Confucio: Ambicioso proyecto multinacional.

"Solo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos"

(Voltaire).

 

"Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, ¿cómo sabrá gobernar a los demás?" (Confucio).

La imagen de la portada: Voltaire en 1718, de Nicolas de Largillière.

Ambicioso proyecto multinacional
Un nuevo y definitivo catálogo de las obras del gran filósofo chino Confucio y de su escuela ha empezado a ser elaborado.

Voltaire, por algunos considerado como el "Confucio europeo", dijo que "no había ninguna virtud que no hubiera sido tomada en consideración en las enseñanzas de Confucio, y todas ellas hacían referencia a la adquisición de la felicidad para la Humanidad".

El pensamiento de Confucio constituye no solo una de las bases fundamentales de la civilización china, sino de toda el Asia oriental.

Ha sido hace poco tiempo cuando se han empezado a recopilar más de 5.000 obras, que suponen mil millones de caracteres chinos, de Confucio y de su escuela.

Este esfuerzo supone reunir obras de lugares tan distantes como China, Taiwán, Japón, la República de Corea y Europa.

Se calcula que este trabajo tardará dieciséis años en completarse.

El problema fundamental no ha sido solamente la cantidad de textos, sino la dificultad de transcribir muchos textos antiguos.

Hasta 1800 no se usaba la puntuación en la escritura china, ni siquiera puntos ni comas.

Los investigadores actuales y traductores tratan de añadir puntuación en los textos para hacer la obra comprensible a un público más amplio, y para facilitar la búsqueda en bases de datos "on-line".

Unos trescientos científicos de veinticinco universidades Imagen de Confucioe institutos de investigación en China han juntado sus esfuerzos y se han embarcado en este ambicioso proyecto, que recibe anualmente financiación de la Universidad de Pekín y del Ministerio de Educación.

Algo sobre Voltaire
François Marie Arouet, más conocido como Voltaire (París, 21 de noviembre de 1694, 30 de mayo de 1778) fue un escritor y filósofo francés que figura como uno de los principales representantes de la Ilustración, un período que enfatizó el poder de la razón humana, de la ciencia y el respeto hacia la Humanidad.

En 1746, Voltaire fue elegido miembro de la Academia francesa.

El seudónimo «Voltaire»
Existen varias hipótesis acerca del seudónimo «Voltaire».

Una versión muy aceptada dice que deriva del apelativo «Petit Volontaire», que usaban sus familiares para referirse a él de pequeño.

No obstante, parece ser que la versión más verosímil es que Voltaire es el anagrama de «Arouet L(e) J(eune)» ('Arouet, el Joven'), utilizando las mayúsculas latinas.

También existen otras hipótesis; puede tratarse del nombre de un pequeño feudo que poseía su madre; se ha dicho que puede ser el sintagma verbal que significaba en francés antiguo que él «voulait faire taire» ('deseaba hacer callar', de ahí vol-taire), a causa de su pensamiento innovador; que pueden ser las sílabas de la palabra re-vol-tai ('revoltoso') en otro orden.

En cualquier caso, es posible que la elección que el joven Arouet adopta, tras su detención en 1717, sea una combinación de más de una de estas hipótesis.

Biografía
François-Marie Arouet fue el último de los cinco hijos del notario François Arouet (1650-1 de enero de 1722) y de Marie Marguerite d'Aumary (1660-13 de julio de 1701), miembro de una familia noble de la provincia de Poitou-Charentes, y que murió cuando él tenía siete años de edad.

Estudió en el colegio jesuita Louis-le-Grand (1704-1711) durante los últimos años del reinado de Luis XIV, en el que aprendió latín y griego.

En el colegio trabó amistad con los hermanos René-Louis y Marc-Pierre Anderson, futuros ministros del rey Luis XV.

Alrededor de 1706 Voltaire escribió la tragedia "Amulius y Numitor", de la que se encontraron, más tarde, algunos fragmentos, que se publicaron en el siglo XIX. Entre 1711 y 1713 estudió Derecho.

Su padrino, el abad de Châteauneuf, lo introdujo en una sociedad libertina, la Sociedad del Temple, y para esa época recibió una herencia de Ninon de Lenclos.

