Algunas versiones sobre el Origen y Significado del Carnaval. “No es fácil precisar la etimología de la palabra carnaval. Se cree que procede de ‘Carrus Navalis’, una fiesta popular derivada de las saturnales romanas.

 

Se dice que tuvo un carácter religioso en sus remotos orígenes, cuando se celebraba el año nuevo (entrada de la primavera), como símbolo del renacer plástico de la naturaleza. En Grecia y Roma se incluían procesiones en las que se paseaba un barco con ruedas.

En ese barco iban grupos enmascarados que bailaban y cantaban canciones. La costumbre de este “carro naval” se conserva aún en algunos lugares de España”. - La palabra “Carnaval” deriva de la expresión latina “Carne-vale”, que viene a significar “adiós a la carne”, una despedida de los placeres.

Por eso en estos días la gente trataba de no privarse de cualquier placer, buscando la satisfacción de los sentidos y del cuerpo en unas fiestas que celebraban los romanos denominadas “Saturnales”, de las que, a nivel general parecen derivar los carnavales.

Los vestigios de estas fiestas parecen tener un carácter religioso, aunque no eminentemente cristiano; sin embargo, posteriormente, el cristianismo también lo adoptó. En el cristianismo estas fiestas eran celebraciones previas al periodo de Cuaresma, y con ellas se disfrutaba del jolgorio, tratando de no privarse de nada, y, en cierta forma, emborracharse de todo: gozo, placer y alegría.

Para hacer acopio, antes de entrar en la abstinencia cuaresmal, que da comienzo con el final del Carnaval, cuando faltan cuarenta días para Semana Santa. En Cuaresma había que privarse de cualquier placer humano que estuviera relacionado, sobre todo, con la carne, por ello incluso ni podía comerse este manjar; esto aún se conserva en determinados días del periodo de Cuaresma.

En España, podemos fijarnos que con la finalización de la Guerra Civil, el Carnaval sufrió un gran deterioro en toda la geografía española, llegándose a perder en muchas zonas. Esto se debió a la prohibición que sufrió este festejo. Además que por el posible carácter de crítica que pudiera tener el Carnaval, se prohibió por el temor a las posibles rencillas o venganzas que pudieran producirse aprovechando el anonimato del disfraz.

- Según historiadores, los orígenes de esta fiesta se remontan a las antiguas Egipto y Sumeria de hace unos 5.000 años. Y era basada en la veneración de algunas divinidades. Suele durar unos 3 días, la gente se disfraza y está permitido casi todo, hacer bromas, dar sustos, etc.

- Para aclarar el origen del Carnaval los estudiosos remiten hasta precedentes de distintas civilizaciones que, sin usar el mismo concepto de la fiesta, han manejado objetos y utensilios similares a los que se usan en Carnaval, y recuerdan el origen remoto que pueden suponer las bacanales (fiestas en honor de Baco), las saturnales (al Dios Saturno) y lupercales (al Dios Pan), celebraciones que se conocieron tanto en la antigua Grecia como en la Roma clásica.

-El Carnaval de Cádiz, Algunos Apunte-

El Jueves graso o de carnaval se suele celebrar una semana antes del Miércoles de Ceniza (46 días antes de Pascua de Resurrección), depende de los pueblos. Parece ser que el Carnaval de Cádiz es un hijo, aunque sea pródigo, del cristianismo; mejor dicho, sin la idea de la Cuaresma no existiría en la forma en que ha existido desde fechas obscuras de la Edad Media Europea.

Se lo relaciona también con los ritmos del tiempo, con la percepción cualitativa del tiempo. El cristianismo establece “un orden pasional del tiempo", en el que los momentos de alegría y tristeza se alternan cronológicamente, según sea tiempo de prohibiciones o tolerancias, asimilados por el cristianismo.

