"No os fiéis de quienes dicen que no creen en nada; o son unos pobres de espíritu o seres incapaces de una sola noble acción" (Amado Nervo).

Cuentan los mitos que los atrapasueños, originarios de Ojibwa (Norteamérica), consistían en una especie de círculo o gota de agua de aspecto similar a una tela de araña con un espacio vacío en su centro, que se colgaban encima de la cabecera de las camas para proteger a las personas de pesadillas y terribles visiones que pudieran sufrir.

 

 

Cazadores de sueños
Cuando contemplamos a un niño durmiendo, no podemos evitar preguntarnos qué estará pasando por esa cabecita, qué mundos estarán recorriendo sus sueños.

Y en el afán de protegerlos, nos gustaría poder hacerlo también en esos territorios oníricos.

¿Qué es un atrapasueños?
El atrapasueños (como su nombre indica) atrapaba en la red los buenos pensamientos y sueños, dejando escapar por su círculo central las pesadillas y demás horrores nocturnos.

Los atrapasueños, también llamados cazadores de sueños, se denominaban "Bawaadjigan" en el lenguaje ojibwe de los sioux, quienes luego se dividieron en los sante (isanyati, los que viven cerca de Knife Lake), lakotas centrales y teton (lakotas).

Estas culturas sostenían la creencia de que los sueños eran mensajes del mundo espiritual.

De esta manera, el atrapasueños funcionaba como un filtro de sueños y visiones, que protegía contra las pesadillas.

Los lakotas, particularmente, llegaron a creer que el atrapasueños sostiene el destino de su futuro, y es propicio para la buena fortuna y la armonía familiar, aparte de los buenos sueños.

 

Los sioux eran nómadas, se desplazaban siguiendo a los búfalos.

Su vivienda, los tipis, circulares, eran unas varas cubiertas con piel de búfalo, que se podían armar y desarmar con facilidad.

La comunidad india creía que el poder del mundo siempre actúa en círculos.
LOSATRAPTIENEl círculo era importante porque representaba la armonía con el universo y las leyes de la Naturaleza.

Celebraban sus asambleas en círculo y danzaban alrededor de la hoguera haciendo círculos.

Eran fieros guerreros, pero fueron también los que concibieron "los cazadores de sueños o atrapasueños".

Sobre su origen hay tres leyendas, que yo sepa.

En las tres está presente la araña tejiendo su telaraña... también circular.

La primera la protagoniza una joven doncella india
LOSATRAINDCuenta una vieja leyenda sioux que hace muchas lunas a una joven doncella india se le reveló, en un sueño, la manera como estaba tejida una tela de araña.

Ella aprendió a tejer una red e hizo el primer atrapasueños.

A la doncella se le dijo que el atrapasueños cazaría los malos sueños y fortalecería la conexión entre la Madre Tierra y el mundo de los espíritus.

Solo los buenos sueños podrían encontrar su camino a través del pequeño agujero del centro.

La segunda leyenda la cuenta una mujer sioux
Una vez llegó una gran sequía. Fue tan grande que nuestras hierbas ya no crecían, nuestros animales caían, nuestra siembra no se daba, y nuestra gente pasó hambre.

Tal privación de agua nos costó dos vidas: la de un anciano y la de un niño.

Decidimos reunirnos junto al Gran Espíritu y, allí, esperar que nos fuera dada la sabiduría para aprender de esta situación, y también para buscar la solución.

El acuerdo era que el círculo de mujeres del pueblo mantendríamos encendido el fuego y la pipa hasta que nos fuera revelado lo que debíamos aprender.

Sosteniendo el círculo y compartiendo el rezo, de pronto apareció la abuela araña, con su sabiduría ancestral, y tomó el lugar que una mujer había dejado recientemente.

Una vez en el círculo, la abuela araña nos empezó a hablar:

"Nuestro pueblo vivía en abundancia. Teníamos comida, abrigo, amor, vivienda, afecto y todo lo necesario.