En 1713 obtuvo el cargo de secretario de la embajada francesa en La Haya, trabajo del que fue expulsado, debido a un idilio con una refugiada francesa llamada Catherine Olympe Dunoyer.

Durante esa época, empezó a escribir su tragedia “Edipo” (que no se publicará hasta 1718).

A la muerte de Luis XIV, en 1715, el duque de Orleáns asumió la regencia, y el joven Arouet escribió una sátira contra el mismo duque que le valió la reclusión por un año en la Bastilla (1717), tiempo que dedicó a estudiar literatura.

Una vez liberado, fue desterrado a Châtenay, donde adoptó el pseudónimo de Voltaire.

En 1718, su tragedia “Edipo”, y en 1723, su epopeya "La Henriade", dedicada al rey Enrique IV, tuvieron un gran éxito.

Sin embargo, como producto de una disputa con el noble De Rohan, fue encarcelado de nuevo en la Bastilla y, al cabo de cinco meses, fue liberado y desterrado a Gran Bretaña (1726-1729).

Se instaló en Londres y, allí, Voltaire recibió una influencia determinante en la orientación de su pensamiento.

Cuando regresó a Francia, en 1728, Voltaire difundió sus ideas políticas, el pensamiento del científico Isaac Newton y del filósofo John Locke.

En 1731 escribió la "Historia de Carlos XII", obra en la que esbozó los problemas y tópicos que, más tarde, aparecieron en su famosa obra "Cartas filosóficas", publicada en 1734, donde defendió la tolerancia religiosa y la libertad ideológica, tomando como modelo la permisividad inglesa y acusando al cristianismo de ser la raíz de todo fanatismo dogmático.

Por este motivo, en el mes de mayo se ordenó su detención, y Voltaire se refugió en el castillo de Madame Châtelet, mujer con la que establecerá una larga relación personal y con la que trabajará en su obra "La filosofía de Newton".

En esta misma época, tras el éxito de su tragedia "Zaire" (1734), escribió "Adélaïde du Guesclin" (1734), "La muerte de César" (1735), "Alzira o los americanos" (1736), "Mahoma o el fanatismo" (1741).

También escribió "El hijo pródigo" (1736) y "Nanine o el prejuicio vencido" (1749), que tuvieron menos éxito que los anteriores.

En 1742, su "Mahoma o el fanatismo" es prohibida, y un año después publica "Mérope".

Por esta época, Voltaire viajó a Berlín, donde fue nombrado académico, historiógrafo y Caballero de la Cámara real.

Cuando murió Madame de Châtelet en 1749, Voltaire volvió a Berlín, invitado por Federico II, época durante la cual escribió "El siglo de Luis XIV" (1751), y continuó, con "Micromégas" (1752), la serie de sus cuentos iniciada con "Zadig" (1748).

Producto de algunas disputas con este monarca, se le expulsó nuevamente de Alemania y, debido a la negativa de Francia de aceptar su residencia, Voltaire se refugió en Ginebra, Suiza, lugar en el que chocó con la mentalidad calvinista.

Su afición al teatro y el capítulo dedicado a Miguel Servet en su "Ensayo sobre las costumbres" (1756) escandalizaron a los ginebrinos.

Su poema sobre "Juana de Arco, la doncella" (1755) y su colaboración en la Enciclopedia chocaron con el partido de los católicos.

Fruto de esta época fueron el "Poema sobre el desastre de Lisboa" (1756) y la novela corta "Cándido o el optimismo" (1759), obra que será inmediatamente condenada en Ginebra por sus irónicas críticas a la filosofía leibnitziana y su sátira contra clérigos, nobles, reyes y militares.

Se instaló en la propiedad de Ferney, donde Voltaire vivió durante dieciocho años, lugar donde recibió a la élite de los principales países de Europa, representó sus tragedias ("Tancredo", 1760), mantuvo una copiosa correspondencia y multiplicó los escritos polémicos y subversivos, con el objetivo de contrariar el fanatismo clerical.