El Carnaval es una consecuencia de la concepción sencilla del tiempo que adopta el cristianismo. Una concepción ajustada a los ciclos vitales y de las cosechas. Su principal significación es que autoriza la satisfacción de todos los apetitos que la moral cristiana, por medio de la Cuaresma, refrena acto seguido.

Pero al dejarlos expansionarse durante un periodo más o menos largo, la moral cristiana reconoce también los derechos de la carne, la carnalidad. El Carnaval encuentra así, además de su significación social y psicológica, su función equilibradora en todos los aspectos.

Pero sin duda, con el transcurso del tiempo distintos aspectos se han ido marcando con mayor profundidad hasta alcanzar en Cádiz una fiesta distinta. En el proceso de su propia definición, el Carnaval gaditano toma peculiaridades del italiano, explicable por la influencia fundamentalmente genovesa que Cádiz conoció desde el siglo XV.

Tras el desplazamiento hacia el Mediterráneo de los turcos, los comerciantes italianos se trasladan a Occidente, encontrando en Cádiz un lugar de asentamiento perfectamente comunicado con los objetivos comerciales que los genoveses buscaban: el norte y centro de África.

En 1.523, Carlos I había prohibido en absoluto las máscaras. En 1.637, un documento reconoce la impotencia del poder civil ante la celebración popular. Una carta del General Mencos fechada en Cádiz a 7 de febrero de 1.652 en la que se queja de que los trabajadores gaditanos se negaban a reparar su barco por estar en "Carnestolendas".

A partir del siglo XVIII se reiteran frecuentemente las órdenes, intentando desterrar el Carnaval. Los antifaces, las caretas, las serpentinas, los papelillos (confetti) son otros tantos elementos que se asimilaron del carnaval italiano. Y como un dicho asegura que no hay mal que por bien no venga, el Carnaval de Cádiz existe gracias a la explosión del depósito de minas de San Severiano, ocurrida en 1.947. Vistió a medio Cádiz de luto.

Llevó la tristeza a la ciudad de la alegría. Tanto, que el gobernador civil, Carlos María Rodríguez de Valcárcel, pensó que había que levantar los ánimos. Los viejos carnavaleros le habían mostrado su deseo de volver a sacar un corito en alguna velada de verano.

Y así fue cómo se permitió, fuera del Carnaval, en las fiestas del verano, que aquel coro de veteranos volviera a cantar viejos tangos. Entre los coristas figuraba Joaquín Fernández Garaboa, El Quini. Y tanto levantaron los caídos ánimos de Cádiz que el gobernador se las ingenió para recoger el sentir popular, apoyar la iniciativa municipal y conseguir que el gobierno de Madrid permitiera una resurrección del Carnaval según la ideología dominante.

Por supuesto que sin máscaras en la calle y sin disfraces en el pueblo, sólo en las agrupaciones. Se produjo la universalización del Carnaval. -Carnaval del Toro en Ciudad Rodrigo, Salamanca- Aquí encontramos uno de los Carnavales más importantes y conocidos de la Península Ibérica.

El Carnaval del Toro, que así es como los mirobrigenses denominan su fiesta grande, es el único del mundo donde se unen la máscara y el toro. Encierros, desencierros, capeas y corridas de toros son platos fuertes de esta significativa celebración. Durante los Carnavales las corridas de toros tienen lugar en la Plaza Mayor.

Los encierros son uno de los espectáculos más vistosos del Carnaval del toro. Mozos y no tan mozos desafían a los atados, alertados en todo momento por las campanadas del reloj del Ayuntamiento. Pero sin duda alguna, el evento más esperado es el Encierro a Caballo: desde las dehesa vecinas, expertos caballistas y garrochistas conducen a los toros bravos hasta la ciudad.

Es impresionante ver cabalgar a los jinetes junto a los toros bravos a través del campo mirobrigense. El toro es protagonista en todo momento de los Carnavales de Ciudad Rodrigo. La guinda la pone el "toro del aguardiente", tiene lugar el martes y durante la mañana un toro anda suelto entre el Registro y la Plaza Mayor, para disfrute de los más madrugadores o trasnochadores.