Era tal la abundancia de cada día que perdimos la noción de lo que nos era concedido por la generosidad del sol, la lluvia, la tierra, el fuego, el mundo verde, el mundo de las piedras, el de los animales, y nos olvidamos de agradecer.

Creímos que todo nos pertenecía sin reconocer el perfecto equilibrio que sostenía nuestro bienestar.

Así es que la hermana lluvia había sido la encargada de recordarnos la abundancia con que habíamos vivido hasta el momento privándonos de su bendición".

Nos dijo la abuela araña que nos enseñaría a tejer una telaraña donde colocar nuestro propósito, pedir lo que deseáramos en las cuatro direcciones.

Cuando nuestro propósito fuera alcanzado, debíamos ofrecer nuestro atrapasueños al agua, la tierra o el fuego. Así nos dejó su enseñanza y se retiró.

Y así comenzamos a tejer nuestro atrapasueños, y nada más dar las últimas puntadas sobre la tela, comenzaron a caer las primeras gotas. Iniciamos de esta manera la tradición de las tejedoras de atrapasueños, mujeres agradecidas que entregan sus propósitos y vuelven a agradecer.

La tercera leyenda tiene como protagonista a un anciano de la tribu de los indígenas lakotas, de origen sioux, que reza así:

LOSATRIKTOHace mucho tiempo, cuando el mundo era aún joven, un viejo líder espiritual lakota –nombre que también reciben los sioux– estaba en una montaña alta y tuvo una visión.

En esta visión, Iktomi –el gran maestro de la sabiduría india– se le aparecía en forma de una araña, hablándole en un lenguaje sagrado que solo los líderes espirituales pueden entender.

Mientras le hablaba, Iktomi –la araña– tomó un trozo de rama del sauce más viejo.

Le dio forma redonda y con plumas, pelo de caballo, cuentas y adornos, y empezó a tejer una telaraña.

Hablaron de los círculos de la vida, de cómo empezamos la existencia como bebés y crecemos hacia la niñez y después a la edad adulta, para llegar finalmente a la vejez, cuando debemos volver a cuidar de los bebés, completando así el círculo.

Mientras hablaba, iba tejiendo una tela de araña en forma de espiral de fuera hacia dentro de un círculo y le iba relatando el sistema de fuerzas y contrafuerzas buenas y malas que configuraban el mundo y animándolo a escoger las positivas para así dirigirse a cada paso hacia la buena dirección, que no es siempre la misma ni la única.

Pero Iktomi dijo –mientras continuaba tejiendo su red–: "en todo momento de la vida hay muchas fuerzas, algunas buenas, otras malas.

Si te encuentras con las buenas, ellas te guiarán en la dirección correcta.

Pero si escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimarán y te guiarán en la dirección equivocada".

Y continuó: “Hay muchas fuerzas y diferentes direcciones, y pueden interferir con la armonía de la Naturaleza.

También con el gran espíritu y sus maravillosas enseñanzas".

Mientras la araña hablaba, continuaba entretejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro.

Alrededor del círculo, Iktomi iba sujetando ofrendas que representan objetos de poder, como plumas, pelos, semillas o piedras, para recordarle que, como diría Alce Negro, todos los seres vivos, tengan pies, alas o raíces, son hijos del padre cielo y la madre tierra.

Cuando Iktomi terminó de hablar, le dio al anciano lakota la red y le dijo:

LOSATRAPARA"Mira la telaraña, es un círculo perfecto, pero en el centro hay un agujero; úsala para ayudarte a ti mismo y a tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas de la gente, sus sueños y sus visiones.

Si crees en el Gran Espíritu, la telaraña retendrá tus buenas ideas, que descenderán por las plumas hasta ti, y las malas desaparecerán al amanecer por el agujero".

El anciano lakota transmitió la visión a su gente y ahora los indios usan el atrapasueños como la red de su vida.

Lo cuelgan encima de las camas, en su casa, para escudriñar sus sueños y visiones. Lo bueno de los sueños queda capturado en la telaraña de la vida y vive con ellos.

