Caterina Sforza

El escritor José Calvo Poyato nos cuenta la historia de Caterina Sforza en el libro 'La dama del dragón'.

¿Hay alguna relación entre los momentos políticos y sociales y ...

y un florecimiento del arte?
No hay una relación directa, pero entiendo que los momentos de florecimiento del arte vienen tras momentos en los que hay un florecimiento económico.

Un desarrollo económico permite ejercer el mecenazgo, poder patrocinar a artistas y protegerlos, por lo que el artista puede moverse con más facilidad.

En el caso del Renacimiento es patente, los Médici tienen muchísimo dinero y, en un momento determinado, Lorenzo el Magnífico decide proteger a cualquier artista. Lo mismo ocurre con una acumulación de capital que se produce en los papas como consecuencia del dinero que consiguen de las indulgencias, y también les permitirá ejercer un mecenazgo, que significará no solo la construcción de un nuevo templo, San Pedro del Vaticano, sino decorarlo de manera extraordinaria.

¿Suelen llevarse la peor parte quienes abren camino?


Caterina Sforza era una mujer avanzada a su tiempo.
Pero más las mujeres que los hombres, sin duda. Creo que si Caterina Sforza hubiese sido un hombre, no hubiese levantado la oleada de críticas, el rechazo o la cantidad de enemigos que se unieron contra ella.

Lo que ocurría era que Caterina rompía todos los esquemas que se esperaban de una mujer de su posición en una época como era el Renacimiento.

Lo que se esperaba es que su familia la utilizase a la hora de contraer matrimonio como moneda de cambio para cerrar una alianza con otra familia.

Y, cuando se casa con Giovani de Médici, toda Italia hace la lectura correcta: se acaba de producir una alianza entre los Sforza y los Médici, y nadie se paró a pensar que se casó porque estaba enamorada.

Lo que se esperaba de una mujer de su posición es que, si había guerra, estuviera cosiendo o rezando en la capilla.

Sin embargo, Caterina se ponía una armadura, dirigía la artillería y se ponía al frente de su caballería para pelear contra el enemigo. Su vida es tan apasionante que todo lo que se cuenta en “La dama del dragón”, con estructura de novela, responde a lo que fue a la vida de Caterina.

Está, una vez, asediada, una de tantas veces, y han cogido presos a sus dos hijos mayores, Octavio y César, y los amenazan con matarlos si no rinde los portales.

La reacción de Caterina fue tremenda, se subió a la muralla, se levantó el vestido, enseñó los genitales y dijo: "yo tengo la posibilidad de tener más hijos. No voy a rendir esta fortaleza".

Lo mismo le ocurrió a Guzmán el Bueno, un personaje de la historia de España. Estaba asediado en la fortaleza de Tarifa y le dicen que van a matar a su hijo, que habían capturado si no entrega la fortaleza. Guzmán no se levantó el vestido, sino que tiró un puñal y dijo: "ahí tenéis el puñal para que lo matéis, pero no puedo rendir esta fortaleza".

Guzmán es el bueno, el héroe, el hombre que está dispuesto a sacrificar la vida de sus hijos por cumplir con su deber.

Caterina era una diablesa, una malvada porque estaba dispuesta a que matasen a sus hijos por no rendir una fortaleza. Cualquier adelantado a su tiempo va a recibir las críticas de la sociedad. Y más si es mujer.

Caterina tuvo amigos y enemigos a partes iguales.

¿Es mejor no dejar indiferente a nadie?


Sin duda ninguna. Y Caterina lo llevó a la práctica. Para ella, las cosas eran blancas o negras.

Se enfrentó a los Borgia y a Alejandro VI. En la época del Renacimiento había cierta caballerosidad. Cuando se capturaba a un enemigo, se le trataba con dignidad, pero la lucha con César Borgia fue tan dura que cuando la coge prisionera, él trató de humillarla y ultrajarla violándola.

Se dice que en ese momento, Caterina le atacó con lo único que tenía en sus manos y cuando terminó de violarla, le dijo: “¿Y esto es todo lo que podías hacer?”.

Es una mujer que no se rindió nunca, ni en las situaciones más complicadas.

Si Caterina hubiese sido un hombre, sería tan conocida como Leonardo o Maquiavelo.

Ha llegado a nuestro tiempo un libro, con cerca de medio millón de fórmulas en las que nos cuenta desde cómo teñirse el cabello o mantener la piel tersa hasta fórmulas de tipo médico como combatir la fiebre o paliar el dolor de la menstruación. Tuvo una relación de tipo intelectual con Leonardo muy interesante. Leonardo trabajó para su familia muchos años.

Si Caterina viviera en el siglo XXI...

Si Caterina fuera una mujer del siglo XXI, estaría luchando por conseguir una igualdad real sobre la igualdad legal que hay en la cuestión de sexo.

Hoy en un Estado como España, los hombres y las mujeres somos iguales, pero en la realidad, hay situaciones en las que la mujer se encuentra en un plano de inferioridad con respecto al hombre. Creo que Caterina estaría luchando allí donde la lucha fuera más pura, para tratar de trasmutar esa supuesta igualdad legal en una igualdad real.

El dragón, en casi todas las culturas, es tratado como un ser poderoso y respetable y también como poseedor de una gran sabiduría.

¿Eran estas las cualidades de Caterina?

El dragón es el animal que representaba a su familia, los Sforza.

Fuentes:
http://aquelloquenuncatedije.lacoctelera.net

“Vivimos en un mundo en el que un loco hace muchos locos, mientras que un sabio hace pocos sabios” (G. Lichtenberg).
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