Atenea o Atena, del griego a-theona “la que conoce las cosas divinas” o de theon noesis “la inteligencia de la divinidad”, es una de las doce deidades más importantes del Olimpo y una de las tres diosas vírgenes.&

Tuvo diversos epítetos: Palas, de significado controvertido, que pudiera ser ‘doncella’ o ‘la que blande el escudo’; Polioucos, ‘que protege la ciudad’; Partenos, ‘virgen’; Boulaia, ‘consejera’; Glaucopis, ‘de ojos brillantes’; etc.

Como diosa de la guerra, presidía sobre el uso racional y disciplinario de la guerra para proteger a la comunidad. Normalmente aparece armada con casco aqueo, lanza, escudo redondo y el aegis (manto de piel de cabra decorada con la cabeza de la Gorgona).en este aspecto, no nos sorprende que luchara bravamente de parte de los dioses contra los gigantes (gigantomaquia): mató y desolló al gigante Palas; y siguió a Enceslao cuando huía hacía el este, lanzando contra él la isla de Sicilia.

Como diosa de la artesanía y las manualidades, no solo presidía el trabajo femenino de hilar y tejer, sino también otras tareas más masculinas como la carpintería, la metalurgia y la cerámica. En esta capacidad, se ve envolucra en los proyectos de los mortales. Ayudó a Epeo a construir el caballo de madera en la guerra de Troya y a Argos a construir a Argo, haciendo la embarcación de madera de roble de Dodona, madera que tenía la capacidad de hablar.
También inventó el aulos, la flauta doble, pero se deshizo rápidamente del instrumento al ver como se hinchaban sus mejillas al tocarla.

Atenea nació de la cabeza de Zeus. Cuando su primera esposa, Metis, estaba embarazada de su primer hijo, se enteró de que este estaba predestinado a derrocarle. Para evitarlo se tragó a su embarazada mujer para prevenir el nacimiento. Pero cuando llegó el momento en el que Atenea había de nacer, Hefestos partió la cabeza de Zeus en dos con su hacha     de doble hoja, el labrus, de origen minoico, saltando Atenea de la cabeza completamente adulta y aullando con su grito de guerra que resonó sobre el cielo y la tierra.
De este modo fue una reencarnación de metis “inteligencia”, y fue también adorada como diosa de la sabiduría.


En general, Atenea es benevolente en sus relaciones con los mortales. Castigaba a los malhechores si era necesario: cegó a Tiresias después de que este la hallase bañándose desnuda, pero le concedió el arte de la profecía. También castigó a Aracne por presumir y retarla a un concurso. Atenea tejió la escena de su victoria sobre Poseidón. Aracne eligió tejer veintiuna escenas sobre las hazañas de Zeus incluyendo sus infidelidades. Nunca se decidió la ganadora, pues Atenea, enfurecida por la elección de Aracne, destruyó su obra y la convirtió en una araña.

Es conocida normalmente ayudando a sus mortales favoritos, aconsejándoles y dándoles coraje. Ayudó a Perseo en su expedición contra la Gorgona Medusa, a la cual le cercenó la cabeza. Ayudó a Belerofonte a domar al caballo alado Pegaso, con el cual atacaría al monstruo Quimera.
En arte aparece muchas veces representada vigilando y ayudando a su favorito, Hércules, en sus peligrosas tareas. Y más conocida es su constante ayuda a Odiseo en la Odisea de Homero. Ella es la que intercede ante los dioses para liberar a Odiseo de la ninfa Calipso y lo ayuda en su regreso a Itaca y en su victoria contra los arrogantes pretendientes de Penélope.

Atenea sirviendo a Hércules, cerámicaAtenea y Hércules, circa 490-470bC

En la Iliada favorece a los griegos sobre los troyanos, lo cual no es sorprendente pues estaba resentida contra ellos desde el Juicio de Paris. En el canto IV es conocida su intervención cuando incita a Pándaro a lanzar una lanza contra Menelao, rompiendo así la tregua existente.
En el canto V asiste a Diomedes, el cual, amparado por la diosa, hiere al dios Ares
En el canto XXII, las fuerzas troyanas se refugian en la ciudad pero Héctor queda fuera, con ánimo de pelear contra Aquiles. Una vez frente a frente, Héctor huye y es perseguido por Aquiles. Atenea engaña a Héctor haciéndole creer que tiene en su ayuda a su hermano Deífobo y Héctor se enfrenta por fin cara a cara a Aquiles, quien lo mata, ata su cadáver a su carro de combate y subido en él da vueltas alrededor de la ciudad.