La música acompaña la celebración en todo momento, siendo muy famosos los pasacalles de la Rondalla 3 Columnas, quienes llevan animando los Carnavales con sus coplillas más de 50 años.

-Máscaras en Alconchel-

El Carnaval de esta localidad pacense es atípico en cuanto a la fecha en la que se celebra, pues aunque comienza el domingo de Carnaval, los eventos centrales de la fiesta tienen lugar en Cuaresma. En los años de prohibición, durante la Guerra Civil, fueron muchos los vecinos de Alconchel que fueron a la cárcel por no resignarse a perder los Carnavales.

El jueves, pasado ya el miércoles de ceniza, tiene lugar el día de la máscara, siendo algo individual e improvisado, donde la gente toma las calles. El viernes es el día de la “entrega”, en la que los participantes formando un corro se lanzan cantaros de barro hasta que rompen.

El sábado hay desfiles, comparsas y demás actos festivos, para ya de madrugada dejar paso al “entierro de la sardina”, en donde se reparten sardinas asadas a todos los asistentes acompañadas de sangría, constituyendo un sabroso colofón de fiestas.

El Carnaval de Almiruete

En este pueblo manchego el Carnaval desapareció en 1.960 recuperándose para disfrute de todos en 1.985. Las botargas y las mascaritas son los verdaderos protagonistas de los Carnavales de Almiruete (Guadalajara).

El sábado anterior a Carnaval se reúnen en secreto botargas y mascaritas para preparar los atuendos que lucirán durante los Carnavales, las máscaras de las botargas tienen aspecto fiero frente a la dulzura de las mascaritas.

Llegada la fiesta las botargas ataviadas con polainas, cencerros, mantones, sombreros de diverso colorido atraviesan los campos y se aproximan a la ciudad, para más tarde entrar en ella bajo un ensordecedor estruendo provocado por los cencerros, señal que también sirve par avisar a los vecinos de Almiruete que el espectáculo comienza.

En la plaza las botargas dan vueltas y salen a buscar a las mascaritas. Una vez juntos vuelven a la plaza cargados de confetis y papelillos de colores, momento en el que comienza la batalla con los espectadores, acto lleno de risas y alegría distintivo de este Carnaval.

-Carnaval Manchego en Herencia-

La localidad manchega de Herencia, provincia de Ciudad Real, tiene entre sus fiestas de mayor raigambre el Carnaval. Sus orígenes se pierden en el tiempo, incluso en los tiempos de la prohibición siguió celebrándose bajo el nombre de Fiesta de las Ánimas.

El domingo anterior a la fiesta se le denomina como de las “deseosas” (porque están deseando que llegue la fiesta), siendo el día de la máscara por excelencia. El martes se celebra el ofertorio, desfile de carrozas, murgas, charangas y máscaras espontáneas llegadas de muchos puntos de España.

Los protagonistas de la fiesta son las máscaras callejeras, estas se cubren la cabeza con telas antiguas. Nadie les debe conocer y la tradición dicta que está prohibido tratar de retirar el disfraz.

ambién participan en los abundantes pasacalles que se suceden, en los que desfilan gigantes y cabezudos, ginetas (parejas de niños disfrazados que representan a los diferentes gremios), además del tradicional Perlé (muñeco con chupete, ataviado con un pijama de rayas azules y blancas).

Este último s toda una institución en la fiesta, hazmerreir de mayores y terror de los niños, pues aparece una semana antes de Carnaval, en la conocida semana de tambores, marchando a la par de gigantes y cabezudos. La fiesta llega a su fin con el multitudinario “entierro de la sardina” y en Herencia comienzan a pensar en la próxima edición.

-Carnaval Metropolitano en Madrid-

La capital de España es uno de los numerosos puntos de nuestra geografía que mantiene el Carnaval entre sus fiestas grandes. El rito permanece y los castizos cofrades siguen vistiendo sus negras capas y chisteras como claro ejemplo del arraigo carnavalesco en Madrid.

La Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina (antiguamente de los “cuatro gatos”) es uno de los principales ingredientes de esta fiesta, protagonizando el “entierro de la sardina”. Su punto de partida es el Paseo de la Florida, desembocando en la fuente de los Pajaritos (Casa de Campo). Otro de los actos más significativos en este Carnaval es el baile de máscaras en el Círculo de Bellas Artes; siendo elegido un tema común para cada ocasión. No es un fiesta multitudinaria, pero tremendamente arraigada en determinados círculos de población.

-El carnaval de Águilas, Murcia-

El jolgorio inunda las calles de esta localidad murciana durante el carnaval. Es muy típico por sus desfiles de disfraces, y tiene también significación la parte más lúdica, con las máscaras y el juergeo nocturno. También es una curiosidad de la zona los llamados cascarones, que son cáscaras de huevo vacías, rellenas de confetti, que se rompen unos a otros en la cabeza.

Este carnaval fue declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 1.997. -Os Peliqueiros en Laza- En la zona sur de Galicia, más concretamente en el sureste de Ourense se encuentra la localidad de Laza. Población conocida por sus Carnavales, de los que numerosos estudios revelan que están entre los diez más ancestrales del mundo y de los que realmente siguen la tradición a través de los siglos.

Como dato significativo apuntar que un prestigioso museo norteamericano ha solicitado una máscara de peliqueiro dada la importante relevancia y el significado de la misma. Los Carnavales en Galicia son una celebración esperada, tras varios días frenéticos llega el tiempo de reflexión que supone la cuaresma, por ello hay que disfrutar al máximo de la fiesta.

En Laza los Carnavales comienzan el primer día del año, fecha en la que salen los primeros jóvenes que más tarde serán peliqueiros. Los tres domingos anteriores al de Carnaval se tiran ceniza los unos a los otros.

En el fareleiro hacen lo mismo pero con harina; en el corredoiro se tizna a gente con carboncillo de leña quemada. Pero es el domingo cuando entran en juego los personajes típicos que han hecho de este Carnaval un evento internacional, se trata de "A estrea dos peliqueiros".

Los peliqueiros, la morena, el testamenteiro y las hormigas se convierten en los protagonistas de tan prestigiosa fiesta. Los peliqueiros son las máscaras que se llaman así porque llevan peluca (una piel de perro o de oveja que cuelga como si fuese una melena). El peliqueiro es símbolo de poder.

Este ritual sirve para parodiar a los recaudadores de impuestos del valle de Monterrei. Un buen peliqueiro no debe hablar, debe caminar a saltos pequeños y bailar constantemente. El público no puede tocarlos, pues se expone a recibir un latigazo, aunque están en su derecho de increparlos durante todo el recorrido que estos llevan a cabo por las calles de Laza. El lunes por la mañana tiene lugar la farrapada, épica batalla entre los vecinos del pueblo con trapos untados de barro. Por la tarde baja la morena de Cimadevilla (barrio alto de la localidad).

Es un personaje muy importante en este entroido, se trata de una cabeza de vaca guiada por unos hombres tapados con un trapo. Por último, el testamento del burro se lee el martes por la tarde, cuartetos en los que se critica los acontecimientos más relevantes del año.

Sin olvidar que todo aquel que se acerque a Laza podrá disfrutar de la magnífica y exquisita gastronomía de la zona.

-Carnaval en el Valle de Bielsa-

La localidad de Bielsa, sita en la comarca de Sobrarbe, celebra uno de los Carnavales más populares y multitudinarios del Alto Aragón. Su celebración está cargada de tradición y simbolismo que permite a los visitantes participar activamente de ella. Tradición de hondas raíces donde aparecen figuras carnavalescas únicas.