Lo malo escapa a través del agujero del centro y no será nunca más parte de ellos.

Dicen que si colocas un atrapasueños cerca del lugar donde duermes, las pesadillas quedan enganchadas en la red, ya que solo los buenos sueños son capaces de encontrar su camino a través del pequeño agujero en el centro.

Un atrapasueños en tu cabecera
Para que en las noches oscuras, cuando te visiten tus sueños, los buenos no tengan por donde escapar y queden atrapados dentro.

 


Esos sueños que te alegran y te hacen sentir contento, para que nunca se escapen, así quedaran seguros y atrapados en tu atrapasueños.

Los sueños malos se cansarán de visitarte sin poder sentirse eternos.

Sueños que se marcharán despavoridos huyendo por el agujero ya no te podrán hacer daño, ni volverás a tenerlos. Ahora dormirás seguro por tener tu atrapasueños, y ya no hará falta decirte:

“¡Que tengas felices sueños!”.

Pasos para confeccionar un atrapasueños

Materiales:
– Un alambre de metal de 50 centímetros
– Dos plumas grandes de colores
– Cuentas o abalorios
– Una madeja de lana azul
– Cinco tubos de metal plateados de diez centímetros de largo (campanas tubulares)

Procedimiento:
Primero, se forma un aro con el alambre (tomar un objeto cilíndrico de unos 48 centímetros de diámetro, en torno al que se dobla el alambre, para que el aro sea lo más circular posible).

La parte que sobra del alambre se enrolla para mantenerlo cerrado.

A continuación, el aro se envuelve por completo con la lana azul, de manera que no se vea el alambre.

Una vez que se ha hecho esto, se marcan con un hilito doce puntos equidistantes sobre la circunferencia del aro, como si se estuvieran marcando las horas en un reloj.

Estos puntos serán numerados del uno al doce.

La lana azul se sujeta en el punto número doce con un nudito; de ahí la lana se pasa al punto número cinco y se sujeta con un nudito.

Luego se continúa la secuencia de la siguiente manera:

 

LOSATRAPSIIILOSATRAPSII– Del punto 5 al punto 10

– Del punto 10 al punto 3

– Del punto 3 al punto 8

– Del punto 8 al punto 1

– Del punto 1 al punto 6

– Del punto 6 al punto 11

– Del punto 11 al punto 4

– Del punto 4 al punto 9

– Del punto 9 al punto 2

– Del punto 2 al punto 7

– Del punto 7 al punto 12

Posteriormente, se parte de nuevo del punto 12 con la lana hacia el punto 3.

De ahí se dirige al punto 6, de ahí al punto 9, y por último, al punto 12.

Luego, se corta la lana.

Se anuda en el punto 1 y se pasa hacia el punto 4, después al punto 7, de ahí al punto 10 y se regresa al punto 1.

Una vez más se corta la lana.

Se anuda en el punto 2 y se pasa hacia el punto 5, después al punto 8, de ahí al punto 11 y se termina en el punto 2.

Es necesario que las zonas dentro de la red donde se producen cruces de hilos se amarren donde se cruzan, para evitar que la red quede floja y se vean capas.

En el punto doce se anuda un hilito de lana azul a manera de anillito para colgarlo.

En el punto 3 y en el punto 9 se sujetan las plumas de colores, una en cada punto, con un hilo y se asegura con silicón para que no queden movibles.

Aparte, se sujetan los tubos de metal a hilos de lana azul separadamente.

Los hilos deberán tener diez centímetros de largo.

En medio de cada uno de estos hilos se colocan dos cuentas o abalorios.

Por último, estos cinco hilos con sus tubos se cuelgan respectivamente en los puntos 4, 5, 6, 7 y 8 del aro.

Fuentes:
http://www.solonosotras.com
http://ojoconelarte.cl/?a=299
* * * * *
"Toda creencia que no haga más feliz, más libre, más amante, más comprensivo, más activo, es, y la temo, como una creencia errónea y supersticiosa" (Lavater).

Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra página web. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies.