Historia del Arte: No tenemos suerte con las humanidades. Primero el latín y el griego sufrieron un acoso que les orilló hacia la nada. ¿Y para qué sirve el latín o el griego?, debieron preguntarse....

Pues para nada, si acaso para molestar porque son lenguas muertas y a los fiambres se les condena a la obscuridad eterna de los cementerios rodeados de espirituales cipreses, ese árbol por cierto tan romano. Ahora, algunos cráneos privilegiados, andan planeando suprimir la carrera de Historia del Arte. Se conoce que también odian la historia del arte o bien porque no tienen ni idea de arte, o porque no poseen ningún tipo de sensibilidad artística o, simplemente, porque son de un imbécil inaguantable.

Deben de pensar que cualquier disciplina relacionada con las humanidades es un lastre y un peñazo en estos nuestros nuevos tiempos saturados de chips, microchips, ordenatas y líneas ADSL. Se diría que nos quieren convertir en ciudadanos con aspecto de robot, en seres exentos de cualquier capacidad hacia la ensoñación frente a un cuadro, en mentes despojadas de cualquier sentimiento evocador ante la contemplación de una obra de arte. Pero olvidan el inmenso patrimonio artístico de España, lo robusto de las entrañas de nuestros museos y el placer que muchos sentimos al escuchar las explicaciones desgranadas por un entendido en la materia, un licenciado en Historia del Arte sin ir más lejos.

Pero qué importa. Aniquilemos las humanidades. Fuera la historia del arte, y ya puestos, la literatura, y luego también la lengua, porque al final no sabremos ni hablar, y a nuestros deslumbrantes dirigentes, ya que nos entendemos con el lenguaje abreviado de los móviles, no les importará. ¿Quizás no les da para más?

Fuente: Las Provincias -Ramón Palomar-

* * * * * ¿Qué Pasará Si Se Limita El Estudio De “Historia Del Arte”?

Que imágenes como la que presentamos podrían frecuentar peligrosamente cualquier exposición o muestra de historia antigua. A nadie le gusta que le tomen el pelo, pero hay veces que ello puede tener una función “pedagógica”… Este es el caso del fragmento de piedra de la imagen en que se ve dibujado un hombre “cavernícola”, junto a un toro herido, y empujando “un carro de la compra”. Para más inri, dicha pieza se mostró en la galería de arte romano, ni más ni menos que del Museo Británico. Tamaño disparate (el carro de la compra fue inventado por los americanos en 1.937 d. de C.) permaneció expuesto durante varios días en dicho Museo, según el diario The Daily Telegraph.

El fraude fue revelado en su página web por el propio bromista Bansky (www.bansky.co.uk/menu.html.) Además ofrecía un regalo a quien se fotografiara con ella. Bansky ya ha colocado sus “obras” en cuatro museos neoyorquinos: Brooklyn, Metropolitan, el de Arte Moderno y el de Historia Natural. También en Europa museos como el Louvre (París) o la Tate Gallery han tenido el discutible honor de exponer sus obras. La historia de los fraudes en arqueología y antropología tiene una larga tradición, pero se mantuvo dentro de unos ámbitos de la investigación todavía nuevos, inexplorados, donde cabía forzar “pruebas” de unas u otras teorías. A principios del siglo XX, se creyó, por ejemplo, haber encontrado un cráneo del “eslabón perdido”, rebautizado como “Hombre de Piltdown”.

Con ese “hallazgo” se comprobaba, según los más afamados científicos, el origen animal del hombre, y el mismo Museo Británico la tuvo por la más valiosa de sus piezas. Años más tarde el Carbono 14 demostró que tal “tesoro científico” junto con las “armas primitivas por él utilizadas”, no era más que una broma de mal gusto de un aficionado que, coordinando fragmentos del cráneo de un hombre africano, y trozos óseos de mono, y reuniéndolos a algunas piedras de pedernal los “envejeció” por medio de ácido. En el campo de la arqueología se han inventado absurdos de peso, como el llamado “Enigma de los Andes”, pretendida gliptoteca de hace millones de años, labrada por supuestos extraterrestres, que al final resultó una falsificación más o menos inocente de un poblador del desierto de Ica, que remató su proeza poniendo el dibujo de una propaganda de un conocido refresco entre los Ovnis. Pero la “broma” que hemos presentado, no entra en el terreno resbaladizo de hipótesis más o menos heterodoxas; al parecer no tiene otra función que la de atacar pura y simplemente la ignorancia. Sobran más comentarios.

Fuente: Minidiario “20 minutos” viernes 20 de mayo, www.el-mundo.es/elmundo/ 2005/05/19 y www.diariovasco.com/pg050520 Textos de Jorge Ángel Livraga Rizzi

* * * * * "Noble se puede llamar al que por su naturaleza es inclinado a la virtud". -Séneca-

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