Las Trangas son las figuras masculinas del Carnaval, ataviados con pieles de animales, camisa de cuadros, largas faldas, cuernos sobre la cabeza, cencerros en la zona lumbar y la cara embetunada. Representan la fuerza masculina, golpeando el suelo sin cesar con un largo bastón.

Anuncian el comienzo de la primavera, además de que ahuyentan a los malos espíritus. Las madamas son la figuras femeninas, representan la pureza virginal, por ello es un papel reservado a belsetanas solteras.

Su vestido está cosido directamente al cuerpo, por lo tanto para quitarle el vestido tendrá que ser rasgado. Ambos, Trangas y Madamas, son los protagonistas del acto central del Carnaval del valle de Bielsa, se trata de la Ronda. Del brazo recorren todo el pueblo acompañados de una charanga para más tarde regresar a la plaza donde comienza el baile.

Otras figuras destacadas de este típico festejo son los "osos y domadores": representación de una parodia con mucha acogida entre los más pequeños. El "Amontato", representado por una figura femenina que lleva a sus espaldas un hombre, hace referencia al machismo reinante en la zona donde se infravalora el trabajo de la mujer.

La fiesta termina con la quema de "Cornelio", considerado el causante de todos los males que acechan a los habitantes de la región. -O entroido en Galicia- ¿Quién no ha deseado alguna vez esconderse detrás de un disfraz? El Entroido, carnaval gallego, es precisamente la materialización de este deseo de burla, risa, sátira y escarnio. Durante unos días al año el mundo se vuelve al revés y todas las locuras están permitidas.

Es tiempo de excesos. En la sociedad tradicional, el carnaval marcaba el fin del invierno y el inicio de la primavera. Hombres y mujeres se camuflaban bajo ropas viejas y usadas salían a la calle dando buena cuenta de las ganas de diversión. Puerta a puerta, intentaban engañar a los vecinos, y quizás, conseguir algún dulce propio de estas fiestas.

Todo por la diversión. Los carnavales urbanos, marcados por los desfiles de comparsas y grandes bailes en salas de fiestas, poco tienen que ver con aquellos carnavales de aldea en los que, de lo que se trataba, era de divertirse con propios y extraños.

El mundo cerrado de las parroquias rurales gallegas perdía durante un tiempo sus férreas reglas sociales y la mentira y los juegos se teñían de connotaciones sexuales, engaños convirtiéndose en toda la realidad posible. Hoy en día, tal liberación no es tan acentuada, si bien las comparsas continúan buscando la crítica y el escarnio contra los políticos, los personajes de la sociedad o contra los acontecimientos vividos en el año.

La fiesta de la locura por excelencia sigue, rompiendo los tabúes sociales con fuertes dosis de exaltación vitalista. Teatro, representaciones de oficios, choqueiros, viejos o animales eran los disfraces más socorridos en las mascaradas rurales. Muchos de estos personajes se han perdido con el paso del tiempo, al igual que otros nuevos han entrado en escena.

Sin duda algunos de estos personajes más conocidos son los volantes de Chantada, las pantallas de Xinzo de Limia, los generales de Ulla y, por supuesto, los cigarróns y peliqueiros de Laza y Verín. Los volantes de la comarca chantadina van ataviados con un cinto de campanillas y un espectacular peto de colores.

Los generales del Ulla, propios de Teo, Boqueixón, A Estrada, Silleda y Santiago, son los jefes de las comparsas que recorren las parroquias lanzando discursos y disputas en verso. Jóvenes y mayores visten este elegante traje acompañado de una careta decorada con distintas figuras como imágenes de animales y llevan en las manos una o dos vejigas de vaca que producen un sonido muy característico al moverlas.

