Se trata de una sustancia resinosa balsámica, de color amarillo verdoso o pardo rojizo incluso casi negro, dependiendo de su origen botánico. 

Recogida por las abejas de las yemas de los árboles y arbustos silvestres, que luego es trasladada a la colmena y reelaborada por las abejas con el agregado de otros elementos.

Tiene sabor acre, frecuentemente amargo, y olor agradable y dulce, de forma que, cuando se quema, exhala una fragancia de resinas aromáticas.

El resultado es un producto que contiene cera y aceites esenciales, constituyendo una sustancia muy compleja.

Su nombre proviene del griego Propolis:

Pro: delante o en defensa y Polis: ciudad, delante de la ciudad o de la colmena.

Esta denominación no es nada casual, ya que las abejas colocan el propóleo principalmente en la entrada de la colmena para que con sus propiedades antibióticas, impidan, la entrada de bacterias y otros agentes invasores que pueden transformarse en un peligro para la comunidad.

Desde épocas remotas este producto es conocido y empleado por sus propiedades terapéuticas.

Algunos milenios antes de Cristo ya era utilizado por los sacerdotes egipcios responsables de la medicina, la química y del arte de la momificación.EL PRoPOLIS MOMIFI

También los griegos lo conocían, pueblo de donde proviene su etimología.

Aristóteles ya habla de él en su "Historia de los animales", y lo considera como remedio para las infecciones de la piel, llagas y supuraciones.

Galeno en el siglo II, menciona el própolis en sus trabajos.

El famoso médico y filósofo persa Avicena, en el siglo XI, explicaba:

"Tiene la cualidad de eliminar las puntas de flechas y las espinas; vivifica, limpia fácilmente y ablanda fuertemente".

También los incas lo utilizaban cuando se presentaba un cuadro de infecciones febriles. Y en el continente europeo se utiliza por los franceses en los siglos XVIII y XIV para el tratamiento de llagas.

Su máximo empleo se dio durante la guerra de los boers, en África del Sur, alrededor de 1.900, en el tratamiento de heridas infectadas y como sustancia cicatrizante.

Su utilización se ha mantenido durante siglos, hasta llegar a nuestros días, en que se están realizando investigaciones científicas sobre el empleo de preparados a base de propóleo en los campos de la biología, la medicina humana y la medicina veterinaria.

El propóleo se recolecta colocando en la parte superior de la colonia, por debajo de la tapa una malla de plástico con una luz de 3 mm.

Como las abejas no pueden pasar, tienden a cerrar el hueco.

Cuando la malla está propolizada se conserva a temperatura frigorífica durante un tiempo, se saca y se enrolla.

Cuanto más se avanza en el descubrimiento de antibióticos poderosos, más se necesita conocer las propiedades terapéuticas del propóleo que, a través de sus extractos, ha mostrado ser efectivo contra cepas de gérmenes patógenos que ya adquirieron resistencia a los antibióticos tradicionales.

El própolis es una sustancia resinosa de árboles, que las abejas extraen con el fin de taponar herméticamente su colmena, e impedir que se forme dentro de ella cualquier tipo de infección.

Algunos apicultores de Ibiza, han contado haber encontrado una rata dentro del panal completamente embalsamada de própolis y momificada...

Ello es debido a que gracias al própolis no existe una descomposición del cadáver que pueda crear infecciones en el interior del colmenar, gracias a la acción antimicrobiana del própolis.

Origen y composición
Existen dos teorías sobre la procedencia del própolis elaborado por las abejas.

Una teoría dice que el própolis es recolectado por las abejas de más de 15 días que, con sus mandíbulas, toman las partículas resinosas que hay sobre las yemas de diferentes plantas como el álamo, sauce, abedul, aliso, castaño silvestre, pino, enebro y algunas plantas herbáceas.

Después de sujetar la partícula resinosa, la abeja mueve hacia atrás la cabeza hasta que logra desprenderla, almacenándola con sus patas en los cestitos del polen.

Las enzimas de su boca participan también en la operación para evitar su adherencia.

Cuando llega a la colmena con la carga, otras obreras le ayudan a descargar el própolis, misión que llega a durar varias horas.

Si el material no es bastante maleable, la abeja recolectora se instala en la piquera, donde espera a que el calor del sol ablande la carga y pueda desprenderse mejor de ella.

Los vuelos que realiza la abeja desde la colmena a la planta portadora de resina duran de 15 a 20 minutos, y la época de máxima recolección tiene lugar a final de verano.

Otra teoría sobre el origen del própolis manifiesta que se trata de un producto resultante de la digestión del polen y que se efectúa en un pequeño órgano que la abeja posee entre el buche y el intestino medio.