Cuatro años después redactó el "Tratado sobre la tolerancia" y, en 1764, su "Diccionario filosófico".

Desde entonces, siendo ya Voltaire un personaje famoso e influyente en la vida pública, intervino en distintos casos judiciales, como el caso Calas y el de La Barre, que estaba acusado de impiedad, defendiendo la tolerancia y la libertad ante todo dogmatismo y fanatismo.

En 1778 Voltaire volvió a París, se le acogió con entusiasmo y murió el 30 de mayo de ese mismo año.

En 1791, sus restos fueron trasladados al Panteón.

Obra
Voltaire alcanzó la celebridad gracias a sus escritos literarios y, sobre todo, filosóficos.

Voltaire no ve oposición entre una sociedad alienante y un individuo oprimido, idea defendida por Juan Jacobo Rousseau, sino que cree en un sentimiento universal e innato de la justicia, que tiene que reflejarse en las leyes de todas las sociedades.

La vida en común exige una convención, un «pacto social» para preservar el interés de cada uno.

El instinto y la razón del individuo le llevan a respetar y promover tal pacto.

El propósito de la moral es enseñarnos los principios de esta convivencia fructífera.

La labor del hombre es tomar su destino en sus manos y mejorar su condición mediante la ciencia y la técnica, y embellecer su vida gracias a las artes.

Como se ve, su filosofía práctica prescinde de Dios, aunque Voltaire no es ateo: como el reloj supone el relojero, el universo implica la existencia de un «eterno geómetra» (Voltaire es deísta).

Sin embargo, no cree en la intervención divina en los asuntos humanos y denuncia el providencialismo en su cuento filosófico "Cándido o el optimismo" (1759).

Fue un ferviente opositor de la Iglesia católica, símbolo, según él, de la intolerancia y de la injusticia.

Se empeña en luchar contra los errores judiciales y en ayudar a sus víctimas. Voltaire se convierte en el modelo para la burguesía liberal y anticlerical y en la pesadilla de los religiosos.

Voltaire ha pasado a la Historia por proporcionar el concepto de tolerancia religiosa.

Fue un incansable luchador contra la intolerancia y la superstición y siempre defendió la convivencia pacífica entre personas de distintas creencias y religiones.

Sus escritos siempre se caracterizaron por la llaneza del lenguaje, huyendo de cualquier tipo de grandilocuencia.

Maestro de la ironía, la utilizó siempre para defenderse de sus enemigos, de los que en ocasiones hacía burla demostrando en todo momento un finísimo sentido del humor.

Conocidas son sus discrepancias con Montesquieu acerca del derecho de los pueblos a la guerra, y el despiadado modo que tenía de referirse a Rousseau, achacándole sensiblería e hipocresía.

"No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defendería hasta la muerte su derecho a decirlo" (Cita apócrifa de Voltaire).

El carácter contradictorio de Voltaire se refleja tanto en sus escritos como en las opiniones de otros.

Parecía capaz de situarse en los dos polos de cualquier debate y, en opinión de algunos de sus contemporáneos, era poco fiable, avaricioso y sarcástico.

Para otros, sin embargo, era un hombre generoso, entusiasta y sentimental.

Esencialmente, rechazó todo lo que fuera irracional e incomprensible y animó a sus contemporáneos a luchar activamente contra la intolerancia, la tiranía y la superstición.

Su moral estaba fundada en la creencia en la libertad de pensamiento y el respeto a todos los individuos, y sostuvo que la literatura debía ocuparse de los problemas de su tiempo.

Estas opiniones convirtieron a Voltaire en una figura clave del movimiento filosófico del siglo XVIII, ejemplificado en los escritores de la famosa Enciclopedia francesa.

Su defensa de una literatura comprometida con los problemas sociales hace que Voltaire sea considerado como un predecesor de escritores del siglo XX como Jean-Paul Sartre y otros existencialistas franceses.

Todas las obras de Voltaire contienen pasajes memorables, que se distinguen por su elegancia, su perspicacia y su ingenio.

Fuentes:
http://www.nueva-acropolis.es/Noticias
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"Azar es una palabra vacía de sentido, nada puede existir sin causa" (Voltaire).

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