Los trajes, vistosos y elegantes, destacan por su careta y, especialmente, por la mitra, que constituye una auténtica obra de artesanía. Los peliqueiros desfilan por sus calles entre saltos y bailes azuzan a las personas que se acercan a ver este maravilloso desfile, que pueden provocarlos, pero nunca tocarlos. Pero fuera de grupos, comparsas organizadas y desfiles, muchos optan por el disfraz individual.

Desde la máscara confeccionada durante meses hasta el arreglo de última hora, son muchos los que disfrutan interpretando un papel distinto al suyo por lo menos por un día. El personaje que siempre se admiró, un monstruo, o una rubia de largas piernas, da igual. El caso es sentirse diferente durante unos días del año; la liberación momentánea de la actitud que todos los días tenemos que mantener.

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Cuando examinamos los distintos calendarios de los numerosos Carnavales de hoy y de antaño, observamos en las fechas una variedad tan amplia como en las maneras de celebrarlos. Sin embargo, hay unos denominadores comunes a todos los Carnavales: en cuanto al momento, todos preceden a la Cuaresma y pretenden ser una preparación para la misma, y un desquite anticipado de las privaciones que impondrá.

En cuanto a la forma de celebrarlos, todos coinciden en la proliferación de los disfraces; y luego, en cada lugar se especializan en formas distintas de sacarle partido a la libertad y a la licencia consensuada de toda la sociedad para estas celebraciones.

De ahí que sean tantísimas las variedades carnavaleras, y que cada ciudad se distinga por un estilo y unos ritos distintos, que atraen el interés de un cada vez más abundante turismo carnavalero. En cuanto a la fecha de inicio de los Carnavales, la que durante más tiempo y en más calendarios se ha mantenido como primer día de celebraciones, es el jueves anterior al Miércoles de Ceniza, día en que empieza la Cuaresma, de manera que esta venía a durar una semana casi completa.

El Jueves Lardero, que así se llamaba el primer día de los Carnavales, se celebraba con una buena comilona; y el Miércoles de Ceniza, el último día de la semana de Carnaval, se celebraba con la tristeza y austeridad que imponía el primer día de la Cuaresma, con el rito llamado "Entierro de la Sardina".

Este no era tal, sino el del esqueleto de la misma, después de haber celebrado la primera comida cuaresmal, que la austeridad del tiempo y de la economía hacía que fuese una sardina en salazón. Es por tanto la Semana de Carnaval la medida más universal, pero no la única.

Por debajo de esta extensión está la más escueta del domingo de Carnaval (cuyo nombre litúrgico es Domingo de Quincuagésima), el más celebrado por ser día festivo, que se prolongaba en el lunes y el martes que le seguían, con menos fiesta por ser días laborables.

Y por encima de la extensión de la semana tenemos una variedad muy notable, que oscila normalmente en los carnavales modernos entre el domingo de Sexagésima, la semana anterior, hasta el primer domingo de Cuaresma (los 40 días de ayuno como preparación a la Pascua), el que sigue al Miércoles de Ceniza.

Es decir que los Carnavales más solemnes extienden su duración a dos semanas. Pero no es este el límite, ni mucho menos. En las ciudades que tienen los Carnavales como sus festejos más significativos, para los que han creado una estructura social de cofradías, gremios, cuadrillas, comparsas, etc. los Carnavales empiezan mucho antes.

En Venecia, por ejemplo, se proclamaba el 26 de diciembre, el siguiente de la Navidad, como primer día de los Carnavales.

Más adelantados aún eran en algunas ciudades de Alemania, en que el 11 de noviembre se daba inicio a los Carnavales con la elección de su rey.

A partir de esa fecha, se iban escalonando celebraciones menores que culminaban en el Carnaval propiamente dicho.

Fuentes: http://www.elalmanaque.com http://es.wikipedia.org http://www.herencia.es http://www.sgci.mec.es

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“Dejar de fumar es fácil, yo lo he dejado como cien veces”. -Marc Twain-

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