Los troyanos también poseían una estatua de Atenea, el Palladium, de la cual se creía que tenía el poder de salvaguardar la ciudad que la poseyera. Los griegos robaron la estatua momentos antes de la caída de Troya. Aunque Atenea apoyaba a los griegos, no le impidió castigarlos al final de la guerra por la violación a la profetiza Casandra por Ajax. Con la ayuda de Poseidón envió grandes tormentas que destruyeron gran parte de la flota griega, resultando en numerosas muertes incluyendo la de Ajax.

Atenea fue adorada en toda la totalidad de Grecia y fue adoptada como protectora de muchas ciudades (Erisiptolis, ‘protectora de la ciudad’). Pero tenía una conexión especial con la ciudad de Atenas. Atenea compitió con Poseidón por el patronazgo de la ciudad demostrando ambos sus poderes divinos. Se acordó que cada uno daría a sus habitantes un regalo y que éstos elegirían cuál preferían. Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una fuente, lo que les daba un medio de comerciar y agua, pero ésta era salada y mala para beber. En otra versión, Poseidón ofrecía el primer caballo. Atenea ofreció el primer olivo domesticado. Los ciudadanos (o su rey, Cécrope) aceptaron el olivo y con él a Atenea como protectora, pues les proporcionaba madera, aceite y alimento. De hecho, fue la antepasada del quinto rey, Erictonio. Según Apolodoro, Hefestos intentó violar a Atenea pero no lo logró. Su semen cayó al suelo y Erictonio nació de la tierra. Atenea crió entonces al bebé como una madre adoptiva. Alternativamente, el semen cayó en la pierna de Atenea y éste lo limpió con un trozo de lana que tiró al suelo. Erictonio surgió de la tierra y la lana. Atenea dio al bebé dentro de una pequeña caja a tres hermanas, Herse, Pandrosa y Aglauro, advirtiéndoles que nunca la abriesen. Aglauro y Herse abrieron la caja, que contenía al infante y futuro rey Erictonio. La vista hizo que enloquecieran y se arrojaron desde la Acrópolis.

Se conservan un gran número de representaciones de Atenea en estatuas, bustos colosales, relieves, monedas y vasijas pintadas. Entre los atributos que caracterizan a la diosa en estas obras de arte están:
-Objetos a ella consagrados, como la rama de olivo, la serpiente, el mochuelo o búho y el gallo.
-El casco, la lanza y el escudo argólico.
-La égida, una coraza de piel de cabra.

Escultura Atenea con lanza y serpiente

Su atuendo suele ser la túnica espartana sin mangas, sobre la que viste una túnica, el peplo o, raramente, la clámide. La expresión general de su figura es meditabunda y seria, su cara es más ovalada que redonda, su pelo es rico y generalmente peinado hacia atrás sobre las sienes, flotando libremente por detrás. La figura completa es majestuosa, y más fuerte que esbelta: las caderas son pequeñas y los hombros anchos, de forma que en conjunto recuerda de algún modo una figura masculina.
En anteriores retratos arcaicos de Atenea sobre vasijas pintadas la diosa conserva parte de su carácter minoico-micénico, como las grandes alas de pájaro.

Fue adorada la Acrópolis, donde los atenienses construyeron el Partenón (447-483 bC) en su honor. En su interior se encontraba la colosal estatua labrada en marfil y oro de Atenea Partenos esculpida por el gran Fidias. De treinta pies de altura (con el pedestal), la diosa era representada llevando una larga túnica que le caía hasta los pies y sobre su pecho tenía la égida con la cabeza de la Gorgona. Tenía un casco en la cabeza y llevaba en una mano una Niké (diosa de la victoria) de seis pies de alto, y en la otra una lanza, con la que apoyaba contra un escudo adornado con escenas de las batallas de las amazonas con los gigantes. A sus pies tenía una serpiente.
  Copia romana de una original griega s. IV bC
Fue asociada por los etruscos con su diosa Menrva, y posteriormente por los romanos con Minerva. Günther Neumann ha sugerido que el nombre «Atenea» es posiblemente de origen lidio ya que puede ser una palabra compuesta derivada en parte del tirsénico ati, ‘madre’, y del nombre de la diosa hurrita Hannahanna, abreviado en varios lugares como Ana.

Fuentes: http://es.wikipedia.org - http://www.culturageneral.net – Dictionary of classical Mithology, ed. Cassell