Fueron varios los amores de Beethoven, entre ellos Giulietta Giucciardi, condesa de dieciséis años, alumna del genio; fue un amor tormentoso, y

a ella dedicó la inmortal sonata "Claro de Luna", que lejos de ser romántica es bastante pausada y melancólica.

Pero el titulo original de la pieza es "Quasi una fantasia", ya que el nombre "Claro de luna" fue utilizado por primera vez por Ludwig Rellstab en 1.836, años después de la muerte de Beethoven, a quien la pieza le recordaba a la luz de la luna reflejada en el lago Lucerna.

Desde entonces, el nombre pasó a ser oficial.


Fue estudiante suya a mediados de 1.801. Con sólo 17 años esta joven cautivó el corazón del apasionado genio.

Este escribió a un amigo: "...este cambio ha sido promovido por una querida y encantadora joven a la que amo y ella me ama.

Después de dos años, de nuevo gozo por unos pocos momentos de bienaventuranza, y por primera vez, siento que el matrimonio puede aportarme felicidad.

Por desgracia, no pertenece a mi clase y por el momento no puedo casarme, todavía debo esperar bastante".

Las relaciones no duraron mucho, puesto que el padre de la joven se opuso pese a que la joven sí tenía inclinaciones de casarse con Beethoven.

-Marie Erdödy

En otoño de 1.808 Beethoven se alojó con su amiga la condesa Erdödy, que vivía en el mismo edificio que los Lichnowsky.

Si bien no está claro que Beethoven mantuviera una relación amorosa con ella, fue la sexualidad la causa de su violenta ruptura con ella.

Unos meses después Beethoven se enteró de que la condesa daba en secreto jugosas sumas a su criado, al parecer a cambio de favores sexuales.

En algunas páginas del boceto del Quinto Concierto para piano, se leen unas violentas observaciones:

"¿Qué más puede desear? Ha recibido de mí al criado, no al amo...

¡Qué “glorioso” canje! ¡Qué substitución! Beethoven no es un criado...

¿Quería un criado? Ahora lo tiene". El músico sintió este hecho como un menosprecio a su propia sexualidad, y abandonó inmediatamente la casa, hospedándose en un edificio de la calle Walfischagasse, en el que existía un prostíbulo.

-Joséphine von Brunswick

Entre 1.804 y 1.807 estuvo enamorado de la joven y bella Condesa Josephine Brusnwik, viuda del Conde Deym.

La condesa correspondía a su amor pero este no pudo realizarse por las rígidas restricciones sociales de la época y la estricta separación entre la nobleza y el vulgo.

En esta etapa hay una correspondencia amorosa entre ambos. Esta relación termina alrededor de 1.808 al no poder concretarse.



-Antonie Brentano

Algunos le adjudican ser: “La amada Inmortal”.

Tenía 10 años menos que Beethoven, y nació en Viena. Era hija de un conocido estadista.

A la muerte de su madre fue internada en el convento de ursulinas en Pessbuck donde fue educada con rigor.

De regreso a Viena estuvo enclaustrada en la casa de su padre, quien acordó un matrimonio con Franz Brentano, un próspero comerciante quince años mayor que ella.

Decía Antonia que le costaba tutear a un marido que conoció el día de su boda. Años más tarde convenció a su marido de que volvieran a Viena pues extrañaba mucho su ciudad natal.

En mayo de 1.810 acompañó a su prima Bettina Brentano a visitar al maestro.

Su amistad surgió de inmediato, y pronto Beethoven visitaba la casa de los Brentano con frecuencia; y hasta los hijos de Antonia lo visitaban y le daban algunas frutas.

Antonia escribió: "No deseaba que mi marido supiese qué difíciles eran las cosas para mí, porque siempre se mostraba tan afectuoso y cordial conmigo".

Las relaciones amorosas comenzaron desde 1.810 hasta 1.811. Beethoven le dedicó varias de sus obras a ella. Sobre las visitas del maestro escribió:

"Se sentaba sobre el pianoforte en la recámara, sin decir palabra, e improvisaba, después de que con su música había acabado de decirlo todo y confortarle, se marchaba como había venido sin prestar atención sobre ninguna persona".

Después de la carta escrita en 1.812 a su Amada Inmortal, no se sabe aún qué fue lo que sucedió, puesto que el escrito apareció entre los documentos de Beethoven después de muerto.

La pregunta que nos hacemos es, ¿la habría enviado...?

¿Se la devolvió Antonie después de que su marido descubrió la tremenda traición? o ¿nunca la envió por respeto a su amigo?

¡Eso es un misterio!

A pesar de todo, y por motivos diferentes, fue rechazado en todas las proposiciones de matrimonio que hizo.

Nunca se casó ni dejó, que se sepa, descendencia.

Fuente:
http://usuarios.lycos.es
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“La música puede definirse como la ciencia de los amores entre la armonía y el ritmo”.
-Platón-

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