¿Son útiles las plantas medicinales? La fitoterapia (la curación a base de hierbas), puede ser otro modo de combatir muchas enfermedades; pero siempre que la utilicemos de forma correcta.

Es imprescindible consultar a un experto, ya que algunas de estas plantas pueden tener efectos secundarios o estar contraindicadas, si se está tomando un determinado fármaco o se consumen ciertos alimentos.

Por ello, también nuestro médico debe saber que estamos siguiendo un tratamiento de este tipo. Además, para evitar efectos tóxicos debemos ceñirnos a las dosis que indican los especialistas.

Contra la Gripe y el Resfriado: Existe una amplia gama de hierbas que pueden servir como prevención y para paliar los síntomas. Estas plantas también se pueden combinar para que el beneficio sea mayor, aunque hay que asegurarse de que no tengan interacciones para que la mezcla no perjudique nuestra salud.

-La Equinácea (E. Purpurea, E. Pallida, E. Angustifolia): Esta planta de origen norteamericano protege frente a las infecciones al reforzar nuestro sistema inmunitario y, en el caso de que ya hayamos sido contagiados, también disminuye la intensidad de los síntomas (tiene propiedades analgésicas, antitérmicas y antiinflamatorias) y la duración de la enfermedad.

Además, puede ser especialmente útil en las personas que se contagian constantemente, debido a que evita las recaídas. Sin embargo, distintos estudios han cuestionado la eficacia de esta planta, ya que tanto en niños como en adultos las investigaciones indicaron que el resultado era el mismo si se empleaba un preparado de equinácea que si se aplicaba un placebo (substancia inocua).

No obstante, los científicos apuestan por seguir investigando con otras dosis y preparaciones para poder verificar estos resultados. En cualquier caso, no es conveniente la administración de esta planta a niños de menos de dos años ni a diabéticos, y se aconseja no prolongar el tratamiento más allá de los dos meses.

-El Saúco (Sambucus nigra): Se trata de un arbusto que crece en Europa y Asia, y de él se emplean tanto la corteza como las hojas, flores y bayas para obtener propiedades medicinales.

Entre sus componentes principales se encuentran diversas sustancias antioxidantes (como los flavonoides), vitamina C, azúcares, sales minerales y fibra soluble. Esta planta se ha utilizado desde hace muchísimos años para el tratamiento de las infecciones respiratorias.

Por ejemplo, el vino caliente de saúco se tomaba antes de ir a dormir para aliviar los síntomas del resfriado, mientras que el jarabe extraído de su fruto se usaba como remedio para la tos. Al fomentar la sudoración, también contribuye a bajar la fiebre, así como a descongestionar la nariz y disminuir la inflamación de las vías respiratorias.

Sus efectos se han demostrado en estudios clínicos, en los cuales se comprobó que el 95% de los enfermos de gripe que habían ingerido extracto de baya de saúco presentaban una mejoría de sus síntomas a las 24 horas, y el 90% lograban restablecerse por completo en unos dos o tres días. Algunas hierbas medicinales, como el saúco, pueden utilizarse para hacer vahos de vapor y, así, disminuir la congestión.

-El Ginseng y el Eleuterococo, (Panax Ginseng) y (Eleutherococcus senticosus): Estas plantas de origen asiático tienen un efecto revitalizante y potenciador del sistema inmune, sobre todo para situaciones de mucho estrés. El eleuterococo ha mostrado en un estudio un efecto protector frente a la gripe en niños, mientras que el ginseng incrementa la resistencia al frío.

Este último no se puede tomar si se han consumido bebidas alcohólicas o estimulantes, ni si se sigue un tratamiento con hormonas o antidepresivos (que pueden provocar efectos adversos como dolores de cabeza, temblores o episodios de manía).

Tampoco deben consumirlo las mujeres que se encuentren en las fases iniciales del embarazo, ya que puede perjudicar el desarrollo del feto y causar malformaciones en sus órganos vitales. Asimismo, está contraindicado en personas con enfermedades cardíacas, hipertensión arterial o insomnio, y no es conveniente tomarlo justo antes de acostarse.

El tratamiento con ginseng no debe durar más de tres meses, ni administrarse en dosis elevadas porque puede causar nerviosismo e insomnio y aumentar la tensión arterial.

-El Eucalipto (Eucalyptus) y Tomillo (Thymus vulgaris): Sirven para aliviar la congestión nasal y atacar las infecciones pulmonares. En el caso del eucalipto, no deben tomarlo enfermos de asma, embarazadas, niños de menos de seis años ni mujeres que estén dando de mamar. Las infusiones de tomillo pueden irritar el estómago, por lo que es preferible que las personas con problemas digestivos las tomen después de comer.

-El Própoleo (Propolis): Consiste en un líquido que las abejas extraen de diversos vegetales para proteger su colmena y evitar la entrada de virus, hongos y bacterias. En los seres humanos su consumo estimula las defensas frente a las infecciones y tiene un efecto antiséptico por su contenido en flavonoides. Entre sus componentes se encuentran también resinas, cera de abeja, aceites, polen y otros materiales. Se presenta en forma de extracto.

Otras Plantas Útiles: El abanico de remedios medicinales que ayudan a prevenir y combatir la gripe y los resfriados es muy amplio. Además de los ya indicados, los siguientes te serán también de gran ayuda.

-Llantén (Plantago mayor): Esta hierba mejora la tos, las dolencias de garganta (ronquera, afonía) y ayuda a expulsar la mucosidad de las vías respiratorias. También se pueden realizar gárgaras con la infusión de esta planta para calmar la inflamación de la boca y garganta.

-Regaliz (Glycirriza glabra): Además de su conocida eficacia para el alivio de la tos, esta raíz también tiene propiedades expectorante: (elimina las mucosidades) y antitérmicas. El consumo del extracto de regaliz no está recomendado en personas con insuficiencia renal, hipertensión arterial y diabetes tipo 2.

-Marrubio y Drosera (Marrubium vulgare y Drosera rotundifolia): Se usan para el tratamiento de la tos y como expectorantes. El marrubio, además, refuerza las defensas del organismo, y es muy útil para aliviar la congestión de los bronquios.

-Pino (Pinus pinaster): Las yemas de este árbol evitan la obstrucción nasal.

-Malvavisco (Althaea officinalis): El malvavisco es una de las plantas antiinflamatorias por excelencia, gracias a sus cualidades. Es muy útil para calmar la irritación de las vías respiratorias. También es un potente expectorante y ayuda a aliviar la tos.

-Malva y harpagofito (Malva sylvestris y Harpagophytum procumbens): Calman la garganta y reducen su inflamación.

-Gordolobo (Verbascum thapsus): Ayuda a mitigar el dolor de garganta.

-Sauce (Salix): La corteza del sauce combate el dolor y la fiebre.

-Menta (Mentha piperita): Es una de las hierbas más conocidas. Despeja la nariz y tiene un efecto anestésico en la garganta que atenúa la irritación y la tos.

Fuente: Muy Saludable.

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"El interés no tiene templos; pero es adorado por muchos devotos". -Voltaire-

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