concepciones y cosas. La Recta Concentración es la disciplina que nos conduce a las cuatro etapas de dhyana, o absorción. En la primera etapa se abandonan los deseos y pensamientos apasionados e impuros.

En la segunda, ya desaparecidas las actividades mentales, se desarrolla la tranquilidad y la "fijación unificadora de la mente". En la tercera surge la ecuanimidad consciente y en la cuarta desaparecen todas las sensaciones, tanto de dicha como de desdicha, de alegría y de pesar, permaneciendo en un estado de ecuanimidad y lucidez mental.

Este Noble Óctuplo Sendero supone una disciplina corporal, verbal y mental. Se trata de uno de tantos senderos propuestos por grandes maestros de la humanidad para lograr la aprehensión de la realidad última, el logro de la liberación, de la felicidad y la paz, mediante el autodesarrollo moral, espiritual e intelectual.

Fuentes: http://www.travelog.com.ar

http://www.terra.es/personal8 http://www.portalplanetasedna. http://www.tusiquica.com

http://www.frasedehoy.com http://perso.wanadoo.fr/breiz.positive

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“El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, un verdad, un insensato”. “No hay incendio como la pasión; no hay ningún mal como el odio”. -Buda-