Su composición es sumamente compleja:
- Resinas y bálsamos                                     50-55 %

- Cera                                                            25-35 %
- Aceites volátiles                                               10 %
- Polen                                                                 5 %
- Substancias orgánicas y minerales                       5 %

Entre estas últimas se han detectado:

- Ácidos orgánicos:
ácido benzoico y ácido gálico.

- Ácidos-fenoles:
ácido caféico, ácido cinámico, ácido fenílico, ácido insofenílico, ácido p-cumanírico.

- Aldehidos aromáticos:
vainillina, isovainillina.

- Cumarinas:
esculetol, escopoletol.

- Flavonoides.

- Flavonas:
acacetina, crisina amarilla, pectolinarigenina, tectocrisina.

- Flavonoles:
galangina, izalpinina, kaempférido, quercetina, ramnocitrina.

- Flavononas:
pinostrobina, sakuranetina.

- Flavononoles:
pinobanksina.

- Minerales:
Aluminio, plata, bario, boro, cromo, cobalto, cobre, estaño, hierro, magnesio, manganeso, molibdeno, níquel, plomo, selenio, silicio, estroncio, titanio, vanadio, zinc.

- Vitaminas:
Provitamina A, vitamina B3, otras del grupo B.

Acciones del Própolis:
- Acción antibacteriana y bacteriostática.

- Acción anestésica.
- Acción cicatrizante.
- Acción antiinflamatoria.
- Acción positiva sobre los mecanismos inmunológicos.
- Acción antifúngica.

Indicaciones importantes:
- Arteriosclerosis, anemias.

- Afecciones respiratorias.

¿Por qué recolectan las abejas el própolis?
Las abejas emplean el própolis con diversos fines.

Principalmente lo usan para tapar las fisuras y quebraduras de la colmena.EL PRoPOLIS DENT

En las zonas frías, las abejas lo emplean para reducir la piquera, de ahí que al observar una gran cantidad de própolis es señal de que se acerca un invierno crudo y frío.

Otra finalidad es la de embalsamar a algún animal muerto en el interior de la colmena, con la finalidad de aislarlo, ante la dificultad que supondría sacarlo afuera debido a su tamaño.

Las abejas emplean también el própolis con la misión de encolar o pegar las partes móviles de la colmena.

Por último, las abejas emplean el própolis para recubrir los panales antes de la puesta de los huevos por parte de la reina, con vistas a una desinfección de la zona de la puesta.

Propiedades
Históricamente ya se ha mencionado su utilización en el campo de la Medicina.

El própolis tiene gran acción bactericida y bacteriostática, comprobándose que los cadáveres que quedan envueltos por él en la colmena no se pudren.

Según experiencias efectuadas, el própolis actúa con efecto antibiótico frente a cocos Gram positivos:

Sarcina lutea, Staphylococcus aureus; frente a bacilos Gram positivos: Bacillus subtilis, bacillus larvae, (causante de la loque americana), Corynebacterium equi; frente a levaduras Saccharomyces cevisiae.

En otros ensayos se ha estudiado el efecto inhibidor del própolis frente a algunos virus de las plantas.

La mayor sensibilidad se ha encontrado con relación al virus de la necrosis del tabaco, y la más reducida frente al virus del mosaico del pepino.

El própolis no sólo disminuye el número de lesiones en las hojas infectadas por el virus, sino que también inhibe la reproducción del virus en toda la planta.

En Medicina humana se han encontrado resultados positivos al usar própolis en el tratamiento de procesos tales como catarros de las vías respiratorias altas, gripe, sinusitis, otitis, laringitis, bronquitis, asma bronquial, neumonía crónica, tuberculosis pulmonar.

En odontología se utiliza para el tratamiento de abscesos bucales.

En el área dermatológica es donde más aplicaciones encuentra, principalmente para procesos tales como abscesos, forúnculos, supuraciones diversas, sabañones, grietas, verrugas, callosidades, eczemas y psoriasis, entre otros.

En Medicina veterinaria se ha demostrado su acción positiva en el tratamiento de fiebre aftosa, necrosis bacilar, bronconeumonía, dispepsia tóxica, parafitus, mamitis, etc.

El própolis también se utiliza como anestésico local, siendo muy estimado por su acción cicatrizante y antihemorrágica.

Recolección:
Hasta que uno no se mete en la piel de un apicultor y saca la miel a la antigua usanza no se pude dar cuenta de lo escaso que es el propóleo.


Con 12 colmenas se llega a extraer unos 200 gramos tan sólo y eso limpiando bien a fondo cada colmena.

Claro que hay métodos para forzar a las abejas para que produzcan o elaboren más propóleo pero no parece justo estresarlas de esa manera.

Primeramente hay que considerar que la cantidad de própolis que produce una colmena dependerá de la raza de abeja, así como de su ubicación.

Se ha observado que las colmenas situadas en bosques o al lado de ríos donde hay chopos contienen más própolis que las situadas en zonas llanas.

