A diez años, dos meses y veinticinco días de la muerte de la Madre Teresa, el 5 de septiembre de 1997, su recuerdo reconforta más que nunca a los pobres, enfermos y moribundos de Calcuta en India, a los cuales...
la religiosa consagró su vida.
"No puedo parar de trabajar. Tendré toda la eternidad para descansar"
(Teresa de Calcuta).
Brevemente, reseñamos aquí la vida de uno de los más grandes gigantes que han vivido en el planeta:
Gonxha Agnes, más conocida como Madre Teresa.
Llegó al mundo en el seno de una familia de clase burguesa.
Muy pronto renunció a las comodidades para dedicarse en cuerpo y alma a ayudar a los más desfavorecidos de la Tierra.
La autenticidad y el coraje fueron determinantes en su vida.
Teresa de Calcuta consideraba que el mayor obstáculo en esta vida es el miedo que a veces nos paraliza.
Miedo no sólo a la muerte, esa gran desconocida –para muchos–, sino también al silencio –porque si callamos, vamos a escuchar de verdad–.
Y sobre todo, tenemos miedo a entregarnos, a amar, a querer al otro.
Las personas temen vincularse con el otro por el miedo al rechazo o por no atreverse a dar.
Se olvidan de que no hay como dar para recibir.
¡La verdadera dicha es dar!
"Si puedes quitarte el miedo ya habrás hecho mucho. Es algo muy grande dejar de temer", afirmaba la Madre Teresa.
Teresa de Calcuta, Madre (1910- 1997), nació el 27 de agosto de 1910. Sus padres fueron Nikolle y Dranafille Bojaxhiu.
Monja católica de etnia albanesa nacida en Skopje, Albania, fue fundadora de la orden de las Misioneras de la Caridad.
"Por profesión pertenezco al mundo entero".
"Por corazón pertenezco por completo al corazón de Jesús".
Agnes Gonxha Bojaxhiu ingresó a los 18 años en la orden de las Hermanas de Nuestra Señora del Loreto en Irlanda, donde enseñó la geografía, la historia y el catecismo, justo en el exterior de la Escuela Secundaria de Sta. María de Calcuta.
En 1930 le pusieron el Teresa conocido, en honor de Santa Teresa de Ávila, santa española del siglo XVI.
Estudió en Dublín y en Darjeeling antes de aceptar los votos en 1937.
Fue directora de un colegio católico en Calcuta, donde la presencia de enfermos y moribundos en las calles de la ciudad la llevaron a pedir permiso para dejar su puesto en el convento, pero el arzobispo no le permitió salir del claustro y le pidió un año de espera.
En 1947, día de la independencia India, cuando pasó el año de espera, el arzobispo decidió enviar la carta a Roma, pero si le daban permiso de salir, sería solamente dejando sus hábitos.
Ella se negaba, ya que había permanecido 17 años con los hábitos de monja.
En 1948, el arzobispo ya tenía la respuesta de su carta, y le permitieron salir del claustro durante un periodo de prueba de un año como monja y permaneciendo en la orden; comenzó ayudando a víctimas de lepra y desde entonces se dedicó a cuidar enfermos.
El Gobierno indio cedió 34 acres de terreno para construir la primera misión, Shanti Nagar (ciudad de la paz).
Al salir del convento se instaló en el barrio pobre de Mótillil, donde enseñó a los niños a leer, escribir y hábitos de higiene.
En 1950 la diócesis de Calcuta aprobó la congregación de la Madre Teresa con el nombre de Misioneras de la Caridad; como ella lo definió, era proporcionar "servicio libre a los pobres y al indeseado, al independiente de casta, de credo, de nacionalidad o de raza".
Más tarde, la orden fue reconocida como una congregación pontificia bajo la jurisdicción de Roma.
Sus miembros, además de los tres votos básicos de pobreza, castidad y obediencia para ser aceptados en la comunidad religiosa, han de asumir un cuarto voto, en promesa de servir a los pobres, a quienes la Madre Teresa describe como encarnaciones de Cristo.
Obtuvo la nacionalidad india en diciembre de 1951.
En 1952 abrió en Calcuta la Casa de Moribundos Indigentes Nirmal Hriday (corazón puro).
Al cabo de los años amplió la obra a los cinco continentes.
Concluido 1962 ella había utilizado el dinero obtenido para instalar clínicas móviles de salud, centros para los hospicios subalimentados, de rehabilitación para los leprosos, hogares para los alcohólicos y los drogadictos, y abrigos para el nómada.
En 1971 el papa Pablo VI le otorgó el Premio de la Paz Juan XXIII.
Al año siguiente, el Gobierno de la India la nominó para el premio Jawaharlal Nehru para el entendimiento internacional.
En reconocimiento a sus esfuerzos le fue concedido el Premio Nobel de la Paz en 1979, "por la lucha para superar la pobreza y la señal por el trabajo emprendido de socorro, que también constituye una amenaza a la paz".
La madre Teresa aceptó estos premios con humildad, usando el dinero de los mismos para la fundación de más centros.
"La pobreza es algo maravilloso porque nos da libertad; significa que son menos los obstáculos que nos separan de Dios".
"Actualmente, el mundo no está hambriento sólo de pan; está hambriento de amor, de ser querido, de ser amado" (Teresa de Calcuta).
Ella intervino entre las facciones que guerreaban en Beirut en 1982 y logró un cese del fuego para rescatar a casi 40 niños mentalmente enfermos.
En 1988, fue a visitar los sepulcros de la madre y de la hermana Shkodra.
En 1990, el papa Juan Pablo II le instó a que realizara sus tareas con menor rigor, debido a su cada vez más precaria salud.
Durante su visita a Albania, en 1993, ella atendió la ceremonia de la inauguración de la gran catedral en Shkodra.
No abandonó la actividad a la que había consagrado su vida hasta el mismo momento de su muerte, en Calcuta.
Fuente:
http://www.navego.com.ar
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"Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos dejar de ponerle aceite"
(Teresa de Calcuta).