La cantidad media que se puede producir por colmena y año oscila entre los 150 y los 300 gramos.

Las abejas propolizan durante todo el año, pero el final de verano y otoño son las épocas de mayor cuantía.

El apicultor deberá recolectar el própolis pasado el invierno.

La recogida se efectúa mediante una espátula, desprendiendo el própolis de aquellas zonas donde se encuentra adherido: ángulos, marcos, piezas metálicas, piqueras.

No se recomienda la utilización de cuchillos ya que pueden desprenderse astillas de madera.

Otra forma de recogida consiste en colocar sobre los cuadros de la colmena una parrilla de plástico o una lámina metálica perforada, que rápidamente será propolizada por las abejas, siendo el própolis obtenido fácilmente raspado.

Para facilitar su recogida se introduce la parrilla en el congelador hasta que quede rígido y así se desprenderá mucho mejor.

El própolis recogido se introduce en agua hirviendo de manera que separe la cera y las astillas y abejas muertas.

El própolis obtenido tendrá una consistencia parecida al chicle y con un buen aroma. No deberá tener más de dos años de envejecimiento.

El própolis de primera clase, que alcanza su máxima cotización en el mercado, ofrece el aspecto de un material seco, granuloso y laxo, con textura finamente laminar y color variable oscuro.

El própolis debe conservarse en recipientes de vidrio al abrigo de la luz y el aire. No deben utilizarse bolsas de plástico para su conservación.

El valor económico del própolis es elevado. Además de su utilización en medicina como grageas y jarabes, sirve para la fabricación de lacas finas para muebles e instrumentos musicales de cuerda.

La resistencia de la laca de própolis es tan grande que la superficie de madera lacada resiste incluso el contacto con el agua hirviendo.

El recoger el própolis no significa para el apicultor ningún bajo rendimiento en la miel, la cera, la jalea real o el polen.

El própolis debe considerarse como un producto más de la colmena para obtener un nuevo ingreso.

El própolis, antibiótico natural
Elaboración:

Las proporciones que suelen utilizarse es de 1/4 parte de própolis de volumen x litro de alcohol de 96 aunque algunos suelen utilizar la equivalencia 30% (300 g x litro), siendo realmente muy concentrado.

Pero si el propóleo es de buena calidad puede utilizarse un 20% x litro.

Además hay que saber que muchas disoluciones una vez acabadas y filtradas son rebajadas con agua destilada.

Actividad biológica del propóleo:
-A pesar de que la temperatura de la colmena es de 34-35 °C, extremadamente favorable para la reproducción de microorganismos, el propóleo permite que permanezca estéril.

-La mayoría de los microorganismos no se vuelven resistentes a él.

-Puede ser tanto inmunoestimulante como inmunodepresor.

Estos aspectos de la acción del propóleo son importantes en el tratamiento de las lesiones orgánicas del sistema nervioso central como meningitis, encefalitis, traumatismos cerebrales y sus secuelas.

-Contiene gammaglobulinas.
-Inhibe la aglutinación de trombocitos y por ende, la coagulación de la sangre a una concentración de 0.1 mg. ml.

-Es capaz de elevar la actividad complementaria del plasma sanguíneo.

-Tiene efecto inhibidor sobre la aglutinación de plaquetas.

-Aumenta la formación de anticuerpos.

-Tiene extraordinarias propiedades antioxidantes.

-Es inmunoestimulador no específico, estimula los factores específicos y no específicos de la inmunidad.

-Eleva la actividad de los antibióticos.

-Aumenta la fagocitosis.

-Incrementa el contenido de properdina (proteína particular del suero hemático, que en unión del complemento y en presencia de sales de magnesio posee poder bactericida) en la sangre.

-Por vía oral o interna, refuerza el metabolismo y eleva la resistencia del organismo a la acción de los factores desfavorables del medio.

-Combate las fibrinas (cáncer) por la acción de las amilasas, lipasas y tripsina.

-Es 3.5 veces más potente como anestésico que la cocaína.

-Ejerce acción antiulcerosa.

-Es antiinflamatorio.

-Tiene efecto fitoinhibidor y antimicótico.

-Posee acción antibacteriana de amplio espectro.

-Su acción antiviral incluye herpes virus, poliovirus, los virus A y B de la gripe de Aujesky, la Sota, de la vacuna, de la enfermedad de Newcastle y otros.

-Regenera los tejidos (es el mejor cicatrizante existente, superior a la sábila, la furazolidona, el yodo-polivinil-pirrolidona, el óxido rojo de mercurio-ácido bórico, el cloramfenicol y la bacitracina-neomicina-polimixina).

Propiedades antimicrobianas

El secreto del uso del propóleo en medicina humana y veterinaria, en la protección de injertos y colmenas, y en la preparación de productos farmacéuticos, radica en sus propiedades antimicrobianas, facteriostáticas y bactericidas, proporcionadas por los ácidos benzoico, oxibenzoico, metoxibenzoico, cafeico, ferúlico, los sesquiterpenos y las flavononas (principalmente la galangina).

Las propiedades del propóleo pueden ser atribuídas fundamentalmente, a los flavonoides pinocembrina, galangina, pinobanksina, pinobanksina-3-acetato, éster bencil del ácido p-cumárico y mezclas de ésteres del ácido cafeíco.

El ácido cafeico es uno de los compuestos que intervienen en la actividad del propóleo contra Streptococcus aureus, Proteus vulgaris, Mycobacterium tuberculosis y Helminthosporium sp.

El propóleo es activo frente a Staphylococcus aureus. Streptococcus, Bacillus anthracis y Erysipelothrix rhusiopathiae.

Es activo también frente a Salmonella sp. Bacillus shigae, B. sonne, B. pyocyaneus. B. pluton (Streptococcus pluton) B. sublitis, B. mycoides, Streptococcus 3-haemolyticus, Staphylococcus epidermidis mycobacterium avium intracellulare, Shigella, Proteus mirabilis y Serratia marcescens.

La actividad antibacteriana del propóleo es mucho más notable sobre las bacterias grampositivas que sobre las grammnegativas.

Por tanto con bacterias grampositivas como gramnegativas, el propóleo tiene una acción superior que los antibióticos cloramfenicol, eritromicina, estreptomicina, penicilina, ceporán, tetracilina, kanamicina, ampicillín y los antisépticos cetavlón a 1% tintura de timerosal a 0.1% cloruro de benzalconio a 1:1000 e hibitane a 1:1000. en estudios in vitro.

Para una acción antimicrobiana máxima, la solución alcohólica de propóleo debe tener un ph 2-3.

Se ha observado que los extractos de propóleo de abejas melíferas tienen mayor efecto inhibidor que el propóleo de las abejas trigonas (abejas sin aguijón, llamadas -al igual que las meliponas- "abejas de la tierra").

Las investigaciones clínicas y de laboratorio corroboran la acción antimicrobiana y antimicótica de los preparados.

Las soluciones inyectables presentan in vitro una buena acción antifúngica.

El extracto líquido da buenos resultados en las aftas bucales.

Los ungüentos experimentados clínicamente en numerosas afecciones cutáneas han establecido resultados apreciables en pruritos localizados y neurodermatitis.

Actividad antiviral
La capacidad de los extractos de propóleo de contener el desarrollo de formas patógenas de virus, ha sido demostrada.

Los flavonoides revelan una actividad antiviral bien definida, en particular la apigenina, acacetina y pectolinarigenina que están presentes en las yemas del álamo y del abedul.

El propóleo inactiva los virus de Aujesky y la cepa vacunal La Sota, pero no al de la encefalomiocarditis; además, el propóleo es inocuo para los animales de laboratorio y los embriones de pollo.

Alergia al Propóleo
Un pequeño porcentaje de la población es alérgica al propóleo y a los demás productos apícolas (polen, jalea real, miel, veneno).


Teniendo esto en consideración, es necesario aplicarles a los pacientes pruebas de alergia provocada antes de comenzar cualquier tratamiento con propóleo.

Las reacciones alérgicas al propóleo surgen, por lo general, en personas que son alérgicas a las abejas, o a sus picaduras, así como en personas que padecen de algún tipo de problema alérgico.

Se usa sobre todo, en la terapia de afecciones del aparato respiratorio y de cavidad oral, pero su campo de aplicación es más extenso.

La dermatología, la medicina interna y hasta la cosmética se han beneficiado de las propiedades regeneradoras y cicatrizantes de la sustancia más original que recolectan la abejas.

Si se mastica de vez en cuando un pedazo de propóleo, se refresca el aliento y se favorece la higiene de la cavidad oral. Fuera del campo médico el propóleo tiene otros uso.

Por último, citaremos dos curiosidades históricas sobre este producto de la colmena.

La primera de ellas se refiere al antiguo Egipto, donde el propóleo formaba parte de los productos embalsamadores, junto con otras sustancias de la colmena.

La segunda se refiere a su uso para tratar la madera de los instrumentos musicales, fabricados por los famosos "liutai" (los que tocan el laúd) italianos, de los siglos XVII y XVIII.

Para la mayoría sigue siendo un secreto el tipo de barniz que usaban artesanos como Stradivari y otros.

Hay quien dice que las propiedades del propóleo tienen algo que ver con la prodigiosa sonoridad de sus instrumentos musicales.

Fuentes:
http://www.noticiasapicolas.com.ar/propoleo.htm
Joan Sisa
www.ecoaldea.com
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"Toda dificultad eludida se convertirá más tarde en un fantasma que perturbará nuestro reposo".
-Frédéric Chopin-

 

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